🗾࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 2O 」

«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗏𝖾𝗂𝗇𝗍𝖾» [2O]

❝𝗣𝗲𝗹𝗶𝗴𝗿𝗼❞...

Jin se encontraba acostado en su cama, su mirada fija en el suelo, sumido en un torbellino de pensamientos. La preocupación por Namjoon y los demás chicos lo consumía, y no podía sacudirse el sentimiento de culpa que se aferraba a su pecho. Aunque sabía que no era responsable de la situación, no podía evitar juzgarse con dureza. Se había aislado en su habitación, buscando la soledad que tanto necesitaba. Ni siquiera había querido ver a Jimin, quien había intentado hablar con él, pero comprendió y lo dejó solo.

Las lágrimas habían caído incesantemente por sus mejillas, su corazón pesado con un mal presentimiento. Jin sabía que Namjoon era fuerte, pero algo en su interior le decía que las cosas no estaban bien. La facilidad con la que habían encontrado a Cho-I y la información proporcionada le resultaban sospechosas. Había algo que no cuadraba, algo que llenaba su ser de una inquietud creciente.

De repente, un llanto desgarrador resonó por toda la mansión, alarmando a Jin. Se levantó de un salto y abrió la puerta, avanzando con pasos lentos pero decididos hacia abajo. En la planta baja, se encontró con Irene, quien lloraba desconsoladamente mientras trataba de cubrir su cuerpo desnudo con un par de prendas. Jin abrió los ojos con sorpresa al notar los múltiples moretones que marcaban su piel. Se acercó a ella, aún en estado de shock, buscando una explicación mientras Irene seguía golpeándose a sí misma con sus puños cerrados.

━ ¿¡Qué te pasó!? ━ fue lo único que pudo articular Jin, su voz temblando de sorpresa y terror. Irene gritó con furia, alejándose de él con un empujón.

━ ¡Todo esto es tu culpa! ━ exclamó Irene, secándose las lágrimas con rabia mientras trataba de cubrir sus pechos. Jin frunció el ceño, confundido y retrocediendo ━ ¡Me violaron! ¡Ellos te tenían que violar a ti! ¡Tenían que matarte!

Los gritos de Irene resonaban por todo el lugar, y Jin sintió cómo su respiración se volvía irregular.

━ No entiendo ━ murmuró Jin, aún en shock. No podía creer que alguien hubiera violado a Irene sin que él se diera cuenta o escuchara algo.

━ ¿No entiendes? ━ replicó Irene con burla e ironía, secándose las lágrimas con una sonrisa sarcástica ━ ¿Sabes qué? Dejaré de fingir, tú también hazlo. Vamos, ¡muestra tu maldita cara real! ━ Jin retrocedió aún más, sin comprender nada de lo que estaba sucediendo ━ Cho-I y yo aún somos esposos. No entiendo cómo el estúpido de Namjoon se creyó toda la mierda que le dije. Bueno, luego de tener sexo conmigo, se le hizo muy fácil creerme.

Un fuerte ruido resonó en la mansión. Jin le había dado una bofetada a Irene.

━ ¿¡De qué mierda hablas!? ━ rugió Jin, irreconocible en su furia.

La furia que sentía era comparable a la que había experimentado el día que secuestraron a Jimin. ¿Namjoon se había acostado con Irene? No sabía si creerle. Por instinto, se acercó peligrosamente a Irene, quien le devolvió la bofetada con fuerza, girando el rostro de Jin.

━ Todo fue un maldito plan. Vine aquí y busqué a Namjoon para poder matarte y ayudar a mi queridísimo Cho-I con su venganza. Él me creyó todo, pensó en la estúpida historia de que Choi me había obligado a casarme con él ━ Jin quedó sin palabras ante el descaro con el que hablaba Irene ━. Se suponía que te tenían que violar a ti y luego matarte. ¡Siempre arruinas las cosas! ¡Hijo de puta!

Los ojos de Jin se oscurecieron. Se había metido con su madre y con Namjoon.

Empujó a Irene con fuerza, haciéndola caer al suelo y dejando sus pechos al descubierto. Sin importarle, se lanzó sobre ella, golpeando su rostro con furia. Irene intentó defenderse, arañando el rostro de Jin, pero él era mucho más fuerte.

━ ¿¡Cómo pudiste hacer esto!? ¡Maldita! ━ gritó Jin, sujetando el cabello de Irene y golpeando su cabeza contra el suelo con violencia ━ ¡Te mataré yo mismo! ¡Malnacida!

━ Déjame, maldito estúpido ━ gritó Irene con dificultad, tratando de golpear a Jin ━. ¡Maldito! ¡Ojalá maten a Namjoon y luego a ti!

Jin sintió su sangre congelarse, y el único propósito que tenía era destrozar a esa mujer.

De repente, un fuerte agarre en su cintura lo separó de Irene.

━ ¿¡Qué mierda pasó!? ━ gritó Jimin, su voz resonando por toda la casa. Estaba confundido y asustado al ver a Irene desnuda y llorando, y más aún al ver a Jin peleando con ella.

━ ¡Qué "¿qué está pasando?"! ¡Simple! Esta maldita rata nos ha engañado ━ exclamó Jin, señalando furioso a Irene ━. ¡Todo fue un maldito plan! ¡Esta perra no nos quería ayudar a nosotros sino a su maldito esposo, Lee Cho-I!

Yoongi se encontraba en medio del caos, tratando de proteger a algunas mujeres que habían sido heridas. Su objetivo era mantener el orden y la seguridad en medio del pandemonio. Algunas chicas y chicos que habían sido forzados a prostituirse se encontraban sentados en una orilla de la calle, recibiendo atención de un par de médicos personales. Mientras tanto, Yoongi luchaba por mantener la calma y centrarse en su tarea.

A pesar de su preocupación por Namjoon, Yoongi trataba de mantenerse firme en su decisión de no ir tras él. Namjoon había ordenado que no lo siguieran, y Yoongi sabía que debía respetar esa orden. Sin embargo, cada minuto que pasaba aumentaba su inquietud. Ya había pasado un buen tiempo desde que Namjoon había entrado en la oficina, y Yoongi no podía sacudirse el mal presentimiento que lo invadía. Conocía bien a Cho-I y sabía que era una rata astuta y peligrosa, capaz de idear los planes más macabros.

A pesar de la orden de Namjoon, Yoongi sentía que su autocontrol se desvanecía con cada tic del reloj. Finalmente, cuando se dio cuenta de que habían pasado más de diez minutos desde que Namjoon se dirigió a la oficina, su preocupación se convirtió en acción. Con pasos decididos y rápidos, se dirigió hacia las escaleras del bar, ahora convertido en un campo de batalla. Tomó su arma con fuerza, colocándola delante de su cuerpo en señal de defensa.

Al llegar a la puerta de la oficina, Yoongi dio dos pasos atrás y miró por un pequeño orificio en la puerta. Lo que vio hizo que su corazón se acelerara: seis hombres musculosos rodeaban a Namjoon, quien mantenía su arma en alto y su mirada fija en Cho-I. Sin perder tiempo, Yoongi tomó el radio que llevaba en la cintura y transmitió un mensaje urgente.

━ Jungkook, avísale a Jin que Namjoon está en peligro. Llama a la policía ━ fue lo único que pudo decir antes de irrumpir en la oficina con determinación.

La entrada de Yoongi alteró a los hombres, quienes inmediatamente se pusieron en alerta. Los disparos comenzaron a resonar en la oficina, llenando el aire de tensión y pólvora. Pero Yoongi estaba decidido. Haría todo lo posible por ayudar y proteger a su mejor amigo, Kim Namjoon, incluso si eso significaba arriesgar su propia vida.

Namjoon, al ver a Yoongi, sintió una mezcla de alivio y desesperación. Sabía que la situación era crítica, pero la presencia de Yoongi le dio un renovado sentido de esperanza. Los disparos seguían resonando, y ambos amigos se encontraron en medio de un tiroteo implacable. Yoongi se movía con agilidad, disparando con precisión, mientras Namjoon mantenía su posición, protegiéndose detrás de un escritorio.

━ ¡Yoongi, sal de aquí! ━ gritó Namjoon, su voz resonando sobre el estruendo de las balas.

━ ¡No voy a dejarte solo! ━ replicó Yoongi, su determinación evidente en cada palabra.

La situación se intensificaba con cada segundo que pasaba. Los hombres de Cho-I seguían atacando con furia, y Yoongi sabía que no podrían mantener esa lucha por mucho tiempo. Pero no iba a rendirse. Si tenía que dar su vida para salvar a Namjoon, lo haría sin dudar.

Las cosas se habían calmado un poco en la mansión, pero las emociones seguían alborotadas. La respiración de Jin era acelerada mientras mordía nerviosamente las uñas de sus manos. Todos estaban sentados en los muebles de la mansión, tratando de asimilar la situación. Un par de guardias buscaban a los dos impostores que aparentemente habían violado a Irene, quien ahora estaba encerrada en el sótano por petición de Jin.

Jin tenía demasiados pensamientos en ese momento. Sus lágrimas ya se habían secado, pero sus ojos ardían de tanto llorar. Los demás chicos de la mansión estaban igual de perturbados, incluso Nayeon lloraba. Había muchas preguntas en el aire, pero lamentablemente, ninguna respuesta hasta ahora.

La incertidumbre era lo peor de todo. No sabían exactamente dónde se encontraban Namjoon y los otros. Namjoon había prohibido rotundamente compartir esa información para protegerlos, sabiendo que Jin y los demás irían tras ellos, poniendo sus vidas en peligro.

De repente, la gran puerta de la mansión se abrió y todos se pusieron de pie al instante. Jungkook entró con un arma en la mano, respirando agitado. Su mirada buscaba desesperadamente a alguien, y finalmente se fijó en los ojos cristalizados de Jin.

━ Namjoon está en peligro. Necesito que vengas conmigo... ━ Las palabras de Jungkook cayeron como una bomba.

Todos se sorprendieron y asustaron, pero Jin sintió que su respiración se detenía y la adrenalina invadía su cuerpo. Sin dudar, el pelirosa asintió, desconcertado pero decidido, y corrió hacia la puerta, siguiendo a Jungkook, ignorando los gritos y el caos que se desataban dentro de la mansión.

Seok-Jin estaba decidido a ayudar a su maldito futuro esposo, sin importar los riesgos. La determinación en sus ojos era inquebrantable, y su corazón latía con una mezcla de miedo y valentía. La situación era desesperada, pero Jin sabía que debía estar al lado de Namjoon, enfrentando cualquier peligro juntos.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09

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