🌹࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 11 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗈𝗇𝖼𝖾»... [11]
❝𝗣𝗲́𝘁𝗮𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗮𝗿𝗺𝗲𝘀𝗶❞
La noche era un lienzo oscuro, interrumpido apenas por la débil luz de las antorchas que proyectaban sombras temblorosas en los muros de piedra. Jimin permanecía de pie frente a Jeon, su corazón latiendo con fuerza desbocada mientras las palabras entre ambos parecían desvanecerse en el aire. La conversación había sido breve, apenas un intercambio de pensamientos sobre la situación que los envolvía, pero los sentimientos reprimidos llenaban cada espacio entre ellos.
━ Siempre estás ahí ━ susurró Jimin, bajando la mirada hacia sus manos que temblaban ligeramente ━. No importa cuántas veces te busque, siempre me recibes.
Jeon frunció el ceño, dando un paso hacia él. Su figura, imponente pero cálida, irradiaba una seguridad que Jimin no había encontrado en nadie más.
━ Y siempre lo haré ━ respondió Jeon con firmeza, su voz baja pero cargada de una sinceridad abrumadora ━. No importa lo que pase, Jimin. Nunca estarás solo.
La garganta de Jimin se apretó con una emoción que no podía describir. Antes de darse cuenta, Jeon había alzado una mano para tocar su rostro, el gesto tan inesperado como íntimo. Los dedos de Jeon rozaron la mejilla de Jimin con suavidad, como si temiera romper algo frágil.
━ Eres más fuerte de lo que crees ━ dijo Jeon, inclinándose apenas, sus ojos fijándose en los de Jimin ━. Pero no tienes que cargar con todo solo.
El contacto fue suficiente para quebrar lo poco que quedaba del autocontrol de Jimin. Cerró los ojos, dejando escapar un suspiro tembloroso mientras sentía el calor de Jeon envolviéndolo. Entonces, como si un impulso más fuerte que la razón los dominara, Jimin dio un paso hacia él, cerrando la distancia entre sus cuerpos.
Jeon lo abrazó con firmeza, sus brazos rodeando su espalda como un escudo contra el mundo exterior. Jimin se dejó llevar, apoyando su frente contra el hombro del caballero mientras sentía cómo la presión en su pecho disminuía, reemplazada por algo que ardía con intensidad.
━ Jeon… ━ murmuró, apenas consciente de sus propias palabras.
El caballero lo miró, sus ojos oscuros llenos de algo que Jimin no se atrevía a nombrar. Y entonces sucedió.
Fue un instante, un momento en el que todo lo que los separaba dejó de existir. Los labios de Jimin se encontraron con los de Jeon en un beso que comenzó con una suavidad casi temerosa, como si ambos estuvieran explorando un terreno desconocido. Pero pronto la intensidad aumentó, sus emociones desbordándose como un torrente incontrolable. Jimin sintió cómo el mundo a su alrededor desaparecía, reducido al calor y la urgencia de ese beso.
Fue su primer beso, y no podría haber imaginado algo tan abrumador. Jeon lo sostuvo con más fuerza, como si temiera que Jimin pudiera desaparecer en cualquier momento. Sus manos se deslizaron hacia la cintura del joven príncipe, firmes pero sin imponer, simplemente anclándolo a la realidad.
Jimin no quería que terminara. Por primera vez en mucho tiempo, no se sentía perdido ni atrapado. Pero entonces, como si un frío repentino lo atravesara, recordó dónde estaba y quién era. Recordó a Min, al compromiso que lo ataba, a las miradas de la corte y a las responsabilidades que pesaban sobre sus hombros.
Se apartó bruscamente, jadeando mientras llevaba una mano a sus labios, todavía calientes por el contacto.
━ Esto está mal ━ dijo, su voz apenas un susurro, pero cargada de culpa ━. No deberíamos…
Jeon lo miró, su expresión mezclando sorpresa y algo que parecía dolor. Dio un paso hacia él, pero Jimin levantó una mano para detenerlo.
━ No ━ continuó Jimin, sacudiendo la cabeza ━. Perdóname, Jeon. Esto nunca debió pasar.
━ Jimin… ━ comenzó Jeon, su voz suave pero llena de preocupación.
━ Lo siento ━ interrumpió el joven príncipe, retrocediendo hacia la puerta ━. No puedo… No puedo hacer esto.
Antes de que Jeon pudiera decir algo más, Jimin salió corriendo de la habitación, su corazón latiendo con fuerza mientras las lágrimas nublaban su visión. No sabía hacia dónde se dirigía, solo sabía que tenía que escapar, alejarse de la tentación y del peso de lo que acababa de suceder.
La lluvia comenzó a caer mientras corría por los jardines, las gotas frías empapándolo en cuestión de segundos. El frío se clavaba en su piel, pero apenas lo sentía. Su mente estaba atrapada en un torbellino de emociones: culpa, deseo, miedo y algo que se asemejaba peligrosamente a la felicidad.
El sonido de sus pasos resonaba en los caminos de piedra, mezclándose con el tamborileo de la lluvia. Su ropa se pegaba a su cuerpo, y su cabello goteaba mientras avanzaba hacia el palacio, buscando refugio pero, al mismo tiempo, deseando desaparecer.
━ ¿Qué estoy haciendo? ━ murmuró para sí mismo, su voz quebrándose mientras las lágrimas se mezclaban con la lluvia en su rostro ━. ¿Qué me pasa?
El cielo parecía compartir su angustia, con truenos retumbando a lo lejos. Cada paso hacia el palacio se sentía como una condena, un recordatorio de que su vida no le pertenecía, de que cada elección que hacía parecía empujarlo más hacia el abismo.
Cuando finalmente alcanzó las puertas del palacio, jadeando y completamente empapado, Jimin se detuvo, mirando hacia atrás como si esperara ver a Jeon siguiéndolo. Pero el caballero no estaba allí.
Apoyó una mano en la fría madera de la puerta, cerrando los ojos mientras intentaba recuperar el aliento.
━ Lo siento… ━ susurró, aunque no estaba seguro de a quién se lo decía, si a Jeon, a Min o a sí mismo.
Con un último suspiro tembloroso, empujó las puertas y entró al palacio, dejando atrás la tormenta, pero no la batalla interna que se libraba en su corazón.
La lluvia seguía cayendo con fuerza, sus gotas repiqueteando contra los ventanales del pasillo mientras Jimin se dirigía a su habitación, empapado y con los pensamientos revueltos. Sus pasos eran lentos, casi arrastrados, como si las emociones que lo embargaban fueran un peso físico sobre sus hombros. No podía borrar de su mente el beso que acababa de compartir con Jeon ni la culpa que lo perseguía desde que salió corriendo bajo la tormenta.
Cuando estaba a punto de doblar la esquina que lo conduciría a la puerta de su cuarto, se detuvo en seco. Allí, en la penumbra iluminada apenas por la tenue luz de las velas, estaba Yoongi. Estaba de pie junto a uno de los ventanales más amplios del pasillo, con una copa de vino en una mano y la otra descansando sobre el alféizar. Vestía una bata ligera para dormir, abierta lo suficiente para dejar entrever su cuello y parte de su pecho.
Su postura era relajada, pero había algo en su mirada fija en el exterior que denotaba una calma inquietante, como si estuviera analizando algo más allá de la lluvia.
Jimin lo observó por un momento, sin saber exactamente por qué. Había algo hipnótico en la manera en que Yoongi parecía pertenecer a ese entorno de penumbra y lujo. Sin embargo, el príncipe pronto lamentó su curiosidad, porque Yoongi se giró lentamente y lo vio.
El silencio entre ambos se extendió por un instante que se sintió eterno. Jimin, empapado de pies a cabeza, con el cabello pegado al rostro y las prendas adheridas a su piel, apenas pudo sostener la mirada del hombre frente a él. Una parte de él temió ser interrogado, juzgado por su comportamiento errático. Pero Yoongi no dijo nada al principio. Sus ojos lo recorrieron de arriba abajo con una intensidad que hizo que Jimin sintiera un nudo en el estómago.
━ ¿Qué estabas haciendo afuera bajo la lluvia? ━ preguntó Yoongi finalmente, con un tono neutro, casi casual. Sin embargo, había algo en su voz, un matiz oculto, que hizo que Jimin sintiera que la pregunta tenía un peso mayor.
━ Nada importante ━ respondió Jimin rápidamente, desviando la mirada mientras apretaba los labios ━. Solo necesitaba aire… No podía dormir.
Yoongi dejó la copa de vino sobre un pequeño mueble junto al ventanal y se acercó lentamente. Sus pasos eran deliberados, y su presencia, aunque tranquila, resultaba imponente. Jimin retrocedió un poco de manera instintiva, pero se detuvo antes de dar otro paso, obligándose a mantener la compostura.
━ ¿Aire? ━ repitió Yoongi, arqueando una ceja con escepticismo. Luego, su mirada se suavizó un poco, aunque no perdió esa chispa de astucia que lo caracterizaba ━. Estás empapado. Vas a enfermarte.
Antes de que Jimin pudiera responder, Yoongi levantó una mano y le apartó el cabello mojado del rostro. El gesto fue inesperado, pero no brusco. Sus dedos eran cálidos contra la piel fría de Jimin, y este no pudo evitar estremecerse ante el contacto.
━ Eres tan descuidado… ━ murmuró Yoongi, más para sí mismo que para Jimin.
Entonces, como si hubiera notado algo, sus ojos se detuvieron en los labios del príncipe. Jimin se tensó, sintiendo cómo el calor subía a su rostro. ¿Podría Yoongi darse cuenta de lo que había sucedido minutos antes con Jeon?
El silencio entre ambos se volvió pesado, cargado de una tensión que Jimin no sabía cómo manejar. Pero antes de que pudiera decir algo para romperlo, Yoongi hizo algo que lo tomó completamente por sorpresa. Se inclinó hacia él y lo besó.
El beso fue completamente diferente a lo que Jimin había experimentado antes. No era tímido ni exploratorio; era intenso, lleno de pasión y una posesividad que lo dejó sin aliento. Los labios de Yoongi se movieron con una seguridad que no admitía dudas, como si el mundo entero se redujera a ese momento.
Jimin se quedó inmóvil al principio, demasiado sorprendido para reaccionar. Pero luego, el peso de la situación cayó sobre él, y con un esfuerzo titánico, levantó las manos para empujar suavemente a Yoongi.
━ Yoongi… Esto no está bien ━ susurró, su voz temblorosa mientras se alejaba un paso.
Yoongi lo miró fijamente, su expresión seria pero impenetrable. No había rastro de arrepentimiento en su rostro, solo una determinación que dejó a Jimin aún más confundido.
━ Que sea la última vez que sales así del palacio mientras llueve ━ dijo Yoongi, su tono frío pero cargado de una autoridad incuestionable ━. Es peligroso para ti. Además… No me gusta verte en este estado.
Jimin tragó saliva, incapaz de responder. Las palabras de Yoongi eran simples, pero el peso detrás de ellas lo dejó aturdido. Finalmente, solo asintió con la cabeza, bajando la mirada mientras daba otro paso hacia atrás.
━ Buenas noches, Yoongi ━ murmuró antes de darse la vuelta y apresurarse hacia su habitación.
Sus pasos resonaron en el pasillo vacío, mezclándose con el sonido de la lluvia que seguía cayendo con fuerza. Jimin no se detuvo hasta llegar a la seguridad de su cuarto, cerrando la puerta tras de sí y apoyándose contra ella mientras intentaba recuperar el aliento.
Su mente era un caos, un torbellino de emociones y pensamientos contradictorios. El beso de Yoongi, las palabras de Jeon, la culpa, la atracción, todo se mezclaba en su interior, dejándolo al borde de las lágrimas.
Esa noche, mientras se dejaba caer sobre su cama sin siquiera cambiarse la ropa mojada, Jimin supo que estaba atrapado en un juego mucho más peligroso de lo que había imaginado. Y lo peor era que no tenía idea de cómo salir de él.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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