🗝 ֶָ֢.08
Un mes había pasado y las cosas estaban tranquilas al menos por un rato, pues las cosas fuera de la isla eran otras. Jimin estaba mejor de salud, su bebé estaba bien y eso lo tranquilizó. Con respecto a su trabajo, sus trabajadores hicieron su diseño para el último vestido de novia que entregaría, ya que los quiere mantener alejados de esa mierda a todos ellos.
Al menos se habían quedado tranquilos con lo que les dijo sobre su salud. Con Seokjin las cosas también estaban en orden, aunque insistente con ir a verlo cuando pueda. Pero tenía que pedirle permiso a Jungkook, no podía saber si sería bueno o malo.
Por el momento su vida estaba en orden. Solo había un pequeño detalle, Jeon Jungkook.
Desde que ese chico Kim Taehyung lo amenazó, no había querido hablar con él por el coraje que tiene con todos sus sentimientos atorados. Aunque las cosas se las dejaba más fáciles pues salía de la isla y no llegaba hasta días después. Lo evita. Entiende el porqué y es porque Jimin no se la ha dejado fácil.
Mierda, a este paso ese maldito ganara lo que le dijo cuando llegó aquí. Pero cómo puede decir sus sentimientos y el pasado aún le duele. Todo lo que sufrió por culpa de Jeon, las burlas, el desprecio. ¿Cómo puede borrar todo eso?
Aunque también pensar en eso no era sano y Jimin lo sabía.
Estaba en la cocina cocinando algo para comer. Preparo unos ricos fideos con albóndigas y pan recién horneado.
New entra a la cocina con su estómago gruñendo de lo delicioso que de veía todo.
—Huele delicioso, Jimin.
Jimin le sonríe, pues con New se llena muy bien.
—¿Quieres un poco?
—Claro que si. Mi estómago rugió en cuanto entre.
—Creí que habías salido a comer con Zee. —Le insinúa porque este mes entero aquí, se dio cuenta de las miradas entre los dos. Eran muy obvios.
—Está mi hermano en su oficina desde la mañana. Mis planes no saldrán como yo quiero.
—¿Jungkook está aquí? —Cuestiono confundido.
—Si, creí que sabías. Ha tenido mucho trabajo así que se encerró en su oficina. Odio que haga eso.
—¿Por qué?
—Porque se encierra y no come nada en todo el día. No deja a nadie entrar a menos que sea importante. Es terco.
—¿Ni siquiera para comer algo? —Dice en un tono preocupado Jimin.
New negó.
—No. Espero que todo esté bien, cuando hace esto es porque algo le preocupa. Ser un mafioso es cosa de mucho trabajo, ya que mi hermano no es como los demás.
—¿A qué te refieres? —pregunta.
—Pues que no es el malo como todo lo pintan. El tiene que defender a su familia y cuando lo hace, lo meten en más líos. Es una cosa que irás entendiendo con el tiempo. Bueno, hay que comer porque esto se enfría y sería un desperdicio.
Ambos empiezan a comer pero Jimin estaba preocupado por lo que comentó New. ¿Qué será lo que lo tiene preocupado? Joder, con eso de que es mafioso, seguro que lo andan buscando para matarlo o algo peor.
Tenía miedo de que algo como eso le pase. New sonrió triunfante al ver a Jimin pensando pues está seguro que hará algo para que su hermano coma algo. Lo cual agradecería.
—Me llevaré esto a mi habitación, quiero ver una serie. Provecho Jimin.
Se marcha con un triunfo pues ve a Jimin tomar un plato para llevarle algo a su hermano. Su plan funcionó. Jimin no dudó en servir un poco de su espagueti, tomó una charola donde dejó todo. Camino a la oficina del Jungkook con dudas en su cabeza.
Claro que aún siente cosas por Jungkook, le preocupa que esté en líos más peligrosos. No quiere que le pase nada malo, quiere que esté bien. Ahí va con sus sentimientos. Era tan difícil para él no sentir nada por el hombre que lo enamoró hace años atrás, puede que todo lo que pasó fue un infierno, pero lo demás qué momentos fueron maravillosos.
Fueron momentos especiales que jamás olvidará. Entonces se hace la pregunta ¿Que más “peros” pondrá para no decirle que lo ama? Ni él lo entiende.
Con un suspiro y con fuerza de voluntad tocó la puerta, se sentía nervioso y con ganas de vomitar.
"Por favor bebé no ahora"
Tocó otra vez, pero nadie respondió. Esto le preocupó aún más. Tomó el pomo de la puerta y la abrió lentamente. Se asoma y ve lo grande que era el lugar, no estaba por ningún lado.
—¿Jungkook estás aquí? —Nada se escuchó.
Entró cerrando la puerta detrás, camino dejando la charola de comida en el escritorio.
Jimin comenzó a curiosear por el lugar. Era impecable, los muebles de madera negra y su sofá de cuero con él ventanal que daba a la laguna. Cuando conoció a Jungkook supo que su color favorito era negro y vaya que aún lo sigue siendo. El color negro le pinta bien. Ve algunos cuadros de mitología griega. Vaya, que curioso gusto. Al llegar a recorrer su escritorio, noto un gran cuadro en medio, solo que estaba cubierto con una tela negra.
Le pareció extraño pues todos estaban la vista menos ese. Preguntándose si tenía algo de malo. Tal vez una pintura de su madre o alguien más. Muy curioso camino allí. No alcanzaba muy bien la tela, era alto el lugar, tomó una silla para subirse y ver que oculta Jeon ahí. Al estar arriba la fue quitando lentamente, al destaparla se quedó con los ojos tan abiertos que casi se le salen.
Su cuerpo tembló y sintió sus piernas flaquear. Se sostuvo fuertemente de la pared, pues tenía muchas ganas de ¿llorar? No lo puede creer. Jungkook tenía en ese cuadro a él, a él pintando de una manera tan hermosa con colores cálidos y rodeado de rosas blancas, ¡sus favoritas!.
Se llevó las manos a la boca con las inmensas ganas de llorar. Es que le parecía algo irreal. Algo tan hermoso en la oficina de su ex, el que pensó que ya no lo quería más, él que creyó que era un idiota que lo dejó con los lobos para que se lo comieran. Entonces recordó algo importante.
Jungkook le había dicho que había pintado algo para él, Jimin sabía del talento que tenía Jungkook para estas cosas. Así que le dijo que esperaría con ansias ver la pintura que había hecho para él. No sabía que la había hecho y mucho menos que la tenía en su oficina. Con sus dedos la toca, lee algo que está en la esquina del cuadro que hizo que su corazón enloqueciera.
"Pará mi bella rosa blanca. "Tu belleza ya había cautivado mi corazón, pero ahora veo que también ha inspirado una obra de arte. Eres la creación más hermosa que he visto jamás". Con amor: Jk.
Jimin tenía muchas emociones acumuladas en su corazón. La pintura que jamás vio porque pasó todo lo demás. Esa pintura hizo que se diera cuenta. Escucha ruidos afuera, entra en pánico y cierra la cortina. Baja de la silla rápidamente, limpia sus lágrimas y pone todo como estaba.
El ruido se aleja lo que lo calma.
—Necesito salir de aquí. —Musito.
Antes de irse, deja una nota para Jungkook y la deja en la charola. Sale de la oficina viendo que nadie lo vea. Se marcha casi corriendo a su habitación donde se dejó caer en su cama para comenzar a llorar. Pues lo que descubrió le hizo darse cuenta de lo que ya sabía.
Jungkook aún lo amaba ¿verdad?
Cuando Jungkook llegó a su oficina, miró la charola en su escritorio. Miró la nota y sonrió conmovido por quien se la trajo, en especial por el lindo detalle.
" Come todo o sino verás. Me esforcé en prepararlo" Jm♡
Jeon soltó una risita. Destapó el plato y no negara que todo eso se ve delicioso. No dudo en comer todo, dejó el plato limpio para que su linda rosa blanca no le mate.
Tal vez ver ese cuadro fue el toque final para que Jimin pensara mejor las cosas.
Al caer la noche Jimin veía una película con New de suspenso y terror. Estaba muy entretenida la verdad. Jungkook había salido, no sin antes agradecerle por la comida, cosa que lo sonrojo mucho. Dijo que volviera en la noche y esperaba que llegara para decirle sus sentimientos, del cómo se sentía.
—No puedo creer que esta mujer le haga eso a su propia hija. —Dice New comiendo palomitas—. Que miedo.
—Bueno, no quiere dejarla ir a la universidad, es claro. Siempre que llega el cartero con la correspondencia oculta sus cartas de admisión.
—Cierto... creo que está aterrada que su hija deje el nido.
—Eso no justifica que la tenga viviendo lejos donde casi no hay señal y no le deje navegar en Internet. Eso debió ser más una señal de que está loca.
—Ni que lo digas. Pobrecita.
Dice Jimin poniendo atención a la película. Se dieron varios sustos y mucha intensidad por lo que pasaba, pero estaban bien. Jimin comía un helado de fresa con galletas. Sus antojos eran cada vez más extraños. Ayer comió salmón con mucha mayonesa y el desteta la mayonesa. Hoy fue helado con galletas saladas.
Bueno, si su pequeño bebé quiere comer cosas que el odia, no podría negarse. Su vientre en este mes y cuatro semanas ha crecido un poco. Ya se le notaba su pancita y le daba mucha alegría ver ese pequeño bultito. Eso le recuerda que tiene que hacer sus pantalones más anchos porque duda que le entren cuando le crezca más la panza.
La película estaba por terminar cuando escuchan la puerta ser abierta. Pudo ver a la distancia a Jungkook, ¡si llegó después de todo!. Quería saludarlo y poder hablar con él si es necesario, pero su sonrisa se borro cuando lo miró a él, ese tonto de Kim Taehyung.
Jeon se asoma a la sala para ver a su hermano y Jimin mirando la tv.
—¿Aún están despiertos? ¿No es muy tarde ya? —Les dice mirando su reloj.
New mira la hora dándose cuenta que son las 2 am.
—No nos dimos cuenta. Es que no teníamos sueño ¿verdad Jimin?
El rubio asintió.
—Si, no tenemos sueño.
Murmuró mirando a Taehyung tomar del brazo a Jungkook.
—¿Tú qué haces aquí Taehyung? —Le pregunta New sabiendo la situación.
—Vine a quedarme. Tengo que hacer algo con Jungkook mañana y saldremos temprano. Ya sabes, cosas de grandes.
Canturrea mirando a Jimin con superioridad. El rubio sí que tenía furia y celos al mismo tiempo. Jungkook lo nota alejando a Taehyung de él.
—Vayan a dormir cuando terminen. Me iré a la cama, estoy casando.
—Descansa hermanito. —lo despide New.
Jungkook se marcha, pero se queda Taehyung con ganas de soltar veneno.
—Yo también me voy, me esperan. Diviértanse.
Canturrea yendo arriba. O joder, claro que Jimin entendió lo que quiso decir. ¿Pero qué hará? Es la pregunta del millón.
—Mire también, New. Creo que mi bebé me está dando problemas, quiero vomitar.
—Está bien. Descansa Jimin.
Se despide y sube arriba para ir a su habitación. Al caminar por el pasillo escuchó a Taehyung hablar por teléfono con alguien, Jimin se quedó en la esquina curioso de saber que decía.
No debería, pero quería saber sus planes.
—Si, hoy iré a su habitación. Pero claro... El pobre está que muere por tener algo de acción, te lo juro. Lo escuche perfecto cuando se hacía una paja, es obvio que no me rechazará esta vez. —Jimin no podía creer lo que ese maldito asqueroso decía, cómo puede hablar así de su jefe—. Iré con una sexy ropa que él mismo me quitará como si fuera un alfa en celo.
Jimin apretó sus puños de la rabia que le estaba dando. Quería entrar ahí darle su merecido. Pero no pudo. Avanzó a su habitación con un plan en mente, aunque probablemente sea una locura ya que si Jungkook lo echa quedará en ridículo.
Jimin se estaba jugando todo. Pero no quería que se hijo de puta se salga con la suya. Abrió la puerta de su habitación y escucho como Taehyung dijo que ya se iba, Jimin entró en pánico, este era el momento de decidir si dejara que Taehyung entre en poca roba a la habitación de Jungkook o será él.
La puerta de la habitación de Taehyung estaba siendo abierta, por lo que no lo pensó dos veces y fue a paso prisa a la habitación principal de Jungkook. La puerta estaba abierta, por lo que entra sin dudarlo. Cerró detrás suavemente y ve el cuerpo de Jungkook acostado en la cama boca arriba.
Sus ronquidos de oso, joder como ama sus ronquidos.
Dio pasitos pequeños a la cama, jugó con sus dedos nervioso de lo que iba hacer. Su corazón pega fuerte en su pecho, su cara está caliente y su cuerpo muy tenso, eso no ayuda y menos al ver que no tenía camisa puesta. Dios, si lo corre de su habitación está jodido. Con temor a ser rechazado, tomó la sábana para meterse en la cama, poco a poco se acurrucó. Era cómoda y suave.
¿Ahora que hará? Ya está en su cama y ¿que prosigue? Escucha los pasos de Taehyung en el pasillo y ve como gira la perilla de la puerta. Entró en pánico otra vez y lo único que sé le ocurrió fue acostarse en el pecho del mafioso. Si, tomó valor para acostarse sobre él para que así viera Taehyung que quien es dueño de ese hombre es él.
Jimin sintió que moría de la vergüenza por hacer este tipo de cosas, pero ni loco dejaría que ese tipo se acerque a lo que es suyo. Cerró sus ojos cuando de repente sintió como Jungkook lo abrazó a su cuerpo, pegandolos frente a frente.
A Jimin casi se le sale el corazón, pero tampoco negará que no quiere que lo suelte. Jungkook lo tenía muy bien abrigado, pero lo que más lo conmovió fue que su mano fue directo a su pancita. Su gran mano está en su vientre donde su pequeño hijo crece.
Jimin se aferró a su cuerpo sin abrir sus ojos porque se sentía bien estar entre los brazos del hombre que aún ama. A quién quiere engañar. Esos sentimientos jamás se fueron, siempre fueron de este hombre. Así como los de Jeon a Jimin.
Cuando Taehyung abrió la puerta y los miró. Se puso rojo del sumo enojo, pues la parejita dormía como lo que es, una familia. Mordió tanto sus labios que los hizo sangrar. Salió hecho furia casi azotando la puerta. Jimin se sobresaltó, pero Jungkook no lo soltó.
—Ni lo pienses nene, no voy a soltarte ahora.
Jimin abrió los ojos al fin mirando a Jungkook a la cara.
—¿Estabas despierto? —Le pregunta desconcertado.
—Claro que sí. No soy exactamente de las personas que duermen tan rápidamente.
—¿Entonces... sabías que era yo?
—El olor a jabón de durazno te delató. Solo conozco a un chico que le gusta ese jabón. Además, si no fueras tú el que entrará a mi habitación, probablemente tendría un tiro en la cabeza. Soy un mafioso, tengo que estar alerta cariño.
—Vaya... que bueno que era yo.
Sonrió nervioso, Jungkook abrió los ojos mirando lo tierno y bonito que se miraba su rubio.
—Se porque hiciste esto, y créeme que si Taehyung hubiera entrado aquí a querer seducirme no lo hubiera permitido ¿Sabes porque?
—¿Por qué?
Jeon lo acomoda más a él, acaricia su pancita con suavidad y rosas sus labios esponjosos. Esos ojos clavados en los suyos le decía la respuesta que tanto esperaba.
—Porque yo sigo enamorado de ti. Para mi no hay otro ser humano que te supere. Así no me quieras en tu vida, jamás voy a amar a alguien más como te amo a ti. Que eso te quede claro. Ahora mi pregunta es ¿Quieres irte ahora? No te voy a forzar a esto. Solo quiero que tu seas feliz incluso si yo no soy esa felicidad.
Jimin pensó su respuesta, claro estaba frente al hombre quien también le jodio la vida. Pero vamos, todo lo que pasó fue un desastre en donde un juego terminó en enamoramiento, en dos corazones rotos. Pero sobre todo, hubo amor.
Es ahora que tome la decisión.
Jungkook al no ver respuesta comenzó a soltarle, pero el beso inesperado de su rubio fue todo para él y más.
—También te sigo amando Jeon Jungkook. No quiero que me sueltes otra vez o te juro que...
Jungkook lo cayó con otro beso que por supuesto fue correspondido. Jimin enloqueció por completo pues aunque aún estaba esa espinita, el amor era mucho más fuerte.
Ambos se acurrucaron en esa enorme cama que ahora no se sentía tan vacía. Quedando dormidos como lo que son, una familia.
La parejita se reconcilió. Aunque aún hay cositas que pasaran. Pero disfruten el amor.
Nos vemos pronto. Chao.
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