🗾࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 21 」

«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗏𝖾𝗂𝗇𝗍𝗂𝗎𝗇𝗈» [21]

❝𝗗𝗶𝘀𝗽𝗮𝗿𝗼❞...

Al llegar al auto, lo primero que hizo Jin fue llenar a Jungkook de preguntas. La preocupación lo invadía, ¿Namjoon estaba en peligro? Lo único que quería era llegar a ese maldito lugar lo más rápido posible y salvarlo. Sin embargo, sabía que el trayecto no sería corto, ya que la mansión estaba muy alejada de la ciudad. Sus manos temblaban de miedo y nerviosismo, y estaba a punto de entrar en un ataque de pánico, pero se esforzaba por respirar profundamente para calmarse.

━ Jungkook... ¿Él está b-bien? ¿Verdad? ━ La pregunta sonaba más como una necesidad de asegurarse a sí mismo que como una consulta real. Jungkook seguía mirando la carretera, su expresión impenetrable, lo que solo aumentaba el miedo de Jin ━ ¿¡Está bien!? ━ El auto se movió bruscamente por el susto que le provocó a Jungkook con su grito.

━ ¡Joder! ¡Yo tampoco lo sé! ━ gritó Jungkook con desesperación. El ambiente se volvió tenso.

Jin giró su rostro hacia la ventana para evitar que Jungkook lo viese llorar. Pero entonces, escuchó un sollozo y se volvió hacia él.

━ Yo no sé si están b-bien... tengo miedo.

━ ¡Mierda! ¡Sabía que esto iba a pasar! ━ gritó Jin, su voz cargada de frustración y miedo.

Después de eso, el silencio llenó el auto. Jin secaba inútilmente las lágrimas que seguían bajando por sus mejillas, mientras Jungkook observaba la carretera sin expresión. Ambos estaban enojados consigo mismos, conscientes de que algo terrible podía estar sucediendo y frustrados por no poder estar en ese bar a tiempo para evitarlo.

La mansión era un caos.

━ ¿Qué mierda está pasando? ━ preguntó Taehyung, jalándose el cabello con frustración.

Todos estaban sentados en los fríos muebles de la mansión, cada uno sumido en sus pensamientos, cargados de duda y temor. Las últimas palabras de Jungkook, al pedirle a Jin que se fuese con él porque Namjoon estaba en peligro, resonaban en sus mentes. Taehyung se sentía mal por no haber podido saludar o despedirse de Jungkook cuando este llegó a la mansión; todo había sucedido demasiado rápido.

━ Tengo miedo ━ murmuró Jimin con un hilo de voz. Todos lo miraron con lástima. El rubio tenía lágrimas en los ojos y miraba fijamente un punto en el suelo ━. ¿Y si están en peligro y-...

━ Nada de eso sucederá ━ aseguró Taehyung, acercándose a Jimin y brindándole un fuerte abrazo.

El rubio no pudo contener más el llanto y simplemente se rompió. Taehyung lo sostuvo, tratando de transmitirle algo de consuelo. Por otro lado, Hoseok también se sentía culpable por no haber matado a Choi cuando tuvo la oportunidad, culpable por no poder hacer nada en estos momentos, culpable por sentirse tan débil.

Pero si algo sabía perfectamente era que, si tuviera la oportunidad de matar a Choi, lo haría sin pensarlo.

Yoongi y Namjoon se encontraban escondidos tras un par de cajas y muros en el pequeño baño de la oficina. A Namjoon le daba asco pensar que Choi podría usar ese mismo lugar después de tener sexo con algunas prostitutas, y el repudio le hervía la sangre.

Namjoon ni siquiera tuvo que preguntarle a Yoongi por qué había desobedecido su orden; sabía que en cualquier momento Yoongi entraría para defenderlo. Ahora, su único objetivo era mantener a Yoongi a salvo y acabar con Choi. Los guardias de Choi no paraban de disparar, protegiendo al viejo con sus cuerpos mientras el sonido de las balas resonaba en las paredes del baño, haciendo que Namjoon sintiera su corazón latir con rapidez.

Era una sensación inusual para él, pero el temor de no salir vivo y dejar a Seok-Jin a la deriva lo tenía en vilo.

━ ¿Le avisaste a la policía? ━ preguntó Namjoon con la voz entrecortada, la agitación evidente en cada palabra. Estaba acostumbrado a situaciones de alta tensión, pero esta vez el miedo lo hacía más consciente de su propia vulnerabilidad.

━ Sí. En un par de minutos estarán aquí ━ aseguró Yoongi, su voz igualmente agitada.

Ambos se observaron en silencio, sin saber qué les deparaba el destino. Los disparos continuaban resonando a lo lejos, perforando la pared del baño y añadiendo una capa más de urgencia a la situación.

El estruendo de las balas y las armas descargándose parecía interminable. Namjoon tomó un momento para evaluar su entorno y buscar una posible salida. Su mente trabajaba a mil por hora, ideando planes y alternativas para salir de ese infierno. Yoongi, por su parte, mantenía una expresión de determinación férrea, dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proteger a su amigo.

━ No podemos quedarnos aquí mucho más tiempo ━ murmuró Namjoon, mirando a Yoongi a los ojos ━. Tenemos que pensar en una estrategia para salir de esta.

Yoongi asintió, su rostro reflejando la misma mezcla de miedo y resolución. Sabían que los minutos que pasaban escondidos eran cruciales, y cada segundo podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte. A pesar del miedo, ambos se aferraban a la esperanza de que la policía llegara a tiempo para cambiar el curso de los acontecimientos.

Los pies de Jin tocaron el frío pavimento y sólo pudo suspirar con desesperación. Finalmente habían llegado al dichoso hotel. El corazón de Jin palpitaba con fuerza y su sangre se sentía aún más caliente con cada paso que daba hacia la destruida puerta del prostíbulo. Jungkook iba delante, con el arma en alto, caminando con cautela.

El corazón de Jin se estrujó al ver a muchas mujeres y jóvenes llorando, intentando cubrirse de los disparos que resonaban en el lugar. Cada rincón del prostíbulo parecía una escena de caos y desesperación, con guardias disparando indiscriminadamente. Jin se obligó a seguir adelante, aunque sus piernas temblaban y su mente estaba nublada por la preocupación.

Al llegar a la gran puerta de lo que parecía ser una oficina, sintió náuseas. Todas las emociones acumuladas comenzaron a hacer efecto en su cuerpo. Un fuerte mareo lo obligó a apoyarse en una pared, su respiración se hizo más pesada y el sudor frío corría por su frente. No podía desmayarse, no podía dejar a Namjoon solo en ese infierno.

━ ¿Jin? ━ preguntó Jungkook, girándose preocupado al ver a Jin con los ojos cerrados, respirando con dificultad y tratando inútilmente de sostenerse ━ Mierda, quédate aquí ━ ordenó, sosteniéndolo de la cintura y sentándolo con la espalda apoyada en la pared.

Jin intentó ponerse de pie, pero Jungkook lo detuvo, tomándolo de las mejillas y mirándolo directamente a los ojos. ━ Por favor, estás mal. Solo espera aquí y yo entraré primero, ¿de acuerdo?

Jin asintió débilmente, su mirada se nublaba y observaba a Jungkook alejándose hacia la casi destruida puerta de la oficina. Su respiración se cortó al escuchar más disparos y un grito desgarrador salió de sus labios al ver una cabeza asomarse entre la puerta, perteneciente a un hombre muerto.

A cada disparo, la adrenalina en el cuerpo de Jin aumentaba, luchando contra el pánico que amenazaba con abrumarlo. Decidió tomar aire y cerrar los ojos para tratar de pensar con claridad. Sabía que Namjoon estaba allí, probablemente luchando por su vida, y eso le dio fuerzas para intentar levantarse de nuevo.

Los disparos resonaron con intensidad, obligando a Jin a abrir los ojos de golpe. Con una mezcla de determinación y desesperación, se levantó dando un profundo suspiro, prometiéndose a sí mismo que daría todo, incluso su vida, para proteger a los tres hombres que estaban dentro de esa oficina.

A pesar del miedo que lo atenazaba, su objetivo era claro: ayudar a Namjoon, Jungkook y Yoongi, y si tenía la oportunidad, acabar con Choi. Sabía que aquel viejo haría todo lo posible por hacerle la vida un infierno si escapaba nuevamente.

Con cautela, manteniendo la cabeza baja, Jin se puso de pie y se apoyó en la pared para estabilizarse. Los gritos provenientes del piso de abajo eran como un ruido de fondo que ignoró deliberadamente, centrando toda su atención en la misión que tenía por delante. Dio unos pasos, evitando mirar el rostro del hombre tirado en el suelo cerca de la puerta. Rebuscó entre sus ropas hasta encontrar una pequeña pistola en uno de sus bolsillos, un arma "simple" que algunos policías usaban.

Se agachó, consciente del peligro de ser descubierto por los guardias de Choi. Tomó aire antes de cargar el arma, notando que quedaban pocas balas. Al menos sabía disparar una pistola "simple" gracias a un campamento en el que le enseñaron a usar armas de corta distancia, encontrando la actividad entretenida en su momento. Sin embargo, esto no era un juego. Necesitaba una puntería perfecta, enfrentándose a profesionales entrenados para matar.

Sin más preámbulos, corrió hacia la oficina, sintiendo su corazón latiendo descontroladamente. Al entrar, su corazón se detuvo un segundo al ver a Namjoon tirado en el suelo. Un grito desgarrador resonó en su mente, pero su cuerpo no respondía, paralizado por la escena. La mirada de Namjoon, llena de confusión y miedo, se encontró con la suya. Ambos intentaban asegurarse mutuamente que todo saldría bien, aunque el temor de que todo se desmoronara los acechaba.

Yoongi gritaba su nombre, pidiéndole desesperadamente que se apartara. Jin no podía moverse, atrapado en el terror de la mirada de Namjoon. El tiempo parecía detenerse hasta que un dolor intenso y ardiente en su pecho lo sacó de su parálisis. El impacto fue como un mazazo, dejando una sensación de vacío y frío.

Le habían disparado.

El dolor era insoportable, cada respiración una tortura. Jin se tambaleó, llevándose una mano al pecho en un intento instintivo de detener la hemorragia. La sangre caliente se deslizaba entre sus dedos, y la vista se le nublaba mientras caía al suelo.

Namjoon, a pesar de sus propias heridas, intentó arrastrarse hacia él, con una expresión de terror y desesperación en su rostro. Yoongi, viendo a su amigo herido de gravedad, disparó con furia y precisión, tratando de mantener a raya a los atacantes y proteger a sus compañeros. Jungkook, con los dientes apretados y la adrenalina recorriendo su cuerpo, se lanzó contra uno de los guardias, logrando desarmarlo y neutralizarlo con movimientos rápidos y precisos.

La oficina se llenó de gritos, disparos y el eco de la lucha. Jin, tendido en el suelo, luchaba por mantenerse consciente, aferrándose a la esperanza de que sus amigos lograrían salir con vida. Sus ojos, nublados por las lágrimas y el dolor, buscaron a Namjoon, queriendo asegurarse de que, al menos, él estuviera a salvo.

En ese momento, las sirenas de la policía comenzaron a sonar a lo lejos, acercándose rápidamente. La esperanza renació en el corazón de Jin, aunque su cuerpo estaba al borde del colapso. Con cada segundo que pasaba, el caos en la oficina parecía intensificarse, pero también lo hacía la determinación de los amigos de Jin de protegerse mutuamente y sobrevivir a esta pesadilla.

El enfrentamiento estaba lejos de terminar, pero con la llegada de la policía, había una pequeña luz de esperanza. Jin, aunque debilitado, se aferró a esa esperanza, sabiendo que la lucha de ellos no sería en vano y que, al final, la justicia prevalecería.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09

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