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Los chasquidos de beso y los gemidos eran cada vez más fuertes, ninguno quería parar, necesitaban estar juntos otra vez porque la tensión entre ambos era sumamente necesaria.
Jeon dejó el cuerpo de Jimin en su cama,ni siquiera supieron cómo llegaron tan pronto, se miraron a los ojos con el destello lleno de sentimientos, esos que creyeron que desaparecieron. Jungkook se quitó la camisa, dejando ver su formado abdomen y ancha espalda, Jimin también se quitó la suya. Jungkook no tardó en besar su cuello, lamerlo, tocar su delgada cintura. Tener sus manos grandes en esa cintura, era todo un deseo para él por lo bien que cabían en sus manos.
—No sabes lo mucho que he extrañado tu cuerpo —le dice en un susurro Jungkook.
—Demuestra cuánto me has extrañado —gime al sentir sus pantalón fuera de su cuerpo— solo hazme tuyo.
—Tu ya eras mío, siempre vas hacer mío.
La ropa quedó atrás, les estorbaba, se quemaban por llevarlo a más. Ya desnudos, ambos disfrutaron de tocarse cada parte de su piel como si fuera la primera vez. Jimin fue besado desde los pies a la cabeza, con leves mordidas que Jungkook le dejaba en aquel recorrido. Jimin no se quedó atrás, dejó varias marcas en el cuello de su hombre, rasguño un poco sus hombros, dejando su huella en él.
Jeon deslizó hacia abajo, tomando el miembro de Jimin para comenzar a lamerlo y al mismo tiempo meter sus deseos en su entrada comenzado a estimularlo.
—¡Ag! —gime Jimin retorciéndose del placer.
Jungkook ve su rostro contraído, eso le excitaba más. Su miembro estaba duro y firme para su Jimin, pero darle ese placer del oral le encantaba, siempre le fascinó ser él quien le tome de esa manera. Sacó sus dedos, succiono su miembro, Jimin abrió más sus piernas disfrutando la mamada que su hombre le hacía. Sus pupilas se dilataron, Jeon sabía cómo hacerlo, sabía cómo le gustaba y era tan torturador como succiono la cabeza de su miembro lleno de presemen, lamiendo la punta y dejando un rastro de saliva.
—Kook... por favor entra en mi, ya no puedo.
Le suplico con la voz entrecortada, Jungkook sacó su miembro de su boca, le sonrió maliciosamente.
—¿Condón?
—No tengo, solo córrete afuera.
Mordido sus labios esponjosos, estaba listo para esto. Jungkook tomó sus piernas deslizando hacia él, Jimin estaba rojizo del rostro, queriendo que entrara en él. Jungkook jugó un poco con el, rozo su miembro en su entrada, Jimin se movía suplicando que dejara el juego, solo con eso, no podía más.
—Por favor... —pide con voz tierna.
Jungkook se inclina besado sus labios con ferocidad, sus lenguas haciendo una danza perfecta, entonces Jeon entró en una estocada en él, Jimin le mordió el labio ante la intromisión.
—Tal cual como lo recuerdo —le susurra mientras saborea la sangre de su labio inferior.
—Muévete.
Jungkook empezó un vaivén de embestidas. Jimin gemía ante las estocadas fuertes y certeras. Le encantaba lo rudo que podía ser Jungkook, eso le fascinaba. La cama de Jimin era resistente, de la manera más fina, pero ni está madera podía con la fuerza con la que Jeon lo tomaba.
Jungkook se deleitó con sus pezones, mordiendo la bolita con sus dientes. Joder, esto era justo como en el pasado, haciendo el amor y el sexo al mismo tiempo. La forma en la que Jeon le penetraba la había extrañado tanto, había mejorado con los años, ahora Jeon le cubría con todo su cuerpo.
Le dió justo en su punto que le hace gritar y arquear la espalda, Jeon aprovecha para darle la vuelta y ponerlo en cuatro. Levanta su culo, le lame, le muerde, le nalguea y vuelve a entrar en él. Jimin tenía su boca abierta con la respiración agitada. Jungkook se volvió más salvaje, o tal vez era su falta de sexo porque no había tenido nada de eso en dos años ¡dos malditos años!
Esto era la gloria de la lujuria reprimida en ambos. Porque solo ellos sabían cada punto débil del otro. Jungkook emergió con más fuerza, las embestidas más fuertes y rápidas.
El éxtasis llenó primero a Jimin que se corrió primero soltando tiras de semen que mancharon sus sábanas. Empuño las sábanas con sus manos para tener de dónde sostenerse, pues Jeon aún seguía dándole placer en su punto, sus piernas estaban débiles, el sudor recorría su cuerpo, su boca se sentía seca.
Jungkook dio sus últimos embistes hasta salir de Jimin, corriendose en su espalda. Jimin sintió el espeso y caliente semen en su espalda, joder, la mejor de las putas sensaciones. Se dejó caer en la cama para tomar a Jimin entre sus brazos, Jimin se acurruca a su lado, besado ese fuerte pecho y marcado por el.
La noche perfecta de todas.
—No sabes lo mucho que te extrañe —comenta Jimin recuperando el aliento.
—Yo también te extrañé demasiado, bonito. —Besa sus labios una vez más, pues eran su más grande debilidad— Creí que me iba a pasar la vida sin ti.
—También yo, jamás dejé de pensar en ti y ahora que ambos queremos estar juntos otra vez, quiero que me ames como la primera vez.
Jungkook se giró un poco para ver su rostro, estaba demasiado enamorado de Jimin como para dejarlo ir, para que esto termine, lo ama.
—Mi corazón solo es de Park Jimin y solo de Park Jimin. Estoy aquí para ti amor.
—Adoro que me digas amor.
—De ahora en adelante te lo diré todas las veces que sea necesario porque tú eres mi amor. —beso sus ojitos, beso su nariz y beso sus labios en un tierno beso. Entrelazó sus manos para luego levantarse y cargarlo como tal princesa.
Jimin sonríe enternecido.
—¿A dónde me llevas?
—Hay que darnos una ducha.
Lo llevó al baño pero Jimin sonrió con picardía.
—¿Seguro que solo un baño, Jungkookie?
Jeon lo dejó abajo y abrió la regadera. Se acerca a su cuerpo besando su cuello y adueñándose de su cintura.
—Sabes bien que no solo tomaremos un baño.
—Lo sabía. Siempre fue lo mismo contigo. No tienes piedad de mí, me duele el culo.
Lo arrincona en las baldosas del baño, toma su pierna y después la otra, Jimin se engancha en él sintiendo el miembro duro de su hombre entrar en él, deja salir un gemido.
—Cuando se trata de ti, no tengo piedad, porque amas que no te tenga piedad.
—Me conoces bien.
—Claro que sí, amor. Te conozco bien.
Jungkook le dio una mirada pervertida y comenzó su trabajo. Para Jimin está era la mejor reconciliación que ambos pudieran tener, porque esta madrugada, jamás va olvidar la fuerza en la que Jungkook lo tomó, sus palabras descaradas llenas de amor, y la forma en la que lo follaba en el baño y como dejaron el vidrio empañado.
....
Eran las 11 de la mañana cuando la pareja se despertó, claro que se la pasaron en su reconciliación, no fue hasta las 6 de la mañana que quedaron rendidos en la cama. Jimin por primera vez estaba feliz de tener a alguien en su cama, sentir ese calor y unos brazos grandes y fuertes rodeando su cuerpo.
Nada podía pedirle a la vida que tener al amor de su vida devuelto con él, pero aún había cosas que aclarar entre ellos, cosas del pasado para que su futuro pueda ser más tranquilo y próspero.
Jimin tenía puesta la camisa de Jungkook, su tradición cuando ellos tenían sexo era colocarla en su cuerpo para si verse sexy para el pues le quedaba enorme y cubría bien su desnudes. Hacia el desayuno el mismo, ya que le pidió a la mujer que le ayuda que no viniera, no quería lo encontrara así y menos que viera a su hombre semi desnudo.
Jungkook entró a la cocina observando a su chico cocinar, se mordió el labio al verlo provocarlo vestido solo con su camisa, adoraba verlo así, extraño tenerlo así. Lo abraza por detrás dándole un besito en su regordeta mejilla.
—Buenos días, bonito.
—Buenos días, Jungkookie. Ya casi está el almuerzo, hice tus favoritas.
—Waffles con chocolate y mi banana milk.
—Ajam. También hice un poco de arroz con pollo y jugo de naranja.
—Joder nene, tu si sabes cómo consentirte.
—Es porque se que te gusta.
Jungkook le apretó una nalga, Jimin se exaltó un poco.
—Ese es mi chico.
—Oye, aún me duele Jeon. Aparta, serviré el almuerzo.
Jungkook niega sonriendo, se sienta y comienza a comer lo que Jimin le preparó. El sabor de los waffles de su mochi eran únicos, sabía cómo prepararlos a su gusto. Disfrutaron de su mañana juntos, Jimin amaba despertar otra vez así con Jungkook, como en su pasado.
Pero aún había cosas que decir antes de seguir con su amor.
Al terminar Jimin se puso a lavar los platos, Jungkook se fue al balcón a fumar un cigarrillo. Jimin secó sus manos, acomodó todo antes de dirigirse a dónde su pelinegro. Al verlo parado en su balcón sin camisa, joder, que sexy espalda ancha aunque con sus rasguños, no dudó en ir y abrazarlo por detrás deja do un besito en ella. Sintió su suave piel de su abdomen, recorrió con las yemas de sus dedos cada cuadrito. Jungkook le tomó del brazo para abrazarlo de frente, quedando los dos mirando la ciudad.
—¿Aún fumas? Creí que los deportistas no lo hacían por su salud.
—Uno no hace daño, malo sería si fuese más seguido. —Le responde, dejando salir el humo.
Jimin se gira mirándolo a la cara, le quita el cigarrillo dándole una fumada, algo que sorprendió a Jungkook.
—¿Y tú desde cuándo fumas?
—Desde que practiqué para una película, tuve que aprender.
—Te vez sex.
Se encoge de hombros, Jungkook se lo quita tirándolo aún lado. Cargo a Jimin hasta el sofá, el castaño quedó a horcajadas sobre él. Juntaron sus bocas y tocaron un poco sus cuerpos, parecía que no tuvieron suficiente con lo de anoche, sin embargo Jimin paró antes de que siguiera a más.
—Espera, quiero hablar contigo. —le susurra sobre sus labios.
Jungkook se detiene.
—¿Es sobre nuestro pasado? —Cuestiona lo que Jimin asiente.
—Creo que antes de seguir con nuestra relación, necesito saber... —trago grueso antes de soltar aquellas duras palabras— ¿por qué me abandonaste ese día en hospital? —Lo mira a los ojos, esos preciosos ojos negros que le volvían loco— El día en que perdimos a nuestro bebé.
Jeon sintió un nudo en la garganta, un fuerte dolor en el pecho.
—Jimin, yo sí fui al hospital cuando me dijeron que habías tenido un aborto —le dice— Pero tu madre no me dejó entrar, por más que le suplique ella no me lo permitió, así que le pedí a Taehyung que me ayudara, lo cual hizo pero tú madre lo supo y me mandó echar de ahí. No sabía cómo entrar, ya que era un hospital privado.
Aquella respuesta era todo lo contrario a lo que Jimin sabía.
—¿Cómo? Taehyung y mi madre me dijeron que fuiste pero no quisiste entrar.
Jungkook negó confundido.
—Joder, amor. Intenté de todas las maneras posibles para verte, incluso casi me disfrace de médico. Yo quiera estar contigo cuando me enteré por el hermano de Chen que estabas ahí por un aborto —toco su vientre ante el recuerdo de aquello, Jimin quiso gritar en llanto— Como no lograba entrar, yo tomé una decisión.
—¿Cuál? ¿Fue dejarme?
—Por supuesto que no, como crees que dejaría al amor de mi vida con su cruel madre. Jamás podría haberte dejado con ella.
—¿Entonces no entiendo porque te alejaste? —sus ojitos comenzaron a guardarse. Necesitaba explicaciones.
—Yo no fui quien se alejó, fuiste tú. ¿no recuerdas que me dejaste plantado en medio de la carretera? Esperé horas por ti y jamás apareciste.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando?
Jungkook estaba confundido cada vez más.
—Cuando saliste del hospital, te mandé una carta con Taehyung donde te decía que huyeramos juntos, porque tu madre ya me había amenazado con meterme a la cárcel si seguía insistiendo en verte. Mierda, Jimin. Estuve como loco desesperado por verte, por abrazarte y decirte que no fue tu culpa haber perdido a nuestro pequeño, quería estar ahí para ti, pero tú madre...
Jimin soltó lágrimas, estaba peor de confundido que Jungkook.
—Taehyung jamás me dio nada. Mi madre me dijo que te fuiste. —Jungkook limpio sus mejillas— Me dolió tanto saber que me habías dejado, que de verdad no te importe.
—Me importabas demasiado Jimin, jamás me iría de nada dejándote solo con esa bruja. —Beso sus labios, Jimin temblaba, ahora todo tenía sentido.
—Espere por ti, y creí que habías tomado la decisión de alejarte de mí después de lo que pasó. Me dolió demasiado hacerme la idea, regrese a buscarte sin importarme las consecuencias, pero tú madre cumplió la amenaza que me hizo.
—¿No me digas que ella?
—Estuve en prisión por un año, acusado de entrar a robar a su casa cuando lo único que buscaba era robarte a ti. —Soltó al fin con lágrimas en los ojos, esto era demasiado para los dos, su cruda realidad en el pasado— Un año acusado injustamente. Un año sin saber de ti.
El llanto en ese momento era lo de menos, Jimin se sentía enojado, quería ir a partirle la cara a Taehyung y a su madre por alejarlo de la persona que más amaba en el mundo. Cómo se atrevió su madre a mandar a la cárcel a Jungkook, era una vil bruja, siempre lo fue. Ahora la odia más.
—Quise buscarte, lo juro. Pero ella no me dejó, te mando lejos y cuando salí, te vi por primera vez en televisión. Creí que te habías olvidado de mí.
Jimin negó varias veces, aferrando sus manos en en el pecho de Jungkook.
—Ella me mandó a los ángeles un tiempo, yo no estaba bien, te quería ver para poder seguir adelante.
—Creo que ambos fuimos parte del engaño de tu madre y Taehyung, porque ella fue quien me alejó de ti, pero Tae, sabía que yo le gustaba, sabía que algo extraño tenía.
—¿De qué hablas? —cuestiona.
Jungkook deja salir un suspiro.
—Es que siempre que estábamos juntos, algo pasaba y solamente era cuando Taehyung estaba cerca. Pensé que solo lo imaginé o que realmente no debería darle importancia, pero ocurrió con más frecuencia. Siempre que estaba él, tu madre aparecía. Además él me había insinuado que yo debería dejarte y buscar algo mejor, estoy seguro que esas palabras de ese "alguien" era él.
—No puedo creerlo, ya veo porque me decía que te dejará, que eras un don nadie y me llevarías a solo problemas con mi madre. ¿Por qué? Jamás le hice nada malo, lo trate como mi hermano. —Estaba Jimin sin poder creerlo.
—Tampoco lo sé. Confíe en él para poderte dar esa carta, tal vez si él te la hubiera dado, jamás nos hubiéramos separado.
Jimin se abrazó al cuerpo de su novio, Jungkook lo apretó fuerte. Después de años al fin aclararon todo, ahora todo tenía más sentido de lo que llegó a imaginar. Busco a Jungkook durante ese año pero jamás logró saber nada de él, su madre se portaba cada vez más horrible, le exigía demasiado y cuando al fin pudo quitársela de encima, fue libre, sin embargo le faltaba aquella parte de su corazón, le faltaba su Jungkook.
Incluso para Jungkook fue un infierno estar en prisión, pensando en su Jimin, sintiendo impotencia al no poder verlo y aclarar las cosas. Vivió un año sin su amor, creyendo que estaba mejor sin él, lo cual, fue un gran error.
—Me había dolido tanto estar lejos de ti, te odié como nunca, pero a la vez presentía que jamás me harías algo así. Mi corazón estaba confundido. Ahora con más razón tengo ganas de partirle la cara a Taehyung.
Jungkook lo aparta para acariciar su mejilla.
—Lo importante es que aclaramos esto, estoy contigo y prometo jamás separarme de ti, porque Park Jimin, tú eres el amor de mi vida.
Jimin curvó una sonrisa, sintiendo los latidos en su corazón.
—También eres el amor de mi vida Jungkookie. Siempre fuiste tu.
—Fuimos víctimas de segundas personas, pero mi abuela tenía razón. Todo lo bueno regresa a ti. Porque yo me enamoré cuando fuiste a mi con la intención de llevarme a la cama. —Le aprieta una nalga, Jimin suelta una carcajada. Dejando su furia y tristeza aún lado.
—Pues algo le agradezco a Taehyung es que me haya retado a ir por ti. Es lo único bueno que hizo por mi.
—Ven aquí pollito.
Jeon le beso con dulzura, elevó esa camisa hasta aventarla al piso, empezó a lamer las tetillas mientras Jimin se restregaba sobre su ya erecto miembro.
Ellos volvían a estar juntos, nadie podría separarlos está vez ¿verdad?
Lamento tardar, pero este capítulo lo borré y lo reise como dos veces. Jeje no me conformaba con lo que había escrito.
Lo siento jeje. Espero que lo hayan disfrutado, y más pasado se nos revelará. Pero antes que nada, kookmin en reconciliación 💗💕
Ufff lo que se come Mimi 😛🤒🤯 quién pudiera.
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