♡┊𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 5
El el pasado. Pov de Jimin....
Desde que recuerdo, Jungkook siempre fue un alfa sumamente protector. Su aura era negra cuando se trataba de cuidar lo que más amaba. Llegaba a dar miedo, incluso pesadillas cuando le molestan con algo significativo para él. ¿Cómo lo sé?
Porque conmigo siempre fue así. Yo era su omega, su más amado ser, el siempre me lo repetía cuando niños y adolescentes. Y que alguien se metiera conmigo, Jungkook se encargaba de ponerlo en su lugar, justo como aquella vez.
Era un día gris y lluvioso, mis días favoritos. Me gustaba porque iba a comprar un poco de pan y un café de latte vainilla. Siempre que salía de la secundaria me gustaba ir a una biblioteca cercana. Recuerdo que ese día Jungkook no me pudo acompañar porque tenía clase de esgrima, por lo que fui solo.
Entré y compré el libro de mi saga favorita de criminología. Salí y fui a comprarle a la tienda algo para Jungkook, una bebida energizante con algunos dulces, yo compré un pan relleno de crema. Cuando hice fila para pagar, unas omegas de la misma secundaria entraron, no me había percatado que ellas me miraban y susurraban cosas de mi. No era extraño que lo hicieran, me tenían en el ojo del huracán por ser el omega del alfa Jeon.
Todos me miraban mal, pero qué podía hacer. Por suerte tenía a Felix y Taehyung, quienes siempre me defendían cuando Jungkook no estaba cerca.
Al pagar, salí de la tienda, destape mi pastel y lo comía mientras caminaba al auto que estaba en el estacionamiento no muy lejos, en eso las omegas me siguieron, camine más rápido, pero me seguían el paso. Entonces cuando creí que los perdía, me alcanzaron y me hicieron caer al piso mojado.
Se empezaron a reír, yo me lastimé y tenía mi uniforme semi mojado. Mi pastel de crema me embarro el rostro, tenía ganas de llorar. Me levanté, pero ellos me miraron con superioridad.
—“El Omega de la luna” ¡Ja! Una clase alta que ahora está bajo nuestros pies. —me dijo una de ellas.
—No sé cómo el alfa Jeon está con alguien como tú, solo mírate, eres patético. —sigue él Omega hombre que la acompañaba.
Me limpie como pude, eran crueles y tenía ganas de llorar. Yo no era muy valiente, era muy callado y me alejaba de todo problema. No me gustaba discutir con personas como ellos y por eso todos creían que tenían el derecho de insultarme. Porque yo no me defendía.
Fue un gran error.
—Yo sería perfecta para el alfa Jungkook, pero se fijó en ti. No tienes nada de bueno solo que eres sangre de la diosa luna, de no ser por eso dudo mucho que el alfa Jeon se fije en ti. Eres horrible y estás gordo.
Se burlaban de mi físico, algo que ataca mi alma porque soy rellenito. Limpié mi rostro, intenté irme pero ellos lo impiden. Y fue ahí donde por primera vez, vi lo que es hacer enojar aún alfa del sol.
No supe a qué hora llegó Jungkook a mi lado, me vio y miró mal a los omegas. Lo vi tornar sus ojos en púrpura y luego a amarillo, fue tan hermoso de ver. Me colocó detrás de él, protegiéndome de ellos.
Los omegas temblaban de miedo.
—A-alfa Jeon, nosotros... No queríamos decir eso, es que...
El se comenzó a reír en un tono bajo y amargo. No sé cómo explicar aquello, me causó escalofríos.
—Crees que siendo de la sangre de la diosa luna ¿Me fijaría en ti? —le pregunta y la Omega no dice nada— No eres mi la mitad que Jimin, deja de buscar le líos a mi Omega, por qué no te gustará lo que soy capaz de hacer a las tipas como tú. No son superiores, no sé por qué le dirigen la palabra a mi Omega. Vas a atenerse a las consecuencias.
—Lo sentimos, alfa Jeon. Nosotros no pretendíamos...
—¡CALLATE! —huso su voz de alfa, callando al Omega varón— Esto no se quedará así, atenganse a las consecuencias.
Se dio la vuelta, me tomó de la mano y fuimos a una tienda de ropa donde me compro un conjunto muy bonito. Fue tan amable, cuidadoso al limpiar mi rostro. Yo creí que haría una locura con esos omegas en ese instante. Hasta que volvimos al día siguiente, esos omegas fueron humillados por todos en la secundaria. Se habían enterado de su falta, creí que solo fue alguien que vio todo y esparció el rumor, pero me equivoqué. Había sido Jungkook quien hizo que ellos pagarán lo que me hicieron.
Esos omegas salieron repletos de harina, plumas con miel de maple en su cabello y golpes que les dieron. Los padres de esos omegas tenían la cabeza gacha sin decir nada. Salieron como si fueran los perdedores más grandes del mundo y tal vez así lo eran.
No supe más de ellos, y todos me trataron mejor después de eso. Jungkook llevaba a dar miedo, su abuelo me dijo que cuando Jungkook se enoja al grado de perder los estribos, no hay quien lo haga reaccionar. Era por eso que se controla todo lo que puede, y mi aroma lo hace entrar en todo sentido.
Me gustaba que me cuidara como lo hacía, porque solo así me sentía seguro. Yo no recuerdo mucho de mi infancia, vagos recuerdos tengo antes de mi accidente, pero así estaba bien, con Jungkook me sentía seguro.
—Se acabó. —me dice mi alfa— ¿Quieres ir a comer algo saliendo de aquí, bonito? Podemos ir a tu restaurante favorito.
—Me gustaría mucho. —le sonreí. Entonces tuve que preguntar— ¿Fuiste tú?
Él me miró comprendiendo aquella pregunta. No me lo dijo directamente, pero supe que sí.
—El karma, solo fue el karma. Vamos, no quería que llegues tarde a clases.
Besa mi mejilla y me lleva a mi salón. Mi alfa daba miedo, se de lo que es capaz, lo he visto. Por eso lo admiro tanto.
Por eso no me sorprende que ahora tenga la casa llena de seguridad, para proteger a su omega e hijo.
—Quiero todo el lugar con cámaras, todo ello lo llevan a mi oficina. Los alfas que contraté que rodeen en perímetro y también los perros. No quiero ningún rincón sin cámara ¿Me escucharon?
—Sí señor Jeon.
Jungkook tenía su mansión llena de cámaras, unas que ocultó bien para que nadie las encontrará. Tenía que proteger a su omega y su cachorro. Aún no tenía idea quien era el tipo que le hizo aquel ataque, pero con los detectives que contrató sería más fácil que la maldita policía.
Al tener todo listo regresó a su oficina donde en su laptop monitorea las cámaras, no hay fallo en ninguna por lo que lo alivió un poco. Ve a su omega salir de su habitación, parece que venía a su oficina. Cerró la laptop y esperó a que se abriera la puerta, y ahí estaba, su rubio de ojos azules.
—Creí haberte dicho que te fueras a descansar, ¿no puedes hacer eso.
Jimin negó apenado, tuvo un pesadilla por lo que fue a buscar al alfa, Dios parecía una broma, otra vez le habla hostil.
—Me voy, lo siento por interrumpir.
Se da la vuelta, Jungkook se levanta rápido para impedir que se vaya. Lo toma de la cintura y lo abraza, Jimin no le corresponde.
—No debí decirlo así, lo siento.
—¿Siempre va hacer así? —le pregunta, Jungkook lo suelta dándole la vuelta.
—Jimin, no me eches la culpa. Estás herido y quiero que descanses, nada más. Me preocupo por ti.
—Entiendo, pero como mi alfa sabes que también te necesito. No quiero volver a lo mismo, no quiero que me sigas lastimando, creí que ya no lo harías.
Jungkook se da cuenta que sus acciones tienen consecuencias, su omega se siente excluido y todo es por su culpa. Lo ha dejado tanto tiempo en soledad que ahora lo ve como si no lo amara. Lo toma entre los brazos, lo carga hasta llegar al sofá que tiene en su oficina. Jimin se sienta a horcajadas sobre él con sus mejillas rojas mirando a su alfa.
—Comprende un poco, estás herido pudo haberte pasado algo peor. Estás embarazado y hay un maldito loco que quiere hacerte daño y de paso a mi. Eres mi omega, el único que puede darme herederos, y no puedo permitirme perderte, incluso si quieres dejarme.
Jimin abrió sus ojos de par en par, se quitó de las piernas de Jungkook. Jungkook también se puso de pie.
—¿De qué está hablando?
Jungkook fue a su escritorio para sacar la carta que encontró en el estudio y también la que su abuelo le dio. Jimin tembló en su lugar, mierda, había olvidado lo de las cartas, ahora que va a pasar.
—Crees que no me iba a enterar de que me querías dejar. ¿Pensabas que nadie me iba a decir esto? —le entrega las cartas, Jimin bajó la mirada— Mi abuelo me lo dijo después de tu accidente.
Jimin arrugó las cargas encarando al alfa.
—¿Por qué me querías dejar? ¿Por qué te querías ir a otro país? —le pregunta pero Jimin solo lo veía con ojos de cachorro— ¡Responde!
Le grita.
Y volvemos a lo mismo otra vez.
—¡Por qué estoy harto! Estoy harto de ser solo tú omega el que solo está detrás de ti como un adorno, el que solo le dices te amo cuando estás en celo. —su labio comenzó a temblar y sus lágrimas salieron cual cascadas, al fin dirá lo que tanto le dolía, debió hacerlo— ¿Soy solo un omega de adorno para ti? Únicamente me haces sentir especial cuando me llevas a cenar y luego a casa y volvemos a repetir las misma cosa. Ya no podía más, me sentía solo, no prestas atención a mis necesidades. Incluso el día de mi accidente me prometiste ir a verme al teatro y no lo cumpliste por querer estar haciendo más negocios. Solo te importaba tu trabajo, porque estoy seguro que si esto no me pasa, no estarías siendo así de atento conmigo.
Jungkook se quedó estático, mirando a su omega llorar.
—Me haces daño y ni siquiera te importa. Solo piensas en ti. No sabes mis gustos, parece que tienen razón todas esas personas que dicen que solo te casaste conmigo por en trato y no por amor. No quiero esto, no quiero estar con un alfa que me hace daño, no se si lo que me dijiste ayer fue real, y lo tomé como si lo fuera, por qué te digo creyendo cada cosa porque te amo.
—Lo que te dije es verdad, te amo.
—Pues no lo parece.
Se limpia las lágrimas, tenía ganas de vomitar, no quería pelear más. Estaba por irse cuando Jungkook le hizo una pregunta que definiría lo que pasaría con ellos.
—¿Quieres irte?
Jimin le mira perplejo. Jungkook da un paso atrás.
—¿Qué?
—¿Quieres irte de mi lado? Si sientes que ya no te amo te puedo complacer de irte a otro lado donde no esté yo. Yo soy lo que te lástima, lo que te hace daño ¿No?
Jimin no respondió ni siquiera sabía si lo quería aún.
—No quiero que te pase nada, ni a ti ni a mi hijo. Pero si es lo que quieres te puedo mandar a otro lugar o puedo irme yo. —Seguía sin contestar y eso le dio la respuesta a Jungkook. ¿Cómo llegaron a esto? ¿Siempre será así?— Me iré yo, de todos modos está es tu casa, no mía. Tomaré mis cosas y me iré, pero no quiere decir que no veré por ti y mi hijo, porque estaré pendiente de los dos. Pero si sientes que esto ya se terminó, está bien, aquí a cabo. Le diré al abuelo que tomaste la decisión de dejarme. Por lo tanto, quiero que te cuides, aún no estás seguro, no hasta que encuentre al tipo que te hizo daño.
Jimin tenía un nudo en la garganta ¿Cómo llegaron a esto? ¿Enserio Jungkook se irá?
—No puedo creerlo —dijo Jimin— Enserio no puedo.
—Me iré ahora mismo. Con permiso. No quiero seguir con esta discusión.
Jungkook se aleja y sale de su oficina, Jimin cae en el sofá derrotado. Bueno esto era lo que él quería en un principio ¿No? Dejarlo y hacer su vida. Pero ¿Por qué dolía tanto? Ni siquiera sabía si quería dejarlo, aunque ya es demasiado tarde, Jungkook se irá, como él lo planeó ese día.
Mierda, ni siquiera lo comprende, se rinde y él tiene que dar siempre el paso.
Jungkook estaba enojado, si Jimin le quería lejos está bien, si es por su salud y por su embarazo. Pero no dejará de cuidar de él por qué el si lo ama, solo que estaba tan abrumado por el maldito trabajo. Dejó de lado a su omega que ahora duda de amarlo y eso lo jodía.
No quería rendirse, pero sí dejarle respirar un momento, darle su espacio de pensar las cosas y saber si realmente hizo lo correcto. Tal vez suene egoísta, lo ama, claro que sí. Su Jimin necesita de él, pero también necesita pensar.
Tomó pocas cosas, las metió en su maleta con lo más importante. Escuchó la puerta ser abierta y el olor a durazno dulce llegó a sus fosas nasales, Jimin estaba aquí.
Se gira mirando al omega, tenías sus ojos rojos al igual que su nariz. Verlo le rompió el corazón.
—Me voy, no salgas sin la seguridad asignada. Estaré viniendo de vez en cuando.
Jimin asiente sin decir nada.
Jungkook pasa por su lado, pero lo detiene Jimin.
—No te vayas, por favor. —le súplica Jungkook se da la vuelta mirando a Jimin tan roto— ¿No te das cuenta que no quiero alejarme ni alejarte? ¿no te das cuenta lo mucho que te necesito y amo?
—Jimin...
—¡Yo no quiero dejarte! —alza la voz— Quiero que te quedes conmigo y seas mi alfa ¿Ni eso me puedes dar? ¿No dices que me amas? ¿Entonces por qué te alejas?
—¿Creí que eso querías?
—¡Pues no! Yo solo quiero que me entiendas, que me cuides como lo que soy, tu omega. No me dejes a la deriva. Había tomado esa decisión porque me sentía mal, creí que ya no te importaba por eso quise irme de tu lado. Me sentía solo y lo único que quiero es que esto, nuestro matrimonio no se base solo en la rutina, tu en el trabajo y yo aquí solo en mis cosas, cenar e ir a fiestas de negocios y volver. No quiero eso, quiero que de verdad me valores como tú omega, ¿es mucho pedir? Por qué yo no lo veo así. Vamos a ser padres ¿Y luego? Actúas como un maldito idiota —lo dijo al fin— Un idiota que no se da cuenta que lo único que quiero es a ti a mi lado.
Jimin cae derrotado, Jungkook siente una opresión en el pecho, mierda, dolía.
—E-eres un imbécil, no sabes cuánto te odio y te amo al mismo tiempo… no sabes lo que me jode ver qué te importa mas otras cosas que yo. No puedes cumplir con lo que me has dicho en el hospital, y me duele.
Jungkook se rinde, cae abrazado a su omega, y por primera vez Jungkook empezó a llorar. Lloró al ver lo que está destruyendo con su malditas ideas y del rechazo. Mierda, no quería convertirse en su padre, porque hasta ahora se da cuenta que está siendo lo mismo que él vivió de pequeño y no quería hacerle eso a su hijo y omega.
—Lo siento cariño, soy un alfa estúpido. No me doy cuenta de estás cosas y todo por trabajo. Pero no pondré eso de excusa, porque soy yo el que hace las cosas sin saber las consecuencias. Si te amo, Jimin. Eres mi omega y voy a estar a tu lado hasta que me permita la vida. Yo tampoco te quiero alejar, y no quiero alejarte más. Lo siento.
—Entonces no lo hagas, yo tampoco me iré. Solo pido que no me abandones. Que de verdad me ames, como lo hacíamos cuando éramos pequeños.
—Te prometo que no pasará, estaré aquí contigo y nuestro cachorro ¿Bien? Desde ahora no solo serán palabras, sino ahora serán acciones. Te lo prometo por la tumba de mi madre.
Jungkook le limpió sus lágrimas y besó su pequeña nariz de botón.
—Te amo, Jimin. Daría mi vida por ti.
Jimin sonrió entre lágrimas.
—También te amo, Jungkookie.
El alfa torno sus ojos en color amarillo, Jimin sabia la reacción que tenía ese apodo. Carga a su omega hasta dejarlo cuidadosamente en la cama, Jimin dejó de sonreír y empezó a jadear por lo que pasaría a continuación.
Porque está noche, sería la primera vez que no en su celo harían el amor. Jungkook lo tomó, le hizo gemir su nombre, le embistió con fuerza, le marcó el cuello, mordió sus muslos y sus nalgas blanquecinas. Todo en su pálido cuerpo fue marcado como suyo, en especial su marca.
Ellos se amaban. Necesitaban sacar todo eso para poder estar juntos en lo que venía, porque ellos son una pareja con problemas como todos los tienen, pero el amor siempre va estar en primer lugar.
Por qué allá afuera hay dos personas que los quieren ver destruidos.
Perdón por la tardanza, pero ando enferma y mis ganas de escribir se fueron al sueño que tenía por la gripe. Espero que les haya gustado, se que están confundidas por lo que pasa la pareja, pero así es el matrimonio aveces, en unas buenas y en otras malas como lo que pasa con Jimin y Jungkook.
Quería que fuera algo realista con eso, porque hay dolor en una relación, pero también hay que saber cómo arreglar los conflictos para no perder ese amor que se tienen.
Ellos lo hacen a su manera, a su cariño de esposos. Espero que puedan entender.
Gracias por el apoyo a la historia, nos vemos pronto o mañana.
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