4.

— Los Sierra fueron un gran apoyo para la familia contraria, ya había pasado el cumpleaños número 10 de la pelirroja, lo había festejado con sus familiares y sus dos mejores amigos con los que esa noche iba a hacer pijamada, pero a Sergio le dio miedo entonces volvió a su casa antes de que su madre se vaya. —

— Pero su hermano no hizo lo mismo, entre el y Alicia hicieron un fuerte con los muebles, sabanas, almohadas y también estaban con el pequeño gato que le habían dado a Alicia sus padres por su día. —

¿Cómo le vas a poner? — Preguntó a Andrés mientras veía a la contraria acariciar al pequeño gato anaranjado que se dejaba mimar gustoso. —

¿No tiene cara de "Carotte" no? — Preguntó diciendo la palabra en francés pero como si fuera un nombre. —

En español Ali, me hablas en español, a veces me mezclas el inglés y cuando te enojas hablas en francés o italiano, princesa calma. — Ambos se rieron, él tenía razón. —

Significa "Zanahoria", por su pelaje, pero yo se lo diría con amor...No, no le voy a poner así. — Dejó que su gato le ataque el dedo, la realidad es que le daba risa como la mordía creyéndose un león cuando claramente era miles de veces más pequeño. — Comisario. — Dijo de la nada y al parecer al gato le gustó porqué dejo de morderla. —

¿Comisario? — Preguntó riendo. —

Comisario. — Le afirmó, luego se acostó dejando al gato sobre su abdomen, viendo como el amasaba sobre ella para acomodarse haciendo que se ría porque le daba cosquillas. — ¿Qué te pasa? — Preguntó al ver a Andrés aún sentado observándola, la pelirroja le indicó que se acueste a su lado, no iba a dejarlo dormir sentado. —

Nada, me quedé pensando. — Sonrió bobamente, se acostó a su lado y se sentía raro, pero no raro mal, si no que se sentía encantado con Alicia, Andrés nunca tuvo novia en preescolar porqué ninguna le parecía tan linda cómo Alicia, ni en primaria, trataban de emparejarlo con alguien de su grado siempre, pero no podía ni abrazar a otra amiga que no sea Ali, además ella si él hacía eso luego no le hablaba y le tenía que llevar alguna flor o chupachup para compensar. — ¿Por qué comisario?

Yo de grande voy a ser inspectora, la mejor, no me gusta la palabra "inspector" en masculino, pero si "comisario", va a ser mi compañero de vida. — Dijo refiriéndose al gato, viendo como notoriamente su mejor amigo se ofendió. — Tú también lo eres, no te enojes. — Se rió y finalmente el gato pudo quedarse quieto para dormir así sobre ella. —

No, no, ahora vete con tu gato. — Le siguió el juego, ambos terminaron dormidos en minutos con una sonrisa en el rostro, no se abrazaron ni nada, aunque Andrés hubiera dormido mucho más cómodo si hubiera dormido sobre Alicia como lo hacía su nueva mascota. —

— A los dos meses, la pelirroja estaba viendo una película con sus mejores amigos, hasta que sintió algo raro entre sus piernas y se levantó de golpe. — Voy al baño, ya vengo. — Se levantó y se fue corriendo con algo de incomodidad.
Al principio pensó que se había hecho pipí o algo así, pero estaba claramente equivocada al ver la sangre en sus bragas, entró en pánico, ya que pensaba que se iba a morir, primero orinó, luego se limpió no solo con papel, si no también con el bidé, al tirar la cadena realmente se asustó porque el agua estaba muy roja. — Me voy a morir. — Dijo, se las arreglo con las bragas como pudo y luego bajó corriendo. — Tengo que irme a casa.

Pero la película todavía no terminó. — Reprochó Andrés, era la primera vez que Alicia lo dejó sin respuesta ya que la vio salir corriendo de la casa a la velocidad de la luz. —

¿Crees que se volvió loca? — Preguntó su hermano menor. —

No. — Andrés subió al baño para buscar alguna pista de algo, pero no vio nada raro, hasta que luego de hacer sus necesidades y tener que tirar el papel en el tacho vio los papeles llenos de sangre, primero se limpió bien el y luego entró en pánico. — Alicia se va a morir. — Al principio lo dijo en voz baja pero no tardó en ir corriendo a su habitación a romper su alcancía, tomando todos sus ahorros, fue corriendo con Sergio y le habló. — Mamá está durmiendo arriba, ya sabes, cierra la puerta, ponle seguro y no le abras a nadie si no soy yo.

¿Pero dónde vas? — Preguntó el menor viendo a su hermano en desesperación, pero este no le contestó, simplemente salió corriendo de la casa al igual que la pelirroja. Sergio cerró la puerta, le puso el seguro y se sentó a terminar de ver la película sin darle importancia a ninguno de los dos, tal vez era una de sus bromas. —

— Alicia no tardó en llegar a su casa, ya que vivían a unas dos cuadras de la de Andrés, al llegar se fue directamente a bañar, mientras estaba en la bañera llamó a su madre y Margarita vino corriendo enseguida ya que su hija la había llamado a los gritos asustada. — Me voy a morir. — Le dijo la pelirroja mientras seguía en su baño de burbujas para tratar de relajarse. —

A ver, ¿Por qué dices eso?

— Alicia tomó aire y empezó a contar el pequeño relato haciendo que primero su madre estallará de la risa, era la primera vez que la hacía reír y luego le dijera lo que en realidad le estaba pasando, la menor ya había terminado su baño pero no quería salir, hasta que tuvo que hacerlo, se secó con cuidado y su madre le indicó lo que debía de usar en sus bragas de ahora en adelante esos días. —

— Se puso ropa cómoda y estaba mucho más tranquila pero era raro tener esa cosa, y molesto.
Estaba disfrutando comiendo una pequeña paleta de azúcar roja con forma de corazón y sabor artificial a cereza, pero le encantaba.
Se encontraba tranquila hasta que escuchó que golpeaban varias veces la puerta "¡Alicia, abre!" se escuchó al otro lado, reconociendo la voz de Andrés, no sabía porqué su amigo estaba ahí, había dejado todo limpio, fue hasta la puerta y al abrirla lo vio con un ramo de tulipanes blancos acompañados de una caja de chocolates. — ¿Pero qué?

Para ti. — Le entregó los obsequios, era la primera vez que un chico le daba flores, ella se murió de ternura y no dudó en darle un abrazo cuidadoso para no dañar el ramo y le dejó un beso en la mejilla. —

¿Por qué me das esto?

Es que, ya me enteré de que te vas a morir. — Se arrodilló y le habló nuevamente. — Cásate conmigo, ¿Puedo ser tu esposo?

— Alicia no llegó a contestar, ya que su padre apareció detrás de Andrés, pues había vuelto de trabajar, le tocó suavemente el hombro al niño y luego observó a ambos. — ¿Qué es esto? — Preguntó al ver a su hija con esos chocolates y flores, Andrés contestó sin titubear por primera vez frente a Javier. Se levantó del suelo y se giró a verlo. —

¿Me puedo casar con Alicia?

¿Qué? — Dijo el señor Sierra, evitando tener la conversación en la calle, los tres entraron a la casa, ahora el clan Sierra estaba sentado en hilera observando a Andrés mientras le preguntaban por qué se casaría con Alicia. —

Es que, es mi mejor amiga, se va a morir, y no quiero que muera, yo puedo hacerla muy muy feliz, les prometo que la voy a cuidar mucho, y la voy a amar hasta que me muera, y-  — En ese momento el padre de Alicia lo frenó. —

¿Por qué dices que se va a morir? — Alicia no podía más de la vergüenza, estaba roja, en ese momento Margarita se llevó a Javier a hablar a la cocina y Alicia dejó los obsequios de Andrés a un lado. —

Andrés, no me voy a morir, yo también pensé que me iba a morir, pero no me voy a morir.

¿Y porqué habían papeles con sangre en el baño?

— Alicia suspiró y le empezó a contar. — En resumen, me va a pasar cada mes, desde ahora, unos pocos días, y te aviso que me va a doler, voy a estar con cambios de humor y posiblemente me quieras arrojar por una ventana, pero va a ser así cada mes, pero no es malo, es bueno de hecho, pero no me voy a morir. ¿Bien? ¿Más tranquilo?

Si, ahora si. — Se acercó a ella y la abrazó, mucho más tranquilo de que no le pasaría nada malo, al poco tiempo regresó a su casa, en la cual su madre lo regañó por irse sin permiso pero Andrés le dijo lo mismo que Alicia le dijo y finalizó su explicación con un. — ¿Qué puedo hacer para que si le duele le duela menos, va a querer comer algo en específico, como se va a sentir, la voy a poder ayudar? — Paula estaba sorprendida por como Andrés se preocupaba por Alicia, llegando a pensar que tal vez al menor le gustaba, pero no le diría nada. —


— Mientras que Andrés ya estaba de regreso Alicia colocaba el florero con las flores que Andrés le dio en su mesa de luz, sus padres hablaban en el piso de abajo y no quería saber de qué. —

¿Crees que le guste Alicia?

No, son solo niños, además siempre fueron así desde que tenían seis años, no creo que pasen del amor de amigos. Además, Alicia esta muy enfocada en sus cosas, no creo que se gusten. Pero me parece tierno que nos haya dicho que quería casarse con ella de tan solo pensar que moriría.

Si, tienes razón, no creo que quieran algo más, además sería ridículo ese niño con nuestra hija, es una Sierra, no puede estar con el.

— Y que equivocados estaban el señor y la señora Sierra, ya que ese día Alicia aparte de dormir en compañía de Comisario, se durmió con una sonrisa al pensar en lo que dijo hoy Andrés,¿En verdad él quería casarse con ella?, le daba gracia pero a la vez ternura y todo junto era como una bomba bonita de emociones, pero seguramente el lo dijo por el miedo del momento. —

— Andrés pensaba de dónde iba a empezar a sacar más dinero, ya que le había encantado ver como se le había iluminado la cara a su mejor amiga luego de recibir las flores y chocolates. El no lo sabía, o no quería reconocerlo, pero de a poco ese corazón estaba empezando a ser conquistado por aquella pelirroja que conocía de toda la vida y que cuando eran muy niños le tenía cierta envidia al ver como se robaba la atención. En realidad, Alicia ya lo había embrujado hace rato. —




AVISO: Edité el año en el que todo empezó, en lugar de ser 1988 será 1980, las edades seguirán siendo las mismas, el pasar de los años es el mismo, solamente que ahora todo arranca en ese año.

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