«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗌𝗂𝖾𝗍𝖾»... [𝖮7]

❝𝗩𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗥𝗲𝗮𝗹❞

La sala del comedor estaba iluminada por la cálida luz de los candelabros, cuyas llamas titilaban al compás de una brisa que se colaba tímidamente por las altas ventanas. Las paredes estaban adornadas con tapices que narraban batallas gloriosas del pasado, y el aire estaba impregnado del aroma de los platillos servidos meticulosamente por los sirvientes. Era una cena formal, de aquellas en las que cada detalle, desde la disposición de los cubiertos hasta la postura de los comensales, parecía diseñado para imponer un orden rígido e inquebrantable.

Jimin se sentaba junto a Min, su postura recta y su mirada fija en el plato frente a él, aunque apenas había probado bocado. Frente a ellos, el padre de Min observaba la escena con ojos críticos, su expresión cargada de una desaprobación que parecía permanente. Su voz, grave y autoritaria, resonaba en la sala mientras lanzaba comentarios que, aunque disfrazados de preocupación, no eran más que golpes velados.

━ Espero que entiendas, joven Jimin, que este compromiso no es un simple juego ━ dijo el hombre, colocando su copa de vino sobre la mesa con un golpe seco ━. Mi hijo necesita un compañero que no solo cumpla con las formalidades, sino que también demuestre carácter y dedicación a nuestra familia.

Jimin asintió lentamente, manteniendo la compostura, aunque sentía cómo cada palabra se clavaba como una daga en su orgullo.

━ Por supuesto, señor. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para cumplir con mis deberes.

El padre de Min arqueó una ceja, dejando escapar una risa seca y poco convincente.

━ ¿De verdad? Porque hasta ahora, todo lo que veo es una actitud... ligera, por decirlo de alguna manera. Es evidente que no entiendes la responsabilidad que esto implica.

La mandíbula de Jimin se tensó, y sus manos se apretaron sobre su regazo, pero mantuvo su expresión neutral. Min, que había estado en silencio hasta ese momento, alzó la mirada hacia su padre, sus ojos oscuros brillando con una chispa de incomodidad.

━ Padre, creo que es suficiente. Jimin está haciendo su parte ━ dijo con un tono medido, aunque su voz tenía un filo evidente.

El hombre lo miró con una mezcla de sorpresa y desaprobación.

━ No necesitas defenderlo, Min. Es tu futuro esposo, no un niño que necesite protección. Si no es capaz de lidiar con una conversación honesta, ¿cómo esperas que maneje las presiones de esta familia?

El ambiente en la sala se volvió denso, y Jimin sintió cómo el calor subía a su rostro. Min, sin embargo, no respondió de inmediato. En cambio, sus dedos se deslizaron con cautela bajo la mesa hasta alcanzar la mano de Jimin.

El contacto fue inesperado, y Jimin se sobresaltó levemente, pero no apartó su mano. Los dedos de Min, firmes pero cálidos, se cerraron alrededor de los suyos en un gesto que, aunque sencillo, llevaba consigo un peso inusual.

━ Ya basta ━ murmuró Min, casi inaudiblemente, mientras sus ojos se mantenían fijos en los de su padre ━. No es necesario seguir con esto.

El padre lo observó durante unos segundos, evaluando el desafío implícito en sus palabras. Finalmente, dejó escapar un suspiro de exasperación y volvió su atención al plato frente a él, como si el asunto ya no valiera su tiempo.

Min, por su parte, aprovechó el momento de aparente tregua para inclinarse ligeramente hacia Jimin. Sus labios apenas se movieron mientras susurraba:

━ Vete. Ahora.

Jimin alzó la mirada hacia él, sus ojos llenos de confusión e incomodidad. Quería protestar, pero la firmeza en la voz de Min dejó claro que no había espacio para la negociación. Con un leve asentimiento, retiró su mano de la de Min y se puso de pie con cuidado, intentando mantener la calma mientras todas las miradas en la sala se posaban sobre él.

━ Disculpen ━ dijo, su voz apenas un hilo mientras inclinaba ligeramente la cabeza ━. Creo que no me siento muy bien.

El padre de Min observó su retirada con una mezcla de desdén y satisfacción, mientras Min se mantenía en silencio, sus ojos fijos en el plato frente a él, aunque su mandíbula estaba tensada de manera evidente.

Cuando Jimin salió de la sala, sus pasos resonando suavemente en el corredor, sintió una oleada de emociones contradictorias. Había algo humillante en haber sido prácticamente expulsado de la cena, pero al mismo tiempo, no podía ignorar el gesto de Min. ¿Había sido un acto de protección, una forma de evitar que las cosas escalaran aún más, o simplemente un movimiento calculado para evitar un espectáculo frente a su padre?

Se detuvo en uno de los pasillos, apoyándose contra la pared mientras respiraba profundamente. La impotencia lo inundó, y por un momento, cerró los ojos, intentando contener las lágrimas que amenazaban con brotar. Aquel mundo de formalidades, expectativas y juegos de poder lo asfixiaba cada día más, y aunque intentaba mantener la compostura, había momentos en los que todo se sentía demasiado.

A lo lejos, el sonido de la cena continuaba, un recordatorio de que, aunque él se hubiera ido, el mundo seguía girando sin él. Y, una vez más, Jimin se preguntó cuánto más podría soportar.

La noche había caído con un manto de serenidad que contrastaba cruelmente con el caos que Jimin sentía en su interior. Las estrellas brillaban con una intensidad que parecía burlarse de la tormenta que arrasaba su mente. Había escapado del comedor casi como un fugitivo, sus pasos rápidos y ligeros llevándolo más allá de los corredores opresivos y los muros que parecían cerrarse sobre él. Al atravesar las grandes puertas que daban al patio, un aire frío lo recibió, pero lejos de incomodarlo, fue como un alivio para su piel acalorada por la rabia y la humillación.

El patio estaba desierto, iluminado tenuemente por las lámparas que colgaban de las columnas. El jardín se extendía más allá, lleno de sombras que se movían con el susurro del viento. Jimin avanzó sin rumbo, sus pies llevándolo hacia el gran árbol que dominaba el centro del lugar. Allí, bajo sus ramas, se permitió detenerse, apretando los puños mientras luchaba contra las lágrimas que amenazaban con caer.

━ ¿Por qué...? ━ susurró, su voz temblorosa rompiendo el silencio ━. ¿Por qué todo esto tiene que ser tan difícil?

Una parte de él sabía que estaba siendo observado, pero no levantó la mirada hasta que escuchó el suave crujido de pasos acercándose. Giró lentamente la cabeza, y allí, emergiendo de las sombras, estaba Jeon. Su figura era imponente incluso en la penumbra, y su rostro, aunque marcado por una expresión de preocupación, mantenía esa calma inquebrantable que parecía definirlo.

━ Mi señor ━ saludó Jeon con una inclinación de cabeza, deteniéndose a una distancia respetuosa ━. ¿Se encuentra bien?

Jimin dejó escapar una risa amarga, pasando una mano por su cabello desordenado.

━ ¿Parecería bien alguien que huye como un cobarde de su propia cena?

Jeon no respondió de inmediato. Dio un paso adelante, acercándose lo suficiente como para que Jimin pudiera ver la sinceridad en su mirada.

━ No lo juzgaré por buscar un momento de paz. Aquí dentro... ━ dijo, señalando suavemente hacia el palacio ━ las cosas pueden volverse insoportables, incluso para alguien tan fuerte como usted.

Jimin bajó la mirada, sus manos temblando ligeramente. Era un gesto que intentó ocultar, pero Jeon lo notó. Con cautela, como si temiera asustarlo, se acercó un poco más.

━ Venga, siéntese un momento ━ ofreció, señalando una banca de piedra cercana ━. No es bueno guardar todo dentro.

Por alguna razón que no podía explicarse, Jimin obedeció. Caminó hacia la banca y se dejó caer con un suspiro, mientras Jeon permanecía de pie a su lado, como un guardián silencioso.

━ Es todo tan complicado ━ admitió finalmente Jimin, su voz quebrándose ligeramente ━. No es solo Min, o su padre, o... este compromiso. Es todo. Todo parece construido para recordarme que no pertenezco aquí, que siempre seré un extraño.

Jeon lo escuchó en silencio, su postura firme pero relajada, mostrando una paciencia que Jimin encontraba desconcertante.

━ A veces ━ continuó Jimin, inclinándose hacia adelante y apoyando los codos en las rodillas ━, siento que estoy atrapado en una jaula dorada. Todo lo que hago es juzgado, cada palabra que digo parece equivocada, y... no sé cómo seguir adelante sin perderme a mí mismo.

━ Lo entiendo ━ respondió Jeon, su voz suave pero cargada de convicción ━. Quizás más de lo que imagina.

Jimin alzó la mirada, sorprendido por aquella afirmación.

━ ¿Tú? Pero tú eres... tú eres un caballero. Un sirviente, sí, pero siempre pareces saber exactamente cuál es tu lugar.

Jeon dejó escapar una pequeña risa, cargada de una ironía que Jimin no esperaba.

━ Saber cuál es mi lugar no significa que siempre lo acepte. Hay días en los que mi armadura se siente como una carga, no como un honor. Días en los que cada saludo, cada orden que acato, me recuerda lo lejos que estoy de lo que realmente quiero.

Jimin lo miró fijamente, sintiendo una conexión inexplicable en aquellas palabras. No era solo consuelo lo que Jeon ofrecía; era comprensión.

━ Y aún así... sigues adelante.

━ Porque no hay otra opción ━ dijo Jeon simplemente ━. Pero eso no significa que deba cargar con todo solo. Si necesita un oído dispuesto a escuchar, o un momento de paz, estoy aquí.

El calor de esas palabras penetró las defensas de Jimin, y por un instante, sintió cómo algo se suavizaba en su pecho. Sin embargo, casi al mismo tiempo, un nudo de culpa comenzó a formarse. ¿Por qué se sentía más comprendido en la presencia de un caballero que con el hombre al que se suponía que debía unirse?

━ Gracias, Jeon. De verdad. Pero... ━ Jimin hizo una pausa, su mirada volviendo a perderse en el jardín ━. No debería depender tanto de ti. Es peligroso, para ambos.

Jeon inclinó ligeramente la cabeza, su expresión imperturbable.

━ Entiendo su preocupación, pero mi deber es protegerlo, incluso de usted mismo si es necesario.

Jimin dejó escapar una risa suave, casi sin humor, antes de levantarse de la banca.

━ Espero no poner eso a prueba.

Jeon lo observó mientras se alejaba, sus ojos siguiendo cada movimiento con una mezcla de preocupación y algo más profundo que no se atrevía a nombrar. Por su parte, Jimin sintió que el peso en su pecho no había desaparecido, pero al menos, por esa noche, no estaba completamente solo.

█▓▒░░▒▓█
Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09