Kim SeokJin/ Hijo favorito
Todo el mundo estaba alborotado esta semana. Parecía que todas las mujeres del hotel suspiraban de la nada y me preguntaba de que me había perdido. Hoy me había tocado estar en la cocina siendo de apoyo para los aperitivos y ordenando las botellas de licor de más, antigüedad hasta las de fechas más recientes.
Mi teléfono notificó la salida de Min YoonGi ayer por la noche y la suma de dinero que había dejado a mi nombre al igual que la calificación máxima, aún así me sorprendió que no volviera a solicitar algún servicio. JiMin también se retiró esa noche dejando agradecimiento y unas flores a mi nombre las cuales dejé en un florero con agua fresca en mi cuarto.
—¡SeokJin a vuelto y se registró en el hotel esta mañana!— entró una de las damas a la cocina y todas gritaron de emoción.
Yo seguía con la intriga de saber por que él era tan querido por la comunidad de Gippeum. Salí de la cocina y pregunté por SuJin quien se encontraba viendo sabanas limpias para sus habitaciones nuevas.
—SuJin, supongo que ya sabes la noticia— me asomé a la puerta de la habitación de utilería.
—Sí, lastima que no tenga cuartos disponibles para él— hizo un gesto de tristeza —Podría correr al hombre de las 505 para que él se quedará ahí—.
—Pero de seguro te lo toparás por el pasillo o en las áreas comunes— sonreí.
—¡Me pregunto quién será la afortunada!— SoRa, otra de las damas, se asomó tras de mi viendo a SuJin.
—¿Afortunada?— las miré a ambas —Vamos chicas, quiero saber quien es él— dije intrigada.
—Solo diré que es un hombre increíblemente guapo que te robará el aliento con solo verlo— SoRa se acarició el pecho con ambas manos como enamorada.
Salí de la sala de utilería y mientras caminaba por el pasillo mi teléfono comenzó a vibrar.
𝗡𝗼𝘁𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗮𝗯𝗶𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝟳𝟬𝟱- 𝖲𝖾𝗋𝗏𝗂𝖼𝗂𝗈 𝖯𝖲𝖢
El servicio PSC (Personal SelfCare) estaba destinado a aquellos residentes que buscaban relajarse y recibir cuidados ya sea físicos y/o estéticos. Se disponía de saunas, masajes, mascarillas faciales, etc. para hacer que el huésped se sintiera cómodo en un espacio, siendo tratado con el mayor cariño posible.
En este caso, el huésped de la 705 solicitó un masaje con aceite de coco y naranja-canela. Su nombre era Kim SeokJin....¿Sería el SeokJin del que todas hablaban?
Ingresé en la habitación con la charola de aceites y toallas limpias junto al cobertor especial que se disponía a lo largo de la cama para evitar ensuciar el espacio. Podía escuchar de fondo la ducha y el vapor escapándose por la rendija de la puerta que se encontraba semi abierta.
Esperé paciente mientras acomodaba los aperitivos que había solicitado. Camarones salteados en salsa de sésamo, rábano blanco y maní tostado con toque picante crujiente.
—Que puntual— sonrió sacudiendo la toalla contra su cabello.
Me quedé congelada viendo a semejante espécimen. Alto, espalda ancha, cabello castaño y abundante, pies grandes y varoniles y pantorrillas fuertes. Su cuerpo permanencia bajo la clásica bata blanca y cuando logré ver su rostro con mayor claridad por fin entendí a lo que todas se referían.
Era un hombre hermoso. "Guapo" es cuando son más atractivos que lindos pero SeokJin tenia una belleza que solo podías esperar encontrar en un modelo de belleza. Su rostro parecía ser el más simétrico que haya visto y su sonrisa era encantadora.
—¿DeJi, cierto?— peinó su cabello hacia atrás con sus dedos —Omma me habló de ti y me sugirió tomar esta habitación.
¿Omma? ¿Es hijo de la dueña del hotel?
—Sí, soy DeJi — hice una reverencia.
—¿Te parece si comenzamos con el masaje y luego la comida?— apuntó la cama y desató el nudo de su bata.
—Claro— esperé atenta a que se desvistiera y no pude ocultar mi cara de asombro cuando vi su entrepierna. Dios, si eso es así de masivo en reposo no quiero ni pensar como es erecto.
—Veo que ya viste la sorpresa— dejó escapar una sonrisa —Quítate la ropa, el masaje lo tienes que dar completamente desnuda— se recostó en la cama boca a bajo —Y trae los condones que vienen en el paquete para tenerlos cerca.
Miré el paquete sobre la mesa de un tono dorado. Era una caja completa de condones tamaño King ya que los del hotel no eran para él.
Me acerqué a la cama y me quité la ropa dejándola ordenada al costado de la cama. Una vez desnuda me coloqué a un costado y usé un poco de aceite en mis manos para esparcirlo en su espalda y comenzar el masaje.
—¿Llevas mucho tiempo aquí, DeJi?— preguntó él
—No, esta es mi primera semana— respondí sin dejar de masajear.
—¿Y te gusta aquí? ¿Te han tratado bien?— parecía importarle mi estabilidad en el lugar. Seguramente su omma se lo había solicitado.
—Solo he tenido 4 huéspedes incluyéndolo a usted— respondí pasando mis manos por su espalda baja incluyendo sus nalgas.
—Eso es bueno, DeJi— mencionó —Necesito girarme— al escucharlo decir aquello me aparté y esperé a que se acomodara.
Su pecho firme y su entrepierna casi rígida ante mi me parecían una obra de arte. Esparcí aceite sobre su vientre y acaricié su pecho haciendo énfasis en sus pezones marrones y pequeños que se erectaron al toque contra mis dedos haciéndolo gemir.
—Puedes hacer eso y masajearme los testículos, me gusta— cerró los ojos y colocó ambos brazos tras su nuca relajándose ante mi tacto.
Mirando su rostro sereno me incliné contra su pecho y lamí el aceite sobre uno de sus pezones mientras con una de mis manos acariciaba sus testiculos que estaban firmes y elevados contra su erección ahora un poco más rígida que hace unos momentos.
—DeJi, me gusta tu trabajo—dijo con una voz tan dulce recordándome a JiMin.
—¿Te gusta?— dejé besos en su pecho mientras me movía hacia el otro pezón.
Él sacó una de sus manos tras de su nuca y comenzó a acariciar mi cuerpo que estaba inclinado sobre el suyo.
—La curva de tu trasero es muy sexy— acarició la piel de mis nalgas y luego subió su mano por el costado de mi cuerpo alcanzando uno de mis pechos —Tu pecho tiene una buena consistencia— lo apretó haciendo que gimiera y me apartara de su pecho para mirarlo.
—¿Qué puedo hacer para complacerlo, SeokJin?— lo miré perdida en sus labios.
—Móntame, DeJi— llevó su mano a su miembro colocándolo erguido.
Lo miré con cierto respeto ya que se veía extenso. Recordé a JungKook y me arrepentí mucho de haberme burlado constantemente acerca de desear centímetros de más.
Me apoyé contra su pecho mientras él acariciaba mi entrada con su miembro advirtiendo su entrada pero lo hacia de a poco con sumo cuidado.
—Relájate DeJi— sonrió —Estás tan apretada que no entra siquiera la punta—.
—Lo siento— bajé la mirada y sentí como mi rostro se ruborizaba.
SeokJin apoyó su miembro contra mi entrada y comenzó a frotar mi clítoris mientras ejercía un poco de presión para que entrara este en mi. Mi vulva comenzó a mojar con la destreza de los dedos de SeokJin y su pene comenzó a resbalarse más fácil.
—Eso DeJi, concéntrate en mis dedos y tu placer— susurraba —Asi entrará más rápido
Gemí al sentirme sentada sobre su pelvis. Su miembro palpitaba dentro de mi y creí que mis paredes vaginales ya no podían expandirse mas. SeokJin si tenerme en una posición angular ya podía tocar mi cérvix y eso me excitaba en cierto grado.
Me incliné hacia él y le di un beso corto en los labios que fue totalmente inesperado para él, llegué a sentirme fuera de lugar al ver su impresión pero no podía esperar a que acabara este momento sexual sin un beso.
SeokJin tomó mi cabello en una coleta desde la nuca y jaló mi cabeza hacia atrás teniendo así acceso a mi cuello el cual besó, succionó y lamió mientras yo movía mis caderas de atrás hacia adelante con cadencia.
—Tu vagina se ajusta como anillo al dedo, DeJi— habló contra mi oído mientras me inclinaba contra él —Necesito tenerte bajo mi cuerpo
Ese último susurro me revolvió el estómago y me frené esperando a que nos volteáramos. Cuando me vi con su cuerpo sobre el mio supe que no tenia escapatoria y la primera embestida fue más satisfactoria que dolorosa.
Su rostro hermoso tenia una capa de sudor muy fina que brillaba cuando se cruzaba ante el rayo de sol primaveral que se alzaba desde la ventana, su cabello se había secado un poco más y se formaban unas ondas que enmarcaban su carita de ángel.
La luz dorada que se colaba le daba un aspecto único, Me sentía follada por un ángel o algo así. él sonreía y jadeaba sin dejar de lucir atractivo; pensé en ese momento querer darle hijos, cientos de ellos.
—Córrete dentro— le dije en medio de mi ensoñación.
—DeJi, amaría hacerlo pero no puedo— se acercó a susurrarme al oído —¿Pero realmente lo quieres? ¿Quieres que te llene con mi semen?
—¡Sí, SeokJin!— gemí al sentir su voz cambiante, hora como si lo hubiera poseído un ser erótico y perverso.
—Si lo quieres debes hacer algo— dijo sin dejar de moverse dentro de mi —Debes colocar sus piernas contra mis hombros...
—Entrará muy hondo— gemí imaginando la escena.
—¿Y no quieres sentirlo hasta el final...bien duro?— cogió uno de mis senos con sus largos dedos.
—Me vas a destrozar— gemí ante su tacto.
—Nadie se ha muerto de una follada como esa, DeJi— jadeó —O prefieres de espaldas
Sabía perfectamente que de perrito no saldría caminando de esta habitación y necesitaba seguir trabajando, el día recién comenzaba.
Flecté mis piernas y el retrocedió para apoyarlas cada una en sus anchos hombros viendo luego nuestras pelvis unirse. Su rostro más húmedo que hace un momento parecía estar extasiado con la vista que tenia de mi vagina recibiéndolo por completo.
—¿Lista para ver el cielo?—acarició mi rostro para luego coger mi cabeza desde la nuca y alzarme contra mi voluntad, yo asentí rindiéndome completamente al placer.
Sus labios regordetes estaban cada vez más rojos de lo fuerte que los mordía conteniendo completamente las ganas de correrse en mi. No estaba segura que lo haría pero yo ya había dejado de sentir dolor debido mi dilatación. Pude disfrutar por completo su extensión viril dentro de mi.
—Acaba DeJi, mi pene quiere que lo apretes para poder venirse— gimió con una voz increíblemente varonil.
Y liberé mi orgasmo sintiendo que él dejaba de moverse, no fueron unos cuantos segundos más tarde que él salió de mi interior y se corrió contra mi abdomen quejándose.
—¡Eso fue increíble!— cerró los ojos por un momento y bajó su rostro hacia el mio sellando el momento con un beso romántico de pelicula, SeokJin besaba lento, suave y era ideal para un momento como este en el que sentía mi entrepiernas muy húmeda y acalambrada.
SeokJin siempre será un ser celestial
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