Capítulo Veintiseis.
-¿Aún no saben nada de él?- preguntó YoonGi del otro lado de la línea y JiMin suspiró pesado.
-No...-Murmuró-. Sigue sin contestar las llamadas.
-Avísame si ocupan algo, o si saben algo. Le avisé a HoSeok y se está volviendo loco, y me está volviendo loco a mí también con su impaciencia.
-Está bien, te avisaré cualquier cosa.
-Deberían poner una denuncia de desaparición- siguió Min y aunque JiMin también había pensado en esa opción, su padre NamJoon seguía aferrado a encontrarlo él mismo.
-Aún es muy poco tiempo desde que desapareció, no creo que quieran levantar la denuncia.
-Eso es una mierda.
-Hyung...
-Lo siento, eso es una locura- se corrigió recordando que a JiMin ni le gustaba escucharlo decir malas palabras apesar de que así lo conoció-. Aún así, avísame cualquier cosa, estaré al pendiente del celular.
-De acuerdo, te mandó mensaje por ahora. Nos vemos después.
-Sí, muchas suerte. Y... no te preocupes, todo va a estar bien. Te quiero, adiós.
La llamada se colgó y aunque las palabras de su hyung eran para volverse lo o y saltar de la emoción, el ambiente en el auto no era el indicado y además no se sentía con ánimos de festejar cuando su hermano estaba desparecodo.
Era algo grave así que simplemente no era momento.
-Ya es tarde- escuchó a su padre SeokJin, volteandolo a ver en el lado del piloto mientras seguía manejando-. Son las tres de la madrugada.
JiMin volteó hacia la pantalla de la camioneta asegurando que eran exactamente las tres con doce de la madrugada. No se sentía cansado ni con sueño por la preocupación, pero sabía que se cansarías en algin momento y así no estarían dispuestos a seguir buscando.
Así que con esa conclusión sabia a lo que se refería su padre.
-Le hablaré a papá NamJoon para avisarle.
SeokJin asintió orillandose para estacionarse.
-Yo hablaré con Momo, preguntaré si está todo bien con JungKook.
JiMin volvió a asentir antes de sacar su celular y marcar el número del moreno.
Un tono, dos, tres y no contestaba.
Frunció el ceño intentándolo una segunda vez, una segunda vez sin una respuesta otra vez.
-Demonios...
- Buscando a Papá -
-Debes calmarte- escuchó NamJoon del otro lado de la línea a Jackson, su mejor amigo.
-No puedo, lleva horas desaparecido. Estoy temiendo lo peor amigo- contestó apretando el volante mientras trataba de manejar y buscar a su hijo sin causar un accidente.
-Si piensas lo peor solo atraeras las desgracias. Es preocupante que no conteste pero de alguna u otra forma lo tienes que encontrar.
-Lo sé, pero... no sé, me pegunto si dije o hice algo que no le gustara como para qué se fuera.
-No creo que haya sido eso, si fuera así JiMin también ya hubiera escapado.
Bromeó y NamJoon viró los ojos.
-Amigos de verdad, tranquilo. ¿Ya buscaste en su antiguo barrio? El lugar donde vivía antes, tal vez esté ahí.
-Claro que pensé en eso, pero no sé cuál es la dirección. Si la hubiera sabido hace años que TaeHyung viviría conmigo.
La llamada quedó en silencio por unos segundos y eso sólo hizo sentir mal a NamJoon. Eran las tres de la madrugada y fue un tanto egoista llamarlo sólo para contarle sus preocupaciones solo porque no quería que su esposo se estresara más de lo que ya estaba.
Hasta que lo vió. NamJoon había conducido por algunos barrios bajos de la ciudad antes de llegar a uno en especial. era uno de los más peligrosos y aunque estaba asustado y temeroso de encontrarlo ahí no iba a negar que estaba agradecido de ir solo para encontrarlo.
TaeHyung caminaba despacio mientras soltaba un sonido lamentable y sus mejillas eran empapadas por lagrimas gruesas que caían como casacadas por estas.
Su cabello estaba alborotado y por alguna extraña razón para el mayor no traía zapatos. Se veía casi igual a cómo llegó a su casa la primera vez.
Finalmente se estacionó de un rápido moviminetro y salió sin siquiera cortar la llamda con Jackson quien le preguntaba que ocurría siendo ignorado.
-¡TaeHyung!- gritó y casi de inmediato el menor volteó a verlo-. Dios...
- Papá- murmuró el menor viendo la enorme e imponente figura de NamJoon quien se acercaba a él en pasos apresurados.
Así que TaeHyung le siguió el paso casi corriendo solo para que al encontrarse se aferrara a él en un abrazo sobreprotector.
- Dios TaeHyung ¿dónde estabas, qué te pasó?
TaeHyung sollozó más alto sin querer salir de su escondite solo para seguir.
- La señora Seo murió- murmuró entre llanto sin poder calmarse y aunque el mayor no entendía al principio reconoció a la mujer como la persona que había ayudado a su hijo durante mucho tiempo.
-TaeHyung... lo siento tanto- consoló y apretó más al menor entre sus brazos quien se dejó y siguió llamando a su padre.
-Buscando a Papá-
El barrio sí era asqueroso, eran las doce de la noche, aún había gente por las banquetas en grupos, perros llendo de aquí a allá y gente en sus patios delanteros platicando o haciendo cualquier cosa.
Pero, a lo lejos, en una de las calles del sucio barrio, habían tres hombres parados sin hacer o decir algo, el que estaba en medio fumaba un cigarrillo y por el olor la gente sabía era era fino.
No solamente eso, la ropa era a simple vista costosa, bien planchada sin una arruga, los tres vestían de traje color negro y abrigos enormes. Sus caras no eran vistas aún puesto que por la oscuridad y la falta de luz en el barrio no se lograban distinguir.
Jonh descansaba en una silla de playa en el patio de su casa, fumaba igual de un cigarrillo barato y tenía a varios amigos al rededor suyo.
Se había dado cuenta de los tres sujetos parados frente a su casa, en la otra acera, pero los ignoró puesto que la pistola que descansaba y guardaba en su cintira en el inicio de su pantalón le quitaban el miedo.
Aún así ¿Quién iría por él? No tenía enemigos porque él era el enemigo en el barrio.
Finalmente cuando el hombre que fumaba del cigarrillo costoso lo terminó, lo dejó caer hacia el piso y lo aplastó con la suela de su fino zapato bien boleado.
Segundos después siguieron con su camino, cruzando la calle y fue ahí cuando Jonh pudo verles la cara a los tres.
Parecían gánsters de la mafia italiana y esos que se creían lo mejor eran los que más lo hacían enojar.
-¿Tú eres Seo Jonh ?- preguntó uno de ellos y el nombrado alzó una de sus cejas con superioridad.
-Le dije a esos bastardos que no dieran mi nombre para conseguir drogas- se quejó aventando el cigarrillo en los pies del hombre en medio-. No tengo nada, ya se acabó todo, lárguense con su mierda a otro lado.
Finalmente el hombre en medio se acercó un par de pasos más, se inclinó hasta estar a la altura de Jonh y en un rápido moviendo lo sujetó del cuello con fuerza.
Inmediatamente Jonh agrandó los ojos con preocupación y los tipos a su alrededor se levantaron de inmediato. Contrarios a eso los otros se mantuvieron tranquilos viendo a su jefe trabajar, sin miedo de nada.
-Hiciste enojar a mi jefe- siguió él mientras alzaba a Jonh aún sujetandolo del cuello-. Te metiste con el joven Kim, y con eso inmediatamente te metiste con nosotros.
-Qué mierda- se quejó tratando de tomar aire.
-Este es sólo un mensaje de mi jefe, y si te vuelves a meter con cualquier otro integrante de su familia vendré por ti, te sácare los ojos y me los comeré pero antes de hacer eso te arrancaré la piel y te aventare cubetas de sal encima ¿entendiste?
Jonh asintió con el horror en sus ojos viéndo que los tipos altos no bromeaban.
-De acuerdo... y mañana vendré por el dinero de mis zapatos, los quemaste con tu mierda de cigarro.
Dicho esto lo solto de golpe haciendo un ruido sordo. Y aunque a sus zapatos no les había pasado nada, el jefe era muy especial con su vestimenta...
-Kim_SeokJin_05.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top