Estacioné mi auto luego de un largo viaje desde el centro de la ciudad, el hotel Gippeum quedaba a una larga distancia pero las vistas valían la pena, en verdad llegar hasta allá luego de la primera vez que me quedé era toda una recompensa sin importar el dolor de espalda que me cargaba.

Entré con mi única maleta al looby caminando directamente hasta la zona de registros y saqué mi tarjeta de identificación 

—Bienvenido nuevamente Sr. Min— la mujer me reverenció con amabilidad y miró hacia la computadora —¿Desea hospedarse en alguna habitación en particular o desea que la elija yo?

—Cualquiera que pertenezca al piso 7 por favor— revisé mis bolsillo encontrándome con mi cajetilla de cigarros y el encendedor e hice mis elongaciones de cuello de un lado al otro esperando mi tarjeta.

—Habitación 706— cogí de sus manos la tarjeta y me dirigí hacia el ascensor compartiéndolo con otros hombres.

Hasta llegar a mi piso estuve escuchando la conversación que los otros dos hombres tenían. Uno presuntamente casado hablaba de lo bien que la había pasado con el servicio privado y el otro comparaba a su esposa con la mucama de lindas piernas que estuvo dispuesta a darle sexo anal por unos cuantos wones extras directos a su bolsillo.

Entré a mi habitación mirando el lugar rápidamente. La cama estaba hacia la otra dirección y había una gran pantalla de TV frente a ella lo cual me haca recordar que estaba en un hotel de lujo en el cual invertiría mucho dinero en este fin de semana.

Me quité mis zapatos y la chaqueta del traje dejando mis documentos y las llaves de mi carro en el mueble junto a la cama. Abrió la ventana que daba hacia un pequeño balcón hacia las vistas de la montaña antiguamente nevada y encendí un cigarrillo mientras miraba el menú en la aplicación del hotel que te hacían descargar en recepción a través de un QR.

¿Seria muy temprano para solicitar sexo? pensé y la respuesta era un obvio sí, apenas eran las 17 hrs y yo no había dormido si quiera desde de la reunión de anoche y el papeleo que tenia que dejar listo para llegar hasta acá.

Por eso me di una ducha y luego dormí plácidamente en mi bata de baño suave y fresca sobre la cama más cómoda en la que podías recostarte. Estaba viviendo mi mejor vida, algo solitaria pero no me hacia falta nada.

A las 20 hrs solicité el servició a la habitación con la cena especial de filete y verduras, un vino y el postre de cerezas, un mouse de receta italiana que en ningún lugar de Corea podrías encontrar a excepción de este hotel. Me quedé en bata y me fumé otro cigarrillo a la orilla de la venta apreciando como el cielo se volvía cada vez más oscuro mientras esperaba mi comida y a ella obviamente, a la hermosa DeJi.

No saben cuanto he pensado en ella desde esa vez que la vi, ella es la razón por la que he vuelto también y no pude evitar sentirme ansioso al sentir que la puerta se abría y las ruedas del carrito de deslizaban por el piso.

—Buenas noches, YoonGi— hizo una reverencia —Gracias por volver a alojarte en mi piso— su coleta bien acomodada , su cuello fino y ese rostro de ángel con pestañas largas y ojos expresivos junto a esa voz suave que se deslizaba como el humo de mi cigarrillo por la habitación.

—Hola, DeJi— la saludé sin dar un paso desde mi lugar, debía terminar mi cigarrillo y ventilar el lugar.

—Traje el especial de la noche— comenzó a dejar la comida en la mesa apartada para ello y sirvió el vino con elegancia con sus manos delicadas de dedos finos y delados, uñas perfectamente arregladas de un largo optimo como para dejarte marcas en la piel.

La tentación era grande, el solo verla inclinarse para acomodar todo me hacia desearla, tanto.

—Le aconsejo que coma pronto antes de que se enfríe— dió un paso hacia atrás y permaneció con los brazos tras su espalda en posición erguida.

Caminé en dirección a la mesa y me senté como ella me ordenó pero me seguía pareciendo extraño y algo incomodo verla parada a un costado de la sala esperando a que yo necesitara algo.

—Seria mejor que te sentaras aquí junto a mi , DeJi— corrí la silla sobrante y la coloque cerca de mi. Ella no se apuso, seguramente había estado haciendo miles de cosas durante el día y figurada cansada.

—Gracias — tomó asiento con su cuerpo hacia mi y se masajeó las pantorrillas con fuerza frunciendo su seño.

—¿Muchos clientes hoy?— pregunté demostrado curiosidad y si bien me moria por cogerla no quería obligarla si realmente se sentía cansada.

—He estado ocupada hoy pero no en ello. El dolor es por los zapatos— alzó la mirada hacia mi y miró de reojo el postre de color rosa, esponjoso con crema y una cereza coronándolo. Ella parecía querer devorarlo tanto como yo quería hacerlo con ella.

—¿Me recuerdas, DeJi?— pregunté haciendo que ella dejara que sus mejillas rojas la delataran.

—Claro que sí —bajó la mirada algo tímida y eso me encantó. Era tierno, era lascivo para mi.

—Hagamos algo — tomé el postre en mis manos y le unté en mi dedo para saborearlo —. Supongo que te gustaria un poco de postre esta noche después de tu día de trabajo— la miré mientras retiraba todo el mouse de mi dedo. —¿Qué te parece si disfrutamos ambos entre delicioso postre?—.

—Me gustaria mucho— sus ojos de cachorrita me miraron dándome una respuesta asertiva y se relamió los labios con sutileza. Ella hacia un buen trabajo de seguro.

Moví mi silla un poco para quedar a la misma disposición de ella y una vez ambos frente a frente tomé con mi dedo un poco de mouse y se lo acerqué a los labios como pintándoselos de color rosa.

—¿Que tal es?— la miré como se retiraba la comida de los labios con su lengua ágil y me sonrió amable.

—Es delicioso, my dulce y frutal— se acercó a mi apoyando sus manos en mis rodillas cubiertas por la bata de baño mirandome a los ojos —. Dame más, please— y sus ojos de cachorrita lista para coger eran evidentes, tanto fue el estimulo que me avergonzaba ser tan débil bajo sus encantos.

Tomé nuevamente con mi dedo un poco de mouse y se lo llevé a la boca donde ella terminó succionando suavemente mi dedos envolviéndolo con su lengua firme. Me excitaba mucho su presencia y lo hizo aun más cuando se quitó la blusa y su brasier para tomar del mouse para untarse un poco en los pezones.

—Claro que me acuerdo de ti, Min YoonGi— me miró y acercó sus senos a mi cara —Toma un poco de postre como agradecimiento por tu visita— sonrió haciendo que me acomodara en mi asiento algo agitado.

—Sabes que esto no es suficiente como agradecimiento ¿cierto?— le respondí tomándole los senos desde la base viendo como la punta de estos estaba manchada de rosa por el mouse de cereza y algo de crema —. Quiero mas que sus senos en mi cara, DeJi. Te quiero arriba y abajo de mi pidiéndome más— cerré los ojos para acercármelos a la boca con mucha calentura succionando con firmeza haciéndola gemir tan dulcemente como mi lengua y mejillas me lo permitían.

Ella después de aquello se hincó contra el piso, abrió mi bata descubriendo mi desnudez  y como si de una cuchara se tratara metió mi miembro en el pocillo del postre embarrándolo de rosa y crema para lamerlos y chuparlo a su antojo.

—¿Es tu postre favorito ahora?— le preguntaba mientras tenia mi pene en su boca, ella solo seguía subiendo y bajando con destreza sobre él —¿Te sabe dulce?— tomé su coleta y la descendí contra el largo de mi miembro hasta sentirle la garganta y luego la solté para que respirara.

—Muy dulce— se limpió las lagrimas del costado de sus ojos. Se levantó y de quitó la falta que aun conservaba puesta e hizo a un lado las cosas de la mesa para apoyarse contra ella dándome la hermosa vista de su culo alzado hacia mi en su ropa interior roja de encaje.

—Comete lo que queda de postre— le dejé el pocillo que aun conservaba mouse cereza —. Mientras yo— repasé su intimidad con la punta de mi miembro dando con su agujero húmedo y dilatado para mi entrando de una vez —. Disfruto de ti como se me da la puta gana—.

Con ninguna mujer de mi pasado había podido dejar salir esta parte de mi. Con DeJi descubrí que podía llega ser grosero, sucio e incluso dominante cuando se trataba del sexo y ella era capaz de complacerme sin quejarse y no solo porque le pagaba por ello. Yo sabía que a ella le gustaba esto tanto como yo.

Tomé el condón que estaba entre las servilletas de la mesa y me coloqué con muchas ansias ya que tenias deseos de descargarme en ella a pesar de tener una barrera de por medio pero quería verla a la cara mientras la cogía y hacia que se corriera para mi.

—Gracias por usarlo— DeJi se dió la vuelta esperando  a que me colocara el condón y deslizara este desde la punta hasta la base con cuidado.

—¿Tienes alguna favorita de coger o quieres que la elija yo? —le pregunté  mientras miraba su cuerpo sexy y fino.

—¿Te suena muy aburrido el misionero?— miró tras mi hacia la cama —. La verdad es que me duele la espalda mantener la postura en cuatro— rió un poco avergonzada.

Me acerqué a ella tomándola por las mejillas y la besé suavemente en los labios y por las mejillas.

—¿Quieres un poco de romance?— le dije al oído entre risas.

—El cliente eres tu— me acarició con sus manos algo pegajosas por el postre que sí se había logrado terminar a pesar de lo fuerte que la cogía contra la mesa, el pocillo estaba completamente vacío.

La tomé de la muñeca llevándola hacia la cama donde la impulsé a recostarte, abrí sus piernas y comencé a besarla mientras ella acariciaba mi cabello con delicadeza, sus dedos contra mi nuca daban descargas eléctricas únicas, no sabia que lo amaba hasta que ella me lo hizo.

Merecía correrse, ella merecía retorcerse bajo mi con mi pene dentro definitivamente y la hice acabar como yo quería. 

Aceptó  darse una ducha rápida conmigo para quitar la azúcar de nuestros cuerpos y la vi, quizás de una forma morbosa, como restregaba cada zona de su cuerpo y como lo hizo con mi cuerpo usando sus manos dejando besos contra mi piel mojada. Ambos en esa ducha empañada era más de lo que esperaba de este servicio.

¡Que tal, gente! 

Gracias a las personas que me respondieron en el muro @milagrosrosselot @MidanC @gjoya23 @MetztliSanchez5  y a la gente de wsp que votaron por esta opción.

Comenzamos con la tanda de POV, hoy la de YoonGi <3 Espero que les gusten.

Voten y comenten para motivarme, eh !