🌹࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮5 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈»... [𝖮5]
❝𝗗𝘂𝗹𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘂𝗲𝗹𝗼❞
El tiempo transcurría en el palacio con la cadencia de un reloj roto, cada minuto arrastrándose con un peso insoportable. La relación entre Min Yoongi y Jimin, que ya de por sí había comenzado de manera fría y distante, se encontraba ahora al borde de una ruptura no declarada. A simple vista, nada parecía fuera de lo normal: el futuro rey y su consorte asistían juntos a los eventos necesarios, intercambiaban palabras de cortesía ante los demás y cumplían con las apariencias que sus posiciones les exigían.
Sin embargo, bajo la superficie, cada interacción era una lucha silenciosa, un intercambio de tensiones que crecía día tras día.
Min no era un hombre de palabras afectuosas, eso era evidente desde el principio, pero últimamente sus comentarios habían comenzado a cruzar una línea que Jimin no sabía cómo enfrentar.
━ ¿Por qué estás tan pálido hoy? ━ le dijo una mañana mientras desayunaban juntos en el salón principal ━. ¿Es que acaso el trabajo más simple ya te cansa?
La pregunta iba acompañada de una mirada dura, como si realmente considerara que Jimin no tenía más propósito que adornar los espacios que compartían. Jimin, con su semblante siempre controlado, se limitó a responder con un asentimiento casi imperceptible, buscando refugio en su taza de té.
━ Estoy bien ━ contestó suavemente, aunque sabía que Min no estaba esperando una respuesta.
Las palabras de Min no eran especialmente crueles, pero estaban cargadas de una indiferencia que dolía más que cualquier insulto. Jimin se sentía constantemente observado, no con el interés de alguien que desea conocerlo, sino con la mirada crítica de quien evalúa un objeto por su utilidad. Cada palabra, cada gesto de Min parecía diseñado para recordarle su lugar: no era un igual, no era un compañero, sino una pieza más en el intrincado juego político que ambos habían sido obligados a jugar.
Una tarde, mientras supervisaban juntos los últimos detalles de los preparativos para la ceremonia de compromiso, Jimin intentó una vez más romper esa barrera que los separaba.
━ He estado pensando... tal vez podríamos organizar algo más sencillo para después de la ceremonia ━ sugirió, su voz teñida de una tímida esperanza ━. Una pequeña reunión con los sirvientes y trabajadores del palacio, algo que nos permita conocer mejor a las personas que nos rodean.
Min, que estaba revisando un documento en la mesa frente a él, ni siquiera levantó la vista.
━ ¿Para qué? ━ preguntó con un tono seco ━. No veo qué propósito tendría algo así.
Jimin respiró hondo, intentando no dejar que la frustración se reflejara en su rostro.
━ Sería un gesto amable ━ insistió ━. Algo que podría ayudarnos a conectar no solo entre nosotros, sino también con quienes trabajan para nosotros.
Finalmente, Min levantó la mirada, pero lo hizo con una expresión de exasperación.
━ Conectar no es necesario ━ respondió ━. Su único trabajo es obedecer, y el tuyo es no complicar las cosas con ideas innecesarias.
Las palabras cayeron como una losa sobre Jimin, quien no tuvo más remedio que inclinar la cabeza y aceptar la reprimenda. Min, por su parte, volvió a centrarse en el documento, como si el intercambio no hubiese significado absolutamente nada para él.
Los pequeños gestos que revelaban la agresividad de Min se acumulaban día tras día, hasta volverse casi insoportables. Durante las reuniones con los nobles, solía interrumpir a Jimin de manera abrupta cada vez que intentaba aportar algo a la conversación, como si su opinión no tuviera valor.
━ No es necesario que hables ━ le dijo en una ocasión, tras interrumpirlo por tercera vez en una sola reunión ━. Solo escucha y aprende.
La humillación pública era discreta, pero efectiva. Jimin sabía que no podía confrontarlo sin provocar un escándalo, así que se limitaba a asentir y a tragarse las palabras que tanto deseaba gritar.
En privado, las cosas no eran mejores. Min evitaba cualquier conversación que no fuera estrictamente necesaria y, cuando hablaban, su tono era frío y dominante. Jimin sentía que cada interacción con él era una batalla perdida antes de comenzar, y empezaba a cuestionar si había algún propósito en seguir intentando establecer una conexión.
━ ¿Por qué te molestas en hacer preguntas si ya sabes lo que voy a decir? ━ le preguntó una noche, cuando Jimin trató de hablar sobre los planes para la semana siguiente ━. Ahórrate el esfuerzo.
Jimin se quedó en silencio, sus manos temblando ligeramente mientras las ocultaba bajo la mesa. No era miedo lo que sentía, sino una profunda tristeza mezclada con una creciente frustración. Se sentía como un prisionero en el palacio, atrapado en una jaula dorada donde cada intento de expresarse era ignorado o minimizado.
A pesar de todo, Jimin no podía evitar preguntarse qué había detrás de esa actitud de Min. ¿Era realmente tan indiferente como aparentaba, o simplemente estaba demasiado acostumbrado a mantener las apariencias? ¿Había algo en su interior que lo hacía actuar de esa manera, o era simplemente su naturaleza?
Por las noches, mientras se acostaba solo en su habitación, Jimin se encontraba reflexionando sobre estas preguntas, aunque nunca encontraba respuestas. Cada vez que cerraba los ojos, recordaba las palabras de Min, su tono cortante, su mirada que lo hacía sentir insignificante. Pero también recordaba aquellos momentos fugaces en los que, aunque fuera por un instante, Min parecía revelar algo más: un destello de emoción, una chispa de humanidad que desaparecía tan rápido como aparecía.
Esos momentos eran los que lo mantenían esperanzado, aunque no podía explicar por qué. Quizás, en el fondo, deseaba creer que había algo más detrás de la fachada de Min, algo que pudiera descubrir si tan solo tenía suficiente paciencia. Pero con cada día que pasaba, esa esperanza se desvanecía un poco más, dejando en su lugar una sensación de vacío que Jimin no sabía cómo llenar.
El palacio, con todo su esplendor y magnificencia, se estaba convirtiendo en un lugar que Jimin temía cada vez más. Y, sin embargo, no podía escapar de él, ni de la relación con Min, que parecía volverse más tensa con cada palabra no dicha y cada mirada cargada de significado.
El jardín trasero del palacio, siempre envuelto en un silencio reverente, era el único refugio de Jimin en medio de la opulencia que lo ahogaba. Aquella tarde, con el sol descendiendo sobre el horizonte y bañando el entorno en tonos cálidos de oro y ámbar, Jimin caminaba con pasos pausados hacia el lago. Sus manos llevaban algunas piedras pequeñas, lisas y perfectas para hacerlas saltar sobre la superficie del agua. Era una actividad infantil, casi trivial, pero para él significaba un breve respiro, un intento de recuperar algo de la libertad perdida.
Se agachó cerca de la orilla, sintiendo el fresco de la hierba bajo sus rodillas, y lanzó la primera piedra. El sonido del agua rompiendo la quietud le arrancó un suspiro, como si aquel acto le permitiera liberar algo de la tensión acumulada. Mientras se preparaba para lanzar otra piedra, escuchó pasos detrás de él, firmes pero cautelosos, y al girarse encontró la figura inconfundible de Jeon Jungkook.
El caballero estaba vestido con su uniforme de trabajo, modesto pero impecable. Su rostro, marcado por la sombra de un día arduo, mantenía esa calma estoica que parecía parte de su naturaleza. Jimin se sintió ligeramente avergonzado por haber sido encontrado en un momento tan mundano, pero Jungkook simplemente inclinó la cabeza en un gesto respetuoso antes de acercarse un poco más.
━ No sabía que alguien más visitaba este rincón del jardín a esta hora ━ dijo Jungkook con voz serena, manteniendo una distancia prudente.
Jimin dejó caer la piedra que sostenía y se puso de pie, sacudiendo la hierba de sus manos.
━ Es uno de los pocos lugares donde puedo pensar en paz ━ respondió, su tono cargado de una melancolía que no intentó ocultar ━. No suelo encontrar a nadie aquí.
Jungkook asintió, pero no dijo nada más. Sus ojos, oscuros y profundos, parecían estudiar a Jimin con una mezcla de curiosidad y empatía, como si pudiera ver más allá de la máscara que el joven llevaba puesta todos los días. Fue ese silencio, más que cualquier palabra, lo que animó a Jimin a hablar.
━ A veces siento que no soy más que una figura decorativa ━ confesó de repente, sorprendiendo incluso a sí mismo con su franqueza ━. Todo lo que hago, todo lo que digo, parece no tener importancia para nadie.
Jungkook inclinó ligeramente la cabeza, sus labios formando una línea seria.
━ Debe ser difícil llevar un peso así ━ respondió después de unos segundos ━. Pero, ¿no es también un privilegio estar en una posición que muchos otros desearían?
La pregunta no era un reproche, sino una observación cuidadosa. Jimin suspiró, recogiendo otra piedra y lanzándola al agua. Esta rebotó tres veces antes de hundirse.
━ ¿Un privilegio? Quizás lo era en algún momento. Pero ahora... ahora solo siento que estoy atrapado. No hay espacio para ser yo mismo, ni siquiera sé quién soy en realidad.
Jeon no interrumpió, permitiendo que las palabras fluyeran. Su presencia, tranquila y firme, parecía darle a Jimin el valor que necesitaba para continuar.
━ Min es... complicado ━ prosiguió Jimin, su voz bajando un poco ━. No sé si alguna vez será diferente conmigo. Cada intento que hago por acercarme a él es como golpear una pared. Y su padre... su padre espera que yo sea una réplica perfecta de la mujer que nunca conocí, la madre de Min. ¿Cómo puedo cumplir con algo así?
El silencio volvió a instalarse entre ellos, roto solo por el suave sonido del agua y el canto de los pájaros lejanos. Jungkook dio un paso adelante, reduciendo la distancia entre ambos lo suficiente para que su voz pudiera ser más baja y privada.
━ Entiendo su frustración. Pero debe tener cuidado.
Jimin lo miró, confundido por la seriedad en el rostro de Jungkook.
━ ¿A qué te refieres?
━ A esto ━ respondió el caballero, señalando con un leve movimiento de su mano el espacio entre ellos ━. A sus palabras, a su honestidad.
Jimin frunció el ceño, sintiendo que una leve advertencia se escondía en esas palabras.
━ ¿Me estás diciendo que no puedo confiar en nadie?
━ No del todo ━ replicó Jungkook ━. Pero en un lugar como este, donde cada gesto y cada palabra pueden ser malinterpretados, debe tener cuidado de no exponerse demasiado.
El tono de Jungkook no era duro, sino protector, y eso hizo que Jimin sintiera una extraña mezcla de gratitud e incomodidad.
━ No estoy seguro de que me importe ya ━ dijo, más para sí mismo que para el caballero ━. Parece que no hay un lugar donde pueda ser verdaderamente yo.
━ Tal vez no lo hay todavía ━ respondió Jungkook ━. Pero no encontrarlo no significa que no exista.
Jimin levantó la vista, sorprendido por la profundidad en las palabras de Jungkook. Por un breve instante, se permitió mirarlo directamente a los ojos, buscando algo que no podía nombrar. Jungkook sostuvo su mirada sin vacilar, y en ese momento, Jimin sintió una conexión que iba más allá de las palabras, una especie de comprensión tácita que lo hizo sentirse menos solo.
━ Gracias ━ murmuró finalmente, su voz suave pero cargada de sinceridad ━. Por escucharme, y por ser honesto conmigo.
Jungkook inclinó la cabeza en un gesto respetuoso, aunque había algo más en su expresión, algo que Jimin no pudo descifrar del todo.
━ Es un honor.
Con eso, Jungkook retrocedió unos pasos, dándole a Jimin el espacio que parecía necesitar. Pero antes de irse, añadió:
━ Si decide volver al lago, tenga cuidado con las piedras resbalosas cerca de la orilla. No quisiera que algo tan simple le causara un accidente.
El comentario, tan mundano y práctico, arrancó una leve sonrisa de Jimin, algo que no ocurría con frecuencia en esos días. Jungkook, al ver la sonrisa, no dijo nada más y se retiró, dejándolo solo con sus pensamientos y con el eco de sus propias palabras en la mente.
Jimin lanzó una última piedra al agua antes de regresar al palacio, su mente todavía fija en la advertencia de Jungkook y en la inesperada calidez que había encontrado en aquella breve conversación.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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