🏠 ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮9 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾»... [𝖮9]
❝𝗟𝗮 𝗴𝗿𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗲𝘀𝗶𝗼́𝗻❞
La tensión en el aire era palpable. Kim, quien aún no lograba comprender del todo la profundidad de la conversación que acababan de tener, se encontraba en un estado de incertidumbre que le resultaba abrumador. Allí estaba Jeon, frente a él, mirándolo con esa mezcla de serenidad y determinación que siempre lo había desconcertado. Los pensamientos de Kim eran una maraña de emociones; no entendía por qué cada palabra que Jeon decía lograba remover algo profundo en él, algo que había intentado enterrar, y que, en cambio, parecía florecer con más fuerza.
Jeon, aparentemente calmado pero con una expresión seria, desvió la mirada un instante antes de hablar.
━ Kim, hay algo que necesito decirte ━ comenzó, su voz baja pero firme, como si cada palabra fuera un paso hacia una verdad inevitable ━ Mi madre… ella está un poco enferma. Nada grave ━ añadió al ver la expresión de preocupación que se reflejaba en el rostro de Kim ━ pero creo que debería ir a verla.
Kim parpadeó, sin saber cómo reaccionar al principio. La noticia era un tanto inesperada, y por un momento sintió un vacío en el estómago, una sensación de abandono que no pudo evitar, aunque sabía que era irracional. La idea de que Jeon tuviera que irse, aunque fuera solo temporalmente, le hacía experimentar una tristeza sorda que no supo cómo disimular.
━ ¿Desde cuándo…? ━ comenzó a preguntar, pero se interrumpió al notar que Jeon lo observaba con una intensidad que lo hizo sentirse vulnerable. Tragó saliva y desvió la mirada, tratando de reprimir el ligero temblor que comenzaba a apoderarse de su voz. ━ Quiero decir… deberías haber ido antes, Jeon. Esto es algo importante ━ intentó sonar firme, pero el tono de reproche salió teñido de tristeza, una tristeza que no pudo ocultar del todo.
Jeon esbozó una leve sonrisa, pero había algo melancólico en ella, algo que Kim no pudo entender del todo.
━ Lo sé, Kim ━ respondió Jeon, su voz un susurro en el espacio tranquilo de la casa. ━ Pero no quería irme… porque sabía que tú me necesitabas aquí.
Esas palabras flotaron en el aire, como una confesión inesperada que golpeó a Kim en el pecho. Las había escuchado claramente, y sin embargo, una parte de él se resistía a creerlas, a aceptar que alguien pudiera querer quedarse por él, tan solo por él. Kim permaneció en silencio, su mente tratando de comprender lo que esas palabras significaban, y su corazón latiendo con fuerza, casi como si buscara salir de su pecho.
━ ¿Yo… te necesito? ━ murmuró, casi sin darse cuenta de que hablaba en voz alta, su mirada fija en el suelo, incapaz de enfrentarse a los ojos de Jeon. ━ Pero… eso es absurdo. No tienes ninguna razón para quedarte aquí solo por mí. Tu madre te necesita también, ¿no?
━ Sí, ella me necesita ━ admitió Jeon, acercándose un poco más, reduciendo la distancia entre ambos. ━ Pero yo elegí estar aquí contigo. Quiero estar aquí contigo.
El corazón de Kim se aceleró aún más, y de repente, el silencio se sintió tan denso que parecía envolverlo por completo. Las palabras de Jeon, pronunciadas con una sinceridad casi desgarradora, resonaban en su mente como un eco que se negaba a desaparecer. Era demasiado, demasiado para procesar, y sin embargo, no podía apartarse, no podía negar la calidez que esas palabras le brindaban, aunque también lo llenaban de una ansiedad imposible de describir.
━ Jeon… ━ murmuró, levantando la mirada finalmente, encontrándose con aquellos ojos oscuros y serenos que siempre parecían saber más de lo que él mismo comprendía. ━ No sé si estoy… listo para escuchar esto. No sé si puedo… procesarlo.
Jeon sonrió, una sonrisa suave, casi triste, como si entendiera exactamente lo que Kim estaba tratando de decir, como si comprendiera la confusión y el temor que se reflejaban en sus ojos.
━ No tienes que pensarlo demasiado ━ respondió Jeon, su tono suave, como si intentara calmar las aguas turbulentas en las que Kim se encontraba. ━ No tienes que entenderlo todo ahora. Solo… deja que las cosas sean.
Antes de que Kim pudiera responder, antes de que pudiera siquiera pensar en una respuesta adecuada, sintió cómo Jeon se inclinaba hacia él. Los segundos se hicieron eternos, cada pequeño movimiento parecía ralentizarse mientras procesaba lo que estaba a punto de ocurrir. Y entonces, sin más palabras, sin más preguntas, Jeon acercó sus labios a los de Kim y lo besó. Fue un beso suave, pausado, como si quisiera transmitir toda la calma que Kim necesitaba, como si ese contacto fuera la respuesta a todas las dudas que llenaban su mente.
En ese momento, el mundo pareció detenerse. Kim cerró los ojos, entregándose a esa sensación cálida y reconfortante que el beso de Jeon le proporcionaba, y por un instante, todas sus inseguridades se desvanecieron. No importaba el pasado, no importaba el futuro; solo existían ellos dos en ese momento, compartiendo algo tan simple y a la vez tan intenso, algo que iba más allá de las palabras.
Cuando finalmente se separaron, Kim abrió los ojos lentamente, todavía con el corazón latiendo con fuerza, todavía con la mente aturdida por lo que acababa de suceder. Miró a Jeon, quien lo observaba con una expresión serena, como si aquel beso hubiera sido la cosa más natural del mundo, y eso solo aumentó la confusión en el interior de Kim. ¿Cómo era posible que algo tan simple pudiera desarmarlo por completo?
Antes de que pudiera articular algún pensamiento, un sonido leve llamó su atención. Kim giró la cabeza y, para su sorpresa, vio a su hijo, Song, de pie en una esquina del pasillo, observándolos con una sonrisa en el rostro. La visión de aquel pequeño rostro iluminado por una sonrisa tan genuina hizo que el corazón de Kim se llenara de una calidez inexplicable, una sensación que iba más allá de lo que podía comprender.
━ Papá, Jeon… ━ dijo Song, con su tono infantil, pero con una madurez que a veces sorprendía a Kim. ━ Me gusta verlos juntos. Se ven felices.
Kim no supo cómo responder, las palabras se quedaron atrapadas en su garganta, mientras una oleada de emociones lo inundaba. Jeon sonrió y se agachó para mirar a Song a los ojos, mientras le tendía la mano con un gesto amistoso y cariñoso.
━ Gracias, Song ━ le dijo Jeon, su voz tan suave como siempre, con ese tono que solo usaba con él. ━ Tu papá y yo… estamos intentando encontrar nuestro camino. Y me alegra que tú estés aquí para verlo.
Song asintió con entusiasmo y, sin pensarlo dos veces, corrió hacia Jeon para abrazarlo con fuerza. Kim observó la escena, sintiendo que algo en su vida había cambiado de manera irrevocable. Aquello que tanto temía - la posibilidad de perder a Jeon, de enfrentar sus propios sentimientos - ahora parecía menos aterrador, porque sabía que no estaba solo, que tenía a Jeon y a su hijo, que juntos podían enfrentar lo que viniera.
En silencio, Kim sonrió.
La noche caía suavemente sobre la ciudad, y Kim Taehyung sentía que, de alguna manera, esa oscuridad envolvente le proporcionaba un inesperado alivio. Hacía tiempo que no salía a cenar en un ambiente así de relajado, libre de expectativas y de las miradas severas que parecían siempre juzgar cada uno de sus movimientos.
Había aceptado la invitación de Jeon Jungkook sin dudarlo demasiado, como si en el fondo supiera que necesitaba ese momento de desconexión, ese paréntesis en la rutina que lo mantenía atrapado en la frialdad de una casa que, aunque habitaba, rara vez sentía como suya.
El restaurante era acogedor y pequeño, con una iluminación tenue que se deslizaba en suaves matices dorados, creando sombras que daban al lugar un aire íntimo, casi secreto. Taehyung y Jungkook habían estado conversando animadamente, intercambiando historias y riendo con una facilidad que parecía tan natural como sorprendente. Cada palabra de Jungkook era acompañada por una expresión que hacía que el mundo alrededor de Taehyung pareciera más ligero, menos agobiante.
Lo escuchaba hablar sobre sus experiencias y anécdotas, y por momentos olvidaba todo lo demás, todas las preocupaciones y angustias que solían habitar su mente.
━ Y entonces ━ contaba Jungkook entre risas, gesticulando con entusiasmo ━, cuando intenté hacerme el interesante, tropecé con la alfombra y terminé en el suelo, justo frente a toda la oficina. No me dejaron olvidarlo por meses.
Taehyung no pudo evitar reír también, llevándose una mano a los labios en un intento por sofocar las carcajadas que surgían de manera espontánea. Era extraño, casi como si con Jungkook pudiera ser él mismo sin miedo al juicio, sin necesidad de disimular.
━ No puedo creerlo, Jeon ━ respondió, aún recuperándose de la risa. ━ Siempre pensé que eras el tipo de persona que jamás pierde la compostura.
━ Ah, Taehyung, tienes una imagen equivocada de mí ━ respondió Jungkook con una sonrisa traviesa. ━ Si supieras cuántas veces he metido la pata en los momentos menos oportunos, no pensarías eso.
Taehyung negó con la cabeza, aún sonriendo, mientras miraba a Jungkook, sintiendo una calidez en el pecho que hacía mucho no experimentaba. Era como si con él todo fuera más fácil, más simple, como si no necesitara ocultar nada ni construir una máscara que lo protegiera del mundo exterior. Con Jungkook, sentía que podía ser vulnerable, que podía reírse de sí mismo sin miedo.
━ Sabes ━ dijo Taehyung, bajando la voz en un tono casi cómplice ━, creo que necesito más momentos como este en mi vida. Ha pasado demasiado tiempo desde que me sentí… tan tranquilo.
━ Entonces deberías dejar que te invite más seguido ━ respondió Jungkook con una sonrisa afable. ━ No tienes idea de lo bien que la paso cuando estoy contigo.
Taehyung se sintió inexplicablemente conmovido por esas palabras, pero antes de que pudiera decir algo más, algo interrumpió ese instante de paz. Sintió un cambio en el ambiente, un peso que de pronto lo hizo recordar dónde estaba y quién era. Al levantar la vista, se encontró con la figura de un hombre que había entrado en el restaurante y que ahora los observaba con una expresión de sorpresa y suspicacia.
Aquel hombre era alguien conocido, aunque no precisamente cercano; era un amigo de Dae, uno de esos conocidos que, en otros tiempos, hubiera pasado desapercibido para Taehyung, pero que ahora lo miraba con una intensidad que le heló la sangre.
━ Vaya, vaya ━ comentó el hombre, acercándose a su mesa con una sonrisa burlona y maliciosa en los labios ━. No esperaba encontrarme a Kim Taehyung cenando en compañía tan… interesante.
Taehyung sintió que el estómago se le encogía. Las palabras de aquel hombre estaban cargadas de una intención que no necesitaba explicación. La sospecha, la burla, incluso el desprecio se reflejaban en sus ojos, y Taehyung sabía que ese encuentro casual podía significar problemas. Intentó mantener la compostura, pero el peso de aquella mirada lo hacía sentirse vulnerable, expuesto.
━ ¿Puedo ayudarte en algo? ━ respondió Jungkook con un tono educado pero firme, claramente molesto por la intromisión.
El hombre rio suavemente, sin apartar su mirada de Taehyung, como si fuera un gato jugando con un ratón.
━ Oh, no quiero molestar. Solo que… creo que Dae estaría muy interesado en saber con quién pasa el tiempo su esposo cuando él no está.
Esas palabras cayeron como un balde de agua fría sobre Taehyung. Se quedó en silencio, sin saber cómo responder, sintiendo que cada posibilidad de explicación sería inútil. Las palabras del hombre, su tono, la insinuación clara en su voz, creaban una narrativa que era tan venenosa como irrefutable.
━ Creo que estás malinterpretando las cosas ━ intervino Jungkook, su tono calmado pero con un filo que no era habitual en él. ━ No es asunto tuyo quiénes somos ni por qué estamos aquí.
━ Oh, claro, claro ━ respondió el hombre con una sonrisa cínica, fingiendo inocencia ━. Solo digo que Dae podría tener una perspectiva interesante al respecto. Ya sabes, la gente suele hablar… y una cena tan íntima… bueno, ya saben lo que podría pensar cualquiera que los viera así.
Taehyung sintió cómo la ira comenzaba a burbujear en su interior, pero también sabía que aquella era una situación complicada. No podía permitirse perder la calma, no en un lugar público y menos frente a alguien que parecía dispuesto a sembrar el caos solo por el placer de verlos sufrir. La mente le daba vueltas, pensando en las posibles consecuencias, en cómo aquel encuentro, que en otro momento habría sido insignificante, ahora amenazaba con poner en riesgo todo lo que había intentado construir en los últimos meses.
━ Mira, si quieres decirle algo a Dae, hazlo ━ dijo Taehyung con frialdad, finalmente logrando encontrar su voz. ━ No tengo nada que ocultar.
El hombre rio suavemente, alzando las cejas como si aquel desafío lo entretuviera.
━ Oh, no te preocupes. Me aseguraré de contarle cada detalle. No sabes cuánto disfruta escuchar sobre sus… socios ausentes y sus… inesperadas compañías.
Dicho eso, el hombre se giró y se marchó, dejando tras de sí una atmósfera enrarecida y un silencio que parecía abarcar todo el lugar. Taehyung sintió cómo sus manos temblaban ligeramente, y Jungkook lo miró, tratando de calmarlo, de infundirle una seguridad que ahora parecía imposible de sostener.
━ No le prestes atención, Taehyung ━ dijo Jungkook suavemente, colocando una mano sobre la suya. ━ Sabemos que no hay nada malo aquí. No dejes que sus palabras te afecten.
━ No debería afectarme… ━ murmuró Taehyung, mirando hacia el vacío. ━ Pero sé lo que esto significa. Para Dae… para mi vida en casa. A veces parece que no importa cuánto intente… todo sigue siendo frágil.
━ Entonces no le des el poder de destruirlo ━ respondió Jungkook, apretando suavemente su mano. ━ Estamos aquí, juntos, y nada ni nadie tiene el derecho a interferir con nosotros.
Las palabras de Jungkook le dieron un poco de consuelo, pero la sombra de aquella amenaza aún pendía sobre ellos.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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