🗝 ֶָ֢.10
—¿Entonces ustedes ya están juntos? —Le pregunta Jin a Jimin.
Ambos hablaron por el móvil, ya que por el momento no podían verse.
—Aja... Estamos juntos otra vez. —se sonroja.
Jin chilla emocionado.
—¡No me la puedo creer Park Jimin!. Pero me alegra tanto que hayan vuelto a estar juntos. Sabía que entre ustedes aún había esa chispa.
—Sabes mejor que nadie que él siempre fue muy importante. Aunque mi odio y rencor fueron más grandes al no saber bien el contexto sobre el pasado y todo lo que pase por culpa de esos idiotas.
—Pero lo bueno es que ambos pudieron aclarar sus dudas sobre ese día. Además que Jeon jamás dejó de amarte, si fue un verdadero imbécil por apostar algo así, pero terminó muy enamorado de ti. Ése fue su maldición, porque si estuvieras con alguien más, estaría retorciéndose del dolor de no tenerte.
—Puede que sí, aunque suene cruel. Y vaya que me lo ha demostrado. —sonríe mientras busca algo lindo que ponerse.
—¿Cómo vas con tu embarazo? Muero de ganas por verte con tu pancita grande.
—Estoy bien. El riesgo ya pasó solo tengo que cuidarme mejor. Mis pantalones ya no me quedan, ya se nota mi pancita.
—Por favor mandame fotos para verte. Espero que hables con Jeon sobre dejarme verte. Entiendo que te quisieron hacer daño, pero ¿una isla? ¿no te parece algo exagerado?
Jimin se pone su ropa, un lindo conjunto para su salida con su hombre.
—En realidad no creo que sea exagerado. Es hermoso estar aquí y hace tiempo que no me siento tan relajado, fue lo que me recomendó el médico.
—Lo sé, pero quiero verte. —seguro hizo un puchero de manipulación, suele hacerlos cuando quiere algo. Pero ahora Jimin no puede verlo.
—Hablaré con él, pero no te prometo nada. —se pone perfume, el favorito de su novio.
—Bien, espero que diga que sí. Te tengo que dejar, Namjoon acaba de llegar, saludame a Jungkook.
—Lo haré. Adiós y saluda a Namjoon de mi parte. Bye.
Le colgó. Dejó su móvil aún lado para proseguir arreglándose. No quería algo tan formal porque su vientre está grande y casi no le queda mucha de su ropa. Decidió ponerse una camisa blanca olgada que le queda perfecta con unos jeans negros y sis botas negras. Sus anillo de plata y un collar de oro que lo dejó precioso.
Le gustaba mucho como se veía. Su mafioso estará cantando al verlo. La puerta de su habitación sonó, dejando ver al dueño de sus pensamientos. Si, enfrente está Jungkook con una camisa negra dejando ver su pecho con las mangas arremangadas. Joder, cundo eran adolescentes siempre imaginó a Jungkook así. Vistiendo cómo solo un hombre como él podría hacerlo.
—Mi pequeña rosa, estás hermoso. —sus ojos brillaban al verlo.
—Tú tampoco te ves tan mal. Estas guapo y sexy.
Jeon lo abraza robándole un beso en la mejilla.
—Y únicamente para ti.
—¿A dónde me vas a llevar? No creo que tengas un restaurante en esta isla. —le dice divertido.
—Tal vez no, pero si hice algo para ti. Quiero que nuestro comienzo sea algo maravilloso para los dos, quiero que veas lo mucho que me enamoré de ti. Así que por favor señor Park, ¿Me puede comparar?
Las mejillas de Jimin se tiñeron de rosa.
—Por supuesto que sí señor Jeon. Será un honor.
Entrelaza sus manos juntas y bajan al primer piso donde New estaba hablando con Zee. Ambos parecían sospechosos, Jungkook se dio cuenta de ello y ambos se alejaron del otro cuando lo miraron.
—¡Waoo Jimin! Que lindo te ves esta noche. —le dice New acercándose a él.
—Muchas gracias por el cumplido. También te ves lindo.
—Sí. ¿Vas a salir New? Ya te dije que tampoco tienes permitido salir de la isla sin mi permiso.
Le dice serio Jeon a su hermano. Este se cruza de brazos mirándolo molesto.
—No saldré a ningún lado. Solo quería vestir bonito, ¿acaso eso es un crimen?
—No pero...
—Pues no digas esas cosas, además, ¿Con quien saldría? No hay nadie que me importe en este momento. —le da una mirada a Zee y Jimin se da cuenta de la situación.
—Jungkook, vamos a dejar a tu hermano en paz. Tenemos hambre tu hijo y yo. —le suelta un adorable puchero que dejó al mafioso derretido de amor.
—Vamos, cariño.
Ambos caminaron a fuera para poder ir a su cita. New subió las escaleras para ir a su habitación. Tenía muchas ganas de llorar porque por más que intenta que Zee demuestre que realmente siente algo por el, más allá de cuidarlo, no lo logra.
A veces actúa como si quisiera darle el mundo entero, en otras coló si quisiera alejarlo, ¡no lo entiende!.
Jimin no tenía mucha idea a donde su mafioso lo quiere llevar, pero cuando escuchó la cascada su rostro se iluminó al ver lo que Jungkook preparó para él. Si, efectivamente le decoró todo el lugar de luces, que dejan ver reflejada la hermosa noche, y la cascada luciendo preciosa por el reflejo de la luna.
La mesa en medio siendo lo principal para ellos dos. Jimin siente como el corazón se le quiere salir del pecho al ver semejante hermosura de lugar. Definitivamente Jungkook hizo un gran trabajo tratando de sorprenderlo.
—Jungkook, todo esto es hermoso. No lo puedo creer, es como la cita perfecta que siempre soñé tener.
Le dice mirando la laguna y después a su pareja.
—Quería demostrarte que aún recuerdo todo lo que me decías sobre las citas y tus gustos. Se que no querías una laguna sino una playa, pero por el momento es lo único que te puedo ofrecer.
Jimin lo abraza y Jeon lo sostiene entre sus brazos.
—Esto es mejor que la playa. Gracias por esforzarte en mi.
Jeon le acaricia la mejilla con ternura.
—Tú te mereces mucho más y si está en mis manos, te daría una cita en luna si fuese posible.
—Qué romántico. Aunque prefiero estar aquí en tierra contigo. Es más que suficiente.
—¿De verdad no estoy soñando? —le pregunta tan de repente.
—No estás soñando. Estoy contigo y te he perdonado. Vamos a tener un hijo y quiero vivir siempre feliz contigo, con el chico de dientes grandes que me recuerda a un lindo conejito.
—Y tú me recuerdas a un lindo pollito. —le pinchó la nariz tiernamente.
—Pues entonces disfrutemos de nuestra noche, cariño.
Jungkook le sienta en la mesa perfectamente decorada, mientras Jeon se aleja para después llegar con un gran ramo de rosas blancas.
—Pará mi hermosa rosa blanca. Espero que te gusten mucho ya que son tus favoritas.
—Por dios, muchas gracias. Son preciosas. —Jimin se sentía en las nubes pues si son su favoritas y tienen un gran significado para él pues son las primeras flores que Jeon le regalo.
—No tanto como tú.
—Joder, estas esforzándote mucho por mi. Ahora me siento en desventaja. —hizo un tierno puchero.
—Nene, me darás un hijo. Yo soy el que está en desventaja. —toma sus manos entre las suyas—. Se que nuestro reencuentro fue algo demasiado apresurado y que estés esperando un bebé mío me hace sentir que no te merezco. Lo repito mucho, pero de verdad siempre he estado enamorado de ti.
—Jungkook... vasta. Me haces sonrojar. —Se pone tímido algo que causa una sonrisa en su mafioso—. Te odié mucho tiempo, pero en esos años jamás pude arrancarte de mi cabeza y mi corazón. Creo que esas fueron las razones por las que sentí más odio hacia ti porque jamás tomé a nadie en serio, solo pensaba en ti y eso me jodía. Creo que al final entendí que nosotros teníamos que estar juntos, porque mi corazón de alguna manera me hacía recordar los momentos que viví a tu lado, únicamente los buenos y no los malos. —sé ven a los ojos con ganas de decir más de lo que ya ambos sienten, pero no querían alargar más esto, ya estaba dicho y hecho—. Siempre fuiste tú. Incluso en otras vidas siempre serás tú al que yo elija, aunque seas un idiota en cada una de ellas.
Jeon se conmovió al saber que su linda rosa siente lo mismo. Está feliz de tenerlo otra vez y esta vez, se asegurará de que jamás se vaya de su lado.
Le sirve jugo de manzana en su copa y un poco de vino, quería está noche fuera más que perfecta.
—Brindemos, por nuestro amor. —le dice Jungkook alzando su copa.
—Y por nuestro bebé. Salud.
Chocan sus copas brindando por una noche y futura vida juntos. Es que, Jimin no se puede creer que esté en esta situación, si alguien le dijera que terminaría así con el hombre que más odio, le llamaría loco y le platería las bolas. Pero sin duda hubo muchos malos entendidos, circunstancias que los alejaron y ahora esas mismas lo han unido.
Varios trabajadores de Jungkook llegaron con la comida de ambos. Jimin vio una variedad de carnes y ensaladas de frutas, había un poco de todo que no dudo en comer todo.
Es que su embarazo lo hace comer todo en tampoco tiempo. Jungkook lo nota y sonríe al verlo comer como si se fuera acabar todo. Dios, siempre ha sido así de hermoso? Incluso si tiene sus labios llenitos de comida.
—Déjame limpiarte amor.
Jimin paso lo que come.
—Lo siento, es que me da mucha hambre.
—No me quejó. Me gusta que te alimentes bien cariño. ¿Quieres algo más? Puedo traerlo si gustas.
—Estoy bien. Si como más, él postre me hará vomitar.
Jeon arquea una ceja.
—¿Qué postre?
Jimin se levanta de su lugar para ir donde su mafioso el cual estaba curioso de saber que quería hacer su pollito. Le toma del mentón para besarlo a su gusto, sentándose en sus piernas. Claro que esto éxito a Jeon, porque aunque ya había tenido a Jimin, está vez sería conscientes y todo recíproco.
—Joder mi pequeña rosa, ¿que tienes en mente?
—Solo un par de cosas. Ya verás.
Jimin se alejó de él para ir a la laguna donde fue quitándose la ropa bajo la mirada de Jeon. Quien se deleitó con el cuerpo desnudo de su Jimin. Joder, incluso si su vientre se nota, le hace ver sexy y adorable.
Se mete al agua y tienta a Jungkook a hacer lo mismo.
—¿No vienes?
Jeon se levanta, ve a Jimin nada un poco por lo que él no pierde el tiempo en quitar su ropa. Jimin lo había visto desnudo, pero esa noche donde fallaron le hizo perderse de cada detalle de su cuerpo. Era como ver una escultura en un museo, se mordió los labios pasando sus lengua al ver su gran miembro.
Jungkook se sienta solo metiendo los pies, Jimin nada hacía él y se mete entre ellas para comenzar su juego.
—¡Joder, nene! —echó su cabeza hacia atrás al sentir la mano pequeña de Jimin en su miembro.
—Mi especialidad.
Le dice para proseguir a lamer su miembro. A su lindo Jimin le encantaba ser travieso, pero sobre todo, hacerle un oral era su especialidad. Amaba sentir la lengua de su Jimin envolver su pene sin vergüenza alguna. Suelta gemido ante el tacto y la succión que terminó en ¡pop! De sus labios gorditos.
Pero la cosa no para ahí, pues Jimin lo volvió a meter a su boca subiendo y bajando repetidas veces su cabeza. Excitando a Jeon más y más. Jungkook tomó los cabellos rubios de su Jimin para más placer, era un vaivén tan delicioso.
Ambos están sucumbiendo al placer, pero mucho más Jeon que en cuanto pudo se corrió en la boca de su rubio. Jimin trago todo, abrió su boca derramando un poco de sus labios. Joder, Jeon al verlo asi, no dudo en entrar al agua y arrinconar a su linda rosa.
—Qué sexy, pero ahora es mi turno de hacerte sentir bien. —le susurró Jeon a Jimin quién le miró descaradamente.
—Pues hazlo, follame.
—Grr... que lindo suenas diciéndolo de esa manera. Abre las piernas amor, quiero hacerte mío
Jimin abrió sus piernas y se enganchó de la cintura de su pelinegro.
—Ya soy tuyo, siempre fui tuyo.
Con esas palabras Jungkook metió su miembro en la entrada de Jimin. Gimió aferrándose a la ancha espalda de su de Jungkook. El agua fría no fue impedimento para sus cuerpos calientes. Jeon le hacía el amor a su Jimin, complaciendo su cuerpo al verlo disfrutar de sus toques y de sus besos en todo su cuerpo.
Jeon demostrándole a Jimin que su cuerpo y su corazón siempre le van pertenecer a él, y Jimin su amor y ahora su vida son para su mafioso.
La laguna estaba bañada en una suave luz cálida, con velas encendidas que creaban un ambiente íntimo. Los dos amantes se encontraban chapoteando el agua ante su acto carnal, sus ojos fijos el uno en el otro, llenos de pasión y amor.
Sus manos se entrelazaron suavemente, acariciándose con ternura. Sus labios se unieron en un beso apasionado, lleno de deseo y entrega. Sus cuerpos se acercaban, piel con piel, sintiendo el calor y la conexión que los unía.
En ese momento, todo lo demás desapareció, y solo existían ellos dos, perdidos en su amor. Se entregaban el uno al otro, sin miedo, sin reservas, solo con el deseo de estar juntos y amarse por siempre.
La escena era de una belleza e intimidad que solo se encuentra en los momentos más profundos del amor.
Terminado su acto en un orgasmo que los hizo gemir tan alto que quien estuviera cercas podría escucharlos. Ambos con las respiraciones agitadas se miraron cómplices y sonriendo uno al otro se volvieron a besar. Juntando sus frentes, mirándose con amor.
—Te amo Jimin. Te amo demasiado. —Le confiesa lo que tomó por sorpresa al rubio.
Jungkook pensó que Jimin lo ignoraría ante su confesión, sin embargo Jimin le sorprendió de la misma manera.
—También te amo Jungkook. Aunque yo me enamoré primero...
—Yo lo hice más fuerte. —termina la frase Jungkook.
Jimin abraza a su novio con toda la felicidad del mundo.
—Te amo.
Le volvió a repetir Jimin. Jungkook corresponde y toma de la mejilla para terminar su noche en un dulce beso.
Así de perfecta terminó su noche amor. Con ellos dos besándose en el lago después de una hermosa confesión. Ya nada ni nadie podría meterse entre ellos, porque su amor era más grande y fuerte.
Solo que... Taehyung se encontraba en un rincón, observando la escena con una mezcla de emociones en su rostro. Sus ojos estaban fijos en Jungkook que le gustaba, quien estaba riendo felizmente con Jimin mientras lo ve entrar a la mansión, sin saber que él los estaba mirando.
Su ceño estaba fruncido, y sus labios apretados, revelando una sensación de celos que no podía ocultar. Sus manos estaban cerradas en puños, como si estuviera luchando contra la tentación de intervenir.
Su mirada era intensa, como si estuviera absorbiendo cada detalle de la escena, analizando cada gesto, cada sonrisa, cada palabra que se cruzaba entre ellos. Su pecho subía y bajaba con una respiración agitada, como si estuviera conteniendo un torbellino de emociones.
En sus ojos, se podía ver una mezcla de tristeza, envidia y deseo, como si estuviera pensando: "¿Por qué no soy yo el que está a su lado? ¿Por qué no soy yo el que lo hace feliz?" Su cuerpo parecía tenso, listo para saltar en cualquier momento, como un animal a punto de atacar.
La escena era un reflejo de la lucha interna que el chico estaba librando, entre el deseo de acercarse y el miedo a ser rechazado, entre el amor y los celos.
Perdón por tardar un montón pero ando enferma y no tenía muchas ganas de escribir. Pero aquí esta el capitulo y solo diré que se vienen cosas.
Gracias por la espera.
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