El peliblanco poco a poco recobró la conciencia y abrió los ojos de golpe. Sus ojos se fueron enfocando, y cuando logró hacerlo, notó un hermoso pero extraño cielo púrpura frente a él.

"¿Dónde demonios estoy?", preguntó aturdido.

Poco a poco se incorporó, sintiendo el pasto bajo él, pero de color azul. Observó a su alrededor, desconcertado por la extrañeza del lugar.

"No recuerdo haber tomado ninguna de las pastillas de Sanzu", murmuró para sí mismo, frunciendo el ceño.

"Eso es porque no lo hiciste", una extraña y desconocida voz resonó en el lugar.

El peliblanco rápidamente entró en estado de alerta.

"¿Quién mierda eres?", preguntó a la defensiva, volteando hacia todos lados para intentar encontrar de dónde provenía la voz.

"Hola", volvió a escuchar, "soy tu guía. Un placer conocerte, Sano Manjirō".

Un atractivo hombre, alto y de unos 40 años aproximadamente, cabello rojizo, llamativos ojos grises y piel ligeramente bronceada, apareció frente a él, distrayéndolo con su belleza.

Asintiendo tontamente preguntó confundido:

"¿Guía?".

"Si, yo seré tu guía, puedes llamarme Polux, y te explicaré todo lo que tengas que saber. También el por qué estás vivo."

"¿Vivo?" Preguntó en un susurro.

"Bueno, Sano Manjirō, como ya debes haberte dado cuenta, tu moriste", Polux confirmó sus sospechas, "y te preguntaras el por qué estás vivo, ¿no?

"Si", respondió aún aturdido.

No podía creer que dejó solo a su Ken-chin. En su pecho volvió a aparecer un odio a si mismo que no sentía desde hace unos meses aproximadamente, desde que había logrado salir de prisión y salvado su antigua amistad con sus chicos.

"Al tener la vida que llevaste en ese universo y al haber ayudado a ese niño, se te permitió reencarnar en un universo paralelo", le sonrió al Sano mientras hacía aparecer dos sillas donde le indico al peliblanco que tomara asiento mientras él ocupaba el restante.

"¿Reencarnar en un universo paralelo?"

"Ajá. En ese universo paralelo se te brindará una vida tranquila y sin pandillas al grado de las que habían en tu mundo".

"¿Sin pandillas como las que conozco?"

"¿Tienes que repetir siempre lo último que digo?", preguntó sonriendo de lado.

"Lo siento mucho", se disculpó avergonzado.

"Tranquilo", Polux se rió, "y respondiendo a tu pregunta, si. Sin pandillas a ese grado. Ha menos que tu quieras empezar una de ese 'tipo' en ese universo paralelo."

"Entiendo", asintió en comprensión, "¿hay algo más que deba saber?"

"Si, aún me faltan un par de cosas por explicar. Como es un universo alterno al tuyo, en este eres odiado por las personas que fueron tus amigos", le informó mirando algo apenado al Sano.

"¿Qué?", preguntó consternado, "¿cómo que soy odiado por mis amigos?"

Aunque en lo personal, luego de todo lo que les había hecho en su vida, no se podía quejar si es que lo llegasen a hacer.

"Bueno, a decir verdad, en ese mundo eres bastante débil y todos te odian, a excepción de Emma, Senju, Hinata y Yuzuha."

"¿Emma?", sus ojos comenzaron a nublarse, "¿Emma esta viva en ese universo?"

"Si, lo está. Y no es la única. Shinichiro, Izana, Kakucho, Baji y tu abuelo también lo están."

Al oír eso, solo quería largarse a llorar.

Las personas que más amaba y extrañaba estaban con vida. Estuvo a punto de hacerlo hasta que se dio cuenta de algo.

"¿Sólo las chicas no me odian? ¿Y Shin-nii? ¿Ken-chin? ¿Edward? ¿El abuelo?¿Ellos también lo hacen?", preguntó con algo de temor por la respuesta que pudiera recibir.

"Oh, me había olvidado de Mansaku-san", respondió Polux sonriendo en grande al ser recordado, "él tampoco te odia."

Un suspiro de alivio salió de sus labios al oír eso.

"¿Y los demás?"

"Ellos si lo hacen. Te odian, y mucho", el guía hizo una mueca mientras negaba con la cabeza.

Un dolor se instaló en su corazón.

Su amado hermano mayor lo odia, al igual que su Ken-chin y su amigo de la infancia.

"¿Y sólo por ser débil me odian?", preguntó con claro dolor en su voz.

"En parte", Polux le restó importancia, "en ese universo, hay una mujer que también fue la culpable de que te odiaran aún más."

"¿Una mujer?", preguntó el peliblanco frunciendo el ceño.

"Esa mujer es tu rival", informó sorprendiendo al albino, "puesto a que tu yo de ese universo está enamorado de los chicos que fueron tus amigos y algunos conocidos, razón por la que te odian, esa mujer se aprovecha de eso haciendo que te odien aún más."

"Espera, ¿me odian solo por que mi yo de allí, los ama?", preguntó sin poder creer lo que acababa de oír.

"Efectivo."

"Eso es estúpido e inmaduro", se quejó.

Una idea algo loca se le cruzó por la mente y para no quedarse con la duda, preguntó.

"De casualidad, mi yo de esa dimensión...", comenzó, teniendo miedo de la respuesta que pudiera obtener por parte del pelirrojo, "¿También está enamorado de Shin-nii?"

Polux lo observó unos segundos con una expresión divertida en su —muy atractivo— rostro, antes de decir:

"Correcto", confirmó.

Mierda.

Fue en todo lo que pudo pensar al oír la respuesta que tanto temía y que no quería recibir.

¡¿Por qué mierda su yo de esa dimensión estaba enamorado de su hermano mayor?! Es su hermano, por el amor de dios.

"Tranquilo, a diferencia de tu dimensión, aquí Shinichirō-san es tu hermano adoptivo. No de sangre", intentó tranquilizarlo el mayor.

"Eso no me relaja para nada"., se quejó con un puchero en sus labios.

"Oh, cierto. Kisaki Tetta tampoco te odia."

"Espera, espera. ¿Kisaki?", preguntó con la mente en blanco.

"Si, Kisaki."

"Eso es estúpido, ese tipo les hizo la vida imposible a mis amigos y a mi", dijo con notable molestia en su voz.

"Pues aquí no. Él es tu amigo, aunque tu no lo consideras uno ya que solo lo 'utilizas' para que realice tus deberes de la escuela", le contó al albino.

"Y una mierda", se quejó.

Puede que el tipo haya sido verdaderamente un grano en el culo en su vida pero ¿utilizarlo para beneficio propio? Él no era así, o por lo menos ya no lo era.

"Agh, ya que, después me encargo de eso... por cierto, ¿cómo se llama la mujer de la que me hablabas hace un rato?"

"Su nombre es Aiko, Geto Aiko. Ella utiliza a su favor el odio que te tienen los chicos y les hace creer que la acosas y golpeas", el peliblanco abrió la boca indignado, "Lo que ocasiona que ellos te odien y golpeen hasta dejarte casi moribundo."

"Hijos de perra, ¿quién se creen que son?", espetó con enojo, "¿Y aún así mi yo de esa dimensión está enamorado de ellos?"

"Si, y dejas que hagan lo que quieran contigo. Satoru, Suguru, Sukuna, Nanami y Toji te defienden y protegen, diciéndote que deberías valorarte y hacerte de respetar, pero tu nunca les haces caso", niega con la cabeza observando al menor con resignación.

"Bien, aquí hay muchos puntos por tocar", el ojeroso adoptó una pose pensativa, "Primero, la tal Aiko es una maldita hija de perra, que agradezca que no golpeó mujeres porque eso sería lo primero que haría cuando la viera. Segundo, mi yo de esa dimensión es un completo idiota y estúpido, maldito idiota arrastrado. Si no te aman, los desechas. Fácil. Hay más personas en el planeta", dijo como toda una diva ganándose una carcajada por parte del de ojos grises. "Tercero, me alegra que mi yo idiota de esa dimensión tenga amigos que si valen la pena. Y cuarto, ¿quién mierda son esos tipos?

"Como ya pudiste deducir, son tus amigos. Y a parte, uno de ellos, Suguru, es el hermano mayor de ella."

"No me jodas."

¿Por qué demonios su yo de esa dimensión sería amigo del hermano de su 'enemiga'?

"Él son diferentes a Aiko", respondió a sus pensamientos.

"Entiendo, ¿algo más que quieras decir?", suspirando.

"Bueno, Manjirō", lo llamó sonriendo. "La personalidad de tu yo de ese mundo es del tipo empalagoso, débil y no es muy bueno en la escuela."

Mierda, se quejo Mikey.

"La personalidad de Aiko es, en simples palabras, doble cara. Con los chicos se muestra tierna e inocente, alguien que no mataría ni a una mosca pero en realidad es una cazafortunas, manipuladora y una perra total, en mi humilde opinión", alzo ambas manos en modo de humildad, sacándole una pequeña risa al peliblanco.

Y más mierda.

"Y la personalidad de tus amigos... primero tenemos a Ryomen Sukuna, el cual posee un espíritu libre que solo se guía del placer y dada su personalidad sádica, le gusta y disfruta del sufrimiento de los demás. Es alguien codicioso y siempre quiere mantener el control cualquier situación sin preocuparse por las consecuencias", el Sano hizo una mueca al oírlo, "o era así hasta antes de conocerte".

"¿Antes de conocerme?"

"Si, luego de conocerte fue cambiando. Se volvió alguien calmado y se comenzó a preocupar por como lo veías y por ti. No quería que pensaras que era una mala persona, por eso cambio."

"Eso es lindo", susurró.

"Luego, viene Gojo Satoru, él puede ser casual, amigable y juguetón con personas cercanas, como sus amigos, pero es indiferente y cruel con personas que le caen mal. Es bastante arrogante también. Cuando esta contigo tiene una actitud relajada e infantil, siempre esta intentando hacerte sonreír."

"Comprendo", sonrió feliz.

"Después, tenemos a Geto Suguru. Es una persona relajada y cortés, aunque a decir verdad, suele enojarse cuando Satoru, su mejor amigo, opina de manera distinta a la de él, eso sucede cuando este se burla de su opinión", Mikey se rió al imaginárselo, "Suguru se preocupa profundamente por ti y sus amigos. Además, crea personalidades falsas para interactuar con otros, menos con ustedes, que son los únicos que conocen al verdadero Geto".

"Al parecer eso de tener falsas personalidades viene de familia", opino el peliblanco haciendo sonreír al guía.

"El siguiente es Kento Nanami, el cual es un chico muy inteligente, reservado y con un fuerte sentido de responsabilidad. La mayor parte del tiempo, muestra una actitud indiferente y, a menudo, parece muy distante y estoico. Es muy directo con lo que piensa, y tiende a irritarse fácilmente, sobre todo con Satoru. Contigo es menos indiferente, distante y se irrita menos."

"Algo me dice que a Satoru le gusta irritar a la gente", se rió alegre ganándose una sonrisa cómplice.

"Y finalmente, tenemos a Fushiguro Toji el cual es una persona desinteresada, serena, confiada y que no se preocupa por las pequeñas cosas, sin embargo es un excelente planificador. Disfrutar de las conversaciones y puede intercambiar bromas ingeniosas con los demás... Es algo sarcástico", el albino asintió a las información entregada. "Ah, y es un adicto a apostar dinero en las carreras de caballo."

"¿Carreras de caballos?", se rió suavemente.

"Si... siempre pasa coqueteando contigo, es algo que le sale natural aunque tu nunca reacciones a sus halagos y toqueteos"

"Entiendo", sonrió y comenzó a pensar en toda la información que tenía de las personas que eran sus amigos en ese universo, "creo que vamos a ser grandes amigos", respondió finalmente.

"Me alegro de que así sea", Polux sonrió. "También, te quería informar de otro tema."

"¿De qué trata?"

"Es sobre tu apariencia. Vas a reencarnar con la apariencia de cuando tenías 15 años, pero más que la apariencia será con tu cuerpo de 15 años. Aunque en realidad tendrás 17 en el momento en el que llegues allí. El Mikey de esa dimensión es demasiado débil y está muy demacrado", como mi yo actual, pensó el peliblanco, "también tendrás tu fuerza y habilidades actuales, ya que como dije, eres muy débil en esa dimensión. Así que es un pequeño regalo de mi parte."

"Comprendo y gracias, Polux", Mikey le sonrió.

"Puedes agregarle cosas físicas si quieres." continuó asintiendo.

"¿Agregarle cosas físicas?", preguntó ladeando ligeramente la cabeza.

"Si, ya sabes. Diferente color o corte de cabello, tatuajes, piercing's, etc."

El de ojos negros se quedó pensando un par de minutos.

"Quiero conservar mi largo y color de cabello que tenia a los 15", dijo, "más adelante podría ver si cambiarlo o no. Aunque me gustaría agregar tatuajes y un par de piercing's."

"¿Cuáles y dónde los quieres agregar?"

"Quiero un tatuaje de un Fénix en toda la espalda, simboliza la eternidad y el renacer", contó  sonriendo, "también quiero el logo de mi anterior organización, Bonten, en el cuello."

"Buena elección", el Sano sintió un ardor en toda su espalda y parte de su cuello, que lo hace quejarse un poco. "¿Los piercing's en donde los quieres?

"Me gustaría en las orejas y pezones, por favor", pidió.

Esta vez de igual manera sintió unos pequeños pinchazos en las zonas antes indicadas pero nada que no fuera soportable.

"Listo."

"Gracias", le sonrió agradecido.

"No hay de que. Bueno, es hora de comenzar."

"Excelente", dijo con tono emocionado, algo que hace años había dejado de sentir y que hasta hace poco, estaba en camino de volver a sentirlo con mayor intensidad.

"Por cierto, una pequeña sugerencia", el ahora rubio se quedó en silencio esperando que continuará, "por ahora, ignora a los chicos y a Aiko lo más que puedas mientras te adaptas, decidas que hacer e investigas más sobre el lugar."

"Eso haré", sonrió.

"Me sorprende que te lo tomaras mejor de lo que pensé el que tengas que ignorar a tus amigos y hermanos", mencionó el pelirrojo.

"Dijiste que aquí no eran ni mis amigos ni hermanos, así que no veo el problema de que tenga que ignorarlos. Si, me dolerá, pero vale la pena si es que ellos me lastiman", habló decidido.

"Eres impresionante", le regalo una sonrisa ladina.

"Lo sé", sonrió con superficialidad haciéndolo reír.

"Bueno. Alguien vendrá a despertarte en 5 minutos para ir a la escuela. Que seas feliz, Mikey."

"Gracias por todo, Polux", estaba realmente agradecido por todo lo que estaba haciendo por él.

"No hay de qué".

Luego de eso, todo se volvió negro y al abrir nuevamente los ojos. Notó como se encontraba en una habitación desconocida. Habitación que al parecer era suya, de paredes blancas, un gran ventanal en una de las paredes, una cama de plaza y media pegada en la pared paralela de donde se encuentra el ventanal, un pequeño escritorio color café cerca de la cama, un simple librero donde habían pocos libros y cuadernos, un armario grisáceo donde debe estar su ropa, y dos puertas, una para el baño y otra para salir de la habitación, supone. 

Esto necesita una remodelación, pensó observando el lugar.

Esperó los 5 minutos y escucha una delicada voz que hace años no oía. Al instante quiso largarse a llorar. Había pensado que nunca más iba a poder escucharla de nuevo.

"Mikey, despierta."