⪩⪨ : sixteen







El rubio se había aferrado a Kokushibo para evitar que este lo pateara y lo tirase de la cama.

──¡Koku! ¡Hace mucho frío en mi cama! Déjame dormir aquí, será solo por un día.

──¡ESTÁS LOCO! ¡FUERA! ──Gritó retorciéndose como gusano pero a pesar de todos sus esfuerzos no pudo deshacerse de Douma así que después de unos segundos se rindió.

El de ojos arcoiris solo rió por lo bajo y soltó al mayor cuando sintió que se quedó completamente quieto.

Tenía muchas dudas en ese momento pero ninguno de sus amigos era experto en el amor así que no serían de mucha ayuda, por lo que entendió que él mismo tenía que resolver el remolino de sentimientos que lo atormentaba.

Y bueno, Douma era una persona muy rara, al igual que sus métodos para resolver las cosas.

──Kokushibo. ──Llamó firmemente, estaba hecho un manojo de nervios aunque su voz se escuchaba tranquila.

──¿Mhm?

──¿Recuerdas la apuesta que hicimos con las galletas?

──¿A qué quieres llegar con esto? Sé más directo.

──Quiero que me beses. ──Soltó para después retirar las mantas que cubrían a Kokushibo y sentarse sobre él.

──¿EH? ──Preguntó bastante confundido mirando al contrario a los ojos, no sabía si eso de verdad estaba ocurriendo o era parte de su sueño.

──¡Bésame, tonto!

Kokushibo aún lo seguía mirando con confusión, pero recordó aquella apuesta y ahora sabía que tenía que cumplir sí o sí.

En un movimiento rápido, intercambió las posiciones, dejando a Douma debajo de él.

──¡Oye, oye, oye! ¡Sólo te pedí que me besaras! ──El rubio se sorprendió por las rápidas acciones del mayor y tenía que admitir que le había gustado aquel trato.

──Tsk, ¿y qué crees que haré? Ni pienses que te voy a follar. ──Cerró los ojos con fuerza y se acercó a Douma para besar sus labios con suavidad.

Fue un beso tímido al inicio, después fue aumentando la velocidad pero sin perder el toque de sutileza y cuidado con el que empezaron. Después de unos segundos se separaron por la falta de aire, pero el rubio abrazó al pelinegro por el cuello para acercarlo de nuevo y volver a besarlo, solo que esta vez se sentía como un beso necesitado.

Kokushibo no opuso ninguna resistencia, incluso aumentó aún más el ritmo del beso, mordiendo levemente el labio inferior del menor para introducir su lengua en su boca.

Era algo vergonzoso admitirlo, pero el de ojos burdeos nunca había besado a alguien en su vida pero sí que había visto varios tutoriales para aprender a besar, y sí que sirvieron de algo.

Douma se sorprendió al sentir la lengua ajena dentro de su propia boca y no pudo evitar soltar varios jadeos bajos, de verdad estaba disfrutando de aquel beso así que se atrevió a aumentar un poco más la velocidad.

Kokushibo también estaba disfrutando de aquella situación y podía jurar que sintió los corazones de ambos latiendo al mismo ritmo.

De un momento a otro, el rubio había soltado el cuello del mayor para comenzar a acariciar su espalda, causando escalofríos en todo el cuerpo del pelinegro.

Douma no pudo evitar soltar un gemido bajo al sentir las frías manos de Kokushibo sobre su cintura, esa era una de sus zonas más sensibles y si no se alejaba ahora se pondría a gemir como loco.

El Tsugikuni, al escuchar el gemido del menor, rasguñó su cintura y mordió fuertemente el labio inferior del chico bajo su cuerpo, haciendo que sangre un poco.

──¡Auch! ¡Eres un salvaje! ──Se quejó el de ojos arcoiris pero no pudo evitar que varios gemidos suaves salieran de sus labios, pues amaba ese trato tan rudo.

──No soy tan tonto, sé que te gusta ser tratado así. ──Lamió su labio para limpiar las pocas gotas de sangre que habían salido de este, después alejó las manos de Douma de su espalda y sujetó sus muñecas con fuerza sobre su cabeza. ──Te gusta que haga esto, ¿o me equivoco?

El rubio no sabía cómo reaccionar, se sentía tan expuesto y había empezado a excitarse. ──N-no me gusta~ ──Respondió entre leves jadeos y soltó un gran gemido al sentir al mayor succionando la piel de su cuello, dejando una marca muy notoria en este.

──¿Sabes algo? No me gusta que me mientan, sé que eres un jodido masoquista. ──Soltó sus delicadas manos para después jalar fuertemente los cabellos del menor hacia atrás, abriéndose más espacio en su cuello para seguir dejando marcas.

──¡Ah~! ¡M-me gusta! ¡Pero me vas a dejar muy marcado~!

──Esa es la idea. ──Sonrió satisfecho al ver el cuello de Douma lleno de marcas, de alguna forma se sentía orgulloso por “haber marcado territorio”. ──Eres tan ruidoso, será mejor que vayamos a dormir antes de que los vecinos te escuchen. ──Dio una suave mordida en la mejilla derecha del rubio antes de ponerse de pie. ──Buenas noches. ──Pronunció antes de salir de su habitación para ir a la de Yoriichi, sería imposible dormir con ese tonto en el mismo lugar y probablemente en la misma cama.

El menor solo soltó varios quejidos de frustración, ¿cómo se había atrevido ese idiota a dejarlo en ese estado? Literalmente lo dejó con las ganas de hacer “eso”.

Se acomodó en la cama de Kokushibo para dormir, ahora se sentía en calma, tocó su cuello y sintió su rostro arder al saber que tenía varios chupetones del pelinegro.

Esa noche descubrió que estaba enamorado de aquel bello pelinegro poseedor de unos encantadores ojos burdeos.

Al igual que Kokushibo descubrió que estaba enamorado del chico de hermosos ojos arcoiris y fascinantes cabellos dorados.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top