40
MESES DESPUÉS
BANES MANOR
La habitación en la que habitaba la mujer estaba en completo silencio. Sentada en la cama, con un plato abarrotado de deliciosa comida frente a sus grandes ojos, apartó la mirada al ver como el hombre no paraba de insistir.
—Come, por favor — pidió acercándole más el plato a ella .
—No quiero y no me vas a obligar— aseguró mirando hacia otro lado de la habitación, intentando no sentirse intimidada por la penetrante mirada avellana de hombre.
—Jessica come—volvió a insistir el Weasley— Hazlo por el bebé.—
Soltó una risa irónica a la cual Fred la miró confundido, esta giró su cabeza para mirarlo con furia y reencor a sus ojos.
—No me importa este estupido bebé — siseó— No me importa nada, si no estás conmigo.—
Fred al escuchar sus palabras, soltó un bufido pasándose la mano por su centellante cabello frustrado. Se levantó de la cama, alejándose de ella.
—¡¿Cuando entenderás que tu y yo no podremos volver a estar juntos?! — inquirió frustrado—
—¡Podriamos!—aseguró mirandolo a sus orbes avellana—¡Podriamos estar juntos, casarnos, tener al bebé que siempre soñamos, ser la familia que deseábamos! ¡Podriamos todo eso y más si no fuera por la maldita esa!
Bramó con furia, cansada de tantas peleas. La Banes se veía totalmente demacrada, extrañamente raro en ella. Tenia unas oscuras ojeras bajo sus párpados, su rostro estaba más pálido y a pesar de su embarazo se le podía notar como había perdido masa muscular en los brazos y piernas.
Jessica Banes no comía, no bebía, no dormía, ni siquiera hablaba u salía de su habitación desde que el pelirrojo la rechazó en la boda.
Sabia que simplemente estaba aquí por el hijo que llevaba en el vientre, no porque le importara su salud. Odiaba a ese niño, pues podría haber sido el método de unión para el Weasley y la Banes, pero este se negaba a casarse con ella.
El se iba a ser cargo de su hijo, y lo cuidaría amaría y estaría a su lado cuando lo necesitara, pero no por eso se casaría con una mujer que le había hecho tanto daño. Su hijo crecería igualmente feliz, el mismo se encargaría de ello.
—No, no podríamos porque eso era lo que tu deseabas y se que aún deseas —suspiró— Y no metas a Elizabeth en esto.—
Se incorporó la mujer en su cama, poniéndose un cojín en la espalda para estar más recta y cómoda, iniciando una discusión con el pelirrojo.
—¿¡Es por ella verdad?!—inquirió furiosa — ¿¡Por ella me rechazaste cierto?!.
—Te rechacé porque toda la vida me has engañado, me tenias hechizado y me habías hecho ya no se cuántos oblivates , habías puesto a mi familia en mi contra..,¿quieres que siga?—preguntó con tono irónico— Pero si quieres que responda a tu pregunta, si. Ella fue una de las razones, siempre fue la mujer que amé a pesar de todas tus locuras y filtros de amor que me lograron separar de ella.—
Intentó contener su rabia y furia interior pero todo fue en vano.
—Oh, Frederick Weasley, yo te juro que a esa yo la ma..—
Mason Banes, al oír los gritos procedentes del cuarto de su hija entró sin llamar a la puerta para frenar la discusión. Sabia de que seguramente era la discusion y más estando el pelirrojo allí, pero a su hija no le era beneficiario estar en tanto caos, debía relajarse por el feto que comenzaba a crecer en su interior ya abultado levemente su vientre.
—Basta—señaló a ambos en señal de advertencia — Suficiente, Fred fuera.—
El pelirrojo iba a abrir la boca para recriminar, pero conocía a Mason Banes y no debías darle un no por respuesta.
—Nada de peros, comadreja —
Fred salió ante la fulminante mirada de Jessica, si estas matarán estaría ya hace tiempo a dos metros bajo el suelo. Mason salió trad de el y cerró la puerta de la habitación de su hija, para que nadie pudiera escuchar la conversación que iba a proceder con el Weasley.
—Mira Weasley, seré muy claro y directo—aseguró serio, Fred trago saliva nervioso — No le haces bien a mi nieto ni a mi hija viniendo aquí, así que te recomiendo que frecuentes la casa lo menos posible , una vez al mes como mucho. Para evitar disgustos que pongan en riesgo a ambos.—
—Me gustaria ser consciente del estado de salud de mi hijo, Mason.—aseguró, tornando su rostro a serio— No puedo desaparecerme de la noche a la mañana.—
—Y no lo harás ,Weasley—continuó — Estare en continuo contacto contigo por cartas, no debes de que preocuparte.—
Este a regañadientes tuvo que asentir, pues sabía que no le quedaba otra. En cambio se alegraba un poco de no tener que volver a ver a Jessica Banes, casi diariamente.
Rebecca Banes se acercó a ambos hombres con una expresión de pocos amigos en su rostro, que seguía igual de perfecto y juvenil que siempre.
—¿Qué pasó?— preguntó, llevándose ambas manos a la cintura mirando a los hombres con una expresión confundida.
—Ya sabes, pelea de nuevo— suspiró Mason mirando a su mujer — Pero no se volverá a repetir, me he encargado.—
—Hablas como un niño pequeño, Mason — se burló su mujer con voz irónica y miró al futuro padre de su nieto—¿De verdad vas a dejarla sola con un niño en camino? Debeis estar casados u al menos juntos para brindarle una buena educación e infancia a mi nieto.
—Rebecca..—
Iba a hablar Fred, pero Mason lo frenó.
—No estamos en la edad media,Rebbeca. Nuestra hija puede ser madre soltera perfectamente—rodó los ojos al escuchar semejante idiotez de parte de su mujer.
—Mason tiene razón, Rebbeca—corroboró el Weasley— Si lo que te preocupa es eso, debe tranquilizarte. Mi hijo tendrá la mejor educación que se le puda dar, al igual que una infancia y vida feliz. No le faltara de nada, y mucho menos amor, tiene una gran familia que le demostrara cuánto lo quiere, tampoco estará solo pues conta de una bondadosa y humilde hermana.—
Rebecca rodó los ojos con fastidio al escuchar como Hiraeth era nombrada.
—¿Y una madrastra también no?— dijo irónicamente— ¿ O te olvidaste de la hija de ese pordiosero?.—
—Elizabeth y yo no estamos en una relación, ambos somos padres de nuestra hija y tenemos una buena relación.—aseguró y añadio— Remus Lupin ha sido y será un buen hombre, respetable. Mucho más que cualquiera de los que ustedes adorais por poseer "pureza de sangre".
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—Todo esto, ha sido muy duro — comentó dandole un sorbo a la taza de café, de su desayuno.
El azabache asintió, recargandose en la encimera mientras la veía fijamente. Podia asegurar que aunque estuviera recién levantada, su belleza jamás se iría.
—Si, lo ha sido— asintió bebiendo un sorbo de su té, haciendo una mueca por lo caliente que se encontraba el liquido — Entiendo que estés cansada de todo esto.
La mujer asintió, mirando como el Wood se encontraba. Recargado contra la encimera de cocina, sin camiseta dejando a la vista su ahora si tonificado abdomen gracias a las duras y cansadas pruebas de quidditch. Llevaba aún el pantalón de pijama color rojo, recordando a esta cuando estaba en Hogwarts y el hombre pertenecía a Grffindor. Sus pantalones no estaban ceñidos a su cintura, si no caídos un poco más abajo de esta dejando a la vista la maravillosa línea v que tenía, haciendo imaginar todo tipo de cosas.
Una imagen que sin duda, cualquiera pagaría por ver. Pero era Elizabeth Lupin la que lo tenía frente a ella, y desgraciadamente podía decir que no sentía ni una pizca de excitación al verlo de esa manera. Unos meses atrás tal vez, se hubiera hechado corriendo a sus brazos al verlo, pero no era el caso de ahora.
Desde que Fred rechazó a Jessica en la boda, su relación fue más cercana gracias a Hiraeth. Ambos pasaban tiempo juntos, y podía decirse que lo recuperaban.
Cuando estaba con el Weasley sentía como el tiempo se paraba, pero ellos dos siempre estaban allí, conectando ambas miradas chocolate y avellana.
Desde que casi se besaron, meses atrás si no hubiera sido por Hiraeth, la tensión en ambos subio de nivel.
Ambos empezaban a tener sentimientos por el otro, aunque aún no sabían muy bien demostrar que eran. ¿Tal vez una amistad que querían retomar? ¿ O simplemente fuera amabilidad, para que Hiraeth se sintiera mejor con sus padres?
¿O tal vez era amor..?
Tenian miedo a aceptar lo que de verdad sentían. Fred sabía que Elizabeth se encontraba en una relación con el hombre Wood, y no quería meterse en ella ni mucho menos separarlos, solo quería que fuera feliz fuese como fuese. Y en cambio Elizabeth aún estaba muy dolida por todo lo que había ocurrido, tenía miedo de que Fred la volviera a dejar sola. De volver a enamorarse perdidamente de el, caer rendida a sus pies para que después cuando ella girara la cara el se fuera con Jessica u otra mujer.
Ambos tenían miedo a enamorarse.
●●●
La noche ya se había hecho presente y con esto el cierre de Sortilegios Weasleys. Como la mayoría de días que George y Kailei tenían jornada compartida y solos sin Fred por los territorios, aprovechaban para quedarse juntos un rato mas.
George estaba recostado en la silla de su escritorio, y Kailei subida a ahorcadas de el.
El hombre agarraba con firmeza su cintura, probablemente al día siguiente amanecería con marcas en esta pero eso no le molestaba a la Lomrad. Sus labios estaban unidos en un fogoso beso, en el cual no se sabia quien dominaba.
La Lombrad cada vez se pegaba más al regazo del Weasley, haciéndole soltar algunos jadeos imprevistos. George al separarse del beso, mordió con lentitud el labio inferior de la mujer, quien lo miró asombrada, tenía que admitir que era una imagen muy erótica, soltó un gemido ahogado sin poder retenerlo ni, ni siquiera controlarlo a lo que George sonrió victorioso.
Pasó a dejar húmedos besos en la mandíbula de la mujer, robandose asi algunos suspiros de su parte. Bajo los besos poco a poco al cuello de la Lombrad, el cual besó, lamió y comenzó a succionar dejando marcas rojas que al día siguiente se convertirían en moradas. Probablemente las tuviera que tapar, pues acabaría toda marcada pero no era algo que le importara si las marcas provenían del Weasley.
Kailei soltó algunos gemidos, pegándose cada vez más a el. Hasta que en un momento, miles de preguntas y dudas se le vinieron a la mente, quedándose quita sin emitir ninguna reacción, cosa que a George le sorprendió y extrañó por lo cual se separó del cuello de esta mirandola a los ojos con los labios hinchados , el cabello alborotado y las mejillas sonrojadas por la falta de aire.
—¿Kailei?—la miró confuso—¿Estas bien? ¿Te moleste? ¿Hize algo que no querías? Si es así, lo siento mucho debiste pararme..—
—George, no es eso—negó mirándolo a los ojos a penas a centímetros de sus carnosos labios.—Solo, tenía un par de dudas.—
Kailei se bajó del regazo del Weasley, acomodándose la ropa, bajándose la camiseta y apoyándose en el escritorio ante la atenta mirada del hombre.
—¿Quieres hablarles?— inquirió preocupado, mientras se acomodaba rectamente en la silla, mirandola atentamente.
Medito unos segundos internamente si debía preguntar, hasta que finalmente se armó de valor para hacerlo.
—George.. esto..—se señaló a ambos—¿Que es lo que somos?
—No creía que querías ponerle etiqueta, aún..—
Respondió sorprendido ante la pregunta de la mujer frente a el.
—Mira George —pausó suspirando— Sé que acabas de salir de un matrimonio de cinco u cuatro años, pero tu a mi me gustas mucho, y espero que tengas al menos los mismos sentimientos que yo por ti. Tenemos veinticinco, veintiséis años, ¿no crees que deberíamos intentarlo? Al menos una oportunidad.
George estaba en estado de shock y sorprendido por las palabras de la mujer. Nunca pensó que ella se tomara esto como algo sentimental. El seguia enamorado de Elizabeth.
—Yo..., no se si me sentimientos son correspondidos aún.. mintió para no dañar a la mujer, a la cual le había cogido un gran aprecio.
—¿Es por Angelina?¿ La sigues amando?—inquirió frustrada y apenada por su respuesta.
—Te lo diré, porque te has convertido en una persona muy importante para mí Kailei—dijo y pausó— Nunca estuve enamorado de Angelina mi corazón siempre estuvo en otra mujer.—
Y George cometió el error de mirar hacia un marco en el que se encontraba una foto de Elizabeth, Fred y el en la boda de Fleur y Bill.
Kailei llevó su mirada hacia donde este la posó y lo entendió todo.
George nunca estuvo enamorado de Angelina si no de Elizabeth.
A quien debió de quitar del camino era a ella no a Jhonson. Ella estaba profundamente enamorada de George y no descansaría hasta que este sintiera lo mismo.
Así tuviera que deshacerse también de la Lupin, George Weasley solo la amaría a ella.
¡Hola a todxs! ¿Que os ha parecido el primer capitulo y el tráiler?
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