O5: feliz navidad
feliz navidad.
Cuando llega la Navidad es un poco quizá triste, todo comienza cuando los padres de Steve le llaman para asegurarse de que volverán para antes de la fecha sin embargo, sabe que es mentira.
Lo prometemos, las promesas que le hacen a Steve son patéticas.
Aquella noche, solamente quería pasarla solo, Nancy como hace dos años lo había invitado sin embargo, no quería sentirse como alguien más está seguro que eso no es lo suyo además iba a estar con Jonathan y era un poco...
Incómodo.
Esa tarde noche, decidió comprar una comidilla rápida tal como un emparedado, yendo al centro comercial, además de tener vacaciones en su trabajo gracias a Joyce. Algo sencillo, solo pan, jamón, entre otros. Saliendo de aquel abarrotado lugar dónde se encontró medio pueblo.
—Steve —llamó Max, su cabello había crecido un par de centímetros y se veía muy bonita con aquel suéter del color de sus largos cabellos,— que coincidencia, hace semanas que no te vemos— y en parte era cierto, había decidido dejar de ir a las reuniones con la pandilla y los tres mosqueteros porque no me siento cómodo con esto Nancy, no puedo, Billy es irritante y...
Ni siquiera terminó de decir, pues Nancy le abrazó, sabía lo difícil que le era a Steve perdonar algo como la golpiza de Billy (aún no supera el upside down) e incluso su rompimiento con Nancy y menos en estas fechas.
—He estado un poco ocupado, la tienda me consume —se maldice porque en si frente hay un letrero que dice mentiroso en letras mayúsculas, Max asiente no muy convencida y solo menciona un tampoco Billy ha ido ¿cierto Billy? Todos los extrañan.
Steve queda estático, y ve hacia la persona a lado de Max, es Billy con una gran chaqueta negra, se ve muuuy bien y las mejillas de Steve enrojecen.
—¿Qué?
—Billy no ha ido con los demás, —Billy no dice nada solo le queda viendo a Steve quién ha estado muy cohibido ¿acaso Billy no va por él? Debe ser una broma.— Es más podríamos estar todos juntos, hoy.
Max se ve como si hubiera tenido la mejor idea del universo algo así como la cura del cáncer. Aún es una chiquilla.
—Max, la princesa debe tener compromiso —dice Billy por primera vez dirigiéndose a Steve más que a Max. Steve lee algo en su rostro algo así como, esto es una farsa y todos estamos ocupados en mantenerla.
—No.
Ambos hermanos le prestan atención.
—No, en realidad no tengo nada que hacer ¿ustedes? —la curiosidad de Steve es enorme y es que un poco de tristeza se instala en él, es decir, ¿por qué Max o Billy lo invitaría? ¿Acaso están muy solos para pasar la fecha?
—Tampoco —Max queda pensando una eternidad —nuestros padres irán de vacaciones a California, no quise ir y Billy menos.
Steve mira a Billy y asiente en silencio. Son muy similares, más de lo que desearía admitir, pero no es todo. Steve quiere pasar ese día con Max y Bill y. Quiere hace la cena con Max y Billy, quiero una fecha con Max y Billy.
—¿Entonces? —Pregunta Max cuando ve que ni Billy ni Steve se dejan de mirar— ¿Cenamos juntos?
Billy mueve los brazos de arriba a abajo quitándole importancia. Mentiroso , piensa Steve. Sabe que le importa.
Y mucho.
Ambos aceptan, Max muere de emoción.
La cena es sencilla un par de piezas de pollo Kentucky, puré de papa y un par de brownies. Algo sencillo, algo pequeño para sólo ellos.
La cena pasa rápidamente, y es que aunque no tuvieron regaños para regalar, improvisaron un poco, sólo un poco.
—Hagamos los regalos —demandó Maxine. Para ella sencillo, solamente regaló un encendedor nuevo a Billy y un suéter feo a Steve, al parecer el suele usar mucho esos suéteres.
El regalo de Steve para Billy fue una chaqueta que compró en esos treinta minutos en los que quedaron en comprar regalos en lo que decidían que comprar para cenar. No puede haber cena sin regalos había dicho Max mientras subía y bajaba del inmenso centro comercial, y el regalo de Steve hacia la pelirroja fue solamente un juego de Mario Bros con pilas, algo sencillo pero de mucho significado.
Cuando Steve vio el brillo en los ojos de Billy, algo dentro de su estómago se revolvió. Se sentirá, emocionante.
—No tenías que hacerlo princesa.
—Sí, tenía qué, ustedes vinieron hasta mi casa para no pasar estas fechas sólo... Es lo que menos puedo hacer —Steve juega con las mangas de la chamarra que le ha regalado a Billy, piensa que son largas para Billy.
Billy no responde y solo asiente, sin embargo Steve ve las mejillas sonrojadas de Billy.
No menciona algo, sólo son ellos.
—Es perfecta —dice Billy después de unos segundos. Steve le mira confundido— la chaqueta, es linda. Gracias princesa.
El rostro de Steve se desencaja causando una risa estruendosa en Billy, le ha agradecido Billy, el mismo Billy que le partió la cara hace un año, el mismo que es un imbécil, el mismo que ha cambiado y por supuesto el mismo que le mira ahora de una manera tan- única.
—No pensé que te gustara.
—Todo lo que viene de una princesa como tú, es lindo —Billy de un momento a otro le abraza, su brazo pasa por sus hombros, y Steve disfruta ese tacto, es muy cálido.— En serio, gracias.
El corazón de Steve late más rápido.
—Ahora tus regalos Billy —demanda Max cuando los ve abrazarse, se ve emocionada y con mucha energía, tal vez necesiten ir con Jonathan que les ha llamado para pasar el día juntos, como una familia que se han convertido.
Billy solamente regala un horrendo suéter a Max azul, que contrasta con su cabello y una lata de Spray para el cabello para Steve.
—Que chistoso —dice Steve aparentemente molesto, pero lo que ni Billy ni Max ven es la gran sonrisa que surca sus labios, no es algo que necesita pero el gesto de Billy le encanta.
—Lo sé, princesa, lo sé.
Cuando el veinticinco van a la casa de Joyce, a desayunar se encuentran con parte de la pandilla, Dustin y Lucas están con sus respectivas familias. El desayuno pasa con mucha felicidad.
—Podría acostumbrarme a esto.
—¿A qué? —pregunta Nancy, con los regalos de Jonathan y Mike en mano.
—A todo esto, a esta familia —susurra apenas audible para ambos.
Nancy asiente, lo entiende esa familia que han creado con los niños, ellos, Joyce y Hopper, es son algo así como una familia sin ser de sangre.
Claro que sí, podría acostumbrarse, incluso podría acostumbrarse a Billy Hargrove. Él es especial.
Muy especial.
Espero les haya gustado <3.
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