O2: la fiesta de Will

la fiesta de will.

—Sí necesitas amigos de tu edad —Nancy pocas veces es burlona, ​​es más, pocas veces algo tan cínico le parece gracioso. Ella muestra una sonrisa retorcida mientras da vueltas a su café, las acogedoras sillas de la casa de Jonathan le dan una bienvenida que pocas veces ha sentido en su vida.

Muy a su pesar de que, Nancy ya no sea su novia e increíblemente se lleve bien con Jonathan que hasta ahora es su amigo, porqué Steve sabe diferenciar los problemas y se siente malditamente cómodo en las pequeñas reuniones de la pandilla así como en la casa de los Byers que si bien, no tienen una casa llena de lujos y una alberca como él sin embargo, tienen el calor familiar y lleno de amor que tanto anhela Steve.

Pero.

Él no está ahí por eso es más, no está ahí por el café que le invitó Jonathan o la noche de películas de la pandilla, está ahí porque extrañamente Billy Hargrove se acercó a su persona y le ofreció ser su amigo. Algo que irremediablemente le causo una risa burlona a Nancy y un ceja encarnada a Jonathan. Aunque, muy a su pesar disfrutó de que alguien que no sea un niño de trece casi catorce años se le acercara, la persona menos esperada era Billy.

—Tal vez tiene razón —dice Nancy dando un sorbo mientras los niños ven Freddie.— Necesitas un amigo, Steve o al menos alguien con quién compartir  —vuelve a decir. Y es precisamente por lo que no le quería contar, a pesar de haber sido novios y quizás extrañar un poco a la chica, ella se ha vuelto su amiga e incluso piensa que se llevan mucho mejor siendo amigos que siendo novios, la sigue amando, pero siente que ya no la ama, de esa manera. La manera en la que ella ama a Jonathan y viceversa.

—Tengo con quién compartir, —dice Steve tomando una pausa volteando hacia la ronda de amigos que se asustan con una simple escena del monstruo—. Dustin, tú e incluso Jonathan.

Jonathan voltea a verle sonriendo, ciertamente son algo así como amigos, a Dustin le gusta llamarles los tres mosqueteros van a todos lados juntos y son exactamente como la pandilla, solamente que más grandes y con problemas más absurdos, palabras de Dustin.

—Alguien real —Steve rueda los ojos ¿acaso son producto de mi imaginación? Pregunta de forma altanera más para sí que para ellos. Steve constantemente se pregunta que hace siendo parte de un grupo de niños o siendo parte de dos inadaptados.

Porqué son tu familia, llega la respuesta.

—Yo se lo pedí.

Max llega sin decir nada más, Steve frunce el ceño y los demás prestan atención.

Max relata la manera en la que Billy ha cambiado, le ha visto ser un poco más amable y sobre todo le ha visto mirar un par de veces a Steve. Steve enrojece y pide que la tierra desaparezca con él.

Creo que lo hace porque de verdad quiere cambiar, Tommy y Carol son hipócritas, mi herma- Billy necesita gente genuina y no será tan gruñón. Max es solo un poco gruñona, le hace recordar a Billy, aunque se niegue el parentesco ellos comparten más de lo que pueden admitir, aún siendo completos desconocidos. Steve no cree todas esas mentiras.

—¿Por qué debería ser Steve amigo de Billy? —Steve agradece en silencio a Jonathan por tan repentina pregunta. Steve durante casi un año, ha comprendido que Nancy siempre estuvo enamorada de Jonathan, pero él no tiene problema con eso, porqué Jonathan es perfecto para ella, ha como encajan el uno con el otro. Le provoca un gran vacío en el pecho, que durante meses ha sentido y aún no está listo para dejarla ir.

No lo odia.

Solamente prefiere que las cosas hubiesen sido un poco distintas.

—Porque Billy lastimó a Steve.

Steve cree que lo dice por golpearlo, aunque puede percibir un poco de malestar en Max, tal vez se culpa por lo sucedido o quizás se culpa por la forma en la que la fama de Steve se vio envuelta en mierda cuando Billy le quitó el puesto de Rey Steve.

Steve se sugestiona un poco y sólo atina a decir, bien debo ir por las compras del sábado.

Porque Steve piensa en todo y no dejará que Will (quién ha sufrido más que cualquiera en ese lugar) o Jonathan paguen por el niño, eso corre por su cuenta, Nancy no lo dice pero está orgullosa de él.

De lo mucho que ha cambiado.

Dustin insiste en ir sin embargo, la pareja de adolescentes no quieren que se separen aún cuando Ce haya cerrado el portal, todos tienen pesadillas.

Las compras es algo que frecuenta más de lo que deba admitir, es su escape un pequeño pero seguro escape. Necesita un par de quesos junto a carne, y Jonathan como Nancy se han dado a la tarea de acompañarlo, Steve no necesita ayuda pero es lo menos que pueden hacer.

Los pasillos los transportan a lo que necesitan, mientras que Jonathan reparte besos por las mejillas de Nancy, como entrelazando sus manos, Steve siente morir. Y aquel horrible dolor incrustado en el pecho vuelve.

Steve quiere huir, pero no puede parecer como si verdaderamente le doliese porque ya supere esa etapa Dustin, entiendo que ella sea feliz. El adolescente asiente y no tiene más que decir, a veces duele. Lo sabe Dustin pero, es más fácil superar un amor de los trece años que el de los dieciocho.

—Oye princesa, esto es acoso —Steve conoce esa voz y quizás si la ignora no volverá a aparecer. Rueda los ojos y solamente desea que Jonathan y Nancy aparezcan con la carne fresca.

 —Oye idiota, no es acoso este es un lugar público— reprende Steve, con un tono burlón.

Ambos se miran, Steve no entiende para nada el como Billy después de tantos meses sin hablarse él está ahí frente a él, en el pasillo de lácteos sonriendo demasiado despreocupadamente, y no es que le importe, es más puede ignorarlo sin embargo, no entiende como es posible que se pasee como si nada hubo pasado o como si nunca haya querido romperle la cara. Billy sigue sonriendo sacando de sus casillas a Steve. 

—Borra esa sonrisa, idiota.

Billy de nueva cuenta abre la boca pero no emite ningún sonido en cambio, Nancy llega sola con un par de corte de carne anunciando traje este pedazo es el más grande que encontré espero que Joyce lleve al jefe esto está muy grande aún para nosotros. E inmediatamente la sonrisa burlesca y cínica de Billy se borra.

Sorpresivamente Nancy le sonríe y él rueda los ojos.

Billy mira de soslayo a la chica y luego viaja a Steve, quién aún no entiende el repentino cambio de actitud de Billy.

—Billy —dice Nancy solemne, algo que sorprende a ambos pero más a Steve.— Verás el hermano de Jonathan cumple años, así que habrá una comida pequeña, y pensé en invitarte. Jonathan es su hermano, Mike es el mío y Steve es algo así pero de Dustin, además irá Max. Espero que vaya —las palabras dejan perplejo a Steve y es que ¿en qué cabeza cabe invitar a Billy Hargrove a una fiesta casi-infantil?

Steve mira directamente a Billy tiene una cara preguntándose ¿quién mierda es Jonathan?

—El novio de Nancy —responde sin si quiera pensar Steve, los ojos azules de Billy le miran por segundos que parecen ser eternos, el semblante de Billy se relaja un poco y Steve puede jurar que su rostro se ha vuelto un poco más sereno. Vuelve a su sonrisa arrogante, dejando unas ganas inmensas de la revancha por parte de Steve.

—Chicos, traje una botella de vodka y unas cervezas, necesitamos alcohol para sobrevivir —Jonathan llega con unas cuantas botellas de marcas que ni siquiera Steve logra reconocer, Jonathan mira un poco sorprendido a Billy y le da un asentamiento de cabeza ¿Qué acaso nadie se acuerda como le partió la cara? Se pregunta Steve.— Billy —repite el mismo gesto que Nancy, toma los dedos de la chica y los besa mientras ella parlotea la invitación de Billy.

Steve quién no ha mencionado nada, ver la mano con un poco de resentimiento y a pesar de que, promete no odiar a Jonathan o a Nancy no puede evitar sentir ese bochornoso odio en sí.

Y.

Ahí está Billy mirándole como si supiera exactamente lo que piensa, como si pudiera ver a través de su alma, como si le conociera.

—Bien, iré —suelta Billy. Se aleja y solo por un momento Steve puede ver como Billy le mira de reojo.

Cuando llega el día sábado Steve realmente no cree que Billy vaya a ir, no es su ambiente, le habría dicho a Nancy después de recriminarle el cómo le invitó, además de los niños no estarán cómodos con él . Nancy sigue ignorando sus regaños y Jonathan solamente ríe.

Imbéciles, piensa.

El sábado es un día común, comen pastel de carne, Joyce invita a Hopper y a Ce. La pandilla está junta y salen a jugar con sus bicicletas en un par de horas, está seguro que todo estará aún guarda el bate con clavos y no tardará en sacarlo. Cuando Max a las seis de la tarde hace aparición en la casa de Will, los niños juegan e incluso Ce y Max se alejan para más privacidad.

Sin embargo, no viene sola. En la puerta se encuentra Billy, con su estúpida y nada perfecta camisa a medio cerrar, su cabello revuelto y su cigarrillo clásico. Joyce y Hopper se sorprenden pero no les dura suficiente ya que están inmiscuidos en su plática de la escuela preparatoria. Nancy invita a pasar a Billy, quién solamente le sonríe y ella le trae una cerveza más que el cumpleaños de Will parece una pequeña tardeada para los jóvenes.

—Me alegra saber que viniste, Steve juraba que no lo harías —dice Nancy poniendo música y saliendo a bailar junto a Jonathan.

Steve vuelve a sentir ese horrible vació, recordando que eso era algo que solía ¿o suele? Amar de Nancy. Siente los penetrantes ojos de Billy sobre su persona, son pesados ​​e inclusiva toscos sin embargo, no siente incomodidad.

Las horas pasan, los niños siguen afuera, Hopper y Joyce están bastante alejados platicando con media botella vacía y Steve no puede esperar a ver la gran resaca que les espera. La pareja de adolescentes bailan cómodos mientras el cuerpo inundado de alcohol les arrasa. Steve recuerda aquella fiesta, donde se dio cuenta que Nancy no le amaba o al menos como él esperaba.

Suspira, es algo que ha estado haciendo los últimos días.

Con una simple cerveza en mano, mira a todos a su alrededor, siempre tan ausentes pero es justo lo que necesitan han pasado por mucho, piensa Steve.

—Ven, vamos a afuera.

Steve quiere saber como es que las palabras de Billy se han metido en él. Al salir se encuentra con las nuevas luces que adornan el patio de Joyce, es algo preventivo dicho Hopper.

Billy enciende su cigarrillo, invitándole un poco se ve ansioso e incluso quizás un poco nervioso. Pero, él no debe estar nervioso o ¿sí? Steve es quién tiene el dolor punzante en su garganta, la chica que ama está bailando con otro, las mismas canciones que bailaba con él y no la culpa claro que no, pero él no está listo para ver a Nancy junto a Jonathan aún no.

—Es difícil —Steve mira de soslayo a Billy, la luz de tenue del patio es casi azul, y brilla sobre la piel casi broncead de Billy, se maldice un poco porque es malditamente atractivo, ahora sabe porqué lo comparan tanto—. Es difícil ver a alguien que amas con alguien más.

Pero.

¿Billy ama o amaba a alguien más? Es casi imposible para Steve, es tan arrogante, obstinado y un poco egoísta.

Es difícil de creer.

El asombro de Steve es evidente, demasiado. 

—Supongo, es una mierda —admite Steve con cólera en su voz, un nudo se vuelve a formar en su garganta, todos los meses se van a la basura con una maldita frase de Billy Hargrove.

—Lo es— repite su afirmación Billy.

Su sonrisa se ensancha, sorprende un poco a Steve, es una sonrisa genuina y no como la que normalmente enseña, llena de cinismo. No, es una sonrisa simple y tan natural que hasta las pequeñas arrugas en sus ojos se achinan. La luz aún se ve reflejada en el cuerpo de Billy, dejando sin respiración a Steve, es el humo de cigarro, intenta convencerse sin mucho éxito. Sin tener mucho autocontrol, el sonríe de vuelta, algo como una sonrisa o  más bien una mueca y sin darse cuenta aquel horrible vacío y dolor que hay en su pecho, no está.

Pero, no lo nota porque está más ocupado observando la sonrisa de Billy.

Esa estúpida sonrisa.

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