𖹭.ᐟ12
Jungkook se miró al espejo, ajustando su atuendo para asegurarse de que estaba perfecto. Hoy era el día en que le pediría a Jimin que fuera su novio oficialmente, y quería que todo fuera perfecto.
Se puso su chaqueta favorita, una camisa blanca y unos pantalones negros que le sentaban bien. Se peinó el cabello y se aplicó un poco de perfume para completar su look.
Tomó sus cosas y las llaves de su moto, y se dirigió a la sala donde estaban sus padres. Ellos lo miraron con curiosidad cuando se acercó.
—¿A dónde vas, hijo? —preguntó su madre.
—Saldré con Jimin —respondió Jungkook— Llegaré tarde, así que no os preocupéis.
Su padre asintió.
—Ten cuidado, hijo. Y no te olvides de llamarnos si necesitas algo.
Jungkook sonrió y se despidió de sus padres. Salió de la casa y se subió a su moto, sintiendo una emoción creciente en su pecho.
Condujo hasta la casa de Jimin, pensando en la gran sorpresa que le tenía. Cuando llegó, vio al padrastro de Jimin en la puerta, tal como había esperado.
Jimin le había contado que su padrastro lo había amenazado y mirado con desconfianza, pero Jungkook no se dejó intimidar. Sabía que Jimin valía la pena, y que no se dejaría disuadir por opiniones de ése tipo. Además ¿Quién se cree para amenazar a Su Jimin?.
Se bajó de la moto y se acercó a la puerta, mirando fijamente al padrastro de Jimin.
—Buenas noches —dijo, con una sonrisa confiada.
El padrastro Jimin lo miró con desconfianza, pero Jungkook no se inmutó. Le debo ver que no le agradó verlo aquí. Pero a Jungkook le daba igual.
Minho, el padrastro de Jimin, se acercó a Jungkook con una expresión de desconfianza y hostilidad.
—¿Qué haces aquí en mi casa? —preguntó Minho, su voz llena de autoridad.
Jungkook sonrió confiado y respondió:
—Vengo por mi novio, Jimin, y su hermanito, Jaemin.
Minho frunció el ceño y dijo:
—Nadie saldrá de esta casa. Y te aconsejo que te alejes de mi hijastro si no quieres conocerme.
Jungkook se rio y respondió:
—No tienes derecho a prohibirme nada. No eres su padre y mucho menos es tu casa. Y si vuelves a amenazar a Jimin, le diré a mi padre. ¿Piensas que solo por que eres mayor te da derecho?
Minho se rio y dijo:
—¿Quién diablos es tu padre como para que te creas mucho? ¿Crees que alguien te tomará en serio? Solo eres un maldito mocoso creído.
Jungkook sonrió victorioso y respondió:
—Mi padre es el empresario y CEO Jeon Gong Yoo. Creo que con sólo escuchar su nombre sabrá quién es él.
Minho palideció al escuchar ese nombre y su expresión cambió de inmediato. Jungkook se dio cuenta de que había tocado un nervio sensible y decidió presionar un poco más.
—Si vuelves a amenazar a Jimin o a Jaemin, le diré a mi padre del trato que les dan. Y no creo que quieras que eso suceda —dijo Jungkook, su voz llena de confianza.
Minho se recompuso.
—No ganarás. No tienes pruebas de nada.
Jungkook se rio.
—Eso veremos. Si piensas que Jimin no tiene quien lo cuide, estás muy equivocado. Me tiene a mi para cuidarlo. Así que deje de creerse lo que no es y mucho menos amenazar a un menor de edad.
El tipo parecía echar humo por la cabeza.
—Ya no tienen respeto por los mayores.
—Solo por los que no son groseros conmigo.
—Maldito mocoso.
Parecía querer decir algo más cuando en ese momento, Jimin salió de la casa con Jaemin, quien corrió a abrazar a Jungkook. Jungkook sonrió y saludó a Jaemin, mientras que Jimin pasó por alto a Minho y besó a Jungkook en los labios.
—Llegaste. —le dice Jimin con una sonrisa.
—Claro que sí nene.
Minho entró en la casa con la rabia consumiendo su cuerpo, su rostro rojo de ira. Jungkook se dio cuenta de que había ganado la primera batalla, pero sabía que la guerra apenas había comenzado.
—¿Te dijo algo malo?
Jeon negó.
—Descuida, nada que no pueda resolver. —Acaricia su mejilla y ve lo lindo que está— Estás hermoso.
—Gracias. También estás guapo. —se sonroja.
—Hay que irnos nene. Hay una cita que tenemos los dos.
—¿Y yo qué?
Hace un tierno puchero Jaemin.
—Irás también, pero con un amigo que tiene un hermanito de tu edad. La pasaras bien.
—¡Qué emoción!
Grita emocionado. La pareja se ríe y suben a la moto para ir a la casa de Jin.
Jimin y Jungkook llegaron a la casa de Seokjin, con Jaemin en medio. Seokjin los recibió con una sonrisa y les preguntó cómo habían estado.
—Hola, Jin —dijo Jimin, sonriendo— Trajimos a Jaemin para que se quedará contigo un rato.
Seokjin asintió.
—Claro, claro. Se que se divertirán mucho. Hola, Jamein, me llamo Kim Seokjin y soy muy amigo de tu hermano.
Le saluda a lo Jaemin hace una reverencia ante el mayor.
—Un gusto conocerlo.
—Vaya, que educado. Le caerás bien a mi hermanito. ¡Taeha ven aquí!
En ese momento, un pequeño niño de unos 5 años salió de la cocina, mirando a Jaemin con curiosidad. Seokjin sonrió al ver como se miraban ambos.
—Este es Kim Taeha, mi hermanito. Taeha, este es Jaemin, el hermanito de Jimin.
Taeha sonrió y se acercó a Jaemin, quien le sonrió y lo abrazó.
—Hola, Taeha. —saluda Jae.
—Hola, Jaemin. Eres muy bonito.
Jaemin se sonroja. Jimin no lo puede creer.
Los dos niños comenzaron a jugar juntos, mientras que Jimin y Jungkook se sentaron en el sofá con Seokjin.
—Vaya, creo que es ¿primer amor de chocolate? —dice Jin.
—Si que lo es. —responde Jungkook.
—Gracias por cuidar de Jaemin, Jin —dijo Jimin, agradecido— Significa mucho para mí.
Seokjin sonrió.
—No hay problema, Jimin. Me encanta cuidar de los niños. Y además, Taeha se alegra de tener un nuevo amigo.
—Bueno, nosotros nos vamos. Tenemos una cita. —dice Jungkook.
—Buena suerte, chicos. Espero que tengáis una noche maravillosa. Y no se olviden de usar condón.
Jimin se sonrojó y Jungkook le dio un sape a Jin.
—Te lo buscaste.
—Solo bromeó. Pero si usen.
Jungkook intentó golpearlo otra vez pero Jin lo esquivó.
Jimin y Jungkook se despidieron de Seokjin y Taeha, y se marcharon de la casa. Jaemin se despidió de ellos, abrazando a Jimin y Jungkook, y se quedó jugando con Taeha.
Mientras caminaban hacia el lugar de su cita, Jungkook tomó la mano de Jimin y la apretó suavemente. Jimin sonrió y se acercó a Jungkook, sintiendo una emoción creciente en su pecho.
—Estoy emocionado por nuestra cita —dijo Jimin, sonriendo.
—Yo también. Quiero hacer que esta noche sea especial para ti.
Jimin sonrió y se acercó más a Jungkook, sintiendo su corazón latir con emoción. Sabía que esta noche sería una noche que nunca olvidaría.
Jimin y Jungkook se dirigieron a un edificio imponente, con una fachada de cristal y acero que reflejaba la luz de la ciudad. Jimin se sintió confundido, ya que no esperaba que su cita fuera en un lugar como ese.
—¿Dónde estamos? —preguntó Jimin, mirando a Jungkook con curiosidad.
Jungkook sonrió y tomó la mano de Jimin.
—Nuestro destino es un lugar que amo —dijo— Y quiero compartirlo contigo. Ven.
Jimin se sintió intrigado y permitió que Jungkook lo guiará hacia el edificio. Al entrar, Jimin se sorprendió ante la opulencia que lo rodeaba. El lobby estaba decorado con muebles de diseño y obras de arte, y el personal del edificio los saludó con reverencias y sonrisas.
Jungkook los saludó amablemente y continuó guiando a Jimin hacia el elevador. Cuando llegaron al piso correspondiente, Jungkook abrió la puerta de un apartamento que dejó a Jimin sin aliento.
En el centro del apartamento, había una mesa decorada con flores, velas y una deliciosa comida. Jimin se llevó las manos a los labios, conmovido por la belleza y el romanticismo del lugar.
—¿Es... es esto para mí? —preguntó Jimin, mirando a Jungkook con lágrimas en los ojos.
Jungkook sonrió y se acercó a Jimin.
—Este apartamento es mío. Y lo decoré especialmente para ti. Quiero darte lo mejor de mí, Jimin. Quiero que sepas cuánto te amo y cuánto te aprecio.
Jimin se sintió abrumado por la emoción y se lanzó a los brazos de Jungkook. Los dos se abrazaron y se besaron, mientras la música suave y la luz de las velas crean un ambiente romántico e íntimo.
—Es hermoso.
—Que bueno que te gustó. Me la pase en este lugar esperando que te gustara tanto como a mi.
Jungkook sienta a Jimin en la mesa. Va por el primer platillo que es un filete con verduras al vapor. Algunas salsas y pan. También le sirve vino.
—Wao... ¿Tú preparaste todo esto?
—No sólo soy guapo, buen deportista y millonario; también soy un buen cocinero.
Jimin se ríe ante sus palabras.
—Pues que bueno que cocinas tú, porque así me cocinaras a mi cuando quiera.
Jungkook se sienta frente a él tomando su mano.
—Lo haré con gusto. Porque no hay nada más que quiera hacer por ti. Aún si estoy de viaje y me mandes un mensaje diciéndome que tienes hambre; viajaría por ti solo para alimentarte.
—¿Enserio harías eso? —cuestiona Jimin.
—Claro que sí nene. Eso y más.
La cena fue un éxito, y Jimin disfrutó enormemente del filete que Jungkook había preparado para él.
—Esto está delicioso —dijo Jimin, con la boca llena—
Me encantaría que me cocinaras esto cuando nos casemos.
Jimin se arrepintió de inmediato de haber dicho eso, y se sonrojó. Jungkook sonrió ante lo que insinúa.
—Me encantaría ser tu esposo en un futuro, Jimin. Me encantaría pasar el resto de mi vida contigo. Me gusta la propuesta.
—Lo siento, se me salio decirlo. —Comenta avergonzado.
—No te preocupes, me gusta la idea de ser tu esposo en un futuro. —le giña el ojo.
Jimin sonrió, sintiendo que su corazón latía con emoción. Sabía que lo que sentían era más fuerte que un simple amor juvenil. Era un amor profundo y verdadero, que había crecido con el tiempo.
Después de la cena, Jungkook y Jimin se dirigieron al balcón para disfrutar de la vista. La noche era fresca, y Jungkook se acercó a Jimin por detrás, abrazándolo por la espalda.
—Me encanta estar contigo —dijo Jungkook, susurrando en el oído de Jimin— Me encanta sentir tu calor, tu risa, tu amor.
Jimin se sintió conmovido por las palabras de Jungkook, y se volvió hacia él.
—Yo también te quiero —le dice Jimin, mirándolo a los ojos— Me gusta como me haces sentir. Como mi cuerpo y corazón reaccionan cuando me tocas y me dices cosas hermosas.
Jungkook sonrió, y se volvió hacia Jimin, quedando frente a él. Había llegado el momento de decirle lo que había esperado decirle.
—Jimin —dijo Jungkook, su voz llena de emoción— Desde que te conocí, supe que eras alguien especial. Eres un chico increíble, con un corazón de oro. Y nada me haría más feliz que tener la oportunidad de estar contigo para siempre. Por favor nene ¿Quieres ser mi novio?
Jimin se sintió conmovido por las palabras de Jungkook, y asintió con la cabeza.
—Sí —dijo Jimin, sonriendo— Sí, quiero ser tu novio.
Jungkook se rio, y se lanzó a los brazos de Jimin, besándolo apasionadamente. El beso comenzó dulce, pero pronto se volvió más intenso, más apasionado. Ambos se perdieron en el momento, sin pensar en nada más que en su amor por el otro.
Y mientras se besaban, sabían que lo que pasaría después sería algo especial, algo que los uniría para siempre. Estaban solos en el apartamento de lujo, con la ciudad brillando debajo de ellos. Y sabían que nada podría detener su amor.
Aquí tenemos otro capítulo más de nuestra parejita. Ya casi llegamos a su final así que se vienen cosas.
Nos vemos mañana ya que subiré actualización todos días para terminarlo. Además se viene el +18 jejeje
Nos vemos mañana ♡
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