Ho Seok/ Fotógrafo
Mientras me alistaba en mi cuarto y me colocaba la falda subiéndola por mis piernas y guardando dentro de ella mi blusa completamente lisa, recibí un mensaje de la dueña del hotel quien me necesitaba en su despacho.
Subí por el ascensor con algo de nervio pensando en que algo malo había ocurrido respecto a mi desempeño; pensé en JungKook y el elixir de viagra o algo parecido, quizás él se había quejado o no lo sé.
—Toma asiento, DeJi— apuntó el sillón frente a ella mientras sostenía una copa de champaña. Pensé para mi misma que era bastante temprano para beber, pero yo no era dueña de un hotel de lujo así que no era quien para impresionarme.
—Por tu cara debes creer que te tengo sentada aqui por algo malo y al contrario, tengo bastantes comentarios buenos ¿Quieres que te los lea?— tomó su tableta y la encendió iluminándole la cara y comenzó a leer.
— "Volvería encantando" - Park Jimin. "Asombrosas vistas del hotel pero mi favorita fue verla acabar"- J. JungKook . "Buen descanso, buena comida, buen sexo"- Min YoonGi ¿Quieres que siga?—me miró con una sonrisa.
—No, gracias— quise dejar de lado mi incomodidad pero no podía, aún no me decía porque estaba ahí con ella.
—Bueno, voy al asunto ya que saldré con Jin a dar un paseo — dejó la tableta de lado y volvió a su copa —. Hay un huésped que lleva dos días en el hotel y solo pide el servicio común— bufó con soberbia —. Le hemos dicho que el baño de la suits en la que se hospeda esta mal y que lo reubicaremos, a tu piso— bebió del liquido dorado burbujeante.
—¿Y que desea que haga?— la miré incrédula a ver como se bebía de una sola vez el alcohol.
—¡Que le saques dinero mujer! Por supuesto que deseo que se vaya del hotel pobre y satisfecho y me hartan los hombres que pretenden ser buenos y santos y él tiene una cara horrenda de puritano— se levantó haciendo sonar sus tacones — No estaré hoy así que espero mañana ver que al menos pidió el servicio más básico— tomó mi mentó una vez que se acercó a mi —Haz tu magia, DeJi—.
Salí de esa reunión con un peso encima que no pedí y por el pasillo me encontré con SuJin quien me tomó del brazo y me jaló a una habitación de su piso.
—Me dijeron que te llamaron a la oficina de la jefa— me acarició los hombros —Dime que te subieron el sueldo al menos— sonrió —Todas hablan de que ayer atendiste a tres chicos, eres mi heroína—.
—Me colocaron el tipo problema—la miré y lloriqueé desanimada.
—Estaba en mi piso— sonrió —Amiga, es un encanto de hombre, amable, atento pero es tan respetuoso que cuando enseñé mi escote evitó mirarme— me dió un golpe en el brazo.
—No pedirá el servicio— me senté al borde de la cama en la habitación y me cubrí el rostro con las manos —. ¡La jefa me pidió que lo hiciera gastar dinero en los servicios especiales pero si me dices que es así de tímido no puedo hacer nada!
—No te desanimes. Quizás yo fui muy directa y eso no le gustó— miró hacia la ventana —Le gusta tomar fotos, podrías proponerle tomarte fotos o algo así—.
No era una mala idea. SuJin lo conocía mejor que yo así que pensé en seguir si consejo cuando el momento llegara y ese seria el del almuerzo ya que él mismo ha bajado a comer con otros huéspedes al salón principal donde se encontraba un tenedor libre a primera hora del día.
𝐍𝐨𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐡𝐚𝐛𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝟕𝟎𝟒- Servicio Medio Día
Mire la notificación con un nudo en el estomago mientras buscaba la ropa interior adecuada para la ocasión. SuJin dijo que ayer estaba fotografiando las flores de sakura que habían en los jardines del hotel así que elegí el único conjunto rosita tierno que tenia y me unté crema de frutas rojos para ser igual de dulce cruzando los dedos para que resultara.
Calcé mi uniforme como corresponde y caminé con la charola hasta su habitación dejando de lado los nervios cuando abrió la puerta dejándome pasar. Tenia unos ojos tiernos pequeños y brillantes, una sonrisa cálida y encantadora ante la cual me quedé hipnotizada por unos segundos.
—Hola— sonreí —Soy DeJi— apreté mis manos contra la barra para jalar de la carriola y entré.
—Hola DeJi, soy Ho Seok— respondió cubriendo su boca luego de decirlo.
—Traigo su merienda del medio día— miré la habitación completamente limpia, un olor a hombre limpió u aromatizante de lavanda.
—Muchas gracias, DeJi— se acercó a la mesa —Moría de hambre y esto huele increíble— quiso tomar la charola pero me interpuse.
—Yo lo hago. Toma asiento, Ho Seok— esperé a que tomara asiento para dejar los platos en la mesa y mientras lo hacía me acercaba lo suficiente como para tener al menos un roce de piel.
—Huele increíble—dijo mirando la comida y alzó la vista hacia mi pero en esa solo podía ver sus nervios.
—Veo que tomas fotos— me acerqué a la cámara que reposaba sobre un mueble —Siempre he querido tener unas mías, profesionales y de buena calidad
—Solo necesita una buena cámara— dijo con una risita y llevó comida a su boca.
—Y un buen fotógrafo— me giré a verlo —¿Podrías tu tomarme algunas?
Se apuntó a si mismo alzando las cejas haciendo luego que las comisuras de su boca se arquearan hacia abajo. Trago lo que tenia en su boca y bebió bastante agua evitándome.
—Pero si no quieres entiendo— me alejé del mueble dejando la cámara de lado—. Solo pensé que seria de esas cosas que te pasan solo una vez en la vida...
—¡Claro que puedo!— respondió —En tu tiempo libre...
—¡Ahora!— me giré de sorpresa haciendo que me mirara y luego sonriera. Creo que había una pequeña posibilidad de que yo le cayera bien—. Cuando termines de comer, claro—
— Si, si no hay problema— miró la comida que tenia en frente —. Pero puedo seguir comiendo luego ¿Dónde te parece tomarlas?— preguntó levantándose de su asiento limpiándose luego los labios con una servilleta —. En los jardines, en la entrada...
—En ese sillón— apunté el sillón de dos cuerpos elegante que había en el cuarto.
—Bien— sonrió y tomó la cámara.
—Pero necesito prepararme ¿Puedo usar el baño?— le pregunté amablemente ideando un plan.
—Por supuesto— se hizo a un costado y yo caminé rápidamente al baño para alistarme.
Tomé la bata que estaba en el baño para ocultar mi cuerpo se mi desnudo. La lencería rosita debía servir para algo así que pensé que una sesión de fotos no estaria mal. Me solté el cabello y pellizqué mis mejillas para tener algo de color en el rostro y dejé mis nervios junto a mi ropa de trabajo en el baño de ese cuarto por séptima vez.
—Estoy lista— caminé hacia el sillón mientras él me miraba atentamente —. ¿Haz visto titanic?
—¿Quién no ha visto titanic?— rió breve pero su risa se fue de inmediato cuando me vió quitarme la bata y quedar en ropa interior —. No he hecho fotos de este estilo, DeJi— se sonrojó de forma evidente.
—Dijiste que solo necesitas una buena cámara ¿o no?— me acomodé en el sillón —. Si quieres puedo quitarme todo como Rose...
—¡No, así esta bien!— alzó la voz y se acercó un poco para comenzar a tomar las fotografías.
Yo cambiaba de pose sin que él me lo pidiera y debía admitir que la escena me daba algo de morbo. Era excitante tener su vista sobre mi y lo serio que lucia como si le fuera a pagar por esto. Me hinqué sobre el sillón y me incliné hacia el frente dándole una toma muy atractiva de mi y miré fijamente a la cámara con los labios entre abiertos para provocarlo.
—Creo que son suficientes—miró la galería desde la cámara y me acerqué a él acariciándole el brazo.
—Son increíbles— sonreí al verme en la cámara.
—¿Dónde puedo enviártelas?— preguntó y vió hacia mi y la unión de nuestros cuerpos.
—Son para ti, úsalas para lo que desees— abandoné mi lugar y caminé hacia el baño contoneando mis caderas y cuando vi hacia atrás él estaba mirandome y no precisamente el rostro.
Mientras me cambiaba la puerta sonó y atendí al llamado.
—¿Si?— alcé la voz para que me escuchara mientras abotonaba mi blusa.
—DeJi, se lo que intentas hacer y me complace mucho pero...— abrí la puerta encontrándolo frente a frente, yo aún con mi sosten expuesto y mi falda sin cerrar.
—¿Pero?— lo miré de pies a cabeza y me detuve en sus pantalones donde un bulto totalmente razonable se marcaba.
—No tenia pensado quedarme en este hotel pero en el que tenia previsto estaba ocupado todo y me vine aquí. Es un gran lugar y la atención es buena pero no busco sexo— se retiró del umbral de la puerta.
—¿Eres casado Ho Seok, tienes novia o algo parecido?— intervine mientras me abotonaba la blusa y subía el cierre de mi falda.
—No— tomó asiento para continuar comiendo y yo me coloqué de tras de él para iniciar un masaje de hombros.
—Entonces no tienes dinero— era una posibilidad totalmente valida.
—Tengo suficiente dinero— respondió llevándose una fresa a la boca.
Me acerqué a su oído y su aroma encantador me resultó excitante.
—¿Entonces que te impide tener sexo conmigo?— susurré haciendo que él se quedara quieto.
—El simple hecho de que quieras hacerlo conmigo por el dinero — fue especifico y super comprensible.
—Bien, creo que es un buen argumento para rechazar a una chica como yo pero me subestimas— tomé asiento en la silla de enfrente y lo miré detenidamente —. Eres muy atractivo en verdad, algo misterioso también
Él me dió una mirada antes de sonreír algo tímido y comprendí que le hacia falta un poco de seguridad, cosa que los otros chicos parecían tener de sobra.
—Ho Seok, si en algún momento nos hubiéramos conocido en un bar o en la fila del banco definitivamente tendría una fantasía erotica contigo— intenté coquetearle sintiéndome una boba, pero al parecer no lo había hecho mal porque volteó a verme.
—Yo también contigo— la intensidad de sus ojos cambió un poco —. No voy a ocultar que me sentí excitado tomándote fotografías en poca ropa
—Lo noté en tu pantalón— mordí mi labio y lo miré de forma lasciva — ¿Que importa un poco de dinero de por medio no?— argumenté —. No es el dinero a lo que apunto Ho Seok , sino que el tiempo que puedo destinar en tener sexo contigo es exclusivo para ti sin importar quien llame después, tu eres el ganador—.
Aquello pareció encender chispas en los ojos del joven fotógrafo quien miró su comida reconociendo que se le apetecía otra cosa. Subí una pierna sobre la otra mostrándole mis atributos y lo vi tomar el teléfono para que luego sonara el mio.
𝐍𝐨𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐡𝐚𝐛𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝟕𝟎𝟒- Servicio Exclusivo
El servicio exclusivo era para aquellos que solo buscaban sexo, nada de comida ni pedidos especiales, solo sexo y nada más. Alcé la mirada de la pantalla hacia él quien permanecía en su silla sin hacer nada mas que verme a mi y su comida.
—Si está fria para cuando acabemos puedo reemplazarla sin problema— hice mención a la comida, me acerqué para tomar su mano y jalar de él hasta su cama.
Ho Seok tomó asiento en la cama y se encargó de quitar uno a uno mis botones de la blusa hasta llegar a mi lencería y pasó sus finos dedos sobre ella rozando a penas mi piel para luego pedir mi aprobación para tocarme. Era un hombre que no estaba costumbrado a estos tratos con mujeres de solo una vez y por mucho que le gustara lanzarse sobre mi no lo haría sin saber lo que yo buscaba.
Me quité el sosten evitando nuevas preguntas y llevé sus manos a mi torso mientras le acariciaba el cabello acercándolo a mi pecho tibio.
—Todo esto es tuyo ahora, tómalo, úsalo como quieras— suspiré al sentir sus labios sobra mi piel y su respiración ardiente sobre mi pecho. Me sentía impaciente al no sentir esa energía propia masculina de querer arrebatarte todo.
Por mi mente pasó la idea de mandarlo, darle instrucciones en el acto por falta de iniciativa y obviamente que podría estar nervioso así que le di su espacio hasta que no fui capaz de contenerme.
—Ho Seok, quítate la ropa— me aparté de él quien estaba apoyado sobre mi pecho acariciándome.
—¿Todo?— se levantó de la cama algo confundido.
—Todo— me apoyé contra el mueble bajo la Tv a mirar como se desnudaba con cierta torpeza.
Era delgado y su piel lucia brillante y saludable. No tenia los hombros anchos como Jin, ni la piel blanquecina como Jimin y YoonGi, tampoco los músculos marcados de JungKook pero compartía un punto en común. Un miembro erecto entre sus piernas
—Quítame la falda y las pantaletas— tomé sus manos llevándolas a mi cintura para que llevara a cabo la tarea y lo hizo con mucha precisión y cautela tratándome como una reina.
—¿Qué quieres que haga por ti?— alzó su mirada hacia mi viéndome directo a los ojos —. Pídeme lo que quieras—.
—Me encanta este juego— sonreí y me hinqué acercándome a su entrepierna —Tómalo y ponlo en mi boca— abrí mi boca y saqué mi lengua mientras él se auto estimulaba un poco y frotaba su miembro contra la superficie húmeda de mi lengua.
—Se siente increíble— suspiró sin dejar de mirarme y nuestros ojos se encontraron.
Tomé su miembro y lo llevé lo más profundo que pude a mi boca y lo saqué para luego lentamente succionar su cúspide haciendo que me jalara el cabello.
— ¿Sabes mucho de esto?— gimió y llevó mi cabeza hacia su miembro para hundirme en el y soltarme.
—Lo suficiente como pasar saber que succionando tu glande te morías de ganas de jalarme así— la saliva que había juntado en mi mejilla la dejé caer sobre la punta rosada de su miembro y con mi mano la esparcí para volver a succionarla esta vez más tiempo.
—Detente por favor— gimió inevitablemente —Es muy rico pero me harás acabar y ni siquiera te he tocado— se quejó preocupado —Sube a la cama
Sonreí al salir de este loop de dependencia y me dejé llevar feliz cuando vi que separó mis piernas dirigiendo su boca a mi zona V. Comenzó a lamer mis labios vaginales con agilidad haciendo que mis dedos se enterraran en su cabello y lo presionaran contra mi vulva buscando más placer.
—¡Eres un genio en esto, oh!— lo mio no era alabar a los hombres ante algo tan básico como darte placer en el acto sexual pero Ho Seok había cumplido con todo lo básico entorno al sexo oral haciéndome acabar como nunca antes.
—Súbete — se recostó en la cama y acomodó un condón sobre su miembro con rapidez pidiéndome que lo montara. Y lo hice con gusto después de lo complacida que estaba.
Mientras rebotaba rítmicamente sobre él y este me miraba como si me amara de toda la vida sentí la necesidad de besarlo, lamerlo, apretarlo como nunca me había pasado con un hombre. Tenia un rostro exquisito, algo puritano y sus ojos pequeños se cerraban de vez en cuando como si fuera a perder la conciencia.
Lamí sus labios y él automáticamente sacó su lengua para lamerla y succionarla logrando que sus quejidos roncos y sexys fueran más seguidos.
—Estoy cansada— dije parando de inmediato. Limpié mi frente del sudor y me bajé de su miembro dejando que este rebotara en su vientre bajo, húmedo por el látex y mis fluidos.
Me recosté de lado y flecté una pierna para luego sentirlo apegado a mi espalda con sus dedos jugueteando con mi vulva.
—¡Que jugosa estas!— gimió a mi oído —. Es delicioso ¿sabías? Eres exquisita
—Ponlo aquí de ladito ¿sí? pero lento— cerré los ojos sintiendo como se acoplaba a mi con sutileza y entraba rígido dentro de mi haciendo un sonido de humedad placentero.
Ho Seok me hizo elevar mis brazos y llevarlos tras su nuca para que él tomara, con una de sus manos. mi cuello haciendo una presión gradual que me aceleraba el corazón.
—¿Nunca te han hecho esto?— soltó un poco su agarre y esperó a que negara con la cabeza.
—Se siente increíble cuando te corres, quiero que lo pruebes— Tomó mi cuerpo y lo giró para quedar completamente recostaba en la cama. Abrió mis piernas, se interpuso entre ellas y se hundió en mi rápidamente , buscó el ángulo más profundo y comenzó a moverse mientras yo lo miraba complacida.
—Sentirás que te ahogas pero no te asustes, no te llevaré tan al limite— colocó su mano contra mi cuello y miré hacia el techo mientras se me hacia difícil respirar poco a poco.
Sus dedos frotaron mi clitoris rápidamente mientras sus embestidas eran más pausadas y a sensación de desesperación en mi pecho se comenzó a sentir igual al nudo que me provocaba el orgasmo en mi vientre bajo que también comenzaba a hacer presión en mi zona intima.
Ho Seok seguramente me sintió temblar y apretó un poco más fuerte antes de que me tensara en mi orgasmo, para ese momento e soltó de inmediato dejando escapar un gemido que me forzó a cerrar los ojos.
—¡Demonios!— me quejé al sentir mi cuerpo tembloroso y tenso, se había dormido por completo y moverlo me provocaba hormigueó, mi cuello ardía un poco por la presión pero no estaba molesta en absoluto, la adrenalina de quedarse sin aire en el momento del orgasmo fue muy placentera.
—¿Estás bien, DeJi?— Ho Seok se levantó de la cama a botar el condón y volvió con un vaso de agua —. Bebe un poco de agua
—¿Eres un sádico o algo por el estilo?— lo miré después de beber el agua con algo de curiosidad.
—Solo siento placer haciendo eso, jamás he golpeado o atado a nadie— sonrió algo tímido —Una ex novia me lo hizo una vez y creo que fue el mejor orgasmo de mi vida—.
—¿Seguro no quería matarte?— me levanté de la cama para tomar mi ropa y él me detuvo.
—¿Puedo besarte?— se acercó a mi boca lo suficiente como para que yo diera el siguiente paso jalándolo a la cama mientas sus labios y su lengua jugueteaban con la mía haciéndome perder la razón y aumentando el deseo —¿Quieres que te masturbe para que te corras de nuevo?— bajó a su mano a mi entrepierna y comenzó a penetrarme con sus dedos —.Me encanta lo jugosa que eres
—Tengo que irme, Ho Seok— lo aparté con mis manos obligándolo a que sacara los dedos de mi interior y me diera espacio para levantarme.
—¿Puedo pedir tus servicios otra vez?— me miró llevándose sus dedos húmedos a la boca con una sonrisa lejos de ser adorable.
DeJi definitivamente es mi idola <3
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