𖹭.ᐟ06

—¿Mingyu?

Este le ayudaba a su madrastra a bajar las bolsas de compras. Jimin estaba estupefacto.

—Hola, Jimin. Que bueno que llegas. —Lo saluda su madrastra.

—¡Hermanito! —el pequeño Jaemin corrió a dónde Jimin.

—Hola, Jae.

Lo abraza mientras lo alza para darle un beso en su mejilla. Mingyu se acerca a él.

—Lamento venir, pero es que quería hablar contigo.

Jimin frunció el ceño.

—Jae puedes esperarme adentro, no tardó.

—Ok, pero no tardes porque hay galletas que la señora mamá hizo.

—Iré pronto, lo prometo.

Jae corrió adentro mientras Jimin miraba mal a Mingyu.

—¿Qué haces aquí? Es más ¿como sabes donde vivo actualmente?

—Lo siento si vengo de imprevisto, pero fui a tu antigua casa y tu madre me dio la dirección. Quería hablar contigo sobre lo que pasó en la mañana y encontré a su madrastra y me comentó sobre la fiesta de tu hermanito para este sábado, me ha invitado.

Joder, lo último que faltaba era tenerlo en la fiesta de cinco años de su hermano menor.

—Oye Mingyu, creí que quedó claro sobre esto entre nosotros. Yo tengo novio.

—Lo sé, pero aún así no quiero rendirme. Sé que suena loco por todo lo que pasó entre nosotros, pero de verdad quiero volver a lo que teníamos antes.

—Tengo un novio —le repite— El me gusta mucho y le quiero tanto como para dejarlo para volver con alguien que me dejó por mensaje. No quiero discutir este tema otra vez.

Le dice ya con la paciencia al límite.

—Está bien, creo que tienes razón —Wao parece que se rindió fácil— Pero aún así, daré mi mejor esfuerzo. Tal vez tengas novio pero siempre hay posibilidad de que eso termine. —Besa su mejilla a lo que Jimin lo aparta— Nos vemos.

Se fue mientras Jimin lía lo que había dicho. ¿Qué quiso decir con eso? De verdad están terco que enserio cree que dejaría a su novio de mentiras por él, ya quisiera.

Jimin entró a casa y fue con su hermanito quien le dio galletas. Su madrastra le dio un vaso de leche y entre los tres comieron mientras veían una película. Joder, ahora no sólo tenía que lidiar con el en la preparatoria sino también en la fiesta de cumpleaños de su hermanomito.

Ya pensara en algo después, por ahora solo quiere estar con su hermanito.

Seokjin salió del supermercado, cargando con varias bolsas de compras. Eran las 11 de la noche, y las calles de Busan estaban solitarias y oscuras. Jin caminó con rapidez, intentando llegar a su casa lo antes posible.

No es que le dé miedo, sino que está cargando cosas y no podrá defenderse.

De repente, escuchó pasos detrás de él. Se dio la vuelta y vio a un grupo de tipos que lo miraban con una sonrisa maliciosa. Jin aceleró el paso, intentando perderlos, pero su mala suerte lo persiguió. Los tipos lo alcanzaron y lo rodearon, bloqueando su camino.

—¿Adónde vas precioso? ¿Te ayudo con las compras? Se ven pesadas. —dijo uno de ellos mientras los demás reían.

—No, así que a un lado. —respondió un poco tosco. No quería que supieran que tenía miedo.

—Vaya, eres respondón.

—Quítale lo gatita Mun, a ver si te vuelve a hablar así.

Seokjin dio un paso a tras, joder, que va hacer si ellos eran cuatro contra uno. Pase lo que pase, no dejará que esos monos le hagan algo. Jin se preparó para defenderse, pero antes de que pudiera hacer algo, una figura emergió de la oscuridad. Era Namjoon, con una expresión seria y decidida. Parecía otro.

—Dejenlo en paz —dijo Namjoon, su voz firme y autoritaria.

Seokjin le brillaron los ojos al ver a Namjoon de esta manera.

Los tipos se burlaron de Namjoon porque tenía sus lentes, pero este no se inmutó.

—Largo de aquí grandulón, o quieres que mi amiga te joda un órgano.

El tipo sacó una navaja, la cual alertó a Jin.

—Namjoon, ten cuidado... —susurro.

—Descuida, sé defenderme.

Namjoon se quitó las gafas y se las dio a Jin quien vio todo con la boca abierta.

Namjoon se acercó a ellos y les dio un golpe rápido y preciso en la cara. Los tipos se sorprendieron y retrocedieron, y Namjoon aprovechó la oportunidad para darles un segundo golpe. Le quitó la navaja doblando su mano, uno de ellos se armó de valor y quiso golpear desde atrás y Namjoon se agachó y este le dio a su amigo.

Sostuvo sus cabeza y los hizo golpearse cayendo al suelo ambos.

Los tipos salieron corriendo, abandonando a sus amigos. Jin se volvió hacia Namjoon, agradecido. La policía venía en camino ya que una mujer vio todo y llamó.

—¡Oh por dios! Gracias, Namjoon —dijo Jin, sonriendo— Me salvaste la vida.

Namjoon se sonrojó ligeramente, pero se mantuvo serio.

—No hay de qué, Jin. Solo estaba en el lugar correcto en el momento correcto.

Jin se acercó a Namjoon y lo miró a los ojos.

—Eres muy lindo, Namjoon —dijo Jin, con su voz baja y suave. Le colocó sus gafas con cuidado— Tengo que agradecerte por esto.

Namjoon se sonrojó aún más, y se sintió tímido.

—No... no digas eso, Jin. No tienes que agradecer —dijo, intentando apartar la mirada.

Pero Jin no se detuvo. Se acercó aún más a Namjoon y le dio un beso en la mejilla.

—Gracias de nuevo, Namjoon —dijo Jin, sonriendo—Eres un verdadero héroe.

Namjoon se sintió abrumado por la cercanía de Jin y por el beso en la mejilla. Se sintió como si estuviera flotando en el aire, y su corazón latía con rapidez.

—Tú y yo el viernes saldremos a comer algo, y no quiero un no por respuesta ¿Ok?

Namjoon asintió aturdido por lo que dijo ¿Cita?

—Nos vemos guapo.

Jin se despidió de Namjoon y se marchó, dejando a este último con una sensación de mariposas en el estómago. Namjoon se quedó allí, parado en la calle oscura, intentando procesar lo que había pasado.

Finalmente, se dio la vuelta y se marchó, sintiendo que su corazón estaba a punto de explotar de emoción. No sabía qué iba a pasar entre él y Jin, pero sabía que quería encontrarlo.

Jimin fue a su habitación para poder estudiar un poco. Quería terminar su tarea antes de ir a dormir. Mientras se ponía en ello, se colocó la sudadera de Jungkook, le gustaba su olor a chocolate envinado y eso le ayudó a concentrarse.

Sonrió cuando recordó la escena. Fue como esos k-dramas como los que ve con Taehyung y Nam. El chico badboy está protegiéndolo de las chicas envidiosas que lo desean, pero él solo tiene ojos para el chico tímido.

Se sonrojó por ello, pero tampoco le desagrada la idea. Al terminar todo se fue a dormir, claro, con la sudadera de Jungkook en su cuerpo.

Mañana será otro día lleno de emociones.

Jimin estaba a punto de salir de su casa, cargando su caja de herramientas para su proyecto de robótica, cuando vio a Mingyu parado en la acera. Se sorprendió y pensó que era una broma. ¿Qué estaba haciendo Mingyu allí?

Mingyu le saludó con una sonrisa, pero antes de que Jimin pudiera responder, Jungkook apareció de la nada y pasó por el lado de Mingyu, caminando hacia Jimin con paso prisa.

—Hola, cariño —dijo Jungkook, sonriendo y besando a Jimin en la mejilla.

Jimin se sonrojó y se sorprendió por la repentina demostración de afecto.

Mingyu se quedó mirando a la pareja, con una expresión de confusión y sorpresa.

—Lo siento, llegué tarde —dijo Jungkook, abrazando a Jimin y ayudándolo con sus cosas— Había tráfico y pase por algo de beber para ambos.

Jimin se rió y se encogió de hombros.

—Está bien, no te preocupes, Jungkookie.... —El apodo salió sin querer, pero a Jeon le gustó.

Jungkook sonrió y caminó hacia su auto lujoso, con Jimin a su lado. Mingyu se quedó mirando a la pareja. Tal parece que ese tipo ganó mucho terreno, pero él no se rinde, el quiere a Jimin de buena manera, pero con ese tipo no podrá acercarse mucho a Jimin. Avanzó a la parada de bus mientras veía alejarse aquel auto de lujo.

Jimin estaba algo sorprendido por su llegada y quería preguntarle.

—¿Cómo es que sabes donde vivo? Ahora parece que todos saben. —pregunta mientras bebé su Matcha Latte.

—No lo sabía, pero Hoseok vive por esta calle y me aviso que tú ex novio vive a su lado. Lo escuchó ayer hablar por móvil con alguien y dijo que iría por ti en la mañana. Así que aquí estoy.

—Vaya, pues gracias por eso. Ahora ya no sé cómo deshacerme de él. Ayer también hizo lo mismo.

—¿Fue a tu casa? —pregunta Jungkook.

—Aja... es que esa casa es de mi padre, él se divorcio de mi madre y nos vamos una semana con él y otra con mamá. Me busco en la otra casa.

—Creo que tampoco entiende eso de "no quiero nada contigo" ¿verdad?

—Ayer se lo dejé claro, pero ni así pude hacerlo entender. Está aferrado a que yo lo perdone y te deje.

—Porque le gustamos a los locos. —dice Jungkook y Jimin suelta una carcajada.

—No lo sé.

—Por cierto, el viernes es la fiesta de mi padre ¿te parece? Ni tienes nada que hacer ese día.

—Descuida, estoy libre. De hecho también quería que fueras a la fiesta de cumpleaños de mi hermanito. Cumple cinco años.

—Wao ¿Tienes un hermanito?

—Si, se llama Jaemin.

—¿Quieres invitarme por qué sí o por algo más.

Le pregunta a lo que Jimin respondió:

—Creo que será divertido y también lo otro, es que mi madrastra invitó a Mingyu y pues...

—Pues ahí me tendrás. ¿Hay algo que quiera de regalo tu hermanito?

—Es fan de Marvel. Tal vez algo de hombre araña, le gusta mucho.

Ambos llegaron y bajaron siendo observados por todos. Jungkook lo toma de la mano. Causando cosas en Jimin.

—Creo que tú hermanito y yo nos llevaremos muy bien. No te preocupes, me tendrás ahí.

—Gracias. Nos vemos más tarde.

Jungkook asintió y Jimin le dio un besito en los labios. Claro, son novios y qué clase de novios no se besan al despedirse. Jungkook sintió ese latir en su corazón ante el acto. Ve marchar a Jimin, mientras que sonríe como bobo.

Dos fiestas, vamos a ver que ocurre en cada una.

Nos vemos pronto.

Jimin con las andadera de Jungkookie.

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