🥊𝗙𝗜𝗚𝗛𝗧🥊
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🥊︎↳ ¡𝗙𝗜𝗚𝗛𝗧! ↲🥊
ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗ - ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉ
Ⓒ︎𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂09
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En un gimnasio de boxeo en las afueras de Seúl, el ambiente estaba cargado de tensión. El sonido de los golpes contra las bolsas de arena, el retumbar de los pies sobre el cuadrilátero y los gritos de los entrenadores se entrelazaban en una sinfonía de esfuerzo y determinación.
Era un lugar donde solo los más fuertes sobrevivían y prosperaban.
Taehyung, conocido por su velocidad y agilidad, estaba entrenando intensamente. Sus golpes eran rápidos y precisos, cada uno calculado con una meticulosa atención al detalle. El sudor corría por su rostro mientras sus ojos se mantenían enfocados en el saco de boxeo frente a él.
Su entrenador, un hombre de edad avanzada con cicatrices de batallas pasadas, observaba con una mirada crítica.
━ Bien hecho, Taehyung ━ dijo el entrenador, su voz ronca ━. Estás listo para lo que venga.
Mientras tanto, en la otra esquina del gimnasio, Jungkook estaba trabajando con las pesas. Su cuerpo musculoso y bien definido brillaba bajo las luces fluorescentes. Cada movimiento estaba lleno de fuerza bruta, y su expresión era una mezcla de concentración y determinación feroz. Jungkook era conocido por su poder y resistencia, un oponente temido por todos en el ring.
El entrenador de Jungkook, un hombre robusto con un semblante severo, se acercó a él mientras levantaba la barra de pesas.
━ Hoy vamos a recibir noticias importantes, Jungkook ━ dijo el entrenador ━. Prepárate.
¿Por qué debía un ser perfecto como él preocuparse por algo así?
En ese momento, el dueño del gimnasio, un hombre alto con una presencia autoritaria, entró en la sala con una carpeta en la mano. Todos los boxeadores y entrenadores detuvieron lo que estaban haciendo y se volvieron para escuchar lo que tenía que decir.
━ Tengo un anuncio que hacer ━ dijo el dueño, su voz resonando en el espacio silencioso ━. El próximo gran combate ha sido decidido. Este será un evento que todos hemos estado esperando.
Jungkook dejó las pesas y se secó el sudor de la frente, su mirada fija en el dueño del gimnasio. Taehyung se quitó los guantes y se acercó, igualmente interesado en las noticias.
━ El próximo combate será entre dos de nuestros mejores boxeadores ━ continuó el dueño ━. Taehyung y Jungkook.
El gimnasio estalló en murmullos y susurros. Los ojos de Taehyung y Jungkook se encontraron a través de la sala, y sintieron la llama de furia apoderarse de sí mismos, la rivalidad entre ellos ardiendo más intensamente que nunca.
Habían sido adversarios durante años, cada uno tratando de superar al otro en cada oportunidad.
━ Esto es lo que todos hemos estado esperando ━ dijo el dueño ━. El combate del siglo. Que ambos se preparen, porque será una pelea que nadie olvidará.
Con esas palabras, el ambiente en el gimnasio cambió. La noticia de la pelea entre Taehyung y Jungkook se esparció rápidamente, creando una expectación que solo podía compararse con la de una tormenta inminente. Ambos boxeadores sabían que esta sería la pelea más importante de sus vidas, y ninguno estaba dispuesto a ceder ni un centímetro en el ring.
La preparación para el combate comenzó de inmediato. Cada uno de ellos intensificó su entrenamiento, consciente de que el otro haría lo mismo. La rivalidad que había crecido a lo largo de los años ahora alcanzaba su punto culminante, y todos sabían que solo uno saldría victorioso de esa batalla épica.
Y así, mientras el gimnasio volvía a la vida con el sonido de los entrenamientos, los pensamientos de Taehyung y Jungkook estaban fijos en el día del combate, cada uno decidido a demostrar que era el mejor.
El gimnasio de boxeo vibraba con la energía de los entrenamientos intensos. Bajo las luces fluorescentes, los boxeadores se movían como sombras, sus golpes resonando contra los sacos de arena y sus pies golpeando el suelo del ring.
Entre ellos se encontraba Kim Taehyung, concentrado en su rutina. Su cuerpo ágil y musculoso se movía con precisión y gracia, cada golpe lanzado con una velocidad impresionante.
Taehyung era conocido por su técnica impecable y su rapidez. Mientras golpeaba la bolsa, sus pensamientos estaban centrados en el próximo gran combate, una pelea que podría definir su carrera. Estaba determinado a dar lo mejor de sí mismo, a demostrar que era el mejor.
En una esquina del gimnasio, observando desde las sombras, se encontraba Jeon Jungkook. Sus ojos oscuros seguían cada movimiento de Taehyung, un destello de rivalidad y desafío brillando en ellos. Jungkook era conocido por su fuerza bruta y resistencia inigualable. Había estado esperando esta oportunidad, un momento para demostrar su superioridad sobre Taehyung, su rival de toda la vida.
Decidido a provocar a Taehyung, Jungkook esperó hasta que el entrenador de Kim se alejara para atender a otro boxeador. Aprovechando el momento, se acercó silenciosamente, sus pasos apenas audibles sobre el suelo del gimnasio. Se detuvo a unos pocos metros de Taehyung, esperando a que su rival se diera cuenta de su presencia.
Taehyung, sintiendo una presencia detrás de él, se giró rápidamente, su mirada encontrando la de Jungkook. Un destello de desdén cruzó el rostro de Taehyung al ver a su rival tan cerca.
━ ¿Qué quieres, Jeon? ━ preguntó Taehyung con frialdad, bajando los puños pero manteniendo una postura defensiva.
Jungkook sonrió, una sonrisa cargada de arrogancia y desafío.
━ Solo quería saludarte, Kim ━ dijo Jungkook con un tono sarcástico ━. Y de paso, recordarte que en el próximo combate, voy a darte una paliza que nunca olvidarás.
Taehyung frunció el ceño, sus ojos llenos de determinación y desprecio.
━ ¿Eso crees? ━ respondió, su voz tensa ━. Hablaremos con nuestros puños en el ring, Jeon. No en el gimnasio.
Jungkook dio un paso más cerca, invadiendo el espacio personal de Taehyung. Incluso a su nariz llegaba el aroma de su cuerpo sudoroso. La tensión entre ellos era palpable, como una chispa que estaba a punto de encenderse.
━ ¿Tienes miedo, Kim? ━ susurró Jungkook, su voz baja pero cargada de provocación ━. Porque deberías tenerlo. Esta vez, no voy a contenerme.
Taehyung se mantuvo firme, sus ojos fijos en los de Jungkook.
━ Nunca he tenido miedo de ti, Jeon. Y no voy a empezar ahora. Nos veremos en el ring. Y entonces, veremos quién es el mejor. Deja ya la mierda.
La sonrisa de Jungkook se ensanchó, complacido con la respuesta de Taehyung. Retrocedió lentamente, sin romper el contacto visual.
━ Nos veremos en el ring, Kim. Prepárate para la pelea de tu vida.
Con esas palabras, Jungkook se dio la vuelta y se alejó, dejando a Taehyung con sus pensamientos. La rivalidad entre ellos había alcanzado un nuevo nivel, y ambos sabían que el próximo combate sería decisivo. La tensión en el gimnasio era palpable, y todos los presentes sentían que algo grande estaba por suceder.
Taehyung, volviendo a su entrenamiento, apretó los puños con más fuerza. La provocación de Jungkook había encendido un fuego en su interior, una determinación aún más fuerte de demostrar su valía. Cada golpe que lanzaba contra el saco de arena estaba cargado de la promesa de una venganza en el ring.
Mientras tanto, Jungkook, en su propio rincón del gimnasio, también se preparaba con una intensidad renovada. La confrontación con Taehyung había fortalecido su resolución, y estaba listo para demostrar que era el mejor.
Y así, el gimnasio se llenó de una expectación silenciosa. Todos sabían que el próximo combate entre Kim Taehyung y Jeon Jungkook sería épico, una batalla que no solo decidiría al campeón, sino también resolvería una rivalidad que había ardido durante años.
Desde pequeños, Jeon Jungkook y Kim Taehyung habían compartido una pasión innata por el boxeo.
Crecieron en barrios vecinos de Seúl, cada uno con su propia historia de determinación y lucha. Para Jungkook, el boxeo fue su salvación de las calles duras y la falta de oportunidades. Desde una edad temprana, mostró una habilidad natural para el deporte, combinada con una determinación feroz que impresionó a todos los que lo vieron en el gimnasio local. Su entrenador notó de inmediato su potencial y lo guió con mano firme, moldeando a Jungkook en un competidor formidable.
Kim Taehyung, por otro lado, provenía de una familia modesta pero unida. El boxeo fue su escape de las presiones académicas y las expectativas sociales. A pesar de su personalidad amigable y juguetona fuera del ring, dentro del cuadrilátero mostraba una seriedad y un enfoque que sorprendían a sus rivales. Su padre, un exboxeador amateur, lo introdujo en el deporte y desde entonces, Taehyung supo que su futuro estaría ligado al boxeo.
Desde el momento en que ambos se cruzaron por primera vez en un torneo local juvenil, la rivalidad entre ellos fue instantánea. Jungkook, con su estilo agresivo y su determinación implacable, y Taehyung, con su gracia natural y su habilidad técnica, se enfrentaron en una serie de combates que capturaron la atención de la comunidad boxística. Cada pelea era una batalla épica de estrategia y resistencia, donde ninguno de los dos daba un paso atrás.
Con el tiempo, sus encuentros se convirtieron en algo más que simples competiciones. La rivalidad creció y se profundizó, alimentada por la admiración mutua y el deseo desenfrenado de demostrar quién era el mejor.
Fuera del ring, intentaban mantener una línea imaginaria para no romperse la cara mutuamente, pero dentro de él, eran fieros competidores dispuestos a todo por la victoria. Sus entrenadores, conscientes de la rivalidad intensa, les proporcionaron la formación y el apoyo necesarios para que ambos alcanzaran su máximo potencial.
A medida que avanzaban en sus carreras, Taehyung y Jungkook se enfrentaron en numerosos campeonatos nacionales e internacionales. Cada victoria y cada derrota solo avivaban la llama de su rivalidad, llevándolos a superarse constantemente. Los aficionados al boxeo se dividían en dos bandos, cada uno apoyando a su favorito, creando un ambiente de expectación y emoción en cada pelea.
A lo largo de los años, la enemistad entre ellos se transformó en una parte inseparable de sus vidas. Se retaban mutuamente a ser mejores, a superar sus propios límites y a no mostrar ninguna debilidad frente al otro. Sus duelos en el ring se convirtieron en legendarios, con momentos de triunfo y momentos de derrota que resonaban en la memoria de todos los que los presenciaron.
Y así, mientras ambos continuaban persiguiendo sus sueños de gloria en el boxeo, la rivalidad entre Jeon Jungkook y Kim Taehyung se convirtió en una leyenda en el mundo del deporte. Sus nombres se pronunciaban con respeto y admiración, pero también con un toque de temor, por la intensidad y la pasión que ambos traían a cada pelea.
Lo había visto venir desde hacía meses. La pelea entre Kim Taehyung y Jeon Jungkook estaba fijada para el próximo sábado por la noche en el Estadio Nacional de Seúl. Para los seguidores del boxeo, era el evento más esperado del año; para los entrenadores y amigos cercanos de ambos, era una situación delicada y llena de preocupación.
En los días previos al combate, el ambiente en el gimnasio era tenso. Los compañeros de equipo de Taehyung y Jungkook, acostumbrados a verlos como aliados en entrenamientos y competencias, ahora los observaban con una mezcla de nerviosismo y aprensión. Sabían que la rivalidad entre ambos era intensa, alimentada por años de competencia feroz y un deseo ardiente de demostrar superioridad.
El entrenador de Taehyung, un hombre mayor con una larga carrera en el boxeo, observaba a su pupilo con ojos preocupados mientras se preparaba en el vestuario. Taehyung estaba concentrado, con los guantes puestos y el rostro en una máscara de determinación. Sus movimientos eran precisos y calculados, pero había una tensión palpable en el aire que no podía ignorarse.
━ Taehyung, recuerda lo que hemos entrenado ━ dijo el entrenador, su voz grave resonando en el pequeño espacio del vestuario ━. Mantén la calma y no te dejes llevar por las emociones.
Taehyung asintió, aunque su mandíbula estaba tensa y sus ojos reflejaban una mezcla de determinación y conflicto interno.
En el vestuario contiguo, Jungkook se preparaba bajo la mirada atenta de su propio entrenador. Este último, un hombre robusto con cicatrices de antiguos combates, observaba a Jungkook con una mezcla de orgullo y preocupación. Sabía lo que esta pelea significaba para su pupilo, pero también era consciente del peligro de dejar que las emociones controlaran a Jungkook en el ring.
━ Jungkook, mantén la cabeza fría ━ dijo el entrenador, su tono firme pero comprensivo ━. No subestimes a Taehyung, pero tampoco te dejes llevar por el odio. Eso puede nublar tu juicio y llevarte a cometer errores.
Jungkook gruñó en respuesta, ajustando sus vendajes con una intensidad que reflejaba la tormenta emocional que sentía dentro de él. La rivalidad con Taehyung había crecido hasta convertirse en algo más que una competencia deportiva; era una cuestión de honor y orgullo personal.
Mientras tanto, en las gradas del gimnasio, los amigos y familiares de ambos boxeadores observaban con nerviosismo. Algunos habían apoyado a Taehyung desde sus primeros días en el gimnasio, mientras que otros habían visto crecer a Jungkook desde un joven prometedor hasta un competidor formidable. Ahora, estaban divididos entre la esperanza y el temor por lo que estaba por venir.
━ ¿Crees que puedan manejar esto? ━ preguntó uno de los amigos de Taehyung, mirando hacia el ring donde su amigo se estaba preparando.
━ Espero que sí ━ respondió otro, su voz llena de incertidumbre ━. Pero esta rivalidad es intensa. Podría llevarlos demasiado lejos.
En el otro lado del gimnasio, los seguidores de Jungkook intercambiaban miradas preocupadas. Habían visto la determinación en los ojos de su campeón, pero también sabían que la pasión a veces podía nublar el juicio.
━ Esto va a ser duro ━ murmuró un admirador de Jungkook, con los puños apretados ━. Pero confío en que saldrá victorioso.
Finalmente, llegó el momento de la verdad. Taehyung y Jungkook salieron de sus respectivos vestuarios, cada uno con su equipo de entrenamiento siguiéndolos de cerca. El rugido de la multitud llenó el estadio mientras los dos boxeadores avanzaban hacia el ring, sus pasos resonando en la arena con una solemnidad que reflejaba la gravedad del momento.
En ese momento, todos los presentes en el gimnasio sostuvieron la respiración. Sabían que esta pelea no solo era por el título, sino también por el honor y la supremacía entre dos rivales destinados a enfrentarse hasta el final.
En la noche esperada, el Estadio Nacional de Seúl se llenó hasta los límites con aficionados ansiosos por presenciar el enfrentamiento legendario entre Kim Taehyung y Jeon Jungkook. Las luces del estadio iluminaban el ring central, donde ambos boxeadores se preparaban con una determinación visible en sus rostros.
Taehyung y Jungkook se miraron intensamente desde sus esquinas opuestas del ring, cada uno respirando profundamente mientras esperaban el sonido del campanazo inicial. La atmósfera estaba cargada de expectación y emoción, mezclada con un palpable sentido de rivalidad que se podía sentir en el aire.
Cuando finalmente sonó el campanazo, ambos boxeadores se lanzaron al combate con una energía impresionante. Taehyung mostraba su típica elegancia y técnica, moviéndose con agilidad alrededor de Jungkook, buscando brechas en su defensa. Por otro lado, Jungkook respondía con poderosos golpes, aprovechando su fuerza bruta para intentar dominar a Taehyung.
El primer asalto fue una exhibición de habilidad y estrategia por parte de ambos contendientes. Taehyung conectó una serie de rápidos jabs y ganchos, manteniendo a Jungkook a la defensiva. Sin embargo, Jungkook contraatacaba con golpes devastadores, cada uno llevando consigo la determinación de derrotar a su rival de una vez por todas.
Los siguientes asaltos transcurrieron con una intensidad creciente. Taehyung y Jungkook intercambiaban golpes poderosos, cada uno demostrando su resistencia y voluntad de hierro. Los movimientos eran rápidos y calculados, con cada boxeador buscando la oportunidad de dominar.
A medida que la pelea avanzaba, la multitud en el estadio estaba completamente absorbida por la acción en el ring. Los gritos de apoyo resonaban en el aire, mezclados con el sonido de los golpes y el aliento agitado de los boxeadores. Era una batalla de titanes, donde el tiempo parecía detenerse mientras Taehyung y Jungkook se esforzaban por superar al otro.
Finalmente, llegó el último asalto, y ambos boxeadores estaban agotados pero determinados. El enfrentamiento había sido tan reñido que ninguno de los dos había logrado dominar claramente al otro. Cada golpe lanzado llevaba consigo el peso de años de rivalidad y competencia.
El campanazo final resonó en el estadio, marcando el fin de la pelea épica entre Kim Taehyung y Jeon Jungkook. Ambos boxeadores se encontraron en el centro del ring, respirando pesadamente y con odio mutuo en sus miradas. Sabían que habían dado todo de sí mismos en ese enfrentamiento.
Ambos se miraron como la primera vez, con odio y firmeza.
Alrededor todo el lugar quedó en silencio, a espera del veredicto.
El árbitro levantó las manos de Taehyung y Jungkook simultáneamente, anunciando el resultado final: un empate.
La multitud estalló en aplausos y ovaciones, reconociendo la valentía y habilidad de ambos contendientes. Aunque la rivalidad entre Taehyung y Jungkook continuaría, esa noche habían demostrado que, en el ring, eran igualmente formidables y dignos de admiración.
Después de la pelea épica que terminó en empate, Kim Taehyung y Jeon Jungkook se retiraron del ring, cada uno sumido en sus propios pensamientos y emociones tumultuosas. La multitud seguía resonando con los ecos de la pelea, pero en los pasillos detrás del escenario principal, el ambiente era tenso y cargado.
Kim Taehyung, con el rostro marcado por los golpes y el cuerpo adolorido por el esfuerzo, caminó con paso firme hacia su camarín. Cada paso resonaba en su mente, recordándole los momentos cruciales de la pelea donde creyó tener la victoria en sus manos, solo para verla escaparse en un instante.
En el otro extremo del pasillo, Jeon Jungkook caminaba con la mandíbula apretada y los puños cerrados. La rabia ardía dentro de él, mezclada con la frustración de no haber podido derrotar a su rival más odiado. Cada golpe intercambiado en el ring se reproducía en su mente, y cada decisión estratégica analizada una y otra vez en busca de respuestas.
Cuando finalmente llegaron a sus respectivos camarines, el silencio se hizo eco en el espacio cerrado. Taehyung se sentó pesadamente en una silla, su entrenador acercándose con hielo y vendajes para tratar sus heridas superficiales. El ambiente estaba tenso, cargado con la decepción de no haber logrado superar a Jungkook y la incertidumbre de lo que vendría después.
━ Lo hiciste bien, Taehyung ━ dijo su entrenador en un intento de consolarlo ━. Fue una pelea dura. No siempre se puede ganar.
Taehyung asintió con gesto sombrío, sin decir una palabra. Su mente seguía repasando los momentos cruciales de la pelea, buscando respuestas y maneras de mejorar para la próxima vez.
En el camarín de Jungkook, el ambiente era igual de tenso. Se quitó los guantes con un movimiento brusco, su entrenador observándolo con preocupación mientras revisaba las contusiones en sus manos y rostro.
━ Estás enojado ━ observó su entrenador, su voz seria.
Jungkook asintió, su expresión enmascarando la mezcla de emociones que lo consumían. La rabia por no haber podido vencer a Taehyung estaba mezclada con la rabia por la habilidad de su rival. Esa dualidad lo hacía sentir aún más frustrado.
━ La próxima vez no habrá empate ━ murmuró Jungkook con determinación, aunque sus palabras sonaban más como una promesa a sí mismo que como una afirmación para su entrenador.
En ambos camarines, el silencio pesaba como un manto. A pesar de los esfuerzos de sus entrenadores y equipos para reconfortarlos, Kim Taehyung y Jeon Jungkook estaban sumidos en su propio mundo de autocrítica y evaluación. La rivalidad que los había impulsado durante años ahora pesaba como una carga, recordándoles que cada batalla en el ring era una prueba de fuerza, habilidad y resistencia.
El sonido distante de la multitud aún celebrando en el estadio se filtraba por las paredes del camerino, recordándoles que, aunque esa noche no hubo un ganador claro, su rivalidad continuaría alimentando la llama del boxeo por mucho tiempo más.
Kim Taehyung salió del gimnasio exhausto pero con la mente aún llena de la intensa pelea contra Jeon Jungkook. Las luces de Seúl parpadeaban en la noche mientras caminaba por las calles, intentando despejar su mente del empate frustrante. Aunque había sido una noche agotadora, algo dentro de él lo impulsaba a caminar más, quizás en busca de respuestas o simplemente para alejarse del bullicio.
Caminó por un callejón estrecho, donde las luces de neón pintaban destellos coloridos en las paredes de ladrillo. Fue entonces cuando vio a alguien más adelante, de pie bajo una farola, con los hombros anchos y la mirada fija en la distancia. No hizo falta mucho para reconocer quién era.
Era su oportunidad perfecta.
━ Jeon Jungkook ━ llamó Taehyung con una mezcla de incredulidad y burla en su voz ━. ¿Te estás lamentando por nuestro empate, o solo estás aquí para admirarte bajo las luces de la ciudad?
Jungkook se giró lentamente, su expresión seria y un destello de molestia cruzando sus ojos oscuros. Había estado sumido en sus propios pensamientos, reviviendo los momentos cruciales de la pelea una y otra vez en su cabeza.
━ Cállate, Taehyung ━ respondió Jungkook con voz tensa ━. No tienes idea de lo que estoy pensando.
Taehyung se acercó más, su rostro mostrando una sonrisa burlona.
━ Oh, lo sé muy bien ━ dijo Taehyung con sarcasmo ━. Estás lamentando que no pudiste vencerme. Que te quedaste atascado en un empate vergonzoso.
Jungkook apretó los puños, sus emociones a flor de piel mientras miraba fijamente a Taehyung.
━ Y tú, ¿no estás molesto por no haberme vencido? ━ contraatacó Jungkook, su voz ronca con frustración contenida ━. Ambos sabemos que la próxima vez te daré una paliza.
Taehyung rió, una risa llena de desdén y superioridad.
━ Claro, Jeon. Sigue soñando con eso ━ respondió Taehyung, sin bajar la guardia ━. Por ahora, mejor vuelve a tu gimnasio y trabaja en tu ego.
Jungkook apretó los dientes, sin poder resistir el impulso de lanzarse hacia Taehyung. Con fuerza lo tomó del brazo y lo acercó a su pecho, a pesar de que ambos eran altos él le ganaba en altura.
Taehyung como reflejo lo tomó de su cuello, y ambos por la fuerza terminaron estampados contra la pared rústica del callejón. Sus respiraciones agitadas se mezclaron entre sí, y algo se sentía diferente.
Había más tensión de lo habitual.
━ ¿Qué estás haciendo, Jungkook? ━ preguntó Taehyung, su voz mostrando una mezcla de furia y cautela.
Jungkook se acercó lentamente, sus ojos oscuros fijos en Taehyung mientras hablaba con voz burlona.
━ Bueno, bien podría ser que estás aquí porque no puedes dejar de pensar en mí, ¿verdad? ━ dijo Jungkook, su tono cargado de sarcasmo ━. No es sorprendente, considerando que soy tan irresistible.
Taehyung frunció el ceño aún más, desconcertado por el cambio repentino en el comportamiento de Jungkook. No entendía por qué Jungkook estaba bromeando de esa manera después de una pelea tan seria y emocional. Estaba tan cerca de él que podía observar claramente cada uno de sus lunares, las heridas que le había hecho, e incluso sus labios agrietados y rojos como la llama enfermiza del infierno.
━ ¿Estás jodiendo, Jungkook? ━ preguntó Taehyung, su voz mostrando una mezcla de incredulidad y molestia.
Jungkook se encogió de hombros, sin apartar la mirada desafiante de Taehyung.
━ Oh, vamos, Taehyung. No tienes que ocultarlo ━ continuó Jungkook con un tono más serio ahora ━. Es obvio que no pudiste pelear bien porque estás deseando que te folle.
Taehyung se quedó sin palabras por un momento, intentando procesar lo que acababa de escuchar. No podía creer que Jungkook estuviera jugando con algo tan ridículo e incómodo después de todo lo que habían pasado juntos en el ring.
Su furia se volvió mayor al sentir como las manos toscas de Jungkook bajaban hacia su cintura, tocando con fuerza.
━ ¿En serio piensas que esto es una broma? ━ dijo Taehyung finalmente, su voz mostrando una mezcla de exasperación y confusión ━. Esto no tiene nada que ver con eso, Jungkook.
Sin ni siquiera darse cuenta había confirmado la teoría del contrario.
Jungkook sonrió con autosuficiencia, cruzándose de brazos mientras mantenía su mirada fija en Taehyung.
━ Lo que sea que digas, Taehyung. Pero la próxima vez que nos enfrentemos, asegúrate de tener tus emociones bajo control ━ respondió Jungkook con un destello desafiante en sus ojos ━. No quiero que te distraigas por mí.
Taehyung suspiró, sacudiendo la cabeza mientras se alejaba de Jungkook. La tensión entre ellos seguía palpitando, pero ahora estaba cargada con una nueva capa de complicación y malentendido.
Una tensión sexual agobiante.
El encuentro en la calle había dejado claro que, aunque su rivalidad seguía siendo intensa, había elementos subyacentes que complicaban aún más la dinámica entre Kim Taehyung y Jeon Jungkook.
Y entonces lo recordó...
El día en que su odio se había transformado en lujuria por tan solo unos minutos.
Minutos que fueron suficientes para nublar su mente.
Aquella vez tras una pelea recurrente, ambos se veían con enojo. ¿Quién se creía ese jodido chico como para querer beber de su botella?
━ Esta mierda no es de tu propiedad ━ con descaro tiró la botella que decía "Taehyung" al suelo, y lo miró desafiante desde el otro lado.
━ Vete a la mierda.
No había podido contener más su rabia, se lanzó sobre él agarrando su cuello con fuerza. Fue en cuestión de segundos cuando Jungkook trató de defenderse, le plantó un puño en su mejilla y los dos comenzaron a pelear de manera brutal.
Sus discusiones en realidad nunca llegaban al punto de peleas físicas, sin embargo últimamente veía un comportamiento mucho más irritante en Jungkook. Era como si disfrutara el hecho de ponerlo furioso. No podía estar tranquilo y mucho menos tener paciencia si se le desafiaba de esa forma. Él era un jodido niño a su comparación.
Las cosas dieron un giro inesperado cuando en uno de sus movimientos bruscos ambos chocaron sus entrepiernas con ferocidad. Sus piernas se entrelazaron y la fricción de sus cuerpos juntos les causó una incomodidad increíble. Fue tanta que ambos se quedaron en silencio, con sus respiraciones agitadas observándose el uno al otro.
Era como si de repente la ira se hubiese transformado en lujuria.
Pero más le sorprendió el hecho de que Jungkook a propósito alzara sus caderas y diera una embestida falsa, que sin querer creó una reacción candente en su cuerpo.
Entonces pasó.
Puso su mano en su barbilla y le subió la mirada. Tenía una gran sonrisa en su rostro. Disfrutaba el hecho de verlo sorprendido y enojado. Hizo presión sobre él y cedió.
En cuestión de segundos estaba a la altura de su miembro. Posando su mano en su nuca lo acerco aún más. Podía oler su aroma a hombre sudado, lo restregaba sobre su bulto. Jalaba su cabello con fuerza y él en respuesta hundía sus dedos en su cadera.
Trató de evitar que bajara sus pantalones, pero sus extremidades no cedían.
Él quería eso.
Quería chupar su pene, tenerlo adentro de su jodida boca.
Cuando observó su desnudes el impulso de lamer su miembro fue grande. Tal como su cuerpo Jungkook tenía una virilidad gruesa y de un tamaño que le iba a dificultar probarlo. Empezó a abrir la boca y sacar poco a poco la lengua. Cuando lo probó sus ojos giraron, el sabor leve de la acidez le parecía exquisito. Pasó la lengua por el glande con círculos y el cuerpo de Jungkook tembló en respuesta. Le dolía la boca de tanto abrirla. Jungkook enredaba sus dedos en su cabello y lo empujaba intentando que lo tragara todo.
Las lágrimas salían de sus ojos, a penas podía respirar.
Pero eso le encantaba.
Como pudo lo sacó de su boca y empezó a chupar sus bolas, para poder recuperarse un poco. Jungkook se sentó en el sofá con las piernas abiertas. Así pudo apreciarlo, con sus ojos fijos en él, una mirada feroz, entregándole su gran pene a su disposición. Eso alborotó sus hormonas a mil, lo pajeaba mientras chupaba y lamía sus bolas.
Sintió presión sobre su cabeza, era evidente que él no dejaría que se apartara de su miembro, así que siguió con su tarea hasta que los chorros de su semen agridulce le provocaron arcadas, eso pareció no molestarle, al contrario empujó más adentro, así que no le quedó más remedio que intentar tragárlo.
Fue inevitable que algunas gotas salieran de las comisuras de sus labios, él se retorcía y daba grandes sorbos de aire. Una vez recompuesto lo vio entre sus piernas y con algunas gotas de su semen sobre sí. Lo miró con una cara bastante maliciosa y volvió a jalar de su cabello diciendo:
━ En realidad parece que queremos follar más de lo que nos odiamos ━ se burló limpiando con brusquedad una tira de semen en su mejilla, y eso lo hizo reaccionar.
Se puso de pie de un salto y le dio un puñetazo con fuerza, se giró y salió por la puerta sin mirar atrás.
Tenían que olvidar eso y seguir con el odio que siempre se iban a tener.
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ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗ - ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉ
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【 𝗙𝗜𝗡 】
Holaa, la verdad estoy muy feliz de traerles este one shot 🗣️
Llevo rato sin escribir por mis ocupaciones, entonces a modo de disculpas lo terminé ☠️
Espero que les haya gustado, la verdad iba a ser más de sexo y así, pero me dio una flojera inmensa porque ya estaba muy largo.
Si quieren más one shot así me dicen 👄
Gracias por leer ❤️
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
ʰⁱˡˡᵃʳʸ ᵃʳⁱᶻᵃ
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