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La noche estaba siendo perfecta para Park Jimin quién festejó junto a su equipo su victoria. Cuando su pelea terminó, se fue a beber y disfrutar del show, apoyo a Eunwoo quién también ganó su pelea, con más motivación festejo y comió al fin una rica hamburguesa. Se sentía feliz de esto, de poder llevar el cinturón a casa y restregar el triunfo a Taehyung, quien no apareció más en el show.
Le dio igual, eso le pasó por retarlo.
Pero ahora que terminó todo, tal como se lo dijo su ahora prometido, no tardaron en llegar al penthouse del castaño y hacer el amor de una manera en la que Jimin terminaría sin aliento. La ropa fue dejada por la sala y ellos estaban en su punto más excitante cerca de la ventana.
Jimin gemía con las penetraciones que su novio le daba. Lo rebotan de arriba hacia abajo, sus cuerpos unidos, las mordidas en sus cuerpos no eran suficientes. Jeon lo llevó a la habitación para estar más cómodo, puso a Jimin en cuatro, le dio un par de nalgadas en esas redondas nalgas. Las marcas rojas eran lo de menos, eran una imagen mental tan caliente para Jeon, tener encuentro a Jimin era de sus cosas favoritas.
Besa su espalda y lame su columna hasta llegar a sus nalgas y morderlas. Suelta Jimin un gran gemido, eso era demasiado excitante que sentía hormigueo en su entrada. Moría por ser tomado por el falo de su prometido. Lo penetró y empezó con el vaivén, sin parar, sin dejar de gritar el nombre del otro, besándose como desquiciados ninfomanos.
Duraron así hasta la tarde, porque no descansaron casi nada, después de una ronda, seguía otra y otra. El cuerpo de Jimin no podía más, se sentía pegajoso, sudado y muy débil. Jeon seguía penetrandole como si apenas comenzarán, lo peor de todo es que Jimin no quería parar, le encantaba sentir como ese grueso falso de su prometido le hace sentir.
Y es que la energía de su hombre era inhumana, pasaron de estar en la cama, al sofá, la cocina, el baño, ahora estaban en el balcón dándole placer, sin importarles si alguien los veía. Lo bueno era que el penthouse de Jimin era privado y alto, sino, ya se verían en las noticias.
—¡Jungkook!
—Vamos nene, se que puedes aguantar un poco más.
Le susurro al oído lamiendo esa zona de cuello, mientras lo acomoda de espaldas, tomó su pierna elevándola y embistiendo desde la espalda. Joder, la imagen de eso era tan excitante. Jimin se veía sobre el reflejo del espejo, veía como Jeon salía y entraba de él mientras él soltaba gemidos incontrolables.
Jeon beso sus labios mordidos, causando un sangrado en ellos. Con su mano libre tomó el miembro de Jimin para bombearlo y darle más placer. La piernas de Jimin flaqueaban, cuando se corría por sexta vez, Jungkook también lo hizo, dejando una gran mordida en su hombro sucumbidos en el orgasmo. Dejó todo su espeso semen dentro su amado, llenándolo por completo. Lo suelta para dejarlo en el suelo totalmente sin energía. Ve cómo su semen escurre por sus piernas, una imagen obscena y magnífica.
—¿Estás bien?
Jimin asintió y estiró sus brazos para que Jungkook lo cargue. Lo cual hizo, lo llevó al sofá. Se acurruca en su pecho un momento escuchando el latido de su corazón, estaba agotado, pero quería más. Jungkook le acariciaba su cintura haciendo un recorrido con sus dedos hasta las piernas de Jimin.
—¿Quieres descansar un poco? —le pregunta Jungkook a Jimin.
—Tengo hambre, siento que me has roto. Incluso siento que todo tu semen aún escurre en mi.
Jungkook suelta una risita.
—Fuiste tú quién dijo que quería un bebé, me estoy esforzando por cumplirlo.
—Creó que con este paso tendré cuatrillizos.
Esconde su rostro en el cuello, deja besitos, el cual Jungkook empezó a excitarse otra vez.
—Nene, si sigues así no respondo. Sabes lo sensible que soy cuando me besas en esa zona. —le advierte.
Jimin sigue y se escabulló abajo quedando de rodillas sobre su hombre, mirándolo con una sonrisa traviesa, toma su miembro duro, comienza a bombearlo para meterlo en su boca y lamerlo. Jungkook arquea su espalda ante la sensación, la lengua juguetona de su castaño prometido era de las mil maravillas. Lo toma del cabello haciendo movimientos para que Jimin no deje de lamerlo.
Jimin lame el miembro de su hombre como si fuera una rica paleta, de la puntita hasta abajo. Lo saca para bombearlo con su mano, lo masturba, con su otra mano acariciaba sus testículos. Ver la cara llena de excitación de Jungkook era la gloria para Jimin, amaba como cada toque suyo lo derrite por completo. Cómo gemía, como cerraba sus ojos y como su pene se hinchaba cuando lo apretaba con su boca. Había tenido suficiente, lo suelta antes que se corra y se coloca a horcajadas sobre tomando su miembro y metiéndolo en su entrada. Dio saltitos frenéticos complaciendo su cuerpo, sostenido de sus hombros.
Las manos de Jungkook se apoderaron de la cadera de su castaño, ayudándole con esas embestidas. Lamía sus tetillas mordiendo su pezón. Jimin arquea su espalda mientras Jeon gemía sin parar, como encajaba sus dedos en la espalda de Jimin por lo rico que sentía las estrechez de su pareja. Parecía que no tenían suficiente, y es que para Jimin tener sexo con su hombre era algo que no dejaría de hacer, porque solo Jeon sabe cómo hacerlo gritar del placer.
—¡Ang! Jungkook...
—Vamos, nene, ¡Más!
Las embestidas eran más rápidas, ninguna conocía su límite de excitación. Adoraban el placer que los dejaba sin aliento, sin energía para volver hacerlo. Ambos se sucumbieron al orgasmo, Jimin dejó salir sus tiras de semen sobre el abdomen de su hombre, vio que Jungkook estaba por correrse, lo detuvo para salirse de su cuerpo, Jungkook estaba por dejar salir todo y no entendía porque Jimin lo paraba, hasta que otra vez está a de rodillas, metió todo su pene a la boca y a embestidas de un delicioso oral, logró que Jungkook se corriera en su boca.
Jimin tragó todo su semen, joder la imagen era perfecta por qué lo salpicó en rostro. Jungkook dejó salir todo y Jimin tragó hasta que no quedó nada. Se levanta limpiando sus rellenitos labios, Jungkook se volviera loco.
—Joder, amor. Creí que tenía hambre.—dice con voz cansada.
—Un poco de leche no viene mal.
Le sonrió para luego besarlo. Jungkook lo abraza.
—Ahora si quiero comer.—dice Jimin.
—Por qué no tomamos una ducha y ordenamos algo. También estoy cansado.
—Ok, tú llamas y yo lleno la tina.
Le robó un besito para salir corriendo al baño. Jungkook no se perdió la imagen de cómo esos lindos duraznos de su novio se movían; bendito Park Jimin con esas nalgas.
Dejó salir un suspiro y tomó el teléfono para pedir comida, después se fue a la ducha mientras su amando novio se relajaba en tina, pero después se metió con el iniciando otra ronda de sexo. Cuando salieron se pusieron cómodos, la comida llegó y vieron una película en Netflix.
Estaban agusto así, solo ellos dos y el pequeño doberman llamando Bombón dormida en las piernas de Jimin. Así es como quería estar Jimin desde un inicio, tener su propia familia como siempre lo deseo y ahora que lo tenía esperaba que nada malo pasará desde ahora, porque lo único que quiere es ser feliz.
A la mañana siguiente Jungkook dormía como un oso, sus ronquidos se escuchaban a kilómetros, pero para Jimin era adorable. Así de enamorado estaba. Se levantó para ir a preparar el desayuno, quería sorprender a su amado con algo rico.
En lo que termina los huevos con salchichas, su móvil suena interrumpiendo su mañana. Apagó la estufa y tomó su móvil para contestar, frunció el ceño al ver qué no era un número que tenía agendado además con un alada diferente, pero igual contesto.
—Hola.
—Hola, ¿Habla Park Jimin?
—Mm.. si soy yo. ¿Quién habla? —deja el jugo de naranja en la mesa. Casi no le entendía el inglés qué manejaba.
—Soy el doctor Damián Movanok. Le hablo desde Rusia.
Jimin tuvo un mal presentimiento.
—¿Por qué me llama alguien de Rusia? —cuestiona.
—He intentado comunicarme con usted. Solo quería decirle que su madre, Park Hye kyo, está en nuestro hospital.
El cuerpo de Jimin se congeló, Jungkook llegó a la cocina mirando a su novio, pero se preocupó al verlo paralizado y con la mirada perdida.
—¿Mi- mi madre?
—Ella está aquí sola y la única persona que puede hacer algunos papeleos por ella es usted. Escuché, su madre tiene cáncer, está muy avanzado y no le queda mucho tiempo. Necesito que usted venga a tramitar todo este asunto, porque si no lo hace nadie, su madre terminará en una tumba en el país como desconocido.
Jimin se sentó en la silla y Jungkook fue con él sosteniendo su mano, no entendía qué pasaba, pero su prometido no estaba bien.
—Está bien, tomaré un avión mañana en la mañana. Gracias por avisar.
Cuelga mirando a su Jungkook.
—¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién te llamó?
—Me llamaron de Rusia. —dice en un susurro con un nudo en la garganta.
—¿De Rusia?
Jimin asintió.
—Me dijeron que mi madre está en el hospital y que ella... Tiene cáncer, que no le queda mucho tiempo. —dice y Jungkook lo abraza mientras Jimin se siente mal— Dijo que estaba sola y que no hay nadie quien vea por ella, que sino voy, la enterraran en Rusia.
Se separa de él mirándolo con algo de confusión.
—Por lo que escuche ¿Irás? —le pregunta Jungkook.
—Tengo que hacerlo, es mi madre.
—Lo sé, pero después de todo lo que pasó...
—Es mi madre, tengo que ir. Se lo que me hizo, pero, no sé.
Jungkook le acarició la mejilla.
—¿Estás bien?
Jimin se encogió de hombros.
—Es que... ¿Es normal que no sienta tristeza? Me siento mal porque creí que me dolería saber algo así, es mi madre.
Jungkook negó dándole un besito en su frente.
—Claro que no, amor. Todos tomamos las noticias de diferentes maneras. Tal vez la relación con ella no fue buena, y tal vez por eso no sientes nada ahora, pero no quiere decir que no lo harás.
Jimin volvió abrazar a su prometido, con su cabeza dándole vueltas con todo lo que se enteró, esto era algo le dejó helado, porqué enterarse que la mujer que te dio la vida y al mismo tiempo te hizo sentir tanto daño, este por morir, dejó a Jimin con sentimientos encontrados y confusos.
Unos que tarde o temprano tendrán que explotar.
—Jungkookie?
—¿Si amor?
—¿Me acompañas a Rusia? No quiero ir solo.
—Por supuesto que sí amor, jamás te dejaría solo en esto.
—Te amo, Jungkook.
—Te amo más.
Lo que venía sería doloroso y Jungkook tenía que estar ahí para él.
Disculpen la tardanza pero veía una película con mi sobrina y no me acordé de subir el capítulo.
Nos vemos pronto.
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