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Era un gran día hoy, ¿Por qué se preguntarán? Hoy era su primer día de clases en la universidad más prestigiosa de Seúl para el hermoso hijo de los Park: Park Jimin. Amaba que sus padres le dieran lo mejor y todo el apoyo que le daban. Su vida es sumamente hermosa, no había nada malo en ella, era completamente feliz.

Jimin se levanta de un humor excelente. Hoy era su primer día de clases, mira el hermoso sol entrar por la ventana y quita las sábanas de su cuerpo levantándose para darse una ducha. Al terminar cepillo sus dientes colocó sus mascarillas para su piel y sus productos de belleza. Amaba cuidarse el rostro y su piel ya que es muy sensible, por eso tenía que cuidarse mucho.

Ya estando listo y hermoso como siempre, tomó su ropa que consistía en una conjunto de una camisa rosa claro con unos pantalones azules rasgados, sus tenis blancos que combinan perfecto con todo lo que trae. Peinó su cabello, se maquilló, puso un poco de perfume con olor a fresas por todo su cuerpo, le gustaba oler bien siempre. Se miró al espejo totalmente satisfecho arreglando un poco su cabello castaño y medio rizado.

Tomó su mochila y se fue directo al primer piso. Miró a sus padres sentados en la parte de afuera del jardín desayunando. Tenían una hermosa vista a su jardín tán grande y una mesa de cristal para desayunar en familia, adoraba eso. Camino y abrió la puerta grande de vidrio. Sus padres voltearon a verlo con una gran sonrisa.

─Hola, papis hermosos ─dice Jimin feliz mientras toma asiento a lado de su padre Namjoon.

─Buenos días, hijo ─Saluda el señor Park a su hijo─ ¿Emocionado por tu primer día de clases?

─Si papi muy muy emocionado, porque al fin estaré en una gran universidad de danza, la mejor de todas ─Sonríe felizmente tomando un panecillo y untarle mantequilla. Estaba demasiado feliz.

Estudiar danza en la universidad soñada desde su adolescencia, era todo un sueño para él.

─Me alegro mi amor, espero que tengas un buen día y que hagas muchos amigos ─le sonríe orgulloso a su hijo acariciando su mejilla.

─Estamos tan orgullosos de ti hijo, parece que fue ayer cuando apenas te llevábamos al Jardín de niños, eras tan pequeño ─dice su padre Seokjin fingiendo una lagrimita falsa.

Jimin sabía que su papá Jin era más sentimental, pero a veces exageraba.

─Papá deja de decir esas cosas, ya estoy grande tengo 19 años harás que me ponga sentimental también.

Park Seokjin sonríe sabía que su pequeño Jimin ya no era un niño, pero amaba decírselo porque siempre sería su pequeño de mejillas rojas.

─Aún así eres mi bebé, y no exagero cariño.

El menor soltó un suspiro porque con su papá no podía.

─Hay que almorzar y te llevo a tu primer día de clases ─Dice su padre Namjoon ─Trataré de ser fuerte cuando entres ─También finge una lágrima a lo que él castaño niega.

─Está bien papá. ─Sonríe negando con la cabeza.

Todos almuerzan entre risas y alguno que otro consejo de sus padres para su primer día, aunque no lo quisiera admitir siempre se preocupaba por su pequeño hijo, siempre sería su niño, lo que más adoraban en el mundo entero.

Minutos después llegaron a la universidad. Miró lo grande que era y como muchos entraban a la universidad con diferentes cosas debido a lo que cada quien estudia. Era una universidad de artes y deporte, amaba las múltiples cosas que la universidad ofrecía. No por nada es una de las mejores de todo el país.

Podría hacer muchos amigos de diferentes talentos, le emocionaba aquello.

─Ten un lindo día hijo y no olvides que el chofer te vendrá a recoger cuando tus clases de danza terminen.

─Si papá, eso haré y tú también tendrás un buen día en tu trabajo.

─Cuidate, si pasa algo me marcas inmediatamente.

─No pasara nada papá, y si pasa tengo a Dani para que me cuide. ─Habla sobre su mejor amigo.

─Ok pequeño. Anda ve y divierte.

Jimin le besa la mejilla y sale del auto de su padre. Mira el auto de su padre desaparecer por la carretera. Suspira y observa la universidad con suma ilusión, era totalmente hermosa y grande como siempre soñó verla. Vuelve a suspirar hondo dejando salir el aire despacio, aprieta las correas de su mochila y entra. A lo lejos puede ver a muchos chicos con sus amigos sentados en el césped, otros comiendo en las bancas cercanas del salón de artes. Las hojas verdes caían de los árboles, era como estar mirando una película estadounidense; la típica que vez entrar al chico nuevo. Noto que algunos ya estaban con amigos, él no tenía muchos, pero espera tenerlos en el futuro. Hay uno al cual ama con todo su corazón, su mejor amigo de toda la vida, Kang Daniel. Quién siempre está ahí para cuándo más lo necesita.

Detalla cada lugar que miraba a su alrededor, era la primera vez que se sentía tan emocionado por las cosas que haría, las personas que conocería y todo lo demás. También quería ser el mejor de su clase de danza para que sus papás puedan estar super orgullosos de él.

Entra al corredor donde se miró los casilleros, él tenía su llave lista para poder dejar sus cosas, pero en el proceso choca con alguien que lo hace tambalear un poco. Este lo sostiene de la cintura, quería maldecir a esa persona, pero cuando lo mira queda un poco sorprendido por su persona. Es alto, cabello negro, un pirsing en el labio, está vestido de negro y es mas alto que él.

«Que guapo»

Jimin sale de sus pensamientos y se incorpora rápidamente con sus mejillas sonrojadas. Estaba muerto de vergüenza por mirarlo de esa manera.

─Lo.. Lo siento no te vi ─Murmuró apenado.

El otro chico sólo lo observa, pero no dice nada.

El menor estaba nervioso, no sabía qué más decir el chico sólo le miraba de arriba para abajo, se puso aún más nervioso temblando un poco ante la penetrante mirada que el pelinegro le daba.

Parecía un lobo mirando a su presa para comerla y despellejarla.

─Bueno me voy a mis clases y otra vez lo siento no fue mi intención ─Hace una reverencia y con las piernas de gelatina se marcha rumbo a su clase.

El pelinegro lo mira marcharse, le pareció más hermoso en persona que en fotos, pero debía enfocarse en su plan no debía dejarse llevar por sus pensamientos, él era el enemigo.

Suspiro retomando su andar, mandó un mensaje por su teléfono después de hacerlo camino a su clase de Arte pues él es pintor. Miró la respuesta al mensaje y sonrió ladino.

─Maldito Park. No escaparás de mí, lo juro.



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