Douma y Michikatsu se detuvieron en un parque que encontraron camino a la casa de Zohakuten, ahí es donde fueron todos sus amigos para darles la privacidad que requerían en ese momento.

El oji-arcoiris iba con la cabeza agachada y mirando al suelo, tenía el presentimiento de que el pelinegro lo iba a rechazar ya que en todo el trayecto no retiró esa expresión seria de su rostro.

Se acercaron a un gran árbol que los cubría perfectamente de los leves rayos del sol, al menos así sería más cómodo para ambos llevar a cabo aquella importante conversación.

──Douma... Seré directo, ¿lo que dijiste es verdad? ──Tsugikuni fue el primero en hablar, manteniendo su vista clavada en el cielo mientras recargaba su espalda en el tronco del árbol.

El menor se mantuvo en silencio por varios segundos que se sintieron eternos.

──S-sí... La v-verdad me gustas desde hace mu-mucho. ──Douma solo jugaba con sus manitas sin despegar la mirada del suelo, se encontraba más nervioso que nunca.

El de ojos burdeos no dijo nada, simplemente se acercó al cuerpo del contrario para sujetarlo delicadamente del mentón, levantando su cabeza y así plantando un suave y delicado beso en sus labios, el cual fue correspondido con sorpresa e incredulidad.

──¿M-michi?

──También estoy enamorado de ti, miedoso.

El oji-arcoiris sonrió con alivio y se aferró al cuerpo del mayor, dejando varios besitos cariñosos en sus mejillas.

──Douma, ¿te gustaría ser mi pareja?

El mencionado lo miró a los ojos mientras asentía frenéticamente sin dudarlo ni un solo segundo. Michikatsu lo sujetó con firmeza por la cintura y lo levantó, admirando la infinita belleza que poseía en cada facción de su delicado rostro.

Dió una pequeña vuelta con Douma entre sus brazos antes de volver a dejarlo de pie con suavidad, besando sus labios repetidamente pues se encontraba bastante emocionado aunque no se notara a simple vista.

──¡Me encantas tanto, Michi!

──Me fascinas, señor culo fantasmal.

Ambos soltaron una carcajada y entrelazaron sus manos para ir a la casa de Zohakuten, tenían que informar a sus amigos sobre el comienzo de su relación.

──Supongo que no fue tan malo ir a esa mansión embrujada... Michi, ¿de verdad eres fan de mi culo?

──... Sí.