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Dos semanas después

Esperaba que el sanador le diera los resultados de las pociones que llevaba tomándose, pero aún no había llegado a su casa.

Tocaron la puerta y el Weasley de inmediato se levantó para abrirla y dejar pasar al morocho que estaba tras ella.

—Buenos días Fred — saludó  entrando con una sonrisa

Diggory— respondió lo más educadamente posible.

Ambos hombre tomaron asiento en el sofá de la casa del Weasley. El sanador tomó una pluma y un papel, para comenzar a escribir. No le gustaba hacerlo a la manera mágica, prefería hacerlo el mismo, pues le resultaba más cómodo.

—Dime Fred— mojó la pluma en tinta para comenzar a escribir— ¿Has estado sintiendo algo con la poción?

—Bueno, hay veces que suelo tener mareos o dolores de cabeza— informó jugando con sus manos— Pero no es nada que no se pueda solucionar con un remedio de mi madre.

Dijo lo último con cierta burla a lo que el ex-Hufflepuff soltó una leve risa.

—No te preocupes por eso, esta todo dentro de lo comun — aseguró escribiendo lo que este le había relatado, para después pausar y mirarlo de nuevo—¿Hay algún recuerdo que te haya venido a la mente?

El Weasley, asintió con una enorme sonrisa al ser consiente de que poco a poco su memoria era recuperada.

—Lo hice si— sonrió mirando al hombre— Recuerdo cosas en Hogwarts.., y lo que más me importa es que poco a poco vuelvo a recordar momentos con Elizabeth.—

Era cierto, estos días cuando volvía a ver a la Lupin tenía una especie de "deja vu", empezaban a venirme imágenes a su cabeza de ellos juntos.

No era nada grande, solo simples abrazos o caminatas.

Un recuerdo que amo cuando se le vino a su mente, fue una vez que estaban en una especie de pradera, casi afirmaría que era cerca de la madriguera y era verano, pues ambos llevaban manga corta. Elizabeth reia al lado de Fred por algún chiste que le habría contado, para después este levantarse y arrastrar junto a el a la Lupin. La agarró de la cintura, ante los gritos y suplicas de la mujer para que no la cayera, mientras esta se aferraba a su cuello con algo de vértigo, aunque sabia que Fred no era capaz de tirarla.

Dando vueltas en el aire se introdujeron ambos poco a poco en el agua, con la Lupin pataleando al estar realmente fría el agua. Fred la dejó caer, entre varias risas escandalosas.

Los pelos de la mujer estaban alborotados, y se encontraba toda cubierta de agua. Inmediatamente salió a la superficie se avalanzó hacia Fred agarrandolo del cuello mientras intentaba tirar de el, para introducirlo en el agua, para su desgracia el Weasley se negaba y acabó por agarrarla y tomarla de la cintura con firmeza y uniendo sus labios en un cálido y afectuoso beso, con las manos del hombre acariciando lentamente y con dulzura la mejilla de la mujer, quien había cedido al beso agarrándose de su cuello para no caer.

—Eso es magnifico Fred— sonrió el Diggory apuntando— Veras como poco a poco comienzan a venirte a la mente más imágenes y poco a poco todos tus recuerdos volverán a ti.

—Espero, Cedric— asintió y lo miró con curiosidad— Por cierto,  tuve un recuerdo que te involucra.

—¿Que me involucraba?— preguntó sorprendido ante sus palabras—¿ de que?

—A ti..., te gustaba Lizzie ¿cierto?—inquirió a pesar de saber la respuesta— Por eso no me alegré al saber de ti..

—Vaya Weasley,  eres directo— bromeó el hombre— Si, me gustaba Elizabeth. Ciertamente, me volvía loco, creo que fue y a días de hoy sigue siendo la unica mujer de la que me enamore

Dijo con algo de tristeza en su voz, aunque admitía no haber vuelto a sentir nada por la Lupin estos años atrás, cuando la volvió a ver digamos que algo en el se volvió a remover.

Los celos de Fred aumentaron al escuchar la última frase del azabache, aunque su mente se relajó y su cuerpo tensó al recordar la noche que volvieron a pasar juntos desde esos cinco años atrás.

—Es una mujer espléndida, maravillosa y unica— afirmó Fred, con una sonrisa en sus labios al hablar de la mujer—

—Si, lo es— afirmó con cierta pena, pues sabía que el pelirrojo amaba a Elizabeth y el no gustaba de meterse entre medio de una relación— Tienes suerte de tenerla a tu lado Fred,  cuidala mucho

—La tengo, demasiada. Y si, no te preocupes Cedric, cuidaré a la mujer que amo.—

●●●

La mano de su ahora novia estaba envuelta con la suya, esta las había entrelazado y el hombre no había puesto pega ninguna, pues supuestamente estaban saliendo y el debía intentar enamorarse de la mujer que tenía a su lado apoyandolo en ese día tan importante para el.

—¿Estas nervioso Georgie?— preguntó mirandolo

—Bueno.., es una sensación extraña — se encogió de hombros, restandole importancia al asunto— Es una sensación diferente, rara y complicada de explicar y entender.

Llamó a la que hace unos  meses también era su casa, pero por motivos legales ahora le pertenecía a la que en pocas horas sería su ex-mujer.

Kailei apretó su mano con fuerza, dedicándole una cálida sonrisa al hombre de apoyo, antes de que la morena apareciera tras la puerta con una expresión de sorpresa al ver al hombre junto a la mujer que lo acompañaba

—George—saludo intentando sonar lo más educada educadamente posible—¿Kailei cierto? Si mal no recuerdo, viniste a Hogwarts

—Exacto, en el torneo— respondio de una manera cortante.—

La morena asintió, algo sorprendida de que  el Weasley hubiera rehacido su vida tan rapido, aunque en parte no lo culpaba pues ella también lo había hecho.

—Pasad—

La pareja, obedeció ante las palabras de la aún Weasley-Jhonson. Se dirigieron hacia el salón. George solo miraba cada rincón con una mueca de añoranza y melancolía al recordar tan buenos momentos en esa casa, que ahora pasaría a ser de la morena y todo se esfumaria

—¿Quereis café, té, agua, algo de comer..?— enumeró mirandolos antes de tomar asiento

—No, muchas gracias Angelina te lo agradecemos— dijo el Weasley tomando asiento,  colocando ambas manos que permanecían entrelazadas aún en un muslo de su pierna.— Creo que es hora de hablar

La morena asintió y tomó asiento en el sofa que tenía frente a ellos.

—Los papeles— extendió uno de ellos y con su dedo señaló donde debía firmar este— Una sola firma, y finalmente cada uno seguirá su camino

George le dedico una mueca apenado a Angelina, pues a pesar de todo lo que había sucedido siempre fue muy buena amiga suya y compañera de vida, cosa que le hacía algo difícil la situación.

Volvió a notar un apretón en su mano, por parte de la mujer que tenía a su derecha. Con la mano restante agarro los papeles y leyó todo de ellos, incluso la letra pequeña para que no hubiera desentendido.

Una vez que leyó todo y estaba de acuerdo, cogió la pluma que le extendía la morena y le dio una mirada de añoranza y melancolía, antes de mirar a la Lombrad que simplemente le asintió con una victoriosa sonrisa.

George finalmente firmó la hoja, dando fin al matrimonio Weasley-Jhonson. Ambos finalmente separados, sin tener que depender del otro, pudiendo tener otras parejas o vivir la vida plácidamente.

—Gracias, George— le sonrió angelina, feliz de por fin ser una mujer separada.

Este simplemente se limitó a asentir con una mueca apenada y alzó la cabeza para mirarla a los ojos

—¿Sigues con el..?— preguntó curioso y preocupado — Con el que ya sabes.., me diste infiel..

Angelina tragó nerviosa ante la preguta, sintiéndose algo presionada al responder frente al pelirrojo y algo avergonzada al escuchar sus últimas palabras.

—Bueno si.., Archie y yo estamos en una relación.. —

●●●

Ni siquiera tenía fuerzas para levantarse de su cama. Un cubo reposaba a su lado, por si le entraban ganas de vomitar.

Su espalda baja le dolía horrores, teniendo que tener puesto en ella un cojín que la manteniera en alto, más cómodamente. Su vientre bajo también le daba algunas punzadas, sintiendo ganas de retorcerse.

Hubiera apuntado a que eran síntomas de la menstruación, pero esta no le llegaba aunque no estuvo pendiente mucho de eso porque solía retrasarse en ello, así que no le tomo demasiada importancia.

Notaba algo raro en ella, sus pechos se hincharon. Algo raro, porque ya al ser adulta tenía entendido que estos no crecían, y además estaban extremadamente sensibles, le dolía incluso hasta llevar un sujetador puesto, de ropa interior.

Tenia vómitos a cada segundo, y sus náuseas aumentaban más al ver como todo lo expulsaba, causando que volviera a repetir el mismo acto varias veces seguidas.

También estaba sumamente cansada, en las noches dormia plácidamente cuando las náuseas o los dolores no la interrumpirán de su cálido y reconfortante sueño. Estaba demasiado agotada, desde que el día anterior empezó a tener estos síntomas.

Dos toque sonaron en la puerta, antes de que Jane Mckinnon, preocupada  por su nieta pidiera permiso para adentrarse en la habitacion.

—Mon brunette pronunció el apodo— ¿Puedo pasar?

—Si, pasa abuela—

Jane se sintió terriblemente mal al ver en ese estado a su nieta, no le gustaba ver como la gente se ponía mal.

—Te traigo un cuenco de sopa, para que te mejores un poco ofreció,  y esta lo cojió en sus manos—

—¿Sopa abuela?— soltó una leve risa, incorporándose en la cama y colocando el cojín en su baja espalda para que no le doliera tanto—Sabes que no me gusta.

A pesar de encontrarse mal, Elizabeth siempre encontraba un buen momento para realizar alguna broma o algo  gracioso, cosa que tal vez heredo de su pelirrojo favorito.

—También traigo chocolate para despues— dijo mostrándole una tableta, como si de una  niña pequeña se tratase.

—Como me conoces abuela— sonrió tomandola entre sus manos

—Eres clavada a tu padre, brunette— soltó una leve risa, y al ver como abría el envoltorio de la barrita la paró—¡Ni se te ocurra Elizabeth! ¡Primero la sopa!

Esta río al escuchar el tono autoritario de la mujer, volviendo a sentirse como la niña chica que vivía junto a ella.

—Esta bien, tranquila— rió tomando el cuenco y dandole un sorbo, disfrutando del caliente líquido que recorría su garganta.

—¿Que es lo que te pasa Elizabeth?—

La Lupin le contó con detalle a su abuela cada uno de los síntomas y malestares que tenía, mientras de vez en cuando tomaba un poco de la sopa, mirando de reojo al chocolate.

—Tal vez sea el estrés por lo de Hiraeth..— comentó en un murmuró apenada — O tal vez algo te sentó mal, o es cualquier virus ya sabes brunette..

Aunque en el fondo Jane había escuchado todos los síntomas y le daban indicios  a otra cosa, pero le parecía imposible pues ella había sido enterada de que Oliver y su nieta lo dejaron. Aunque tal vez hubieran mantenido relaciones sexuales antes, pensaba la Mckinnon.

¿Estaria su nieta de nuevo embarazada?

Al segundo, recordó como una lechuza se posó antes en la ventana con una carta destinada a su nieta, y como se la guardó en el pantalón

—Ay, toma Brunette— se sacó del bolsillo derecho la carta y se la entregó a Elizabeth.

Tras extrañada tomarla, la abrió con rapidez al ver como se trataba del Profeta

Querida Elizabeth Lupin:

Nos encantó tu noticia anterior y nos gustaría que siguieras escribiendo para este periódico. Y si es posible y todo va bien, incluso podríamos llegar ha contratante cuando tu hija vuelva sana y salva.

De momento, tenemos una nueva noticia para ti para que  la redactes y pensemos si podemos llegar a contratarte.

Jessica Banes, futura heredera de toda la fortuna de la casa Banes, ha sido declarada desaparecida tras no ser encontrada por ningún miembro de su familia hace exactamente dos semanas.

Un saludo,
Director del Proffeta

—¿Que pasa cielo?— intentó leer la carta Jane, por el hombro de su nieta y con preocupación al haber visto como su cara cambió de un segundo a otro

—Jessica, Jesica Banes ha desaparecido


Hola a todxs! Como podéis ver tenemos nueva portada  ¿os gusta?

¿Que os ha parecido el cap?

¿creéis que Jane estará en lo cierto?

No os olvideis de votar y comentar, las quiero nos leemos! <3

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