♡┊𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 1

Tal vez los cuentos de amor que tanto tenían al Jimin de ocho años, era lo que llegó a decidir que él sería un buen omega para su alfa. Tomó todos esos libros de romance como instrucciones de como complacer a su alfa, y hacer eso fue la una de sus primeras fallas.

Pero cómo culparle. Estaba rotundamente enamorado de una alfa que desde nació, que lo cuidó con su vida, como si fuera su pequeño muñeco de porcelana. De cariño le decía su luna azul, ya que Jimin tiene unos ojos hermosos de color azul cielo tan hermoso para el, y su luna por su marca de nacimiento de luna en su espalda cerca de su cuello.

Adoraba esa miles de mariposas que revoloteaban en su estómago con tan solo verle, pero, ¿Por qué todo cambio?

Cuando fueron creciendo el alfa se ocupó de la empresa Golden Jeon 's. Sus salidas eran escasas y se veían únicamente cuando el alfa tenía agendado una cita con él. Creyó Jimin que todo cambiaría con su matrimonio, sin embargo no fue así.

La boda para un Omega era lo más preciado, algo que te llena de felicidad y de dicha. Porque le vas a entregar tu alma y corazón a la persona indicada, tus días buenos, los malos y los que como pareja tendrían que vivir. Para eso estaban destinados, y Jimin no podría estar más feliz. Su boda fue un sueño hecho realidad, todo fue a su gusto, todo fue planeado por él con muchos invitados importantes.

Su alfa lo veía con amor, le hizo sentir que este día había valido la pena esperarlo desde que eran niños. Pero cómo en todo matrimonio, no todo estaba saliendo bien, y Jimin poco a poco lo fue comprendiendo pues sentía que su alfa ya no lo amaba más.

Un año de casados y su alfa volvió a la empresa, ya que su abuelo estaba enfermo y tenía que hacerse cargo. Entendió que era su deber como alfa ¿Pero y él? Dónde quedaba el como su Omega.

Lo ignoraba, sólo salían cuando el alfa tenía cenas importantes, lo llevaba solo a citas cuando tenía tiempo libre y eso luego lo llamaban y tenía que irse. Jimin aguantó todo esto por otro año más. Dos años casados y parecían más distantes que nunca, como si fueran dos extraños los que vivían en una gran mansión vacía.

Se sentía solo, quería a su alfa, al del pasado. Y Jimin a veces se preguntaba ¿Aún hay amor? ¿Lo había? ¿O solo era un compromiso para el alfa después de que murió su padre, pues Jimin sabía que su esposo le prometió a su difunto padre cuidar de su único hijo.

Parecía que mendigaba su amor y atención, y así era. Incluso cuando tienen sus días celo juntos su alfa, era otro completamente. No parecía ser ese frío alfa que lo ignoraba, era lindo, delicado y le hace ver las estrellas. Pero cuando esos días terminan, vuelven a la rutina.

Ya no sabía ni qué creer ni qué sentir. Le dolía. Le hace sentir el peor Omega por no ser como esas Omega hermosas que rodean a su esposo, como ahora. Estaban en una reunión para hacer tratos con socios. Jimin estaba harto de esos eventos superficiales, quería ir a casa y descansar. No se estaba sintiendo bien esos últimos días, no sabía la razón de ello, pero las ganas vomitar llegaron a él otra vez.

Se fue al baño más cercano, abrió la puerta y vómito lo poco que había comido en la fiesta. Odiaba está sensación, incluso se sentía mareado que tuvo que sentarse en la taza del baño en lo que se la pasaba.

La puerta del baño se abre, y escucho cierta conversación que le hizo sentir peor.

—El alfa Jeon están guapo. No puedo creer que esté casado. —dijo un Omega con decepción.

—Lo sé, qué desperdicio. —dijo el otro.

—Dicen que solo está con el Omega de la familia Park solo por ser un Omega de luna. Cómo son realza los Park y Jeon, era obvio que quieren que esto siga así. Estoy seguro que el alfa Jeon no lo quiere.

—¿Por qué dices eso? Sabes lo que te pueden hacer por decir esas cosas.

—Ay por favor, todo el mundo lo sabe y nota. Saben que los comprometieron a estar juntos desde niños. Mi madre me lo dijo. Estoy bastante seguro que el alfa Jeon no lo quiere.

Jimin escuchaba atento todo lo que decían con cierto dolor en su pecho.

—Creo que tienes razón. Además escuché que el alfa Jeon en la universidad a la fue, se enamoró de una Omega hermosa. Pero tuvo que rechazarla por él Omega Park.

—Yo también escuché eso. Dicen que fue Kim Rose. Ella es una Omega hermosa y también descendiente de la luna.

—No entiendo cómo casaron al alfa con el Omega Park teniendo a la Omega Rose. Ella se ve mejor a su lado.

—Pero ya están casados, no hay nada que hacer.

—Una lástima. Vamos, mi alfa debe estar buscándome.

Ambos salen del baño y Jimin también lo hace. Se ve en el espejo, sus ojos azules estaban tornándose blancos, causa a la tristeza que le hizo escuchar más que la verdad. Le dolía que todos supieran que esto fue un matrimonio forzado, aunque también coraje, y cuando eso pasa sus ojos se tornan con un ligero color blanco.

Deja salir el aire contenido, su lobo comenzó a relajarse. Debía ser fuerte, como siempre lo hace. Lava su boca y manos y sale del baño. Ve a su alfa con algunos socios, no quiere interrumpir. Se aleja a la mesa en búsqueda de un poco de agua, en ese momento choca con alguien.

—Lo siento, yo no me di cuenta...

El alfa lo mira y abre sus ojos de par en par, hace una gran reverencia ante el Omega quien se quedó un poco confundido.

—Lo siento Omega Jeon, no me di cuenta que estaba detrás de mí. ¿Lo lastimé?

Le pregunta. Jimin sale de su trance y niega.

—No, no se preocupe estoy bien.

—De verdad una disculpa. Tomé —le entrega el vaso de agua y Jimin lo toma amablemente.

—Gracias.

—De igual manera lo siento. Estaba un poco distraído, no estoy muy acostumbrado a estás fiestas. Llevan a hacer...

—¿Aburrida? Lo sé.

—¿También piensa eso?

—Claro que sí. No me gusta mucho estás reuniones de alfas ricos queriendo ser más ricos. —Ambos ríen ante el comentario de Jimin.

—Déjeme presentarme. Soy Cha Eunwoo. Un placer conocerlo Omega Jeon.

El alfa toma su mano besando su dorso. Jimin se siente nervioso por ello.

—Jeon Jimin. Aunque ya lo sabe. Un gusto Cha Eunwoo.

—Todos saben quién es usted.

—Eso me facilita tener que presentarme.

—Ventaja de ser un Omega de la realeza. —Jimin toca su vientre por un malestar— ¿Se encuentra bien? Se ve un poco pálido.

Jimin asiente aunque no se sentía del todo bien.

—Creo que estoy cansado, es todo. Muero por ir a casa y leer un buen libro.

—Justo quiero hacer lo mismo. También me gustaría estar en casa leyendo un buen libro o escuchando música.

—¿Qué clase de libros? —Jimin le saca conversación, hasta el momento le está agradando el alfa.

—Me gustan mucho los libros Dark Academia. Soy fan de los libros teatrales con un poco de misterio y detectives.

—Vaya, también suelen ser mis gustos. —Le sonríe— De hecho estoy en un club de literatura teatral.

—¿Literatura teatral? —cuestionó curioso.

Al fin Jimin podía hablar con alguien de sus gustos y no de negocios aburridos.

—Es un club llamado Todos somos villanos. Hacemos recreaciones de los libros, contar su historia a modo de actuación.

—No sabía de él. Creo que me gustará ir.

—Mañana haremos una presentación del libro Sombras. Puede ir si gusta. Será en el teatro Alce.

—Será un placer ir Omega Jeon.

Ambos se agradaron, Jimin usualmente no dice estás cosas en este tipo de eventos, pero el alfa tenía sus gustos y entre más personas conozcan para promocionar el teatro mejor.

—Cariño. Te he buscado por todos lados. —La voz de su alfa le hizo dejar de sonreír. Se dio la vuelta y fue tomado en procesión por el alfa. Rodeando su cintura.

El Omega se sonrojó.

—Lo siento, es que fui al tocador un momento y te vi ocupado.

El alfa miró al otro alfa con superioridad. Cha Eunwoo hace una reverencia ante el alfa, casi doblándose.

—Alfa Jeon, buenas noches.

Jungkook tenía su lengua contra su mejilla, Jimin no entendía qué le pasaba porque sus ojos se tornan de color amarillo. Eso hace cuando se molesta por algo.

Ignoro al alfa viendo a su omega.

—Vamos, tenemos que irnos es tarde y mañana por la mañana tengo una junta importante.

—Claro. Fue un gusto conocerle. —Le dice Jimin al Eunwoo.

—El gustó fue mío. Con permiso.

Vuelve a hacer una reverencia para irse. Jimin avanza con su alfa a la salida.

—¿De dónde conoces a Cha Eunwoo? —le pregunta.

—Tropezamos. Me pidió disculpas y después hablamos un poco.

Ambos suben al auto dando marcha a casa.

—¿Solo de eso? —Cuestino.

—Si, ¿De más hablaría con él? Fue muy agradable, me estaba aburriendo.

Jungkook para en el semáforo mirando a su Omega.

—Mañana tengo una junta importante, después iré a comer con el señor Jung y sus hijos. No tendrás que ir y aburrirte.

—¿Qué? ¿Mañana? ¿A qué hora?

—Será a las ocho de la noche. ¿Por qué?

Jeon avanza.

—Me prometiste que irías a la función. Te lo dije hace unos días. Me dijiste que sí.

—Lo siento, podré ir después. Esto es importante.

—¡También mi presentación es importante! ¡Me preparé mucho para ello! —le alza la voz.

¡No me alces la voz! ¡Soy tu alfa! —le grita con su voz de mando— Quieras o no hay cosas más importantes que atender.

—Siempre hay cosas más importantes que yo. Ni siquiera debí decirte que fueras.

Jimin empezó a llorar, como odiaba que le alzará la voz. Jungkook estacionó de auto en la entrada de su casa. Jimin se quitó el cinturón muy molestó. Salió rápidamente para ir a su estudio y llorar de la impotencia que sentía.

Siempre había cosas más importantes que él, ni siquiera le importaba él. Todas esas personas tenían razón, no lo ama, solo es un matrimonio arreglado sin amor. Sentía que todos esos años amándolo eran mandados al diablo con la frialdad de su alfa. El maldito trabajo era más importante que su Omega.

Cómo odiaba amarlo.

Se quedó en su estudio toda la noche, con ese dolor en su estómago y los mareos. Mientras tanto el alfa bebía en su oficina que tenían en casa, con ese olor amargo desprendiendo de él.

Primer capítulo y fuerte. Den le amor.

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