«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇𝗈»... [𝖮1]

❝𝗨𝗻 𝗧𝗿𝗮𝗷𝗲❞

La lluvia caía en finos hilos sobre la ciudad de Seúl, cubriendo las calles con un brillo húmedo bajo la tenue luz de los faroles. Jeon Jungkook caminaba cabizbajo, con el abrigo bien ajustado y el maletín de su trabajo colgado del hombro. Era otra noche agotadora tras una jornada interminable en la oficina, un día más que se desvanecía entre papeleo, reuniones insípidas y la sensación persistente de estar atrapado en una rutina sin propósito. Apenas tenía fuerzas para pensar en algo más que llegar a casa, preparar algo rápido para comer y desplomarse en el sofá.

El viento soplaba helado, levantando hojas y envolviendo la calle desierta en un aire inquietante. Jungkook no pudo evitar sentirse observado, aunque rápidamente lo desechó como producto de su cansancio. Entonces, algo llamó su atención. En una esquina, justo al borde de la acera, descansaba un maletín negro. Estaba fuera de lugar, como si alguien lo hubiera dejado caer con prisa o intención. A su alrededor no había rastro de personas. El tráfico era inexistente a esa hora, y los edificios a su alrededor estaban oscurecidos, con sus ventanas apagadas.

Frunciendo el ceño, se acercó lentamente al objeto. Era de cuero gastado pero robusto, con hebillas plateadas que reflejaban la escasa luz. Jungkook se agachó, dudando un momento antes de tomarlo entre sus manos. El peso era mayor de lo que esperaba, como si en su interior llevara algo más que documentos o pertenencias comunes. Lo giró, inspeccionándolo en busca de un nombre, una etiqueta o cualquier indicio del propietario. Nada. La curiosidad, mezclada con una ligera sensación de inquietud, empezó a crecer dentro de él.

━ ¿Qué hace esto aquí...? ━ murmuró para sí mismo, mirando a su alrededor una vez más. Ni una sola alma a la vista.

Con un suspiro, decidió llevárselo a casa. Quizá contenía algo importante que alguien podría reclamar más tarde. Además, estaba demasiado cansado como para preocuparse de otra cosa en ese momento.

Al llegar a su pequeño apartamento, subió las escaleras con el maletín en una mano y la llave en la otra. La cerradura chirrió mientras la abría, y una vez dentro, dejó caer su maletín del trabajo sobre el sofá. Se quitó el abrigo y lo colgó detrás de la puerta antes de colocar el misterioso objeto sobre la mesa del comedor.

La curiosidad era irresistible. Se sentó, encendió la luz y comenzó a abrir las hebillas del maletín con cuidado. El clic del metal resonó en la habitación vacía, y cuando levantó la tapa, lo que encontró dentro lo dejó sin aliento.

Era un traje rojo, cuidadosamente doblado, como si hubiera sido colocado ahí con un propósito deliberado. El material parecía único, brillante pero sólido, con un diseño elegante que daba la impresión de haber sido hecho a medida para alguien de su complexión. Sin embargo, había algo más en él, algo que Jungkook no podía identificar pero que lo hacía sentir extrañamente atraído.

━ ¿Qué demonios...? ━ murmuró, pasando los dedos por la superficie del traje. Su textura era suave, casi sedosa, pero con una resistencia que no esperaba.

Antes de que pudiera inspeccionarlo más de cerca, un golpe seco en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Jungkook frunció el ceño, sorprendido. ¿Quién vendría a su casa a esa hora? Se levantó, dejando el maletín abierto en la mesa, y caminó hacia la puerta con cierta desconfianza. Miró por la mirilla, y al otro lado vio a un hombre con un uniforme de repartidor.

━ ¿Quién es? ━ preguntó Jungkook, sin abrir del todo.

━ Domicilio para el señor Jeon Jungkook ━ respondió el hombre con una sonrisa amable.

Jungkook frunció el ceño aún más. No recordaba haber pedido nada.

━ No he pedido ningún domicilio ━ respondió con firmeza, pero abrió un poco más la puerta para observar mejor al hombre.

Era alto, de complexión fuerte, con una gorra que le cubría parte del rostro. En sus manos no llevaba ninguna bolsa ni paquete, algo que Jungkook notó de inmediato.

━ Oh, debió ser un error, entonces ━ dijo el hombre, pero sus ojos parecían escanear el interior del apartamento detrás de Jungkook.

El aire se volvió más tenso. Jungkook notó cómo la mirada del supuesto repartidor se detenía unos segundos demasiado largos en la mesa del comedor, donde el maletín yacía abierto con el traje rojo a la vista. Aunque trató de disimular, Jungkook sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

━ Bueno, lo siento por la molestia ━ dijo el hombre, retrocediendo un paso. Su tono era amable, pero algo en su actitud parecía forzado, como si estuviera ocultando una segunda intención.

━ No hay problema ━ replicó Jungkook, cerrando la puerta con rapidez. Se quedó ahí unos segundos, con la mano aún en la cerradura, escuchando. Afuera, los pasos del hombre se alejaron lentamente, pero el malestar persistió.

Cuando regresó a la mesa, el traje seguía allí, brillante y perfecto bajo la luz. Jungkook se dejó caer en la silla, con una sensación de inquietud que ya no podía ignorar. ¿Qué había sido todo eso? ¿Quién era ese hombre, y por qué parecía tan interesado en lo que había en su apartamento?

Miró el traje una vez más, como si buscara respuestas en su peculiar diseño. Sin embargo, lo único que obtuvo fue una sensación cada vez más clara de que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.

La noche seguía envolviendo el pequeño apartamento de Jungkook en un inquietante silencio. Afuera, el sonido ocasional de un automóvil pasando por las calles mojadas apenas perturbaba la atmósfera. Sentado frente al traje rojo que había encontrado, Jungkook no podía apartar la vista de él. Había algo magnético en su diseño, algo que le llamaba de una manera casi irracional. A pesar del desconcierto provocado por el extraño hombre que había tocado a su puerta momentos antes, su curiosidad estaba ganando terreno.

El traje, con su tejido brillante y líneas perfectamente ajustadas, le recordaba a los atuendos de superhéroes de los cómics que solía leer cuando era niño. No pudo evitar esbozar una sonrisa irónica ante la idea.

━ ¿Qué estoy pensando? ━ murmuró para sí mismo, apoyando el codo sobre la mesa y la cabeza en la mano.

Sin embargo, la curiosidad seguía picándole como una espina bajo la piel. ¿Quién dejaría algo así en un maletín abandonado? ¿Y por qué tenía la sensación de que el traje había sido hecho para él? Era como si algo en el fondo de su ser le dijera que esto no era una coincidencia. Jungkook sacudió la cabeza, tratando de desechar esos pensamientos.

━ Solo es un traje cualquiera, nada raro... ━ se dijo en voz alta, como si necesitara convencerse.

Finalmente, impulsado más por el tedio de su rutina diaria que por un razonamiento lógico, se levantó y tomó el traje en sus manos. La tela era suave al tacto, pero al mismo tiempo emanaba una extraña sensación de resistencia, como si estuviera hecho de un material desconocido. Lo sostuvo frente a él, inspeccionándolo bajo la luz.

━ ¿De verdad voy a hacer esto? ━ preguntó al aire, soltando una pequeña risa nerviosa.

Decidido, llevó el traje al dormitorio. Cerró la puerta, aunque sabía que estaba solo, y comenzó a cambiarse. Al quitarse la ropa, sintió una extraña anticipación. Era ridículo, lo sabía, pero no podía evitarlo. El traje parecía ajustarse a su cuerpo como un guante mientras se lo ponía. Cada pieza encajaba perfectamente, como si hubiera sido confeccionado específicamente para él.

Cuando finalmente terminó de ponérselo, se miró en el espejo de cuerpo entero que tenía en una esquina de la habitación. La figura que lo devolvía la mirada parecía salida de una película o un cómic: un hombre con un traje ceñido, rojo como la sangre, y un diseño que destacaba por su elegancia y fuerza.

━ Bueno... esto es nuevo ━ comentó, girándose para observarse desde diferentes ángulos.

Por un momento, se sintió divertido. La idea de que alguien pudiera verlo así le resultaba casi vergonzosa, pero también había una parte de él que se sentía extrañamente poderoso. Sin embargo, esa sensación pronto se transformó en algo más.

Una pulsación recorrió su cuerpo de repente, comenzando en el pecho y extendiéndose por sus extremidades. Era como un latido, pero más intenso, más profundo. Jungkook se tambaleó ligeramente, llevándose una mano al pecho.

━ ¿Qué demonios...? ━ dijo entre dientes, mientras otra pulsación lo recorría, esta vez más fuerte.

El aire pareció volverse pesado a su alrededor. Una energía desconocida comenzó a emanar desde el traje hacia su piel, como si estuviera fusionándose con él. Su corazón latía con fuerza, pero no era solo eso; era como si algo dentro de él estuviera despertando, algo que nunca había sentido antes.

Cayó de rodillas, jadeando. Su visión comenzó a oscurecerse en los bordes, pero antes de perder la consciencia por completo, sintió un último estallido de energía, esta vez tan fuerte que lo hizo gritar.

━ ¡Ah! ━ exclamó, antes de desplomarse sobre el suelo.

La habitación quedó en silencio una vez más, salvo por el sonido de su respiración irregular mientras permanecía inconsciente. Su cuerpo, vestido con el traje rojo, yacía en el centro de la habitación, como si estuviera dormido, pero todo en él parecía irradiar un leve resplandor.

Algo había cambiado. Algo que Jungkook no podía comprender en ese momento, pero que pronto descubriría. Y aunque el apartamento estaba inmerso en la oscuridad, el eco de la energía que ahora fluía por su cuerpo era imposible de ignorar. La noche apenas comenzaba para él.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09