⪩⪨ : four







Solo diez minutos bastaron para que los gemelos se encontraran en aquel establecimiento, rápidamente bajaron del auto y entraron en el lugar.

──Oh, disculpen caballeros, afuera hay un letrero que indica que aún no abrimos. ──Habló algo apenada una chica de cabellos negros, largos y lacios, los cuales le cubrían los ojos por completo.

Yoriichi estaba a punto de hablar, cuando un rubio se hizo presente detrás de la pelinegra.

──Nakime, no seas descortés y dale la bienvenida a tu nuevo compañero. ──La mencionada saludó tímidamente y el de ojos arcoiris soltó una leve risita para después jalar con cuidado una de las mangas de Kokushibo. ──Vamos, llegaste algo tarde y necesito que tomen tus medidas, además de que veré en qué área ayudarás el día de hoy.

──Nos vemos hermanito, sé que no te dejo en buenas manos pero es lo que hay. ──Peinó los cabellos de su hermano mayor mientras le dedicaba una sonrisa burlona a Douma, para después alejarse un poco. ──Cuiden bien de él, si me lo regresan maltratado les quemo el negocio... Y no ha desayunado, ¡alimentenlo si no quieren que se desmaye a medio trabajo! ──Fue lo último que dijo antes de salir de ahí y montarse en su auto para regresar a casa.

Kokushibo solo soltó un pesado suspiro, pero otro leve jalón en la manga de su suéter lo hizo reaccionar.

──¡Ven! La señorita Kocho ya está esperándote, será algo rápido y probablemente tu uniforme esté listo para mañana. ──Sujetó firmemente la mano del pelinegro y comenzó a guiarlo al lugar donde se encontraba la confeccionista.

Tal y como dijo; la pelinegra de ojos morados y baja estatura no demoró demasiado en tomar las medidas del Tsugikuni, tan solo veinte minutos fueron suficientes para terminar con su labor.

──Veo que no eres alguien de muchas palabras, ¿verdad? ──Preguntó Douma, guiando a Kokushibo hacia la oficina del rubio. ──De ser así, no podré dejar que trabajes atendiendo a los clientes, podría asignarte un trabajo en la cocina o limpiando mesas, ¿cuál prefieres? ──Una vez ya en su oficina, se sentó en su silla e hizo una seña para que el pelinegro se sentara frente a él.

──Prefiero limpiar mesas. ──Fue lo único que salió de sus labios, era la primera frase que había dicho en todo el tiempo que llevaba en esa cafetería, pues como el contrario dijo, él no era alguien muy hablador.

──¡Perfecto! Oh, pero... No puedo dejar que los clientes te vean trabajando sin tu uniforme, ¿te parece bien si por hoy trabajas conmigo? Mayormente estoy aquí, en mi oficina, revisando papeles, pero también trabajo haciendo postres. ──Ni siquiera esperó a que el otro respondiera y se levantó para buscar un libro en su estantería. ──¡Mira! Este contiene varias de mis recetas favoritas. ──Colocó el libro frente al contrario mientras le sonreía ampliamente.

Kokushibo solo soltó un leve gruñido y tomó el libro entre sus manos, abriéndolo para ver las primeras páginas.

──¿Hay algún postre que te llame la atención? Podríamos hacerlo para que practiques, además de que tu hermano dijo que aún no desayunas, podríamos aprovechar para come-

──Odio las cosas dulces. ──Cerró el libro mientras miraba fijamente a los ojos arcoiris de Douma para después levantarse. ──Al final creo que este trabajo no es adecuado para mí, prefiero pagar por todo e irme.

En ese momento, una sensación desagradable se hizo presente en todo el cuerpo del rubio, era un sentimiento como la derrota. Se había propuesto a sí mismo ser el favorito de Kokushibo solo por el simple hecho de molestar a su gemelo Yoriichi, ¿pero qué podía hacer ahora si el mayor de los hermanos estaba renunciando?

Su mente estaba nublada en ese momento y actuó sin pensarlo dos veces; en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba sentado sobre las piernas de Kokushibo mientras lo abrazaba por el cuello.

──¿Por qué las odias? Tienen un sabor bastante agradable, de hecho... ──Hizo una pequeña pausa mientras se acercaba más al rostro del pelinegro, llegando a rozar sus labios. ──Supongo que mis labios son dulces, ¿no? ──Cerró sus ojos para juntar sus labios en un beso lento y suave, solo duró unos cuantos segundos y al separarse dió un leve mordisco en el labio inferior ajeno, mirando expectante el rostro del mayor.





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top