✮⋆˙07
—¿Estará bien? —preguntó Jimin mirando como se llevan al pequeño perrito a la sala para una revisión.
—No se preocupe, él estará bien, le diremos su condición en cuanto sea posible. Por lo tanto llene este formulario.
—Está bien, gracias.
Jimin había llegado al veterinario más cercano al que pudo, el perrito vomitó un poco en su sudadera, esto le hizo tomar tal acción. Estaba preocupado por él, tenía miedo que muriera, no quería eso. Esto le trae amargos recuerdos, un recuerdo del que hasta ahora no le dejaba en paz.
Llenó dicho formulario, esperó en la sala de espera. Miró a varios perros de diferentes razas, algunas personas le miraban, supone que ya saben quién era él, agradece que no le tomaran fotos o que le vieran de más. Es una celebridad, pero también humano. Miró su móvil con mensajes de Jin, diciéndole que irá para allá en cuanto pueda.
Se quedó sentado pasado el rato, pensando qué decirle a Jungkook mañana para que no le reprenda tan recio. Conocía su carácter, pero también debía ser comprensible, siempre lo fue con él. De ahí terminaban besándose y teniendo sexo.
Los minutos pasaban y Jimin esperaba a que le dijeran que tenía el pequeño cachorro, en eso llega Jin quien no duda ir con el.
—Llegue, lo siento por tardar es que tenía mala señal por qué no móvil se mojo un poco.
—No te preocupes
—¿Qué pasó exactamente? —le pregunta Jin.
—Pues iba al gimnasio cuando escuché unos quejidos de cachorro, entré al callejón donde estuche eso y encontré al pequeño canino amarrado a un tubo de drenaje y con heridas. No abría sus ojos y me preocupé. Lo lleve conmigo, vomitó en mi sudadera y por eso estoy aquí.
Le explica.
—Que lindo corazón tienes, no cualquiera hace eso. ¿Y qué te dijeron?
—Pues aún no me dicen nada, estoy esperando los resultados. Espero que no sea grave o voy a llorar.
Jin le palmea el hombro.
—Solo queda esperar, tranquilo.
Jimin mira de reojo a Jin.
—¿Llamaste a Jungkook explicándole todo? No quiero que me mate mañana.
—Le conté sobre la situación, no te preocupes. Espero que se haya escuchado bien, mi teléfono casi muere.
—¿Por qué tu móvil está mojado?
—Namjoon, ese hombre, lo amo pero toca y destruye.
Jimin ríe ante eso, sabe lo destructor que es el esposo de su amigo. Jin se sienta a su lado en eso llega una mujer con noticias del pequeño cachorro.
—¿Park Jimin?
—Soy yo. —se apresuró a contestar.
—Le tengo los resultados del cachorro.
—¿Es grave lo que tiene? —pregunta preocupado.
—Pues algo así. El perruno tenía fiebre, no podía abrir sus ojos debido al frío que hizo ayer con algo de lluvia, también la herida en su patita izquierda le afectó, fue una suerte encontrarlo con vida, es muy pequeño para que viviera con este clima tan alocado.
—¿Se curará? —pregunta Jin.
—El veterinario dijo que con paciencia y con un tratamiento el pequeño doberman se podrá recuperar de todo. Por lo tanto necesita dejarlo aquí en la veterinaria para que sea revisado con más cuidado, no se preocupe, en unos tres días exactamente le daremos noticias de su recuperación.
Jimin y Seokjin se levantan.
—¿Entonces lo dejaré aquí? —Cuestiona Jimin.
—Si, nosotros le diremos sobre el avance del cachorro. Estará en buenas manos.
Jimin comprendió, el pequeño tenía que ser vigilado.
—Mencionó que lo encontró ¿Verdad? —pregunta ella.
—Si, en un callejón.
—¿Piensa quedarse con él o dejarlo en adopción?
Lo pensó detenidamente, el jamás había tenido una mascota, no sabía los cuidados que podría tener, sin embargo no quería dejarlo a su suerte con alguien más, no confiaba mucho en las personas que tienen niños que solo juegan con ellos como juguetes.
Además, se parecía a su cachorro que tenía con Jungkook años atrás, a su pequeño Bam.
—Si, me lo voy a quedar.
La mujer sonrió.
—Muy bien, le estaremos llamando para que sepa todo su avance, con permiso.
La mujer se retira y Jimin sale junto a Seokjin del veterinario. Un poco mejor sabiendo que no moriría.
—¿En serio piensas adoptar un Doberman? Esa raza crece mucho.
Ambos suben al auto dando marcha al apartamento de Jimin, se hizo tan tarde tan rápido.
—Ya sé, solo que me conmovió el corazón tan rápido. Pobrecito, no me quiero imaginar lo que tuvo que pasar para seguir viviendo, un perrito así debe tener una buena vida.
Seokjin le sonrió orgulloso, Jimin jamás muestra ese interés casi por nadie.
—Muy bien, ya que te quedarás con el pequeño, creo que deberías saber algunas cosas sobre cuidados de ese tipo de raza.
—Me comprometo con esto, no te preocupes. Además, ya había tenido un perro de esa raza, se como cuidarlo. Ahora quiero llegar a casa y darme un baño, mañana esperaré mi regaño.
—No creo que te regañe, estás siendo exagerado.
—Tu no lo conoces como yo. Es un gruñón con puntualidad.
Estaba consciente de que Jungkook le daría el regaño de su vida, sabía cómo era él, siempre fue así de puntual para todo.
Al llegar, bajó del auto dirigiéndose a su edificio, tomó sus cosas y dio camino, pero en eso alguien lo llama. Se dio la vuelta para ver de quién se trataba, jamás imaginó ver a Jungkook ¡Espera! ¿Jungkook?
El pelinegro se acercó a él con pasos de prisa, el maldito guardia no lo dejaba pasar, así que tuvo que esperar a ver alguna cara conocida.
Iba hablar pero fue demasiado tarde cuando sintió los brazos de su ex novio sobre todo su cuerpo. En un cálido abrazo.
—¿Jungkook? —susurro su nombre, con sus mejillas sonrojadas.
—Joder que bueno que estás bien.
Jimin estaba muy confundido, el pelinegro se separó de él mirando que no tuviera una herida o algo parecido.
—¿Estás bien? Seokjin me dijo que fuiste a emergencia y como no sabía en qué hospital estabas, imaginé que podría encontrarlo aquí, pero...
Guarda silencio, notando que no tenía nada. Jimin salió de su shock.
—Espera, espera. ¿Seokjin te dijo eso? —Cuestiono.
Jeon asintió.
—Joder, ¿Que paso realmente? —su rostro cambió de preocupado a confundido.
Jimin miró varios ojos verlos, no quería chismes así que tomó de la mano a Jungkook llevándolo a su penthouse.
—Ven conmigo.
Suben al elevador, ambos guardaron silencio hasta llegar al apartamento, lo dejó pasar, Jungkook admiro el gran lugar donde vive Jimin, pero antes de pasear sus ojos por ahí quería una explicación, Jimin no sabía qué decir.
—Lo siento, no sé por qué Jin dijo eso, yo no tenía nada.
—¿Entonces?
El castaño mataría a Seokjin por decir esas cosas.
—Yo si fui a emergencias, pero no para mí, sino para un cachorro.
Jungkook estaba más confundido.
—¿Qué?
Jimin lo sentó en su gran sofá.
—Esque, iba al gimnasio, cuando baje por el callejón que está casi enfrente de la tienda, detrás del basurero, escuché unos quejidos de cachorro y cuando entré miré a un pequeño perrito abandonado. Estaba atado y tenía fiebre, su patita la tiene lastimada, no podía dejarlo ahí. Así que me lo llevé al veterinario de urgencia, le pedí a Jin que te llamará.
—¿Por qué no me llamaste tú? Estaba preocupado.
Jimin se mordió los labios, no quería decirle que no lo llamo por un regaño suyo por no llegar. Ahora se siente un tonto ya que el pelinegro estaba preocupado por el.
—No tenía la cabeza bien para pensar en llamarte, lo siento.
Jungkook dejó salir un suspiro, de verdad temió que algo le pasará a Jimin.
—¿Creíste que me pasó algo? —pregunta en un tono de voz bajo, a lo que Jungkook le mira— ¿Te preocupas por mi?
Jungkook asintió, siendo valiente con el mismo.
—Si, estaba preocupado. —Rasca su nuca algo avergonzado, a Jimin le pareció tierno.
Esto hacía que Jimin pudiera tener al menos un poco de esperanza con el mismo, pero sabía de antemanos que solo se preocupaba por él por ser su entrenador. Borró sus sonrisa al pensar en eso, quería al menos tener esa esperanza en él. Saber que podría luchar.
—Gracias por preocuparte, supongo que como mi entrenador tu debes estar pendiente de mi.
—Tengo que ver por mi alumno. Espero que el cachorro esté bien.
—Lo estará, me dijeron que lo tendrán en revisión. Tengo que comprarle cosas para cuando venga a casa.
—¿Lo adoptaras?
Jimin asintió.
—Si, ese cachorro me robó el corazón. Se parece un poco a Bam.
Lo menciona, a lo que Jungkook recordó ese pasado.
—¿Bam? Nuestro Bam.
Los ojitos de Jimin se cristalizaron un poco ante sus palabras de "nuestro Bam"
—Si, nuestro Bam. —Le responde de la misma manera.
Un pequeño recuerdo hizo un desbloqueo en sus corazones.
—¿Tendrás el tiempo para él? —su voz sonó algo rasposa.
—Voy a sacar mi último álbum y tomaré unas largas vacaciones. Necesito descansar. Tomaré un tiempo, viajaré tal vez.
Se encoge de hombros.
—Ya veo...
—Si.
Guardan otra vez silencio, el ambiente se sentía un poco tenso debido a que Jimin aún siente que perdió toda posibilidad de tener algo con su ex. Se cuestionaba si comentar esto, sin embargo lo hizo, quería al menos saber si de verdad tenía algo con alguien o podría aferrarse a una esperanza con él.
—Siento lo que pasó ayer —dice llamando la atención del pelinegro.
—¿De que?
Jimin juega con sus dedos, cosas que hace cuando está nervioso.
—Por interrumpir en tu oficina, no quería hacer eso, de seguro tu novia debió pensar mal de mi.
Jungkook se da cuenta de lo que habla, rápidamente niega.
—Ella no es mi novia, Jimin.
Le dice, Jimin le mira a la cara.
—No es tu novia, pero los vi besándose.
Este era el momento para aclarar las cosas, es su oportunidad.
—No es mi novia, era una chica que solía entrenar, solo teníamos, ya sabes.
—¿Sexo? —Cuestiona. Jungkook asintió.
—Era casual, pero ella comenzó una obsesión demasiado extraña. La dejé hace un año. Ya no la había visto hasta hace unos días, me beso y fue cuando abriste.
Tal vez suene egoísta, pero si que le alegró escuchar que Jungkook no tenía a alguien más. Tal vez la parte del sexo le hizo sentir celos, diminutos celos, pero vamos, el también tuvo lo suyo con Eunwoo.
—Vaya, que bueno que no tengas a alguien más. —Se sorprendió de sus palabras, inmediatamente se levantó avergonzado de lo que había dicho— Olvida lo que dije, yo… No quería decir eso con mis palabras… joder, lo siento.
Jungkook se ríe, este era su Jimin.
—Lo entiendo. —Se levanta para irse, Jimin no quería que se fuera, pero ahora mismo tenía que procesar todo este lío en su cabeza— Me tengo que ir, mañana te espero en el gimnasio.
Jimin asintió, su rostro estaba al rojo vivo. Quería aventarse del último piso por tonto.
—De acuerdo. Nos vemos mañana.
Lo acompaña a la puerta, ninguno quería dar un paso más, estaban con ese temor interno de no incomodar las cosas. Si de verdad Jimin quería conquistar el corazón de Jungkook otra vez, tenía que ser estratégico, si esa chica aún lo busca, ella irá de nuevo al gimnasio, y no quiere eso.
Tenía un plan.
—¿Por qué no vienes mañana para entrenar aquí juntos?
—¿Aquí?
—Ajam... Tengo un gimnasio, podría hacer algunos arreglos.
—¿Por qué aquí?
—Es que tengo unas firmas que hacer mañana y creo que toda esta semana estaré en juntas, ya sabes cómo es este mundo. Tengo un gimnasio, podríamos entrenar ahí, solo si tú quieres.
Di que sí, di que sí.
Jungkook miró el gran lugar, no dudaba que aquí había un gimnasio, esto era gigante.
—¿Tienes lo necesario para entrenar aquí?
—Lo compraré, no hay problema. ¿Vendrás? Sólo por esta semana.
Jungkook asiente.
—Vendre. Estaré aquí a las 12 PM.
—Perfecto, a esa hora tendré terminadas mis justas.
—Bueno, me voy. Nos vemos mañana Jimin.
—Adiós y llega bien a casa.
Jungkook le regala una sonrisa antes de irse. Jimin cerró la puerta recostando se en esta mientras toca su corazón. Ahora tendrá a su ex novio en su hogar, no tenía novia, esto era genial. Tendrá la oportunidad de recuperar a su amor.
Llegó su momento de usar sus estrategias para conquistar su corazón, y él las sabe muy bien.
Dato: Su perrito Bam que ellos tenían, murió envenenado por la mamá de Jimin. Jimin jamás lo supo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top