──Tu reto es que vayas solo a la mansión “embrujada” que queda cerca del cementerio.

Douma quedó helado al escuchar cuál era el reto que Zohakuten le había asignado.

──¡Sí! Si no me equivoco, la vez que pasamos cerca de ahí dijiste que ni siquiera daba miedo, ¿no?

El rubio sabía que no podía negar sus palabras, pues Michikatsu, su amor platónico, se encontraba escuchando todo mientras parecía burlarse de él con la mirada.

──¡Por supuesto que no da miedo! Lo único que me asusta es que ya es muy tarde y comienza a oscurecer...

Los presentes asintieron con una mueca pensativa. Todos estaban al tanto de la fobia de Douma hacia la oscuridad, pero eso no lo liberaría de su reto.

──Entonces te acompañaremos, pero tienes que ir sí o sí. ──Sugirió Nakime.

──¡Eww, nah! Yo no pienso ir ahí, seguro es un lugar totalmente anticuado, feo y lleno de polvo, no quiero ensuciarme nada. ──Dijo Ume, fingiendo una mueca de asco y desagrado.

──¡Pero no quiero ir solo! ──Lloriqueó el de ojos arcoiris mientras se hacía bolita en su lugar.

Oh, olvidaba mencionar que todos estaban disfrazados por ser la noche de Halloween; Nakime vestía como bruja, Ume y Gyutaro estaban disfrazados a juego como Alicia y el Sombrerero Loco, Zohakuten parecía un pirata, Akaza un oficial de policía, Enmu un mago y Michikatsu un vampiro.

Un vampiro muy apuesto, por cierto.

Ah, y Douma tenía un gran disfraz de calabaza; el “mejor” de todos, sin duda alguna.

──Entonces ve con Michikatsu, se nota que él no le tiene miedo a nada. ──Habló Gyutaro, sabiendo que ninguno de los dos podría negarse ante tal propuesta pues sería como una “cita”... Aunque en un pésimo lugar para el rubio.

Douma se sonrojó inmediatamente al escuchar eso, pues todos sus amigos sabían del amor que le tenía a Michikatsu, excepto él.

Al igual que todos estaban al tanto de que Tsugikuni sentía lo mismo por el de orbes arcoiris, pero no se animaba a confesarlo.

──Iré con él. ──Respondió con un rostro serio el pelinegro mientras se ponía de pie. Parecía que no le importaba en absoluto, pero internamente estaba gritando por la emoción.

Todos salieron de la casa de Zohakuten, que es donde estaban reunidos, para ir hasta la dichosa mansión embrujada.

──Que comience el plan. ──Susurró Ume con diversión mientras caminaba abrazada al brazo izquierdo de su hermano mayor.