Dejé mi bolso sobre el sillón de la sala y me dispuse a sacarme los botines del uniforme, estaba cansado pero había llegado al lugar indicado para poder dejarme llevar y relajarme al menos por unas noches.

Está vez yo venía por mi cuenta, nadie había reservado por mi ya que yo conocía desde la ultima vez domo funcionaba este hotel y sus servicios. No tenia siquiera que titubear respecto a que habitación quería o si tenia preferencias, yo deseaba a DeJi otra vez.

Aquella chica me hizo sentir muy cómodo la ultima vez y no había logrado quitármela de la cabeza; no quería que fuera solo un recuerdo. Quería revivirlo esta noche nuevamente.

Cuando cruzó la puerta y dejó la bandeja en medio de la sala me asomé emocionado a la sala. Mi aspecto ahora era muy diferente al de aquella vez, tenia los brazos más grandes, piernas mas fuertes y quizás facciones de mi rostro cambiaron por el alto consumo de proteína para mantenerme en forma, quizás no me reconocería.

—Buenas noches TaeHyung— su sonrisa era exactamente como la recordaba, al igual que su uniforme justado y sus largas piernas.

—Creí que no te acordarías de mi—me acerqué sigilosamente a las bandejas para ver que había en ellas.

—Tengo unas cuantas cosas que recuerdo de ti— la forma en la que me examina de pies a cabeza me eriza la piel, ella sabe como llevar la situación y me es mas fácil para mi.

—He venido por mi cuenta esta vez, así que no necesito introducción al servicio.

—Eso hace mas fácil todo— se acercó a mi y acarició mis brazos y hombros  logrando pasar mis manos por mi pecho como si me abrazara y a la vez no.

—Me apetece ir directo al postre y luego comer todo esto— le dijo al mismo tiempo que sus manos bajan a mi pantalón y acarician esa zona.

—Como digas comandante— su lengua pasa por mi lóbulo mientras sigue sobando mi entrepierna con su mano hasta lograr que mi pene responda a sus caricias —. Considérame tu muñeca obediente, haré lo que me pidas para hacerte sentir mejor.

—Entonces desnúdate para mi en el sillón— miró la sala de estar pensando en que seria menos convencional que ir a la cama como la ultima vez, quería que supiera que me siento, más confiado ahora.

Si tan solo DeJi supiera las veces que la usé como fantasía en la ducha o en mis días libres tirado en el sillón, han sido mis mejores corridas y ahora sería dentro de ella mientras la follo como quiero.

La veo quitarse la falda mientras está de espaldas a mi y reviso el condón que está en mi bolsillo para asegurarme que está listo para mi y lo dejó en el sillón mientras tomo asiento en el y me bajo los pantalones hasta los tobillos y me quito la camisa para que vea por lo que tanto he trabajado, un cuerpo varonil.

Ella me mira mordiéndose el labio inferior mientras se acaricia los pechos ya desnudos y erecta sus pezones haciéndome babear, es preciosa sin prendas y dispuesta para mi. Le pido que tome asiento en mis muslos, ya estoy listo para que me monte pero deseo besarla, tocarla, prepararla para mi.

—Eres tan fuerte ahora, Tae— dije a mi oído mientras deja besos entre el lóbulo y mi cabello, siento que me huele y me pone la piel chinita.

—He trabajado duro.

—Asi veo, trabajaré duro para ti esta noche para compensarte en nombre de Korea— besa mi cuello mientras sus manos se deslizan por mis pectorales, mi vientre hasta llegar a mi miembro. Me estremezco ante el contacto y ella sonríe dando mordiscos en mi pecho.

Baja hasta el piso y se hinca entre mis piernas y saca mi pene del boxer para lamerlo desde la base hasta la punta, mi cabeza se va hacia atrás de forma automática y abro mis ojos a tope cuando logra capturar mi punta con su boca y lo llena de su saliva dándole vueltas con su lengua, es una locura.

Desvío la vista al espejo de la pared del costado y me veo a mi mismo y a DeJi dándome sexo oral con su trasero desnudo sobre sus pies, sentada con su espalda arqueada haciendo que sus curva se pronuncien, es erotica en todos sus sentidos.

—¿Te gusta?— entreabre sus labios soltando mi pene y quiero gritar que siga.

—Si, me gusta.

—¿Qué más puedo hacer por ti?— sus ojos me hipnotizan al que sus labios rojizos y su boca húmeda y brillosa imaginando como está su coño.

—Móntame.

Sube a mi con rapidez y alinea su coño con mi miembro luego de repasarlo como su fuera una brocha de un extremo a otro mojándolo para entra con facilidad. Me deslizo estirando su vagina lentamente viendo como su rostro se arruga y mira el techo sosteniendo las ganas de gemir con fuerza, sus paredes vaginales se recogen y abrazan mi miembro tan fuerte que pienso que acabaré ahí mismo.

—Veo que alguien tiene el coño muy apretado.

—Tu eres demasiado grande para mi, Tae— suspira y no logra moverse. Logro meter una de mis manos entre nuestras pelvis teniendo acceso directo a su clitoris que está firme entre sus pliegues.

—Haré que lo disfrutes— la tocó suave hasta que su coño chorreante se encarga de mojar la zona para agitar mis dedos con mayor rapidez hasta que comienza a retorcerse

—Me harás acabar— su pelvis se mueve como poseída y su postura ideal se retuerce como si una fuerza más poderosa la tomara desde lo más profundo.

—Hazlo para así cogerte de una vez — me acercó a su oído y le habló, la inclino contra mi pecho para y comienzo a moverme al ritmo de ella haciéndola gemir.

Su coño se contrae haciéndome jadear y no deseo esperar a que el efecto te pase por lo que la tomo de sus caderas levantándola, ella se apoya en su rodillas y me muevo hacia arriba para follarla rápido.

—Mantenlo así apretado para mi— dijo entre gemidos mientras ella asiente y su cuerpo comienza sudar, está contrayendo sus paredes vaginales solo para darme más placer pero no es suficiente para mi.

La muevo para levantarme y la guio hasta el apoya brazos del sillón vintage con estampado de flores y la obligo a bajar y separar un poco sus piernas. La curva del acolchado apoya brazos hace que su trasero se alce hacia mi viéndose extremadamente caliente, debo mentalizarme en no acabar en lo que deseo entrar en ella pero es malditamente difícil.

Desconozco si los gemidos que vienen de su boca son de placer o está perdiendo la noción de si misma; estoy seguro que estoy llevando al fondo de ella cuando llego a un tope con mi glande dentro de ella y cada vez que golpeo esa zona sus gemidos se transforman en un inhala y exhala y sus piernas tiemblan. La paredes palpitantes de su coño me aprietan y puedo sentir por el sonido que emiten sus muslos y nalgas que la humedad está por todos lados.

—¡Cielos, Tae!— gime —. Siento que me quedo sin aire

Entro en ella hasta lo mas profundo dos veces seguidas y ella se aferra a los cojines colocándolos bajo su pecho. 

—Date la vuelta— la tomó de las caderas y me retiro para que su abdomen mire hacia arriba y su torso quede apoyado en el sillón mientras que su culo y coño siguen apoyados en el posa brazos y abre sus piernas hacia mi con destreza de bailarina exótica. Miro esa húmeda y rojiza entrada pidiéndome más y yo no me niego, menos lo duro.

Tomo mi miembro y golpeteo su entrada haciendo que su espalda se curve y su pecho suba presumiendo el par de senos turgentes y sus pezones erectos. Entro en su vagina hasta el fondo y cojo sus muslos con fuerza evitando que pueda perder el equilibrio para comenzar a penetrarla con fuerza, la hago rebotar en mi centro y la veo jadear, lagrimea arruinando su maquillaje y su cabello se alborota por la forma que se retuerce contra la tela del sillón. Su coño suena acuoso y me encanta.

—¿Más?— pregunto controlando mi respiración.

—¡Cielos! ¡TaeHyung!— gime asintiendo y yo respondo con más fuerza y rapidez, su voz suena agitada por las embestidas y aprieta con una fuerza descomunal que me succiona por completamente y acabo dentro de la desesperación de sentirla con ese poder rodeándome.

Me siento sudado y cansado, me he vaciado bastante en el condón y lo miro por ultima vez antes de envolverlo en papel de baño y tirarlo a la basura. Entro a la ducha por un baño express para quitarme el sudor y para cuando salgo DeJi tiene la mesa puesta, me tiende una copa de vino para alisar con ambas manos su blusa.

No tengo las mas mínima idea como su cabello a vuelto a su lugar en una coleta alta y como ha limpiado su maquillaje corrido, aun puedo ver su pecho agitado y sus labios entreabierto de forma provocativa. Caigo en cuenta que no la he besado en toda la noche y era lo que mas deseaba por lo que bebo un poco de mi vino y dejó la copa en la mesa, me vuelvo a verla y me acerco sin rechazo alguno de su parte para besarla, primero un roce tierno para pedir permiso y luego un beso profundo correspondido y lento. La tomo de la nuca para besarla mas profundo y me privo de apretarla contra mi, quiero cogerla en mis brazos y entrujarla contra mi cuerpo pero me separo de ella para respirar y relamerme los labios.

—Que disfrute su cena— hace una reverencia ante mi y antes de levantarse me mira desde su posición para levantarse lentamente hasta recobrar su posición urgida.

—Ha sido un placer volver a verte, DeJi

—El placer es mi, TaeHyung— sonríe y toma la carriola con las bandejas vacías para salir de la sala y termina alzando la voz antes de salir diciendo:

—¡Vuelve pronto!

¡Han visto la nueva foto de Tae! Yo la vi y tuve que venir a actualizar esta historia.