Esa noche hacía frío, bastante para congelarte los huesos. Una noche fría y hermosa que nunca se ha visto en Busan. Con un poco de nieve cayendo mientras las luces de los árboles y los faroles de las calles hacían de una vista estética y tenebrosa al mismo tiempo, de esas noches que al hermoso peligris de cabello largo le gustaba ver y grabar.

Camina por las calles grabando y narrando cada una de ellas, contando una historia de miedo a bueno al mismo tiempo. Tenía abrazado a su muñeco Chucky que le regaló su hermano mayor por su cumpleaños, era su regalo más hermoso pues él quería uno hace tiempo. Y aunque se burlaran de él por llevarlo con él a todos lados, no le importa, pues él era feliz con el mismo.

El peligris camino hacia su hogar donde seguro su padre, le preparó un chocolate caliente con pequeños malvaviscos de fresa y unos churros de azúcar: sus favoritos. La imagen de aquella calle se oscureció cambiando a negra y entonces el plano de su casa apareció, pero él pensaba que la vería como siempre al llegar. Con las luces amarillas adornando el frente y su padre esperándolo en el portón con una sonrisa; sin embargo, no fue así.

Había muchos vecinos afuera, todos entrando en pánico mientras intentaban apagar el fuego de su casa. Había fuego, mucho fuego, el peligris corrió rápidamente hacia su hogar, encontrando a sus padres llorar de la desesperación mientras repetían: ¡Mi hijo!, ¡Mi hijo está dentro!, ¡Alguien ayúdeme!

El corazón de aquel peligris se rompió, sus lágrimas empezaron a salir mientras miraba su casa caerse ante el fuego y las personas gritando que más agua. Los copos de nieve no ayudaban, el fuego era inmenso, incluso podía quemar a la distancia.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué tenía que recordarlo?

Un grito desgarrador resonó desde arriba, desde la ventana se podía ver la figura de su hermano quemarse, mientras los demás miraban la escena tan escalofriante y aterradora.

La imagen de aquella casa se oscureció y en su lugar apareció su casa hecha cenizas con un poco de humo salir de ella. Los bomberos aún echaban agua para asegurarse de que no vuelva aprender. Los copos de nieve cayeron más ahora que todo terminó. La familia Park estaba destrozada, los vecinos de igual manera, mientras que él peligris, miraba el cuerpo de su hermano ser cubierto por una bolsa negra mientras su padre gritaba desgarradoramente.

Él lo vio, miró el cuerpo quemado de su hermano mayor. Cayó de rodillas el menor abrazando su muñeco mientras lloraba tristemente. La imagen se oscureció otra vez, pero sólo iluminando al pequeño peligris de rodillas y sus lágrimas destellando como pequeños diamantes.

Triste y sensible aquel recuerdo.

Jungkook, quien se despertó por los pequeños hipidos, quito las sábanas de su cuerpo tallando sus ojos mirando la hora en su móvil, eran las 3 de la mañana. Se giró hacía Park, quien se movía de un lado a lado murmurando cosas.

─¿Park? ─le llama, pero él no contesta─ Park despierta, ¿Park?

Se puso de pie para ir adónde el menor, frunció su entrecejo cuando noto que estaba llorando dormido mientras lograba escuchar decir: No fue mi culpa, hermano lo siento. Jungkook no sabía lo que pasaba, no tenía ni la más remota idea que le sucedía hasta que cayó, encuentra que a lo mejor tenía una pesadilla.

Se sentó al borde de la cama, dudo de si despertarlo, aunque tenía que hacerlo, no podía dejarlo así como estaba. Lo tomó de los hombros y lo movió un poco.

─Park, despierta, estás teniendo una pesadilla... ─ lo movió un poco más, hacía ruidos extraños─ Vamos Park despierta.

Jimin abrió sus ojitos viéndose cristalinos, dándose cuenta de que estaba en su habitación y cuando miro a Jeon no dudó en abrazarlo mientras lloraba aún más fuerte.

El Pelinegro no se esperaba aquello, sin embargo, no lo aparto.

─Fue... Fue mi culpa, lo fue. Yo... yo no sabía que mi lámpara haría eso... Lo siento.

─¿De qué hablas, Park? ─Jimin se aferraba a él cómo un niño pequeño.

Jungkook estaba preocupado, no sabía qué hacer, sin embargo, no quiso ser cruel y lo apresó entre sus brazos, dándole confort para que se sintiera mejor, y aunque no tuviera las mejores de las palabras, esperaba que pudiera calmarlo.

─Tranquilo bonito, no fue tu culpa, nunca lo será. No llores más, tranquilo. ─Susurro despacio y tranquilo mientras el menor baja sus llantos.

─Yo... lo miré quemarse y no hice nada, fue... mi culpa. ─murmuró entre hipidos.

Jeon quedó aún más confundido, hasta que recordó lo que Taehyung le dijo sobre el hermano de Jimin y que había sido su culpa. Sintió tanta tristeza que pensó que podría ser su culpa.

─Hay veces que la cosas no están en nuestras manos, y aunque lo hayas visto no puedes culparte de esto, no tienes la culpa bonito, no la tienes.

Ni siquiera se había dado cuenta de que usó la paraba Bonito, jamás le diría algo así a Jimin, creo que ni él le dio importancia. Únicamente quería darle su apoyo, decirle que estaba ahí para él.

─Vamos, deja de llorar, sólo fue una pesadilla.

El menor se apartó de él y Jeon se le rompió el corazón al ver a Jimin de esa manera, no sabía la historia de tras de lo que pasó, pero incluso alguien como él jamás podría burlarse de un tema tan delicado como lo es la muerte de un ser querido. Limpiando sus lágrimas con sus pulgares, aunque no quería hacerlo, ya que brillaban como pequeños diamantes ante la luz de la luna.

El corazón del mayor empezó a latir con suma fuerza, no sabía qué le pasaba, pero al mirar esos ojitos tan lindos no evito sonreír como bobo al ver a Jimin tan hermoso. De verdad Park era lindo, muy lindo no entendía porqué no lo había notado antes.

─Lo- lo siento, te desperté. ─se disculpa absorbiendo sus moquitos.

─Descuida, ¿estás mejor? ─el menor asintió, sintiéndose por primera vez reconfortado por el Pelinegro.

─Gracias, Jungkook. Sólo fue una pesadilla.

─Si yo también he tenido de esas. Una vez soñé que me comía el Oogie Boogie por tratar de salvar a Jack Skellington. ─Jimin río.

─¿Te gusta El extraño mundo de Jack? ─pregunto un poco más tranquilo.

─Sí, es mi película favorita, la verdad.

─Wao, eso es genial. Pese que te gustaba más tipo rápidos y furiosos ─su voz sonaba mejor, ya no tanto entre cortada.

─Me gustan, son un clásico creo. También me gusta Beetlejuice, es una muy buena película. ─Jimin sí que se sorprendió.

─Fue la primera película que me gustó desde que era niño, aunque no lo nombre más ─le advirtió. Jeon sonrió malévolo.

─¿Por qué? ¿Temes que se aparezca? ─el peligris negó ante sus preguntas de burla─ Bueno, si ese es el caso no diré ¡Beetlejuice, Beetlejuice..! ─Jimin cubrió su boca para evitar que lo nombrará una vez más.

─Tonto, quieres que se aparezca de verdad, no lo digas.

Jeon ríe mientras quita las manos gorditas de Jimin de su boca, en serio el peligris cree que se aparecerá, eso era lindo. Se quedaron un rato mirándose mientras el reloj marcaba las 4 de la mañana. Jimin dejó de pensar en su pesadilla agradeciendo que Jungkook estuviera ahí para tranquilizarlo, de no ser así hubiera entrado en pánico cómo todas las noches cuando recordaba lo de su hermano.

Se sintió también que él fuera de ayuda, era lindo, que también por lo menos un poco le gusten algunas películas de su director favorito, eso lo hacía más perfecto a sus ojos y corazón.

─Creo que deberías descansar, ¿crees que puedas dormir otra vez? ─el menor asintió sin estar muy seguro─ ¿Quieres algo antes de dormir?

─Estoy bien... ¿Te importa si prendo mi lámpara de noche?, cuando tengo pesadillas la prendo para sentirme mejor.

Otras vez siendo lindo.

─Claro, no me importa.

─Gracias Jungkook.

Jimin prendió su lámpara aún lado de su cama y volvió a ella para abrigarse, pues hacía un poco de frío. Jeon se fue a la suya sin estar seguro de dejar solo al peligris después de la pesadilla que tuvo, aunque le dijera que estaba bien, no le creyó del todo. Así que sin estar cien porciento seguro y que después se podía arrepentir de esto, se dirigió a la luz de noche para apagarla. Jimin se percató de esto y sintió como el lado de su cama se hundía, se dio la vuelta quedando justo al frente con Jungkook.

─¿Qué haces Jungkook? ─pregunta sorprendido.

─Cuando era niño y tenía pesadillas iba corriendo a la cama de mi madre para que me abrazara, ella lo hacía sin dudar y me decía al oído que un abrazo espanta los diablillos de las pesadillas. Quiero hacer lo mismo por ti, y espantar tus diablillos.

Con suma delicadeza tomó la cintura del menor para acercarlo a su cuerpo y abrazarlo fuerte quedando sobre el pecho del mayor, Jimin. El pobre el peligris tornó sus mejillas de rojo como un jitomatito, lindo y tierno a los ojos del Pelinegro.

─Es como un favor Park de lo que hiciste por mí cuando enfermé.

─Pero no tienes que devolverme nada, lo hice con gusto.

─Pues con gusto, te quiero hacer olvidar las pesadillas ─estaba seguro de esto─ Duerme Jimin, te prometo que no habrá peores sueños.

Muy tímido y con su corazón latiendo a mil por segundo; y no era un infarto, y mucho menos taquicardia. Se recostó sobre el pecho del mayor abrazando su abdomen también, parecía un sueño hecho realidad para él, jamás pensó o creyó que estaría abrazado a alguien tan atractivo como lo es Jeon Jungkook. Siendo ayudado y escuchado por el también.

─Descansa, Jimin.

─Descansa, kookie.

Y con ese lindo apodo, ambos se quedaron dormidos, sin pesadilla y con sueños hermosos esta vez. Además, con un gran cariño creciendo poco a poco.

Es cortito pero lindo.
Espero que le haya gustado, las amo niñas bye.

Actualizo el sábado ya que ese día no trabajo.
Y para mí mala suerte me tocó de noche así que esperen al siguiente, se que les gustará.
💞🤫🥰