02. The bet
Las miradas se posaron sobre Jeno una vez que dio el primer paso hacia la entrada de la Universidad, pero estas no parecían ser miradas de elógio y respeto como él solía esperar.
Había quienes le miraban estupefactos y quienes se alejaban cuando pasaba o incluso evitaban hacer contacto visual con él. Hasta las mismas chicas lo miraban perplejas y sus rostros estaban llenos de tristeza, tanto que hasta los mismos hombres le daban la espalda al pasar. Y los murmullos fueron la razón por la que llegó a pensar que algo andaba mal.
Llegó a su aula y parecía que todo se volvió en un profundo silencio cuando entró. Las miradas se percaptaron sobre de él pero las ignoró y se fue a sentar a su lugar junto a Mark, el cual estaba con la vista en el celular.
— Mark — murmuró su nombre y este volteó la mirada hacia él. — ¿Qué está pasando? — Mark tardó unos segundos antes de responder y voltear a verlo.
— Estás muerto.
Esas palabras confundieron mucho a Jeno que lo hizo fruncir el ceño. Mark miró a su celular y después al castaño.
— Alguien publicó un vídeo en Instagram de tu conversación con Jaemin. — susurró, y los ojos de Jeno se agrandaron que tomó su celular para ir a instagram. Una vez que encontró el vídeo, quedó helado.
— No... esto... esto no puede estar pasando. — negó con la cabeza varias veces, mirando a la pantalla. Mark se encogió de hombros sin argumentar y Jeno miró hacia él. — ¿Quién fue?
— Si lo supiera te lo diría. Pero por ahora deberías preocuparte en como vas a borrar eso, alguien más lo pudo haber visto... incluso tus proveedores. — la cara de Jeno se formó a una de terror de solo pensar aquello. Volvió a instagram y como si Mark lo predijera, empezó a recibir un muchos comentarios de odio, incluyendo de algunos de sus proveedores, cancelando todos sus contratos con él.
Sentía que el mundo se le acababa en tan solo unos minutos. Dejó el celular en la mesa y se pasó las manos por la cara con frustración hasta llegar a su cabello, estirando de sus extremidades.
— Jeno, para. — Mark le quitó las manos y las puso en la mesa para tranquilizarlo.
Luego de unos minutos Haechan entró corriendo en dirección hacia ellos.
— ¿Ya te enteraste? — puso las manos sobre la mesa de Jeno mientras controlaba su agitada respiración. Jeno volteó a verlo con expresión carente.
— ¿De qué?
— Publicaron un vídeo tuyo con Jaemin hablando. — Jeno rodó los ojos mientras dejaba caer sus brazos seguido de un suspiro.
— ¿Por qué no me sorprende? — contestó de lado con ironía.
— ¿Y qué es lo qué piensas hacer? — Mark preguntó con cautela.
— Primero que nada a encontrar al imbécil que publicó eso, después veré que haré.
— No es por presionarte pero, deberías apresurarte. Te están acusando por lo que le dijiste a Karina. — le dijo Mark.
— Esto se tiene que arreglar, de una, u otra forma.
(...)
— ¡Na! — Jeno gritó caminando hacia Jaemin mientras este dejaba de revisar el interior de su casillero para voltear a verlo.
— ¿Qué pasa? — el rubio preguntó con serenidad.
— Dime que no tuviste nada que ver con ese estúpido vídeo. — Jaemin frunció su ceño mirandolo confundido.
— ¿De qué hablas?
— Sabes bien de lo que hablo. El propietario de quien subió eso a la red tiene tu nombre. — Jaemin se cruzó de brazos y luego soltó una risa entredientes mirando al suelo. — Jaemin. — alargó con severidad.
— Pues sí, fuí yo. — confesó sonriendo. — Además de tener la descencia de competir contigo también soy un maravilloso genio de la tecnología ¿cómo ves?
— Lo que veo es como voy a partirte la cara en este momento.
— No hay necesidad de violencia, Jeno. Aunque, si te molesta, es claro que no lo querías decir enserio. ¿Verdad?
— ¡Pero no por eso tenías que hacerlo público, imbécil!
— ¿Y ahora te preocupas? — Jeno no respondió a nada y una expresión de asombro se dibujó sobre la cara del rubio tapando su boca. — Oh, no ¿no me digas qué estás preocupado? — Jaemin soltó una irritante carcajada. — Quién lo diría, el famosísimo Lee Jeno tiene miedo.— formó un cartel invisible con sus manos frente a la cara del castaño.
— No digas estúpideces.
— De todos modos no veo ningún motivo para borrarlo, quizá sea bueno hasta que termine el ciclo escolar.
— ¿Lo piensas dejar así? — exclamó incrédulo con los ojos muy abiertos.
— Pues sí.
— Eres un cínico.
— Y tú un idiota por no saber discernir. — su voz se volvió más grave y su semblante severo. — Deberías saber que ya nadie te va a buscar, ni a querer, ni a...
— Ya cállate.
— Solo digo que ni siquiera una chica querrá acercarse a ti ni por más tonta que esté ¿cómo por ejemplo Karina, no? — fingió un puchero al final, recordandole lo que había dicho sobre ella.
— Deja el tema de Karina en paz ¿quieres? Y para que sepas yo puedo buscarme a otra novia cuando yo quiera. — se señaló con el pulgar con una expresión seria pero asegúradora en su rostro.
— Bien, hazlo. Te doy hasta el día de la graduación, ya que falta poco. Si lográs conseguir una cita para entonces me aseguraré de que el vídeo sea borrado. Diré que me lo inventé o algo así. ¿Eso te es suficiente? — Jeno lo miró estupefacto por unos segundos antes de fruncir el ceño y cruzarse de brazos.
— ¿Y por qué debería de confiar en ti?
— Porque quien mejor que yo para que todo vuelva a estar en su lugar. No queremos que te deprimas por el resto de tu vida ¿verdad? — arqueó una ceja con sorna y Jeno rodó los ojos de lado.
— Como sea.
— Solo te recomiendo algo. — Jeno puso atención mientras Jaemin cerraba su casillero y se colgaba la mochila. — Si vas a buscar una cita, busca que no sea algo básico. Búscate algo nuevo, algo así como un reto, solo para hacerlo más interesante. — Jeno se lo pensó por un momento mirando en su lugar, pero terminó haciendo un mohín y asintiendo convencido.
— Muy bien.
— Solo una cosa más. En cuanto consigas a tu nueva cita avísame, solo para asegurarme de que no te echaste para atrás y así pensar que tienes miedo. — Jaemin sonrió inocente y Jeno hizo rodar sus ojos con fastidio.
— Como quieras.
(...)
— Entonces, tú y Jaemin hicieron una apuesta. — Haechan volteó hacia él desde su asiento y Jeno asintió en respuesta.
— Bueno, no es una apuesta como tal, pero algo parecido.
— Y así que tienes que buscar una cita para antes del baile ¿no? — Jeno volvió a asentir.
— Si lo hago Jaemin se hará responsable del vídeo y mi vida volverá a ser como antes.
— Por tu cara veo que te emociona hacer esto.
— Sí, algo. — se encogió hombros. — Pero no estoy muy seguro de que encuentre a una chica para el día del baile.
— Ya que todas te odian. — Haechan canturreó divertido cerca de su cara hasta notar a Jeno mirarle mal, y solo así dejó de burlarse.— Okey, es broma. Pero puede haber alguien ¿qué tal ella? — señaló disimuladamente a una chica rubia de labios rojos.
— No, Jaemin dijo que buscara todo menos básico.
— Okey, okey. — Haechan paseó su mirada por todo el aula en busca de otra opción. — ¿Ella? — señaló a una chica con lentes y con el cabello pintado de morado. Jeno hizo una mueca de disgusto al instante.
— ¿Estás loco? No me gustan las chicas con lentes, se ven muy feas.
— No es cierto. — Haechan rechistó mirandolo mal. — ¿Y qué tal... ella? — esta vez señaló a una chica del rincón en su asiento mirando atenta hacia sus apuntes con un lápiz en la mano. Jeno arqueó una ceja perplejo y luego miró a su amigo.
— ¿Enserio, Haechan? - espetó con incrédulidad dejando todo confundido al chico. — No voy a salir con ella.
— Es la única chica que no se da cuenta de quien eres. Ella sería una buena opción para ti.
— Prefiero irme con la de los lentes y pelo malteñido. — sonrió irónico y borró su sonrisa rápido.
— No es mala idea, Jeno. Además, debes de admitir que no es fea.
— No es por eso, ¿pero te das cuenta de como se viste? — señaló hacia la castaña para que su amigo la viera con determinación. — Es una friki.
— ¿Te da miedo? — Haechan le lanzó una mirada burlona.
— No, per-
— Entonces hazlo.
(...)
Ambos chicos estaban sentados en una mesa de la cafetería esperando a Mark llegar. Jeno se pasaba las manos por el cabello hacia atrás una y otra vez con frustración ya que se negaba rotundamente a hacer lo que Haechan le decía.
— Ya dejate ese cabello, me desesperas. — Haechan lo regañó mientras Jeno dejaba caer sus brazos en la mesa de un golpe seco, mirando hacia él.
En eso llegó Mark sentandose en su mesa frente a ellos, y al ver a Jeno arqueó una ceja con confusión.
— ¿Y ahora por qué esa cara? — Mark soltó divertido mientras Jeno abría la boca para decir algo, pero fue interrumpido por Haechan.
— Jeno hizo una apuesta con Jaemin. — Mark miró perplejo al moreno y despues a Jeno.
— ¿Es enserio?
— No es una apuesta como tal. — aclaró cruzando sus brazos — Solo tengo que conseguir una cita para el baile de graduación y entonces él borrará el vídeo.
— ¿Y por qué decidieron hacer eso, digo, lo de la cita? — preguntó con la boca llena de hamburguesa.
— Porque Jaemin me molestó con lo de que ya nadie me iba a buscar, así que le dije que yo podía conseguirme una novia cuando quisiera. — rodó los ojos reprendiendo con un suspiro.
— Mm, de acuerdo. — Mark pasó la comida antes de hablar entrelazando sus manos sobre la mesa — ¿Y a quién se te ocurre?
— No quiero ni decirte.
— Se me ocurrió a mí, pero Jeno se niega porque es la chica más extraña de todas. — Haechan soltó una risita entre dientes.
— ¿Quién es? Diganme. — Mark estaba emocionado mientras que Jeno renegaba con una mano en su frente.
— La friki. — mencionó Haechan. Mark se quedó perplejo por un momento para pensar quien era. Hasta que segundos después reaccionó con los ojos muy abiertos y una mano tapó su boca para evitar una carcajada.
— Espera... — puso las palmas frente a ellos. — No me digas que es Yeji.
— ¿Pues quién más?
— ¿Es enserio? — soltó una carcajada mesiendose hacia atrás. — ¿Hwang Yeji?
— Ella misma. — Jeno respondió con desdén mientras el rubio se echaba a reír más hasta que las lágrimas salieron por si solas. Se volteó a ver a Jeno.
— Ella ni en un millón de años te hará caso.
— Ni que me importe. — murmuró con desdé.
— Pero debería, ya que tu dijiste que no le tienes miedo a nada. — Haechan le recordó sus palabras balanceando un dedo por su lado.
— No puedo creerlo, ¿Saldrás con Hwang Yeji, la friki? — Mark seguía sin creéselo y Jeno le lanzó una mirada de mala muerte. — ¿Lo harás?
— Ya que.
— Bien, porque ella está por allá. — Haechan le señaló con su pulgar sin ver a donde estaba la chica. Jeno la vio pasar por la puerta de la cafetería y como se sentaba en una mesa apartada de las demás, sola.
— Vamos, Jeno. Tú puedes hacerlo. — le alentó Mark mientras este rodaba los ojos y se levantaba de su asiento. — Suerte.
— No la necesito, sé lo que hago. — soltó lleno de confianza y fue hacia donde estaba Yeji.
Aunque no tenía miedo de nada si estaba algo nervioso, ya que nunca había entablado una palabra con ella. A excepción del insulto que recibió por su parte del día anterior.
Estaba muy cerca de su mesa y se percaptó de que ella estaba muy concentrada escribiendo en su libreta. Se limpió el sudor de sus manos que por alguna razón salió de estas, en su ropa, y se aclaró la garganta antes de hablar.
— Hola, Yeji.
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