🗾࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 1𝖮 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗂𝖾𝗓» [1𝖮]
❝𝗘𝘀𝗰𝗮𝗽𝗲❞...
Había pasado una semana desde que Seok-Jin se había instalado en la mansión. En general, su estancia había sido acogedora y relajante, a excepción del estrés generado por la situación de Jimin. En los últimos días, Yoongi y Namjoon habían estado investigando activamente para encontrar el paradero del amigo secuestrado.
De vez en cuando, Seok-Jin se sentía extremadamente incómodo en la mansión, especialmente debido a la presencia de Ji-Hoo. La joven irradiaba inmadurez y envidia, lanzando indirectas venenosas que solo mostraba cuando Namjoon no estaba presente. El pelirosa no entendía cómo había soportado tanto tiempo el maltrato de esa chica.
Ignorando los problemas con Ji-Hoo, Seok-Jin estaba en su habitación, mirando distraídamente una película en la televisión. Sin embargo, no lograba concentrarse, ya que los pensamientos sobre Jimin ocupaban su mente constantemente. Aunque pareciera calmado por fuera, en realidad estaba luchando para no sentirse desesperado y no molestar a Namjoon continuamente con preguntas sobre el rubio.
Su teléfono vibró en el bolsillo y contestó de inmediato al ver que era "Chang-Bin", su reemplazo en el restaurante. Los policías a quienes había recurrido resultaron ser incompetentes y además le habían cobrado una cantidad absurda de dinero que no tenía. Con su ausencia en el restaurante, recurrió a un antiguo amigo de la infancia, a quien aún confiaba mucho.
━━━━━━ ...
━ Buenos días, Seok-Jin ━ saludó Chang al otro lado de la línea, con una voz temblorosa que preocupó al pelirosa.
━ Buenos días, Chang ━ respondió Seok-Jin, preocupado ━ ¿Qué pasa con el restaurante? ¿Estás bien? ━ preguntó rápidamente, sintiendo el nerviosismo crecer ante la posibilidad de que el restaurante estuviera en peligro.
━ Bueno... sobre eso quería hablarte ━ hubo un suspiro del otro lado ━ Mi esposa se enfermó debido al embarazo, así que necesito estar con ella. No sé qué hacer con el restaurante... ━ explicó Chang, visiblemente apenado.
━ Oh... entonces supongo que tendré que ir yo ━ dijo Seok-Jin con un suspiro cansado. Aunque no quería enfrentarse al restaurante debido a los recuerdos de Jimin que lo atormentaban, entendía que la salud de la esposa de Chang era la prioridad absoluta.
━ Lo siento mucho... ━ se disculpó Chang con vergüenza y tristeza, sabiendo lo que Seok-Jin estaba pasando.
━ No te preocupes, tu familia es lo primero. Cuídalos bien ━ respondió Seok-Jin con una débil pero sincera sonrisa al otro lado de la línea.
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Ambos se despidieron y Seok-Jin finalmente colgó. Ahora se enfrentaba a la decisión de qué hacer a continuación. Obviamente, no le diría a Namjoon que tenía que ir al restaurante, especialmente porque todos en la mansión sabían del aparente peligro que corría. Sin embargo, necesitaba desesperadamente el dinero. No quería problemas legales adicionales; sería un problema más en su ya complicada situación.
Ese día era sábado, el restaurante solía llenarse por completo y era cuando ganaba el doble de dinero. Pero también sabía que no podía arriesgarse a pelear con Namjoon ni a sufrir algún daño. Namjoon lo había advertido, o mejor dicho, amenazado, para que no saliera de la mansión, especialmente a lugares que había frecuentado en los últimos meses.
Después de varios minutos de torturarse mentalmente para pensar en una solución, Seok-Jin estaba decidido a escaparse. Sabía que era una idea inútil dada la seguridad de la mansión, pero tenía que intentarlo. Además, estaba seguro de que regresaría. Aunque sonara ingenuo, había desarrollado cierta confianza en Namjoon. Si no había intentado hacerle daño en una semana, ¿por qué lo haría ahora? Además, sabía que Namjoon y Yoongi salían y hablaban sobre Jimin, por lo que la información que compartían no podía ser completamente falsa, ¿verdad?
Seok-Jin nunca había mencionado el tema de la mafia en presencia de Namjoon, para no hacerlo sentir incómodo ni para ponerse en riesgo de ser amenazado. ¿Y si lo mataran solo por saber algo tan delicado?
Tomó una bolsa y comenzó a empacar dos cambios de ropa. Estaba seguro de que Namjoon ni siquiera se daría cuenta de que se había ido. Siempre estaba fuera de la mansión, en lo que aparentemente era su trabajo.
¿Tenía un plan? No. ¿Tenía miedo? Sí.
1% de oportunidad, 99% de fe.
Namjoon siempre estaba en su "trabajo" o en algún otro lugar. Apenas cruzaban palabras, excepto por la información sobre Jimin. De hecho, el único con quien tenía una relación algo estable era Taehyung, quien era una persona increíble y el único en la mansión que Seok-Jin consideraba soportable.
Ahora, solo tenía que idear un plan.
El pelirosa salió discretamente de la habitación y se encaminó hacia el pequeño pero lujoso ascensor, con evidente nerviosismo. Bajó hasta el primer piso, donde había ideado un plan fantasioso que implicaba coquetear con los guardias de seguridad. Aunque para cualquier persona esto sería fácil, para Seok-Jin, conocido por ser el ser menos provocador del planeta, era todo un desafío.
Al llegar a la sala principal, observó la puerta vigilada por dos guardias altos y aparentemente de unos treinta años, cada uno con armas de mano visibles. En ese momento, el arrepentimiento se apoderó de su mente: ¿y si le contaban a Namjoon? ¿Cómo reaccionaría él?
Molesto por su propia preocupación, se acercó a la puerta, agarrando fuerte la tira de su bolso y caminando lentamente, intentando actuar de manera seductora.
"Que le den, debo actuar como un maldito actor de Hollywood", pensó para sí mismo.
━ Hola, guapos... ━ saludó coquetamente, tratando de disimular sus nervios. Ambos guardias lo miraron seriamente, pero un destello de curiosidad y malicia brilló en sus ojos, lo que le dio una ventaja inesperada.
━ ¿Qué propones, cariño? ━ preguntó con coquetería uno de los guardias, un hombre rubio con una barba casi inexistente.
Sus ojos rasgados recorrieron el cuerpo de Seok-Jin sin vergüenza. Aunque se sintió incómodo, el pelirrojo ocultó su irritación bajo una máscara de sensualidad y desesperación.
"No puedo arruinar esto, va saliendo como necesito", se dijo a sí mismo.
━ ¿Qué tal si me llevan al centro de Seúl? ━ propuso, desconcertando a ambos hombres. Viendo que sus oportunidades se desvanecían, actuó rápidamente. Colocó su mano en el hombro del guardia pelinegro, quien lucía más dudoso, y comenzó a acariciarlo suavemente con el dedo índice.
━ Volveré mañana temprano, solo necesito recoger algunas cosas de mi restaurante ━ dijo con un falso puchero, mientras los hombres lo observaban con desconfianza. Luego añadió: ━ Haré lo que quieran cuando regrese. Pueden tenerme solo para ustedes y hacerme lo que deseen, por favor...
Hubo unos segundos de silencio mientras los hombres intercambiaban miradas. Seok-Jin sentía un tic nervioso en su ojo izquierdo por la ansiedad.
Finalmente, los guardias alzaron las cejas y se miraron entre sí. El guardia rubio, quien desde el principio había mostrado interés, tomó la mano de Seok-Jin y lo hizo girar de manera "sexy". Los guardias observaron a Seok-Jin como lobos hambrientos, preguntándose cómo el chico del jefe podía ser tan audaz y atractivo.
Mientras tanto, Seok-Jin apretaba la mandíbula, tratando de contener su frustración.
Allí se encontraba, en su pulcro y acogedor restaurante. El viaje había sido largo y tortuoso. Solo uno de los guardias, en su hora libre, accedió a llevarlo a su destino. Seok-Jin tuvo que soportar toda clase de piropos y palabras sucias, pero al menos estaba ahí. Convencer a esos guardias había sido todo un lío; solo con un par de promesas clandestinas, que claramente no iban a cumplir, logró que lo aceptaran.
Mientras añadía más leche condensada a su delicioso postre tres leches, escuchó un extraño ruido proveniente de la puerta principal de la cocina. Parecía como si alguien hubiera entrado, pero cuando se giró para ver, no había nadie allí.
━ ¿Woozi? ━ llamó confundido, secándose las manos en el delantal y mirando hacia la puerta. Aunque había escuchado claramente que alguien entraba, no había nadie a la vista.
Un miedo irracional se apoderó de él. No quería ser paranoico, pero después de todo lo que había pasado, ya no tenía muchas esperanzas de que algo bueno pudiera suceder. Su corazón comenzó a latir con fuerza. Detrás suyo, escuchó el sonido de unos pasos, seguramente de zapatos grandes. Se volteó rápidamente, con la respiración agitada. ¿Quién podría ser?
La respuesta llegó rápidamente, y toda su seguridad se desplomó.
Porque allí, no a uno, ni a dos, ni siquiera a tres...
Eran cuatro hombres vestidos de negro, con trajes impecables y capuchas que les cubrían parte del rostro. Altos y corpulentos, sus ojos destilaban maldad y carecían de empatía. Antes de que pudiera decir una palabra, intentar correr o simplemente retroceder, uno de los hombres se lanzó hacia él, tapándole la boca con fuerza. Seok-Jin intentó gritar y forcejear, pero fue en vano. Los otros tres hombres lo sujetaron por los pies y lo levantaron a la fuerza.
Seok-Jin solamente podía gritar a través de la mano que le cubría la boca. ¿Qué demonios estaba pasando? Pataleó e incluso logró golpear a uno de los hombres, pero apenas tuvo efecto contra la fuerza de aquellos gigantes.
Los hombres arrastraron al pelirrojo por la puerta trasera de la cocina con violencia. En cuestión de segundos, todo se volvió un caos para Seok-Jin. No quería ser secuestrado como Jimin; solo quería recuperarlo y que todo volviera a la normalidad. ¿Por qué tenía que ser así? Tal vez fuera un castigo por su intento de escape.
A unos metros de distancia, a través de sus lágrimas, vio un auto negro lujoso y grande. Cuando estaban a punto de meterlo en el vehículo, se escucharon disparos. El frenesí a su alrededor lo mareó y le provocó ganas de vomitar.
Sobrepasado por las intensas emociones, cerró los ojos y se desmayó profundamente... o tal vez murió. En ese momento, ya no estaba seguro de nada.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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