𖹭.ᐟ02
Jimin había visto como, Kon Hanni, le aventó el café a Jeon Jungkook. Realmente esa chica siempre la vio como alguien que no acepta un no y, por lo que escuchó él la rechazó.
Su reacción es tan malcriada como ella. Por eso sintió un poco de pena por Jungkook.
—Parece que sigue insistiendo en querer estar con Jungkook —comenta Hoseok comiendo su pastel.
—Que esperas de alguien como ella. Si le dicen que no explota aunque no dudo que volverá a insistir con él. —dice Taehyung.
—¿Tú la conoces? —le pregunta Jimin.
Hoseok asiente.
—Es mi prima lejana. Es insoportable solo porque viene de la familia real. Es una mandona de lo peor.
Le responde. Jimin ve a Jungkook irse, no es que le importe mucho pero ha llamado su atención desde que él resolvió una pregunta que él no pudo y sacó mejor calificación que él. Eso lo enfureció porque jamás lo ha visto estudiar o ir a la biblioteca como los demás.
Tal vez hizo trampa, esa era una posibilidad.
Después de hablar con sus amigos, es hora de irse. Se despidió de ellos en la puerta de la cafetería.
—¿Quieres que te llevemos? —pregunta Taehyung.
—No, está bien. Llamé un taxi que no debe tardar. —responde Jimin.
—Ok, nos vemos mañana.
—Si, adiós.
Sus amigos se marchan y Jimin está por dar un paso cuando comienza a llover. Afortunadamente mira el programa meteorológico por si llovía. Abre su paraguas que guarda en su mochila y lo abre, pero entonces ve a Jeon en la banca de enfrente sentado y mojándose.
Lo observa, se nota que le afectó un poco sobre lo de aquella chica. Además se estaba mojando y eso podría darle un resfriado. Jimin ve a su taxi llegar así que no lo piensa mucho. Va a donde él y le extiende el paraguas. Guapo... realmente con el cabello mojado se ve guapo. Lo hizo tragar grueso y le dijo:
—Lo necesitas.
Se lo entregó y subió rápidamente al taxi. Podría asegurar que su corazón dio unos golpes ante como lo miraba. El taxi dio marcha y él tocó su pecho pensando que pudo ser el café que tomó y no por Jeon. No le dio más importancia y llegó a casa.
Aunque eso fue raro.
Entra y ve a su madre atareada en la cocina mientras su padrastro está en sofá bebiendo cervezas vestido de su maldito equipo de fútbol. Jimin maldijo internamente, odiaba su realidad, odiaba llegar a casa y ver a su madre siendo la esclava de su padrastro como si no valiera como mujer. Pero por más que intento decirle a su madre que ese tipo no le conviene, parece que no quiere salir del círculo en el que está.
Se aferra a ese tipo que solo le grita y la humilla. De verdad no entiende a su madre en lo absoluto.
Pasa de ella y va a su habitación cuando escucha unos pasitos desde arriba donde ve bajar a su hermanito Jaemin. Aunque odiaba a su familia, tenía al menos una hermosa alegría a la cual sonreír y luchar.
—¡Jiminie volviste!
Su precioso hermanito menor.
—Hola, Jae. —Lo abraza y besa sus mejillas gorditas— ¿ya comiste?
Este negó.
—Mamá no me ha dado de comer.
Jimin frunce el ceño, esto era el colmo.
—Porque no subes a la habitación y te subo algo de comer, podemos ver una película si quieres. —le dice con voz tierna.
—¡Si por favor mimi!
—Ve y prende mi tablet para poder ver una película.
El pequeño Jaemin va corriendo a la habitación de su hermano. Jimin deja de sonreír y va a la cocina donde su madre parecía más apurada para darle de comer a ese tipo.
—Mamá ¿por qué no le has dado de comer a Jaemin? Ya se pasó la hora de la comida. —le reclama.
Su madre lo mira molesta.
—Tú padre está viendo el partido de fútbol y quería aperitivos. Pero ahorita le doy algo a tu hermano.
—Ese tipo no es mi padre. Y tienes más responsabilidad con mi hermano que con ese tipo.
—Jimin, no empecemos. Si quieres darle algo tu ya que te preocupa tanto.
¿Enserio? Su madre parece otra con solo tener a ese tipo aquí.
—¿Siempre va hacer así? —se cruza de brazos— No entiendo porque carajos hiciste de todo para quedarte con nuestra custodia si no ibas a ser buena madre con ninguno de los dos. —le dice y su madre le mira molesta— Nos hubieras dejado con papá.
Ella bufa y se echa a reír.
—Por dios Jimin. Sabes que me engaño y esta con otra, tiene otra familia en la cual no ocupamos su tiempo. ¿De qué te quejas? Al menos tu padrastro hace algo y nos mantiene.
Jimin se cruza de brazos.
—Claro, pero jamás se ha desentendido de nosotros. Pero tú si, sólo ves al maldito ese que tienes por esposo.
Su madre lo mira furiosa. Toma pan de la alacena y se lo lanza a Jimin.
—Dale de comer tú.
Le dice molesta y se pone a terminar lo que ese tipo le pidió.
—¡Apúrate mujer que tengo hambre! —le grita.
—Voy cariño.
Le dice para irse con dos bandejas de pura porquería. A Jimin le dio asco. Negó y se fue a hacerle algo de comer a su hermanito, le hizo un delicioso arroz blanco con zanahorias, brócoli con pollo. Algo muy nutritivo para él. También botana para ver la película.
Jimin subía las escaleras, cuidadosamente equilibrando la bandeja con la comida y las papitas fritas que había comprado para su hermanito. Estaba ansioso por ver la sonrisa en su rostro cuando le llevará su comida favorita.
Al llegar a la mitad de las escaleras, se detuvo abruptamente al ver a su padrastro apoyado en la barandilla, mirándolo con una expresión de desdén. Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda al enfrentar la mirada hostil.
—¿Qué miras? —preguntó su padrastro con una voz llena de veneno.
Jimin lo miró con desprecio, su corazón latiendo con rabia contenida. Odia a este hombre que había hecho la vida de su hermanito y él un infierno. Un bueno para nada, solo sabía crear problemas y hacer daño a los que lo rodeaban.
Sin responder, Jimin ignoró a su padrastro y continuó subiendo las escaleras. Podía sentir la mirada de su padrastro clavada en su espalda, llena de morbo y resentimiento. Jimin sabía que no podía hacer nada, al menos no por ahora. Tenía que proteger a su hermanito de este hombre tóxico.
Al llegar a la habitación, su hermanito ya tenía todo listo, Jimin sonrió al ver su rostro iluminado al ver la comida y las papitas fritas.
—Te tardaste mucho. —exclamó su hermano, saltando de la cama.
—Lo siento, Jae. Pero ya vamos a comer y disfrutar de una buena comida.
—¡Comida! —gritó el pequeño.
Jimin se rió y puso la bandeja en la mesa.
—Sí, hermanito. Vamos a comer juntos y luego veremos una película.
Su hermanito se sentó a la mesa, sonriendo de oreja a oreja. Jimin se sentó a su lado y comenzaron a comer en silencio. Viendo la película de Coraline, su película favorita. Por un momento, Jimin olvidó la tensión y la rabia que sentía hacia su padrastro. Su hermanito era la persona que lo mantenía con los pies en la tierra, recordándole que había cosas buenas en la vida.
Mientras comían, Jimin miraba a su hermanito y sentía una sensación de paz. Esto era lo que importaba, estar con la gente que lo amaba y que lo hacía sentir completo.
Después de comer, Jimin y su hermanito se sentaron en la cama para ver la película. Jimin rodeó a su hermanito con el brazo, sintiendo su calor y su seguridad. Por un momento, el mundo exterior desaparece, y solo existían ellos dos, disfrutando de un momento de felicidad.
Jimin sonrió, sabiendo que mientras tuviera a su hermanito a su lado, podría enfrentar cualquier cosa que la vida le pusiera por delante.
Jimin llegó a la preparatoria con una mezcla de emoción y ansiedad. Sabía que hoy era un día importante para su equipo de robótica. Su profesora, la que se encarga del viaje, les tiene que decir dónde será y contra quien, aunque sabe que este año se enfrentan a una de las mejores escuelas que es YG. Son unos sangrones arrogantes, se creen mucho.
Este año los van a plastar.
Al entrar en el salón de reuniones, vio a sus amigos reunidos, estudiando y practicando sus presentaciones.
Ve a Taehyung que corrió hacia él, con una sonrisa preocupada en su rostro.
—Jimin, no te va a gustar —dijo, mientras agarraba su brazo.
Jimin se detuvo, intranquilo.
—¿Qué pasa?
—Esto no te va a gustar.
Taehyung lo llevó hacia la profesora Taeyeon, quien estaba sentada en su escritorio, con una expresión sombría.
—Profesora, ¿qué sucede? —preguntó Jimin.
La profesora Taeyeon suspiró y miró a Jimin con lágrimas en los ojos.
—Lo siento, chicos. Es que este año no creo que tengamos el placer de ir al campeonato de robótica. El director no dará los fondos para el viaje. Los usará para el viaje de los de Taekwondo. Dijo que ya ganamos muchos premios y que el otro equipo tiene la ventaja de ganar más prestigio este año.
Jimin se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago.
—¡¿Qué?! ¡Eso no es justo! ¡Nosotros hemos trabajado tanto para llegar a la final! —reclama Jimin.
La profesora Taeyeon sacudió la cabeza.
—Lo siento, Jimin. No puedo hacer nada. No tengo el dinero y probablemente este año no lleguen a la final. Intenté convencerlo pero no pude. Lo siento mucho. Si nadie nos da el dinero para el viaje y el hospedaje, no podemos hacer nada.
Los compañeros de Jimin se reunieron alrededor, decepcionados y frustrados. Todos habían trabajado arduamente para llegar a este punto y ahora parecía que todo había sido en vano.
—¿Por qué nos pasa esto? —preguntó uno de los compañeros.
La profesora Taeyeon se levantó y miró a sus alumnos con tristeza.
—Lo siento, chicos. Sé que han trabajado mucho, pero simplemente la vida no es justa. Este año nos quedamos fuera. A menos que pase un milagro.
Los compañeros de Jimin comenzaron a marcharse decepcionados, desanimados. Jimin se quedó atrás, sintiendo una mezcla de rabia y desesperanza. Joder, son el orgullo de su escuela y ahora les daban la espalda.
—Iré con Hoseok. Necesito amor después de este mal momento. —le dice Taehyung.
—Yo iré a la práctica de la banda, hoy hay juego así que... Lo siento Jimin. —le dice Namjoon.
Jimin asiente.
—Vayan, los veo en el comedor.
Sus amigos poco pueden hacer. Lo dejaron solo y se marcharon. Ahora sí que su día se fue a la mierda. Quería ganar este año para poder impresionar a la mejor escuela de la Nasa. Así podrían darle una beca donde mostraría su más grande inteligencia. Su proyecto de asistente para personas ciegas se irá al carajo.
Se dio la vuelta y en ese momento, Jungkook apareció en la puerta de su salón, sonriendo y saludando.
—Hola, Park. —le saluda un poco tímido.
Jimin se sintió un poco paralizado. Jungkook era el capitán del equipo de Taekwondo y siempre había sido un poco distante con él. Bueno, prácticamente jamás habían cruzado palabra pero supone que es por lo de la sombrilla.
—Hola —respondió Jimin, intentando sonar natural.
Jungkook se acercó y le entregó una sombrilla.
—Te vengo a dejar tu sombrilla. Pensé que podrías necesitarla ya que lloverá hoy.
Jimin se sonrojó ligeramente al tomar la sombrilla. Se ajusta sus lentes y medio sonríe.
—Gracias —dijo, sin mirar a Jungkook a los ojos.
Jungkook se rió suavemente.
—De nada.
—Bueno, nos vemos Jeon.
Jimin está por irse. Jungkook se acercó a Jimin, que estaba a punto de salir del salón.
—Jimin, espera —dijo, tocando su brazo.
Jimin se detuvo y se volvió hacia él.
—¿Qué pasa?
Jungkook suspiró.
—Escuche lo que dijo tu profesora. Sé que el viaje de robótica es importante para ti y tus amigos. Lo siento, de verdad. Mi equipo de Taekwondo también clasificó y no quería que eso les pasara, de capitán a capitán, lo digo en serio.
Jimin lo interrumpió con una sonrisa amarga.
—No tienes que disculparte, Jungkook. No es tu culpa. Era importante para nosotros, pero no podemos culparte por eso. Fue más bien culpa del director.
Jungkook se sintió aliviado al ver que Jimin no lo culpaba.
—Gracias, Jimin. Significa mucho para mí que lo entiendas.
Jimin se volvió para irse, pero Jungkook lo detuvo de nuevo.
—Espera, Jimin. Puedo darle una solución.
Jimin se volvió hacia él, intrigado.
—¿Cuál? Ya escuchaste a la profesora.
Jungkook se ruborizó ligeramente.
—Mi padre... Es uno de los patrocinadores del colegio. Podría hablar con él y convencerlo de que les dé el dinero para el viaje. Él fue parte del decatlón académico y de robótica, lo haría con gusto.
Jimin se emocionó al escuchar la idea.
—¿De verdad podrías hacer eso?
Jungkook asintió.
—Sí, pero hay una condición.
Jimin se sintió intrigado.
—¿Cuál?.
Jungkook se ruborizó aún más. Joder no podía creer que me pediría esto a Park Jimin.
—Tú decides si aceptar o no. Pero bueno... Quiero que finjas ser mi novio por todo lo que resta del año.
Jimin se quedó atónito.
—¿Qué? ¿Por qué?.
Jungkook se encogió de hombros.
—Mi padre siempre me presiona para que tenga una relación con chicas que él elige para mí, es un tanto agotador. Si creen que estoy saliendo contigo, dejarán de molestarme. Y además, podré convencerlo de que les dé el dinero para el viaje. Veelo cómo una gran inversión para tu club.
Jimin se rió.
—Eso es locura. ¿Y por qué debería hacerlo? Más bien ¿por qué yo? No entiendo.
Jungkook lo miró con una sonrisa tímida.
—Porque de mi boca salió tu nombre, todo por lo de la sombrilla. Lo siento si te pido esto tan de repente, pero enserio necesito que me hagas ese favor. Mi padre no quiere que sea otro chico tonto y tu eres listo y lindo.
Jimin se sintió conmovido por la sinceridad de Jungkook. Además, decirle lindo le hizo sonrojar. Esto era una locura, pero si su equipo va a ese viaje, hará lo que sea y fingir ser el novio de Jungkook no lo ve tan malo.
Deja salir un suspiro y asintió.
—Está bien —dijo finalmente— Lo haré. Pero solo si prometes que harás lo que prometiste.
Jungkook se rio y sonrió.
—Lo haré, lo prometo.
Jeon entendió su mano sellar su trato, Jimin la estrechó aunque al hacerlo ambos sintieron un escalofrío al tocarse.
Esto apenas está empezando.
Bueno ya conocieron un poco de la vida de Jimin. Se que es horrible pero tiene a su hermanito. Ya comenzó la farsa, así que empieza lo bueno.
Jimin con su hermanito. Bueno ellos son rubios pero no encontré una de ellos así jejeje
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