21. Would you go with me?
— ¡¿Qué estás haciendo Karina?! — apesar de que la música era bastante fuerte, la voz de Jeno se escuchaba con claridad. Karina tragó duro, bajó la mano lentamente en cuanto Jeno la liberó y retrocedió unos pasos. — Ustedes no deberían estar aquí.
— Es Haechan quien puede decirnos eso, no tú. — Han sonrió con descaro.
— ¿Y tú? ¿No te bastó con lo que hiciste a Yeji?
— Yo no hice nada. — Han excusó con una mano en el pecho sonriendo inocente.
— ¡Eres un maldito! — Jeno lo tomó por el cuello apretando de este, sin darle a Han oportunidad de zafarse fácilmente.
— ¡Jeno, ya basta! — Yeji sostuvo su brazo para que soltara a Han. Lo último que quería era una pelea y más en la fiesta de uno de sus amigos.
— Mejor hazle caso a tu novia. — Han intentó hablar ya que Jeno presionaba su cuello con fuerza. Soltó un suspiro todo irritado y liberó al chico empujándolo al suelo. Karina y Giselle lo ayudaron a levantarse y se alejaron de ellos.
— Jeno... — Yeji lo llamó pero el castaño la ignoró pasando por su lado y tirándose sobre el sofá con las manos pasandose por la cabeza. Yeji se sentó a su lado y puso una mano frotando su espalda de arriba a abajo. La alejó en cuanto el castaño se reincorporó en su lugar. — ¿Estás bien?
— Voy a estarlo, en cuanto mate a esos tres voy a estarlo. — Jeno cerró los ojos mientras soltaba otro suspiro. Yeji puso su mano sobre la de él.
— Cálmate de una vez. — cuando Jeno se dio cuenta de que su mano era cubrida por la de la castaña esta rápidamente la quitó de la suya. Pero Jeno volvió a tomarla y la entrelazó con la de él. Yeji sonrió levemente haciendo a Jeno lo mismo.
— Gracias.
— ¿Por qué? — el castaño frunció su ceño confundido.
— Por estar cuando más lo necesito. — Jeno sintió su corazón enternecer y una sonrisa se formó en su boca mirando al suelo.
Estuvieron un rato conversando de cosas al azar hasta que fue el momento de unirse a la pista de baile. Jeno se levantó primero y le extendió su mano a Yeji la cual aceptó y fue con él. Ambos chicos comenzaron a bailar en sintonía mientras que por los altavoces sonaba "White Lies" de Tokio Hotel. En un momento inoportuno Jeno se encontraba abrazando su cintura mientras que ella tenía sus brazos sobre los de él sin quitar sus ojos de los suyos. Jeno le lanzó una pequeña sonrisa tímida y le dio una vuelta para que ella envolviera sus brazos alrededor de su cuello y él envolviera los suyos alrededor de su cintura otra vez. Por alguna razón Jeno se sentía cómodo teniendo a Yeji muy cerca de él, y pudo ver que ella lo apreciaba de la misma manera solo que su rostro bajaba al suelo con una sonrisa avergonzada. Jeno se encargó de que lo viese tan solo levantar su mentón con delicadeza. Sus ojos brillaban y estaba seguro que los de él también.
De pronto la canción cambió de repente, más al fondo de la pista se escuchaba como la gente alentaba y aplaudía a alguien que se encontraba bailando sola. Jeno divisó pronto con la mirada para solo rodar los ojos en el momento que vio a Karina bailar con sensualidad alrededor del círculo de personas que le seguían aplaudiendo y gritando su nombre. Cuando Karina terminó recibió muchos aplausos mientras que ella le daba una mirada descarada a Yeji, quien pronto captó lo que trataba de hacer.
— ¡Eso fue increíble! ¿Alguien más se anima a pasar al frente? — el DJ preguntó por el micrófono esperando un nuevo oponente, luego de unos segundos de silencio la luz iluminó a Yeji quien decididamente había levantado la mano. Todo el mundo estaba confundido y empezó a murmurar, incluso Jeno estaba sorprendido.
— ¿Qué vas a hacer? — frunció su ceño y Yeji solo le dio una tierna sonrisa.
— Estás apunto a ver. — la castaña se alejó de Jeno y fue hacia el DJ para susurrarle una canción. Este asintió y luego se vio a Yeji arrastrando una silla en medio de la pista, todos estaban algo confundidos, pero la castaña se sentó sobre la silla con las piernas abiertas y los brazos apoyados en ellas.
Empezó a sonar "River" y poco a poco Yeji comenzó a dar los primeros pasos. Todo el mundo empezaba a gritar extaciado mientras Yeji seguía moviéndose a pasos rudos y sensuales. Jeno tuvo sus ojos postrados sobre ella en todo momento de la canción, y para ser honesto debía admitir que la castaña bailaba genial. Incluso pudo ver a lo lejos como Karina la miraba celosamente con los brazos cruzados, cosa que disfrutó en todo momento. En cuanto terminó la canción todos aplaudían a Yeji con exaltación, hasta la misma chica sonrió apenada por ser el centro de atención, caminó rápido hasta llegar a Jeno quien no dejaba de aplaudirle hasta que la tuvo frente a él.
— ¡Eso fue increíble!
— No es para tanto. — Yeji sonrió cabizbaja tocandose el brazo. — ¿Es buena hora para irnos? — sin ningún tipo de reproche Jeno asintió y le tomó la mano para salir de la fiesta.
En cuanto salieron una ráfaga de viento se vino hacia ellos, Yeji se abrazó a si misma tratando de cubrir sus brazos desnudos, Jeno se dio cuenta y se quitó su chaqueta de piel roja para ponerla sobre los hombros de ella. Yeji la tomó y le agradeció en una pequeña sonrisa.
— ¿Y tú? ¿No tienes frío? — Jeno negó sutilmente, aunque por dentro él deseaba su chaqueta para cubrirse del frío prefería mil veces que Yeji la llevara puesta.
— No te preocupes por mí, estoy bien.
— Gracias.
— Por cierto, bailas muy bien. — Yeji lo miró sorprendida para después reírse por debajo. — Enserio, no estoy bromeando.
— No es la gran cosa. — ella se encogió de hombros mientras seguían caminando hacia el auto.
— Yeji, creeme cuando te digo que bailas genial, incluso mejor que Karina.
— Sólo lo dices porque eres mi amigo.
— Te equivocas, lo digo porque es verdad. — Yeji suspiró rendida y sonrió convincente para Jeno.— ¿Dónde aprediste a hacer eso?
— ¿Lo del baile? Es algo que siempre me ha gustado desde que era pequeña. Nunca lo he demostrado frente a otros por vergüenza, pero creo que hoy esa vergüenza que sentía se ha ido. — dijo después de recargar la espalda a la puerta del auto, Jeno también hizo lo mismo con las manos en las bolsas. — No pensé que todas esas personas terminaran por gustarles mi forma de bailar, incluso... debo decir que me siento avergonzada ya que tú me viste hacerlo.
— No hay razón para sentirse avergonzado, yo creo que lo haces muy bien.— con solo ver la sinceridad en la sonrisa del castaño Yeji sonrió también.
Un momento de silencio pasó justo cuando Jeno estaba pensando de que manera la invitaría al baile. No se sentía muy seguro de sí invitarla sería lo correcto a pesar de la farsa que estaba viviendo, aunque ya no lo veía como una farsa después de conocerla aun así sabía que le estaba mintiendo, y eso era lo que más odiaba.
Si todo fuera normal, como si nada, se sentiría capaz de hacer lo que fuera con la consciencia tranquila, pero en ese momento Jeno no sentía tranquilidad en su interior, esa fuerza indomable que creyó que había nacido con ella había desaparecido. Ahora más que nunca sentía que el miedo lo invadía.
Pero ¿a quién le importaba como terminaría esto de todos modos? ¿A quién le importaba lo que él haga o lo que ella hiciera? ¿A quién le importaba lo que él estaba sintiendo en ese momento?
Nadie le diría que hacer ni mucho menos nadie se lo impidiría. Todo estaba en manos de Jeno.
— Yeji... — un suave susurro salió de sus labios haciendo a la castaña girar su cabeza a su derecha.
— Dime, Jeno.
— ¿Irás a la graduación? — una mueca se formó sobre su boca y una sonrisa falsa se dibujó en esta misma.
— Si te soy sincera, no estoy emocionada por ir. Aunque de todos modos tengo que hacerlo y debo recoger mi título. — Jeno se sorprendió por su respuesta y la vio encoger sus hombros con desdén.
— ¿Y si te invitara alguien, irías?
— ¿Y cómo esperas que alguien me invite si no le caigo bien a nadie ni ellos a mí? — Yeji rodó los ojos riéndose de su propia broma.
— ¿Y si te invito yo? — Yeji borró su sonrisa volteando perpleja a Jeno.
— ¿Tú...?
— ¿Aceptarías ir conmigo?
— Debo suponer que me invitas a una cita ¿no? — Yeji alzó ambas cejas cruzando los brazos de forma divertida mientras Jeno rodaba los ojos vacilante.
— Tómalo como quieras. ¿Entonces, aceptas mi invitación?
— No es una más de tus bromas. ¿Cierto? — Yeji se cruzó de brazos con suspicacia. Jeno negó con sinceridad.
— No. Yo quiero ir contigo. — en cuanto mencionó aquello los ojos de la castaña se agrandaron así como su boca y se lanzó hacia Jeno abrazándolo feliz por el cuello, mientras él trataba de recuperar el equilibrio para no caer juntos sosteniendo su cintura con sus brazos. Jeno estaba sorprendido por la reacción de Yeji, pero más estaba feliz porque sabía que había aceptado. — Pensé que no estabas emocionada por ir a la graduación. — dijo para cuando Yeji separó su cabeza de su hombro, pero sin soltar su cuello.
— No puedo decir que no cuando se trata de ti. — una diminuta sonrisa apareció en ambos. Jeno tenía tan cerca a Yeji que podía respirar su perfume olor de vainilla a milímetros. Se dio cuenta que sus manos seguían rodeando su cintura, pero decidió no soltarlos. No quería hacerlo.
La castaña por el contrario no lo soltó del cuello, y tanto Jeno como ella ya estaban mirandose a los ojos. Jeno debía admitir que jamás se imaginó que los ojos de Yeji fueran tan hermosos mirandola de cerca, un color avellana que sólo unos ojos como los de ella podían poseer.
Con el dorso de sus dedos acarició suavemente su mejilla mientras esta se inflaba por medio de una sonrisa tierna. Luego sus dedos movieron un mechón de cabello poniéndolo detrás de su oreja.
— Eres muy bonita, Yeji. — murmuró suavemente haciendo que un sonrojo adornara sus mejillas mientras escuchaba el sonido de la saliva tragar por la garganta, como si se hubiera puesto nerviosa. Jeno le sonrió con ternura y miró a su boca... estaba muy cerca de ella. Yeji subió la mirada de los labios del castaño hacia sus ojos y luego de vuelta. Jeno sabía que si no era ahora no sería después, y no tendría otra oportunidad como la que se le estaba presentando en ese mismo momento cuando se inclinó poco a poco hacia ella.
Y la besó.
Sus labios acariciaban los de Yeji mientras sus manos abandonaban su cintura y subían a su espalda aferrandola más a su cuerpo, mientras Yeji rodeaba los brazos en su cuello un poco más, aferrándose más al beso que Jeno la incitaba. Una mano pasó por su mejilla derecha para tener más fácilidad de permanecer más tiempo sobre sus labios, y Jeno no hacía otra cosa que solo introducir su lengua para saborear cada pedacito y rincón de esa pequeña boca que se había convertido en su nueva y dulce adicción.
Les regalo este pedacito de texto porque no he tenido mucho tiempo para escribir ultimamente, disculpen. 🥺
Aun así, espero lo hayan disfrutado mucho.
Dato extra: por si no han visto el cover de Yeji bailando "River" se los recomiendo, solo para que se den una idea de lo que traté narrar aquí.
Nos vemos luego. 🥰💖
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