Dulce desayuno-Park Jimin (𝘗𝘖𝘝)
Tenerla frente a mi tendida en la cama, completamente desnuda con ambas piernas abiertas era la imagen más placentera que había visto esta semana.
El festival había terminado y yo ya no tenia nada más que hacer en Ulsan pero me di el tiempo de quedarme un día más en este lugar, Hotel Gippeum, Hotel Placer.
—El desayuno a sido delicioso— apoyé mis rodillas hundiendo la superficie con mi peso sujetándole las rodillas, aumentando la separación de sus piernas. La increíble imagen de sus labios femeninos separándose dejando ver la piel interna de su vulva era algo excitante.
—Creí que era algo dulce para ser un desayuno— subió sus manos a su cabello y lo quitó de su pecho dejándome ver mejor su piel —. Esos panqueques con miel son demasiado suaves y dulces.
—Merezco esa azúcar en mi vida, DeJi— sonreí para poco a poco recostarme en la cama y posicionarme entre sus piernas.
—Tan dulce que eres, Jimin— rió cubriendo su boca.
Yo la miré mientras que mis dedos exploraban su intimidad resbaladiza, besé la cara interna de sus muslos, en ocasiones solo deseaba lamerla debido a el olor delicioso que su piel tenía, era durazno o mango, algo frutal exquisito que me excitaba bastante.
—¿Me vas a comer el coño?— preguntó cuando me vió acercándome a la zona, yo asentí relamiendo mis labios.
—Es la ultima parte de mi desayuno, preciosa— saqué mi lengua y lo pasé por toda la extensión de su apertura, una dos y tres veces con harta lengua y saliva sin quitarle la vista.
Ella me dió una mirada intensa y me siguió hasta el inicio de su pelvis completamente segura de que le comería el coño. No tenia que argumentar por que lo haría. Ella era una experta en darme sexo oral cada vez que se lo pedía, hoy le tocaba a ella descubrir lo bueno que era yo en ello también.
Sus manos bajaron a su coño y abrió sus labios hacia mi, como ofreciéndolo y yo se lo remplacé con mucha lengua y saliva, la miré lascivamente en busca de aprobación y sonrió llevando si cabeza hacia atrás.
Mis labios empapados con sus jugos acariciaban los suyo, la estaba besando entre las piernas sintiéndola muy caliente mientras gemía. Sus muslos de duraznos me contenían las mejillas y de vez en cuando apretaban mientras su pelvi subía de forma autónoma.
—Que rico coño tienes—besé su monte de venus —. Es delicioso, el mejor desayuno— su mano se caló en mi cabello y me empujó lentamente haciendo presión hacia abajo guiándome hacia su clitoris el cual restregó contra mis labios.
Me vi obligado a sacar la lengua y aceptar que se frotaba contra mi boca y me jalaba el cabello, esta chica era la representación de una Boss woman pero era un bomboncito cuando lo deseaba.
—Oh, si. Que lengua mas obediente— gimió fascinada.
Mis manos subieron por los costados de su cuerpo hacia sus preciosas tetas, sus pezones hinchados necesitaban ser estrujados contra mis hábiles dedos al igual como mi lengua tallaba su clitoris erecto y duro.
La sentí correrse contra mi cara y me aparté de ella para ver su cuerpo desde mi posición. Su coño había tomado color, estaba brillante; sus piernas temblaban y sus manos acariciaban sus pechos agarrándolos de la base, estaban directos hacía mi llamando mi boca para succionarlos.
Me acerqué a su cuerpo y tomé uno con mi lengua mientras lo frotaba contra mi boca hasta que atrapé uno de sus duros pezones compra mis labios y lo froté sacándole mas de un gemido. Mi pene rozaba su pelvis para luego ser acariciado por su mano. Acariciaba su vulva y luego la cabeza de mi pene par humedecerlo, lo hacia malditamente bien.
—Eres tan grandiosa en esto— gemí y me acerqué a su boca.
—¿Crees que soy grandiosa? ¿Que más?— sonrió mientras atacaba mi cuello con besos.
—Tienes la mejor boca, me mamas como ninguna.
—¿Que más, Jimin?— con su otra mano acariciaba mi vientre hasta llegar a uno de mis pezones y lo acarició provocándome sensaciones increíbles.
— Tienes un par de tetas exquisitas— las acaricié sin dejar de mirarla.
—No sabes lo bien que se siente mi coño al montar— se levantó de su posición obligándome a recostarme contra la cama.
La miré moverse por el lugar, masajear mis pies, acariciar mis piernas para luego tomar mi pene completamente en su boca, tenia la facilidad de hacerme sentir bien cuando lo hacia. Lo empapó en saliva para subirse a horcadas sobre mi pelvis.
—Bienvenido al paraíso, Park Jimin— la cabeza de mi pene entró en ella como si lo succionara desde adentro, estaba contraída para darme esa estreches que tanto buscaba y cuando logro sentarse completamente hizo el ejercicio de moverse de forma controlada.
—DeJi, DeJi— la tomé de las nalgas y la empujé hacia mi siguiendo el ritmo.
—Jimin, Jimin — gimió en mi oído —. Eres tan precioso— acarició mi rostro.
Me miró mientras daba saltitos sobre mi, se apoyaba contra mi pecho para impulsarse y no dejaba de mirarme con esa cara de erotismo, sus ojos nublados, labios entreabiertos e hinchados, cabello suelto y su frente sudorosa.
Sus tetas de balanceaban con ella y me hipnotizaban, mojé mis dedos en mi saliva para frotarlos y ponerlos duros nuevamente, acaricié su piel y luego bajé hasta su entrepierna para frotar su clitoris y lograr que se viniera junto a mi.
—Me correré— gemí sosteniéndole la cintura —. Me tiene mal la forma en la que te mueves
—Lo sé, puedo sentir como te pulsa— apoyó sus manos en mis pantorrillas llevando su cuerpo hacia a atrás moviendo su pelvis rítmicamente, haciendo que mi pene rozara su hueso pélvico y su punto G acabando con ambos.
Luego de acabar ambos ella pasó al baño, yo tomé la bata de baño y caminé hasta la mesa para tomar unas uvas comiéndolas en el sillón cómodamente. La vista desde la ventana delataba un día precioso y los arboles de sakura florecidos.
—Debo seguir atendiendo — la vi nuevamente vestida como si nada hubiera pasado hace unos minutos —. Cualquier cosa que desees puedes hablar por la aplicación— parecía tener apuro.
—Antes de que te vayas— me levanté del sillón caminando hacia ella y coloqué una uva en su boca y antes de que la machacara tomé una parte del fruto escurriendo el jugo entre nuestros labios logrando un beso húmedo y dulce. La cogí por la cintura y seguí besándola, amaba su boca completamente, era increíble con ella y sabía perfectamente que ambos lo éramos. Su dedos entreabrieron las hebras de mi cabello, empujó mi cuerpo contra la pared del cuarto.
—Necesito darte una mamada— gimió contra mis labios.
—Todo tuyo— desaté el nudo de la bata haciendo que se viera mi semi erección lista para ella.
La vi hincarse y pasarse mi miembro por su cara como enviciada, lo lamió haciendo ruidos obscenos, lo besaba, chupaba incluso atendió mis testiculos. Parecía que necesitaba comerme de una forma voraz y yo solo le di el gusto de acariciarle el cabello con cuidado de no dañarla en tu tarea.
—DeJi me tienes adicto a esto— gemí antes de que se quitara mi miembro de la boca.
—Nunca había querido hacerlo tanto como lo es contigo— lamió la punta y me miró —. No se si es el sabor, el tamaño, lo lindo que es, lo perfecto que es...
—Soy tu favorito entonces— sonreí pero no tuve respuesta, seguramente hay otros y eso te cortaba la magia de ser el único.
—Vuelve pronto— acarició mi rostro y besó mi mejilla para luego retroceder y limpiar la comisura de su boca.
La vi salir encontrándome solo en la habitación descubriendo algo importante.
Podría irme a cualquier hotel. Existen muchos lugares cinco estrellas al rededor de Corea, con mejores menúes, vistas y servicio pero ninguno tiene a Kim DeJi. Guapa, carismática, erótica y extremadamente servicial.
Ningún Hotel tiene a Kim DeJi, excepto Hotel Gippeum
Hello girl!
Doy por terminada esta obra. Se que muchas quieren más pero me ha servido este apartado para atraer más gente a mi perfil, conocer sus gustos y abrirme el mundo de los POV's masculinos que creo no haber hecho mal.
Gracias por cada visita, lectura, voto y comentario.
Tengo pendiente la historia de YoonGi y JungKook quienes fueron los mas amados en esta obra, así que sepan que yo las leo y busco cumplir deseos.
Las veo en otra historia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top