✶ㅤㅤO4ㅤ ִֶָ
Eran exactamente las tres de la madrugada; la peor hora que podría existir, si le preguntaban al supersticioso de Douma.
El rubio no había hecho nada mas que gritar, abrazar a Michikatsu y jalarle los cabellos por todos los sustos consecutivos que no dejaban de acecharlo.
Y el pelinegro no sabía si debía alegrarse por compartir tiempo con Douma o arrepentirse pues gracias a eso se quedaría calvo antes de los treinta.
[ . . . ]
3:33 a.m.
El menor se recostó sobre una cama para descansar un poco, pues, aunque no lo pareciera, gritar era muy agotador. Bastante.
Cerró sus ojos con cansancio, si tenía suerte lograría conciliar el sueño y el tiempo pasaría más rápido para él.
Pero la vida lo odia.
Cuando estuvo a punto de quedarse dormido, sintió unos leves toques en su hombro izquierdo, haciéndolo sacudirse pues de verdad quería dormir.
──¿Michi? ¿Sucede algo?
Tsugikuni lo miró con confusión, sin saber a qué venía tal pregunta.
──¿Por qué?
En ese momento Douma abrió los ojos para mirarlo, dándose cuenta de que él estaba sentado hasta la otra esquina de la habitación, por lo cual él no pudo darle aquellos toquecitos que sintió.
──Podría jurar que sentí que alguien me toc- ¡AHHHHH!
Algo, o más bien; alguien, jaló al rubio por ambos pies hasta hacerlo caer de la cama.
──¿¡QUÉ PASA CON ESTA PUTA MANSIÓN!? ¿¡VISTE ESO!? ¡VÁMONOS DE AQUÍ!
El oji-arcoiris se levantó rápidamente e intentó correr pero se enredó con las sábanas y cayó al suelo por segunda vez.
──¡MICHIKATSU TSUGIKUNI SÁLVAMEEE!
[ . . . ]
Nakime fue la elegida para esa misión porque su rapidez y baja estatura la ayudarían a escapar sin ser vista, además de que ella era la más sigilosa y hábil entre su grupo de amigos.
La pelinegra salió con éxito de la mansión sin ser descubierta, sonriendo al reencontrarse con el resto.
Esa noche, Nakime disfrutó de jalarle las patas a Douma.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top