19. Do you like it
Yeji estaba afuera de la oficina del Director junto a la profesora, quien de brazos cruzados y espalda a la pared la miraba con severidad y repudia. En cambio la castaña, mantenía la cabeza mirando al suelo con las manos una sobre la otra. Sus manos estaban frías y el rastro de lágrimas quedó impregnado sobre sus mejillas. Yeji tenía miedo de entrar a esa oficina y que el Director no le creyera absolutamente nada. Ni siquiera contaba con una oportunidad para una explicación, conociendo la clase de hombre que era el Sr Kang. Egoísta y favoritista con la mayoría de algunos de sus alumnos.
Escuchó voces en el interior de la oficina, acercándose a la puerta. El estómago lo sintió retorcerse y su cuerpo tembló cuando escuchó la perilla abrirse para ver a dos chicos salir de la oficina.
— Entra. — la profesora le hizo un ápice con la cabeza hacia la puerta. Yeji la miró detenidamente y luego al interior de la oficina. Dándose por vencida dio un paso al frente apunto de entrar cuando escuchó una voz detrás de ella.
Se dio la vuelta y sus ojos se agrandaron al ver a Jeno parada frente a ella.
— ¿Señor Lee, qué hace aquí? — la profesora intervino confundida, pero Jeno ni siquiera se dignó a darle una respuesta, mucho menos a verla.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
— Entra.
— Pero...
— Yeji, confía en mí. Solo entra.
(...)
— ¡No puedo creerlo! — Mark miraba el techo de la habitación con los brazos cruzados y la espalda a la pared, con una sonrisa incrédula en sus labios y luego miró a Jeno. — ¡Estás loco!
— Ya deja de quejarte. — él seguía mirándose en el espejo de cuerpo completo, acomodándo su chaqueta de cuero roja.
— ¿Eso qué significa? — de pronto se giró para ver al rubio frunciendo el ceño.
— ¿De qué hablas?
— ¿Por qué le dijiste al Director que el vaporizador era tuyo cuando ambos sabemos que no es verdad?
— ¿Ambos? — Jeno volvió a girarse a él y Mark rodó los ojos.
— Bueno, Yeji no lo sabía.
— De todos modos eso no importa, ella ya no será expulsada.
— ¿Y tú? — Jeno frunció el ceño mirándose al espejo.
— ¿Yo qué?
— ¿No te preocupó haber tomado el riesgo de ser expulsado? — Jeno sonrió descaradamente volteando la cabeza hacia su amigo.
— Mark, soy Lee Jeno. Nada puede derrotarme.
— Lo que digas. — Mark rodó los ojos. — ¿Hablaste con ella?
— Sí.
— ¿Y bien? — por alguna razón Mark estaba curioso, y eso le empezó a molestar un poco a Jeno en el momento que volteó por cuarta vez con una cara de aburrimiento.
— ¿Supongo que quieres saber algo, no?
— Quizás. — el chico encogió sus hombros con una sonrisa divertida. Jeno rodó los ojos negando hacia el techo. — ¿Qué te dijo después?
— Al principio se puso histérica como tú. Pero después le dije que era lo mejor ya que deseaba darle una lección a Han. Ella ya no dijo y terminó dándome las gracias.
— ¿Y te sientes bien?
— ¿A qué te refieres?
— ¿Te sientes bien por lo que hiciste? — Jeno no respondió por unos largos segundos, mirando a Mark por encima de su hombro en el espejo, hasta que se encogió de hombro.
— No lo sé.
— ¿Cómo no lo sabes? ¡Mentiste por una razón, Jeno! ¿Quieres saber que pienso de eso?
— No.
— ¡Ja! ¡¿Lo ves? Dices eso porque no te conviene escuchar lo que ambos sabemos!
— ¿Y según tú, que es lo que ambos sabemos?
— Estoy seguro de que lo sabes. — Jeno por fin se giró completamente para ver a su amigo.
— Mark, lo que hice allá fue por ayudar a Yeji. Acusar a Han no era la mejor opción, y quiero asegurarme de que ese imbécil no vuelva a molestar más. Por otro lado, Yeji y yo solo somos amigos, así que dejáte de estúpideces. ¿Quieres?
— ¿Son tan amigos que ahora te arreglas mucho para ver una película con ella esta noche, no crees? — Mark reprimió una carcajada pero fue imposible, y el rostro de Jeno se volvió más severo. — Lo sien...
— ¡Ya vete, Mark. Adiós! — en realidad Jeno no se lo decía enserio, pero no soportaba que nadie de burlara de él con el fin de verlo molesto. Mark salió de la habitación sin antes decir: "¡Que te vaya bien en tu cita!" solo así, Jeno pateó al aire como lo haría un niño pequeño apunto de hacer una rabieta.
Se miró una vez más al espejo completo, hizo una mueca al ver que la chaqueta que llevaba no le convencía del todo y terminó por quitársela. Fue a su armario y llenó sus brazos con cientos de chaquetas y abrigos para salir.
Esto no es una cita, así que no debo preocuparme por nada.
Le decía a su mente, pero su engreimiento lo hizo pararse de nuevo sobre el espejo probándose una prenda por otra. Luego de cinco minutos, Seulgi entró por la puerta.
— ¿No deberías tocar antes de entrar?
— La puerta estaba abierta, y cállate, no seas grosero. — justificó sin emoción en su voz. Luego su tono cambió a uno más sorprendido. — ¿Vas a salir?
— ¿Es obvio, no crees? — Jeno se quitó una chaqueta beige y la tiró hacia el suelo para probarse otra.
— Aunque te veo agitado. ¿Estás bien?
— Nunca me había preocupado tanto por mi imagen, sabes. — Jeno soltó un suspiro cansado y acalorado después de haberse probado casi todo su armario y sin saber que ponerse. Esto lo estaba estresando.
— ¿Por qué lo dices?
— No es nada, olvídalo. — negó y se sentó en la orilla de la cama junto a ella.
— Tal vez pueda ayudarte si me dices a donde irás. — Seulgi sonrió y recorrió la mirada hacia la ropa revuelta sobre la cama y suelo.
— Quedé con Yeji para ir al cine y... — antes de que pudiera terminar, un suspiro sonoro se escuchó por parte de la pelinegra. Jeno se volteó con el ceño fruncido. — ¿Qué?
— No me lo puedo creer. — negó la cabeza y tapó su boca evitando salir una risa que no tuvo éxito.
— ¡Seulgi!
— Ya, me callo. — se quitó las manos de la boca. — Es solo que me sorprende.
— ¿Qué cosa?
— Antes cuando solías salir con otras chicas no te veía tan preocupado como ahora. Pero ya es diferente.
— ¿Diferente en qué?
— No te hagas el tonto, sabes porque estás así.
— Creeme que no tengo la mínima idea de a lo que te refieres.
— ¿Enserio quieres que sea yo quien te lo diga, Jeno? — él se encogió de hombros como señal de no saber que responder. Seulgi rodó los ojos con incrédulidad y los regresó hacia el castaño. — Es claro que por alguna razón Yeji te interesa.
— Si no me importara no la hubiera defendido.
— Yo no hablo de eso. Hablo de que de alguna manera ella te interesa mucho. A ver, dime. ¿Por qué no le dijiste la verdad a tu Director en lugar de acusar al tipo que la metió en problemas? — los ojos de Jeno se abrieron con sorpresa, pero sobretodo de miedo.
— ¿Quién te lo dijo?
— Accidentalmente escuché un poco de tu conversación con Mark. No te preocupes, no le diré nada a tu padre. — ella le dio una sonrisa tranquilizadora mientras que él soltó un suspiro de alivio.
— Gracias, Seulgi.
— Pero quiero saber algo. ¿Te gusta, Yeji?
— ¿Por qué debería de gustarme?
— Pueden ser por muchas cosas, pero la más exacta es preocuparse porque dirá de tu aspecto. — Seulgi lo miró de arriba a abajo, en cambio él soltó una risa sacástica.
— Eso es una tontería. No me arreglo para nadie ni siquiera para Yeji, ella y yo solo somos buenos amigos. Es todo.
— ¿Por qué no me crees? ¿Acaso crees que no podrían ser una buena pareja?
— ¿Por qué insistes tanto? Ya te dije lo que pienso.
— Deberías pensar dos veces lo que dices antes de hablar. Sé que no conozco a Yeji, pero de lo poco que me has hablado sobre ella, sé que podría ser una buena chica para ti.
— Seulgi...
— Cállate, aun no he terminado. — la mujer se acomodó mejor sobre el borde de la cama. — ¿Quieres saber como estoy tan segura de eso?
— No. ¿Cómo?
— ¿Tienes alguna foto de ella? — por un momento Jeno frunció el ceño, pero terminó asintiendo y buscó en su celular una foto de la chica. Era una foto que le había tomado el día que salieron a tomar un Starbucks por segunda vez, Yeji estaba bebiendo distraídamente, pero eso no quitaba que fuera una buena foto.
Ella ni siquiera sabía de la existencia de esa foto, y Jeno no pensaba abrir la boca por nada del mundo.
— ¿Es ella? — Seulgi miraba la foto perpleja con una sonrisa y aunque no estuviera mirando a Jeno, este asintió de todos modos. — Es muy bonita, no sé como es que no te has fijado en ella todavía.
— ¿Porque tendría que fijarme en ella? — Jeno cruzó una ceja hacia Seulgi.
— Creo que la razón es muy obvia.
— Solo es una chica bonita.
— Claro, pero ¿quieres saber algo? Me agrada. Sé que suena loco, pero solo con verla se nota que sabe mucho sobre la moda solo con ver su atuendo. Su cabello me gusta mucho y su rostro es muy tierno. Estoy segura que es una persona bastante dulce y agradable ¿O no?
— Yeji tiene una personalidad muy inefable. — una ligera sonrisa se le escapó de los labios a Jeno.
— ¡¿Lo ves? Hasta tú lo piensas así! No sé porque te haces el tonto, Jeno. ¿O es que te da miedo enamorarte?
— ¡¿Qué?! — él se giró estupefacto hacia ella. — Y-yo no le tengo miedo a nada.
— ¿Y entonces? — Jeno duró unos segundos en silencio mirando a la nada. Luego una mueca se formó en su boca antes de hablar.
— Enamorarme no es lo mío. Ella y yo no somos compatibles de todos modos, vivímos en mundos distintos y yo solo puedo verla como una amiga.
— Jeno... — Seulgi puso una mano sobre su hombro. — Todo el mundo tiene derecho a enamorase, y está bien tener miedo. Lo que no está bien es negar tus sentimientos, porque si ahora la tienes a tu lado, no quiero imaginar el día que ya no la tengas contigo. Piensa que esa chica te ha cambiado en algo y estoy segura de eso. Sé que solo soy tu madrastra, pero también me preocupo por ti. Solo quiero que seas feliz con una chica que de verdad valga la pena llorar y velar por ella. De lo contrario si crees que Yeji no es para ti, te prometo que no te discutiré más el tema. Solo piénsalo.
Seulgi se levantó de la cama lléndose a la puerta, pero se detuvo en el marco con una mano sobre este, volteando otra vez hacia el castaño.
— En cuanto a tu atuendo, ponte lo que quieras, estoy segura que a Yeji no le importará lo que uses.
(...)
10:56 pm
La venida había sido muy diferente para Jeno. En primer lugar, ni siquiera fue a buscar a Yeji en su auto, ya que cuando iba en camino a su casa se olvidó del vehículo, quedando como un idiota. Pero al ver que a la chica no le molestaba en absoluto, se sintió en paz. Ahora venían caminando desde la Galería del cine hasta la casa de la castaña. Hacía algo de frío, pero a ellos no les importaba mientras seguían conversando y riéndose un par de veces.
— ¿Estás segura de que puedes beber eso? — Jeno apuntó con un dedo hacia el vaso desechable que la castaña tenía en sus manos, mientras bebía el dulce y frío líquido con el popote.
— Tengo una chaqueta peluda cubriendo todo mi cuerpo ¿Qué te preocupa? — señaló su chaqueta blanca aborregada con obviedad, sorbiendo de nuevo el popote.
— Como quieras. Solo no me llames cuando te enfermes. — bromeó.
— Si eso llegara a pasar tú serás el primero en saberlo. — Jeno soltó una risa pequeña por debajo, llegando a la puerta de la casa. — Gracias por la película. La próxima vez te invitaré yo. — él rió negando con suavidad ante los ojos brillantes de Yeji.
— No te preocupes, me divertí mucho.
— Yo también me divertí mucho. — una sonrisa se le escapó mirando hacia el suelo. Yeji se acercó para darle un beso en la mejilla, pero cuando Jeno alzó la mirada terminó rozando sus labios cerca de sus comisuras haciendo que los dos se sorprendieran y se separaran rápidamente.
Tanto él como ella miraban al suelo sin poder mirarse.
— Y-yo... lo si-iento...
— No, no te preocupes. — él le sonrió gentilmente y ella asintió.
— Te veré... el lunes. ¿Verdad? — él asintió ante su torpeza sin quitar su sonrisa. Ella se despidió y entró a la casa.
Jeno seguía mirando a la puerta, sin moverse. Aun podía sentir el suave roce sobre su comisura que empezó a sonreír como un tonto. Pero en cuanto se dio la vuelta, su sonrisa desapareció al ver una figura recargada con los brazos cruzados sobre una farola frente a la casa. Cada vez que se acercaba su ceño se iba frunciendo y su confusión aumentó más.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
— Eso mismo me pregunto yo. ¡¿Qué demonios haces con Yeji?! — la voz de Hyunjin se volvió violenta, lo que le sorprendió mucho al castaño. Pero luego soltó una risa descarada.
— ¿Qué te importa a ti? ¿No tienes algo mejor que hacer con tu vida? — dicho eso le dio la espalda a punto de irse.
— Mi vida no te interesa. ¡Pero lo que si me interesa es saber quien es el tipo con el que sale mi hermana!
~ Volviii 💕 sé que nadie se lo estaba esperando, pero he vuelto y también estoy bien. Espero este capítulo haya sido de su agrado, aunque ultimamente no estoy tanto en Wattpad trataré de subirles más capítulos, haré el intento. Espero todos estén bien y gracias por leerme. Nos vemos. ✨️
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