01. He was

Jeno caminaba por los pasillos de la Universidad mientras todos posaban su mirada sobre de él.

Su sonrisa desplomaba por sus comisuras llevándose así suspiros de todas las chicas que se sentían desvanecer con tan solo una miradita que él les diera, incluso si era algo insignificante. Mientras que algunos chicos solo se le quedaban mirando en silencio a sus espaldas.

A Jeno le gustaba esa clase de atención sobre todo en las mujeres, y como no quererlo si era uno de los chicos más populares de toda la Universidad.

Algunos se preguntaban que era lo que la gente veía en él. Tal vez era su inefable rostro, su encantadora sonrisa o su cuerpo bien tonificado. Su cabello color castaño de lado con unos cuantos mechones cayendo sobre sus ojos marrones, incluso así lo hacía verse más atractivo todavía. Su dinero y su fama era cosa extra, pero también resaltadora.

Era considerado como un estándar de belleza dentro de la sociedad masculina, algo que a él no le molestaba en absoluto. Pero tampoco esperaba ver a todos terminar como lo que era él.

En conclusión, él era amado por todos, era Lee Jeno y nada ni nadie podía cambiar eso.

Después de pasar por unos cuantos pasillos llegó hacia su casillero, solo para sacar algunos libros para su primera clase. Mientras los metía a su mochila sintió una mano sobre su hombro haciendo un poco de presión, como si quisiera que volteara. Se dio la vuelta para ver a su amigo Haechan.

- ¿Dónde estabas? - preguntó curioso el moreno mientras veía a Jeno cerrar su mochila casi vacía y como se la colgaba en el hombro.

- ¿De qué hablas? -frunció su ceño cerrando su casillero de un azote mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Dónde estabas el viernes? - insistió.

- Ah, eso. - sonrió inocente con una mano acariciando su nuca - Estaba en el Club Vera.

- ¿Tú solo?

- Con Karina. - negó y una mueca de disgusto se formó sobre su rostro al final.

- ¿Hablas de Yoo Jimin, verdad? - preguntó el pelinegro y Jeno asintió.

Haechan le echó una mirada rápida y luego sonrió divertido negando la cabeza.

- ¿De qué te ríes? - Jeno frunció las cejas contagiandose de la extraña expresión de su amigo.

- Ella no tiene ni idea de lo que estás haciendo ¿o sí? - el castaño negó con la cabeza con despreocupación.

- No, no tiene porque.

- Como sea, de todos modos Mark me dijo que te lo recordara por si acaso.

- Como si eso hiciera falta - se encogió de hombros haciendo una mueca de disgusto - De todos modos ya se dará cuenta.

Ambos chicos salieron del pasillo y se encaminaron hacia sus clases. Una vez que salieron después de dos horas de clase se reunieron en la cafetería para el descanso junto a Mark, y estuvieron allí por un buen rato hablando.

De regreso venían por el pasillo conversando y riendo de diversas cosas, pero todo eso cambió en cuanto Jeno miró hacia al frente con una expresión de desagrado sobre su rostro.

- Hola, Jeno. - Karina apareció frente a ellos con una dulce sonrisa mirandolo con afabilidad.

El chico miró hacia arriba soltando un suspiro y se volvió hacia ella en una expresión fría.

- ¿Qué quieres? - soltó cabreado, sin importarle que a su lado estuvieran sus amigos mirando y escuchandolo todo.

La castaña desvaneció su sonrisa quedando perpleja, y fue entonces que Jeno la tomó de mano y la llevó consigo lejos de sus amigos.

- ¿Qué quieres? - volvió a repetir volteandose a verla y cruzandose de brazos.

- Y-yo... yo solo quería hablar contigo. - Karina empezó a hablar en voz baja y temblorosa, mientras pasaba saliva nerviosa.

- ¿Y de qué? - Jeno se encogió de hombros con indiferencia, sin mostrar una pizca de cautela en sus palabras. - Ya te dije todo lo que tenía que decirte.

- Pe-pero... Jeno, yo te quiero...

- Pero yo a ti no, y más te vale que lo entiendas. - soltó con crueldad que las lágrimas de Karina empezaron a bajar por sus mejillas, mientras mantenía su vista en él. Jeno se mantuvo allí, mirandola con superioridad sin decirle una sola palabra.

Karina miró hacia el suelo haciendo que su flequillo tapara sus ojos. Sorbió su nariz antes de volver a mirar a Jeno con los ojos cristalinos y mirada hiriente.

- Pero... tú dijiste que me querías y todo lo que me dijiste esa noche...

- No significó nada, Karina. Ya déjalo como está. ¿Entiendes? - la chica mantuvo la boca abierta pero ya no respondió, y Jeno ya no soportaba verla más por lo que se dio la vuelta sin antes decirle una última cosa. - Ah, y no me vuelvas a buscar.

Se fue alejando y dejando a la chica llorando para regresar con sus amigos.

- ¿Qué hiciste allá? - preguntó Haechan con la cabeza de lado mirando por donde había llegado.

- Solo hice lo que tenía que hacer y ya.

- Dime que no hiciste lo que creo que hiciste. - Mark le miró severo mientras se mantenía con los brazos cruzados y la espalda a la pared.

- ¿Y cómo querías qué se lo dijera, eh? - le apuntó con la barbilla en un acto de reclamo. - Yo no tuve la culpa, ella fue la que se enamoró.

- Aun así no debiste ser tan cruel con ella.

- Mira quien lo dice. - Jeno sonrió con falsedad hacia el rubio, y Mark negó la cabeza con desconcierto, mirando hacia arriba - ¿Estuviste espíando?

- No tenía porque hacerlo, todo se escuchaba hasta acá. - le contestó encogiendose de hombros.

Durante la jornada no hicieron más que dedicarse a sus clases hasta que la campana sonó indicando que era hora de salir.

Jeno recogió sus cosas y se llevó la mochila al hombro para salir del aula e ir a su casillero. En su camino revisó su mochila para ver que nada le faltara, y al ver que no encontraba algo que buscaba pensó en regresar al aula por ello.

Pero al querer darse la vuelta chocó con una chica que hizo que esta terminara en el suelo junto a sus libros sobre este. Jeno se quedó allí mirandola de pie, sin hacer nada, ni siquiera consideró ayudarla.

- ¡Fíjate por dónde caminas! - espetó y en cuanto la chica se levantó con sus cosas en manos le lanzó una mirada de mala muerte a Jeno.

- ¡Eres un estúpido! - blasfemó y pasó por su lado a irse.

Jeno quedó pasmado pero gruñó entredientes mientras la veía irse.

- ¿Qué fue eso? - Haechan apareció con una mano sobre su hombro abriendo la boca, estupefacto. - Jamás había visto a alguien que se atreviera a insultarte.

- Cállate.

- Oh, vamos, sabes que estoy bromeando. - trató de animar zarandeando de su hombro, pero solo provocó que Jeno se enojara más y Haechan se apartó con cautela.

- ¿Qué pasó? - Mark se colocó a su lado con las manos sobre sus bolsillos.

- Insultaron a Jeno.

- ¿Quién? - Mark se emocionó con los ojos muy abiertos.

- ¿Qué importa quién haya sido? Es una perdedora de todos modos - escupió dando una última mirada hacia atrás y se dio la vuelta para ver a Haechan extendiendo un libro hacia él.

- Es tuyo. - Jeno suspiró tomandolo y le agradeció palmeando su brazo. Luego metió el libro en la mochila colgándose esta en el hombro. - Nadie podría creer que alguien te haya insultado.

- Ya, supéralo - le fulminó divertido - Aun así soy intocable. - se encogió de hombros con arrogacia, mientras las risas sin humor salían de parte de sus amigos.

- Yo diría que mucho ¿no? - una voz sonora se escuchó a sus espaldas y Jeno se dio la vuelta para mirar a Jaemin sonriendo con sorna y cruzando los brazos.

Jeno le lanzó una mirada desfavorable mientras se ponía en la misma posición que él, solo que sin la sonrisa de ningún tipo.

Él y Jaemin nunca se habían llevado bien desde que eran niños. Pero había una cosa en común que los unía. Competir. Siempre habían competido por todo y trataban de derrotarse el uno al otro hasta por la más mínima cosa. Algo que durante los últimos 13 años no han podido más que solo humillarse verbalmente.

Aun así Jaemin también era popular en la Universidad, algo que a Jeno no le preocupaba, pero aun así le parecía absurdo la idea de verlo en el mismo lugar donde él también estudiaba, como todas las veces que había compartido cursos escolares con él.

Por alguna razón.

- Ah, eres tú - le miró con desdén de arriba hacia abajo. - ¿Qué quieres, Jaemin? ¿No tienes otra mejor cosa qué hacer?

- Además de ver como te elogías a ti mismo cada vez que puedes pues... no. - sonrió ampliamente, porque sabía que hacer eso le molestaba - Veo que no has cambiado en nada.

- Qué puedo decir, soy mejor que tú.

- Si ser mejor que yo significa que puedes hacer llorar a las chicas cuando las dejas, entonces si serías él mejor en algo ¿no crees? - Jeno se confundió por un momento hasta que su expresión cambió llevandose una risa entredientes de parte de Jaemin.

- ¿Quién te dijo, ella?

- Probablemente. Y tal vez yo también le pregunté, es una lástima que la quieras dejar Jeno, tan linda que es. - Jaemin sonrió con malicia y Jeno dejó escapar una risa irónica de lado.

- ¿Linda? Solo es una buscona como todas las otras, tú no sabes nada.

- ¿Así qué eso es lo que son para ti, unas busconas?- Jaemin rió mirándolo con algo de impresión.

- ¿Por qué otra razón aceptarían que las lleve conmigo? Digo, eso a ti no te importa ¿o sí?

- No como tal, pero si me interesa saber que pensaría la gente si te escucha el como te expresas de una mujer.

- Por mí que digan lo que piensan. Nadie dirá nada porque todos saben quien soy. - sonrió con arrogancia encogiendose de hombros.

- ¿Eso incluye a tus proveedores?

- Mis proveedores no dirían nada con tal de tener un sueldo. Sino fuera por mí no estarían trabajando en este momento. Así que les hago un favor. En cuanto a los demás no hay nadie quien no caiga muerto ante mí... bueno, a excepción de ti. - Jeno lo miró con altivez, de arriba a abajo antes de que Jaemin rodara los ojos y se diera la vuelta.

Sin duda lo había echo enojar esta vez, y eso solo hizo que una sonrisa de satisfacción se dibujara en su rostro.

- Guau, está vez si que lo hiciste enojar. - Haechan le dio palmaditas sobre su hombro como felicitación, y eso hizo que sonriera más.

- Bueno, tampoco quise decir nada de eso, solo lo hice para molestarlo.

- Le contaste sobre tus proveedores tonto, seguro que hasta te copia. - le advirtió Mark con cautela divertida.

- Nah, nadie más que yo puede hacer eso. Creéme. - sonrió una vez más y se encaminó hacia la salida de la Universidad para comenzar una tarde llena de diversión.

Diversión que solo le duraría hasta el día siguiente...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top