Secretos
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— Si no supiera que no sabes mentir, pensaría que me estás mintiendo —.
Año 2014 (Marzo)
El clima de primavera, no dejaba descanso, a pesar de lo cercana que estaba la llegada del Verano a Estados Unidos, el clima neoyorquino seguía siendo bastante helado, enfermando a sus queridos habitantes mal abrigados al soplar desde las grandes alturas friolentas y fuertes ventiscas indecentes y burlonas. Ventiscas que estaban muy dispuestas a alzar la falda de cualquier mujer que se haya sentido lo suficiente confiada para usar alguna prenda con demasiado vuelo para el clima, o para alborotar los cabellos de algún transeúnte que lo tuviese a merced de la brisa. En el segundo caso, teníamos a Christine Lechts, una joven mujer con más secretos y extravagancias en su personalidad de lo que sus quejidos por el clima demostraban.
Que no te engañe su apariencia de ciudadana común, esta mujer conocía más secretos del gobierno que los propios integrantes de éste.
Christine acomodó su melena rizada nuevamente tras sus orejas, siendo algo brusca al hacerlo por el hastío, pero cuando ésta regresó a su cara siendo insistente, soltó un improperio algo fuerte y lo recogió en un alto moño malhecho, despeinado y flojo, pero, que cumplía su principal objetivo con éxito, por lo que ella exhaló, aliviada de quitarse ese peso. Luego, se concentró en escabullirse entre la enorme multitud que infestaba las calles lo más pronto posible. Daba la hora pico y como es natural en Nueva York las calles están malditamente llenas de gente. Todas apresuradas, empujando, llamando, reclamando, gritándose entre sí, o gritándole a los famosos y rectangulares aparatos electrónicos denominados smartphone's.
A Letchs le causaba disgusto estar entre aquella manada de gritones salvajes que se buscan su pan de cada día entre insultos y exigencias soberbias. Siendo parte del Equipo informático del gobierno, la paz era una de sus principales exigencias para un trabajo exitoso, pues estando en la paz ella estaba tranquila, y estando ella tranquila podía concentrarse al máximo, y estando concentrada al máximo todo lo que sus manos tocaban florecía con gracia. Andar en las calles de Nueva York a ésas horas no le daba paz ni de broma, y no le gustaba sentir miles de voces en sus oídos. Avanzó entre el cúmulo de gente con mala cara y un malhumor creciendo en sus entrañas por el viento que tampoco cooperaba para relajarla, tapándole la vista nuevamente con los mechones rebeldes que se escaparon del moño.
Un día normal en Nueva York. La gente gritando como endemoniada y ella perdiendo la paciencia.
Nada dura para siempre, por lo que más temprano que tarde Christine alcanzó a librarse del gentío. Una vez habiendo escapado de la marea de gente aceleró sus pasos, casi trotando, como si escapase de un monstruo invisible que la atraparía y regresaría a la multitud sino se alejaba con rapidez.
Varias manzanas después, se encontraba en una calle transitada, sí, pero no en exceso como la anterior. Allí las voces no vociferaban, sino que conversaban pacientemente, como seres civilizados y no como animales localizando a los de su especie con chillidos o aullidos que te hacían sangrar los oídos. Se permitió suspirar, más relajada con la paz ligera pero significativa que allí se respiraba a comparación de la otra calle, que estaba lejos, podría ser muy rápida si se lo proponía.
El viento allí no era tan rebelde, así que tiró goma y liberó su cabellera del moño improvisado que se había hecho, peinándolo en el proceso. Empujó con su hombro la puerta de una cafetería, que por la manera en la que ella se movió al hacerlo parecería que la escogió al azar, y él olor a café y pan recién horneado le golpeó el rostro con intensidad, relajándola aún más, y hasta sacándole una sonrisa involuntaria. Dejó que el mecanismo automático de la puerta la cerrara tras de ella, observando que la cafetería estaba tan llena como de costumbre, y eso se resume a algunos cinco a seis clientes. Pasó su mano por la goma,y dejó esta como una especie de pulsera en su muñeca; la campanita colocada arriba de la puerta sonó al ser tocada cuando ésta se cerró, advirtiendo su presencia a los trabajadores del local otra vez. Chris caminó hacia una de las mesas, su favorita. Una que estaba a cierta distancia de la ventana para no ser víctima de los vidrios en caso de que exploten, pero a cierta cercanía para poder ver la vida externa a ella dándole vida a la calle, un poco paranoica, quizá, pero estamos hablando de seguridad.
Le gustaba, por alguna razón, tener acceso a ése paisaje de movimiento y rapidez sin que deba pagar el precio de escucharlo. Tener la oportunidad de admirar a la gente abandonar o ingresar en variados locales de distinta naturaleza, sacar sus propias conclusiones e historias de la gente que andaba por la calle, creándose una película.
— Creí que no llegarías, ya estaba empezando a preguntarme quién sería el afortunado de ocupar la muy estratégica mesa de Christine Lechts —.
Una voz ácida y burlona inundó sus oídos. Era grave, perteneciente a un hombre, y Letchs lo confirmó al alzar y transportar la mirada del cristal al lugar de origen, un joven estaba al lado de ella ella, habiendo llegado con pasos callados, sigilosos, amortiguados como los de un felino. Era muy alto, de complexión entre delgada y atlética, piel lechosa, cara pecosa y cabellera extremadamente roja, como el de un apasionado rojo cereza oscurecido a unas dos tonadas. Gozaba de unos ojos verde esmeralda, con motas avellana alrededor de la pupila escandalosamente presentes como para creer que no sufría heterocronía. Éstos eran inquisidores, burlones, sarcásticos y lleno de expectación y atención hacia ella.
Esos ojos se enfocaron en la más frecuente cliente de aquella cafetería, con curiosidad, pero sin abandonar ése aire indiferente a todo lo que ocurriese en su aburrido alrededor, como si nada fuese capaz de sorprenderle en lo más mínimo.
—El autobús se retrasó —se excusó la informática de la DEA, sentándose y acomodándose sobre el asiento hasta sentirse agusto — Gracias por esperarme —agregó, con una sonrisa suave dedicada al pelirrojo.
El joven de nombre Andrew según el carnet en su camisa encogió los hombros, con una expresión despreocupada en el rostro demasiado realista para no ser genuina.
—Era espantar a los clientes de ésta mesa, o despedirme de mi empleo por no consentir a la favorita de Nou'sed. —.
La chica de pelo rizado rió un poco.
—No habría sido para tanto, espero.
Andrew ladeó una sonrisa hacia la izquierda que estiró sus labios de por sí delgados y creó un tierno hoyuelo en su mejilla, reduciendo ése aire de patán soberbio y creído que siempre tenía mirando a la gente con ironía y una sonrisa falsa.
—En realidad... No, sólo estoy siendo dramático. —carraspea, con una sonrisa traviesa. Christine ríe breve y silenciosa, él le guiña un ojo y luego deshace su sonrisa y la observa con una expresión atenta y ojos interesados, volviendo a su papel de mesero— ¿Que le pongo, señorita Lechts?
— Eres un poquito exagerado Andrew —le sonríe Chris— ya sabes, lo de siempre.
El ojiverde rueda los ojos, torciendo la boca en un gesto entre decepcionado y exasperado—Dios, mujer, varía un poco.
—Si algo es bueno como está, no hay por qué cambiarlo —dice ella, justificándose, recordando como Olive le cita frecuentemente aquella frase, tanto que incluso podría ser considerada icónica de Olive Dahlian, aunque tenía otras más suyas.
Sacó su portátil y lo colocó en la mesa, abrió una página en Google y tecleó “Fragmento del Edén”. Esa mañana, navegando en la base de datos de la CIA, en modo encubierto claramente, se había topado con una rama llamada así, una que llevaba a un enorme archivo lleno de información clasificada que ella no pudo descodificar a tiempo, pues casi daba la hora del almuerzo y en ésos momentos viene un Agente a despacharlos, sirviendo también para asegurarse de que no estuviesen haciendo nada sospechoso.
Pensó en descargar todo en él portátil y decodificar ésos códigos en su casa, porque, sin presumir, era una hacker demasiado habilidosa como para rendirse tan pronto. Sin embargo, prefirió hacer primero una búsqueda superficial para asegurarse de la importancia del archivo que pretendía invadir, pues por muy clasificado que sea el Gobierno siempre proporciona cierta información disfrazada a medios públicos como Google. No dudaba que fuese algo que tomar en cuenta, pues el combo del nombre y los excesivos virus de seguridad que tenía ya de por sí eran una pista de que detrás se ocultaba algo interesante, pero quería empezar una investigación suave, teórica, antes de sumergirse de lleno.
Además, quería curiosear si era algún tipo de objeto divino, desde la llegada de Loki a Nueva York se sentía fascinada por temas así, o sólo un título presuntuoso a algo con cierto poder, algo que incluso podría ser un simple alguien. También, serviría para saber si se quedaba la información para sí misma, o le mandaba el archivo a Olive, que en algo tal vez le ayudaría con ésa búsqueda desconocida de la que mucho no le quiere mencionar, sobretodo del libro extraño con el que está a todas horas.
El joven rueda los ojos, callándose su respuesta ingeniosa y sarcástica, y se marcha a la cocina por el pedido de la hacker. Chris se queda sola, siendo parcialmente iluminada por la luz azulada del nublado exterior. Los resultados de su búsqueda cargan, veloces, y una sonrisa nace en sus labios al ver las múltiples opciones de páginas con información, puede que ilegítima o sólo teórica, todas involucradas con la Mitología, e incluso el Catolicismo. Estuvo apunto de meterse en el principal resultado, el que encabezaba la lista que hablaba de Mitología Nórdica y Griega, cuando el ruido de un cristal quebrándose la detiene.
Al principio, ella observa toda la cafetería buscando al pobre diablo o la desgraciada alma que dejó caer un vaso de cristal, pero no hay nadie recogiendo vidrios, o disculpándose repetidas veces por la vergüenza que le causó su torpe accidente. Entonces, recuerda que ése mismo sonido es el que advierte de una nueva notificación, también advierte que la gente la mira ella, pues el sonido a provenido de su mesa. Chris regresó la mirada a su portátil, apenada, y bajó el volumen de este. La gente se desinteresó rápido de ella, volviendo a sus asuntos, y Lechts se concentró en el mensaje.
Era una solicitud de amistad en Facebook de alguien que se identificaba como Rich Girl. Hundió las cejas, extrañadísima, pero aceptó la solicitud de amistad por puro morbo. Inmediatamente la pantalla se ennegreció por completo, asustándola por lo repentino. Se recuperó rápido del susto y empezó a teclear un contraataque al hackeo, pero no logró mucho, así que decidió esperar; se abrió una especie de chat, con el mismo del Menssager, pero cuyos únicos colores son el negro y el verde claro, con una tipografía muy de Matrix. Frunció el ceño y no pudo evitar asociar la repentina solicitud de Amistad con su búsqueda en el Google. ¿Será el gobierno? Miró discretamente a su alrededor, pero nadie parecía ser un Agente encubierto esperando a arrestarla, o matarla. ¿Entonces?
Regresó la mirada a la pantalla, viendo que habían tres puntitos. La persona estaba escribiendo. Se acomodó en el asiento, expectante, y algo tensa. El mensaje no tarda en llegar y... Honestamente ella no se esperaba eso.
“Si yo no te escribo en mi vida vuelvo a saber de ti, cabrona”
Si, definitivamente no se lo esperaba. La mujer de bonitos ojos avellana lee el mensaje en la pantalla, se extraña, pero no le toma mucha atención, concentrándose mejor en rastrear la dirección IP del mensaje.
“ No lo intentes, algodónsillo. No puedes vencerme en mi propio juego, conozco todos tus trucos, al final, los aprendimos juntas ¿no? ” apareció en la pantalla.
Christine para durante un momento, y piensa, analiza las palabras dichas, la confianza de la persona al hablarle, y su forma de hacerlo; Una chica aparece en su cabeza, chaparra, morena, ojos verde pasto, cabellera larguísima, malhablada y canadiense; solo conocía a alguien igual de buena que ella, y hacía años que no sabía nada de esa persona, no desde que la vió irse en ese coche negro.
Regresó a la actualidad, parpadeó varias veces y apretó los labios; resolvería ese misterio en ése mismo instante. Empezó a escribir su mensaje de respuesta, equipándolo a la vez con un virus de contraataque nuevo, uno con el que conseguiría el control del computador ajeno.
“ Así que no te presentas a mi cumpleaños y encima intentas hackearme, eso me ha dolido, Rapunzel ” envió, ladeando una sonrisa por su futura victoria.
“Si, lo siento por eso. Eres complicada de rastrear, hiciste un buen trabajo ocultando tus datos” recibió.
Pasaron unos segundos, una barra aparece en el centro «¿desea instalar el cogvirs?» decía. Luego, aparecieron los tres puntos y un nuevo mensaje:
“¿Qué mierda? ”
“ Lo siento amiga mía, pero... ” presiona la tecla Enter “El control es mío ” la azabache sonríe mientras mira como la pantalla pierde la negrura y se transforma en un Chat de Messanger normal.
Su virus había inhabilitado el de su antigua compañera de cuarto en el reformatorio, o en otras palabras, se lo había comido.
“Mierda, estoy oxidada en esto ” le envió, Chris soltó una risa nasal, ella practicaba a menudo. “Eres una perra total, Chris. Te entrené bien ”
Andrew apareció nuevamente, con un vaso de café con leche y nata y unos panecillos en su bandeja. Pensó en hablar, hacerle algo de conversación, pero al ver a la joven tan centrada en su portátil prefirió dejar el pedido sobre la mesa y marcharse en silencio, sin que Chris siquiera lo notara del todo.
“Al final el alumno gana al maestro, aunque ambas teníamos nuestros puntos fuertes” le envió con sonrisa victoriosa mientras agarraba el vaso con café, no del todo consciente de que Andrew había ido a su mesa.
“Supongo que sí, goza tú victoria mientras puedas ”
“ La disfrutaré, no lo dudes”. “¿Qué tal te va Brook? ¿Haciendo de las tuyas cabrona? ”
“ Define que es "Hacer de las mías" ”
“Me va tan bien como se puede estando desempleado, Christacia Cascadura, porque primero muerta a trabajar con el gobierno. ”
“ Sin Ofender ”
“ y... estando apunto de convertirme en una fugitiva si algo sale mal :D ”
“¿En que líos te has metido? Dejo de ser tu niñera y ya acabarás en la cárcel ”
“Eso es una sentencia drástica. Y, dejame te corrijo: no es "Acabaré", es "Acabaremos" porque necesito tu ayuda”
“Te esfuerzas para encontrarme y contactarme cuando quieres meterme en tus movidas turbias” “Cuéntame, ¿qué has hecho esta vez?”
“ Admite que te gusta el sazón que le pongo a tú desabrida vida” “Esta vez yo no he hecho nada, más bien me involucraron. Dos Vengadores, Fugitivos, fíjate el peso de la situación ”
Chris torció los labios. Bien, eran cosas serias y más cuando tenía que ver con vengadores.
“¿Vengadores? Será mejor que Olive no se entere de esto. ” “Cierto le dabas caña a mi vida, pero, es más divertida de lo que crees, y no te hagas la inocente. ”
“¿Dos fugitivos? No creo que quiera saber sus nombres” “Dime ¿en qué necesitas mi increíble ayuda? ”
El contacto se quedó escribiendo durante unos tres minutos exactos. Chris se esperaba una larga y detallada explicación de lo que quería su antigua compañera de cuarto, pero, en cambio, le llegaron dos cortos mensajes.
“¿Olive?” “¿Quién es Olive?”
Bufo, sorprendida, aunque no sabía si de la pregunta o del tiempo que se tardó en enviarla.
“¿En serio? ¿De todo lo que te digo te quedas con eso? Da igual una amiga, también del reformatorio, solo que ella está... bueno, no muy cuerda ”
“Ya me cambiastes, desgraciada” “Tienes problemas, Chris, aparentemente te juntas con sólo las pocas cuerdas, y eso te convierte en una” “Si no quieres saber entonces no veas las noticias, porque están en todo medio de comunicación” “Son peores que las Kardashian”
“¿En todos? ”
Inconscientemente, la joven mujer de piel olivácea mira hacia la pantalla de la cafetería, donde justamente pasaban un noticiero. La presentadora narraba un vídeo, aparentemente la persecución del Capitán América. Chris hunde las cejas cuando se ve al Súper Soldado destruir el Quinjet que le detenía el paso y como luego se fuga del lugar de los hechos, mientras el quinjet se va incendiando. El vídeo termina y regresa al Estudio, donde la presentadora advierte que Rogers es peligroso, y que hay una recompensa a quién lo atrape.
Lechts no sabía que habría pasado con el Cap, pero no le parecía que fuera el malo de la historia, por mucho que su mejor amiga creyera que los Vengadores eran los villanos. Chris regresa la mirada a la pantalla, donde ya había un mensaje.
“En todos ” confirmaba “Han aparecido en mi departamento a la madrugada y me han pedido ayuda ”
“¿Por qué no te negaste? ”
“ Porque Rogers tiene razón. HYDRA está detrás de éste mierdero, suena fantasioso pero es así, te explico luego” “Si no impido que ganen, creeme que estaré jodida ”
Chris suspiró. “ ¿En que necesitas mi ayuda? ”
Nuevamente los tres puntitos se quedan un buen rato así, siendo sólo tres puntitos, luego, llega un mensaje.
“Necesito decodificar la seguridad de un pendrive. Podría hacerlo sola, porque soy así de genial, pero tendré tiempo limitado y sabes que ésas cosas requieren su tiempo. Cuatro dedos trabajan mejor que dos, si sabes a lo que me refiero ” “7w7”
Chris rueda los ojos, si claro pensó sarcástica “Ohh, claro ¿solo es por el tiempo? Cuando admitirás que contra reloj yo soy mejor ” envió “Y entendí esa indirecta *_* ”
“ Admitiré que eres mejor que yo contra reloj cuando lo seas” le respondieron, causando que bufase “Y no sé de que indirecta me hablas ”
“ Ey, ya soy mejor, reina ”
“Ay ajá ” “ Como sea, necesito que mantengas la seguridad del pendrive fuera del camino, congelarla, Mientras yo busco lo que necesito ”
Chris reflexionó. “ Eso será sencillo ” envió “¿De qué nivel de encriptado hablamos? Sabes que hay algunos que no pueden hacerse a distancia ”
“ Yo diría que un Nivel 5, sería mejor que vinieras, sí, pero no te quiero arriesgar. Sé que trabajas en el gobierno y no quiero causarte problemas ”
Chris sonrió, algo enternecida por el gesto de su antigua amiga “ Tranquila, puedo burlar al gobierno fácilmente y hacerles creer que no estoy donde estoy. Además, hablando de un nivel 5, arriesgarse es hacerlo a distancia ”
“ Ya que insistes, haré el sacrificio de permitir que vengas”
Y hasta ahí duró el encanto; Chris rodó los ojos, mientras escribía: “ ¿Tú harás el sacrificio? Mejor consígueme un helicóptero anda, si te corre prisa desencriptar ese pendrive ”
Y luego, lo envió.
“¿Un helicóptero? Pero serás tú la reina de Inglaterra. Te enviaré un taxista simpático ”
“ Encima que te hago un favor... ” deja el resto de palabras al aire “ Está bien, que esté aquí pronto, mientras tanto voy a hackear al gobierno ”
“Estoy desempleada cariño, se me permite ser tacaña ” “Agradece que no te estoy haciendo pagar el taxi como lo haría un tacaño al extremo ”
“Me debes un batido por esto ” le escribió mientras dejaba el vaso de café vacío sobre la mesa, luego, sacó su monedero para pagar. Miró los panecillos intactos con pena, pediría una bolsa para llevárselos.
“Puedo permitírmelo, ¿Fresa o Banana? ”
“Chocolate y frambuesas, lo sabes ”
“Creo que no fui clara: ¿Fresa, o Banana? Que no hay dinero para más ”
Chris miró incrédula la pantalla ¿realmente había...? “¿Estás de broma, no? Eres tan... ¿Sabes qué? Ésta te la guardo. Fresa ”
Los tres puntitos se quedaron un momento, luego llegó el mensaje: “ Jajajaja ” “¡Relaja la raja, amor! ”
“ No, no a mí no me escribas más, eso de quitarme mi batido favorito ha sido traición, me desconecto, dile al taxista que llegue pronto, ya sabes mi dirección no creas que no me di cuenta de tu troyano camuflado” y después se lo envió, con aires exasperados, recogiendo sus cosas. Andrew llegó hasta ella, pues Chris le había hecho señas, con ojos curiosos.
—¿Podrías darme una bolsa, por favor? — pidió.
—Luces molesta. —comentó, con cautela y cierta preocupación.
—Exasperada —corrije, apretando ligeramente los labios—. Y ya no importa.
Andrew encogió los hombros, volviendo a su aura indiferente y despreocupada. Recogió el dinero y cogió el platillo con los panecillos, regresando a detrás del mostrador. El portátil emitió su sonido característico y Chris miró la pantalla. Era obviamente su amiga Brooklyn.
“ Mierda otra vez ” “¡Algún día no podrás localizarme, aún cuando te respire en la nuca! ”
“ Sigue soñando con eso Brook ”
Terminó, luego se desconectó, volviendo a la página de Google con diversas opciones para conocer del Fragmento del Edén. Andrew llegó con los panecillos en una bolsa con el logo de la cafetería, Chris iba a agradecerle, pero él se adelantó a hablar.
—¿Fragmento del Edén? —.
Lechts sonrió, algo forzada, él no tenía que mirar su ordenador. El pelirrojo transportó su mirada de la pantalla a ella, pero no la veía con el mismo brillo indiferente e irónico que a ella le causaba gracia, la veía con intensidad, con fuerza, casi como si quisiese atravesarla, o leerle el alma, o la mente. Chris no quiso dejarse intimidar, aunque desconfiada de por sí, por esa actitud, y encogió los hombros, con aparente despreocupación.
—Vídeo de mitología —justificó su conocimiento de aquél nombre. Andrew era un simple mesero, y si en realidad no existían vídeos de informe mitológico hablando del Fragmento del Edén en Youtube, resultaba más sospechoso y culposo que Andrew supiera de él entonces, que supiera ella— ¿Has oído de él?
—¿Del Fragmento del Edén? —alzó sus cejas, acentuando su interrogación. Chris asintió, con calma, como si no cuestionase nada extraño, como si sólo pregunta la hora — No eres una de los nuestros, Chris —negó con la cabeza— Ni siquiera uno de ellos —escupió, con asco pronunciado al decir «Ellos»—. Aléjate del tema.
Dejó la bolsa con panecillos en la mesa y se alejó, callado, misterioso, dejando a la hacker en suspenso, reflexionando el posible significado de las palabras de Andrew, pero ninguna de sus teorías rápidas parecían hacerle justicia a la sencillas, pero inexplicablemente pesadas, líneas que el pelirrojo había soltado antes de marchar. ¿A que se había referido? ¿Por qué actuaba como si lo que estuviera haciendo fuera prohibido?
No quiso profundizar mucho, al menos, no allí, sintiendo de pronto que su cafetería favorita se había convertido en una jaula, una trampa esperando el momento adecuado para cerrar sus puertas y encarcelarla, teniéndola de rehén; guardó su portátil en su bolso luego de apagarla, agarró sus panecillos y se fue, a paso apresurado.
Treinta minutos después estaba de nuevo en el apartamento, Olive la miró extrañada al llegar.
— Pensé que habías ido a trabajar — habló Dahlian, dándola un abrazo al ver la expresión de la morena.
— Sí, pero me surgieron algunos contratiempos — dijo, dejando su mochila en una silla y sacando su portátil, era hora de sacar todos esos archivos que supuestamente no podía tener sobre “El Fragmento del Edén” y proveerselos a Olive mientras ella se ocupaba de su otra mejor amiga.
Escuchó como se imprimían varias hojas en la impresora de su cuarto y fue a por ellas, con Olive siguiendo sus acciones, ahora era Christine la que se había vuelto un poco loca.
Volvió con más de veinte folios — guárdalos bien, es información importante que podría servirte — extendió su brazo a la azabache.
— Mmm, vale, gracias — frunce el ceño, echándole un vistazo por encima, aunque ahora tenía algo más importante entre manos — ¿Te pasó algo?
— No... Solo, tengo una misión importante, me voy a Washington D.C. — rasca su nuca — supongo que serán unos días, te avisaré con cualquier cosa — explica, tomando una bolsa grande de deporte en la que llevar sus cosas.
— Espera ¿qué? ¿Cuando te vas? — frunce el ceño, le recordaba a cuando ella se fue rápidamente a Londres.
— ¿Te acuerdas de que te hablé de una amiga que se llamaba Brooklyn? Pues, es un caso importante en D.C y debemos ocuparnos de él — dijo, intentando disimular su mentira.
— Si no supiera que no sabes mentir, pensaría que me estás mintiendo — alzó las cejas — y no me has respondido.
— Vienen a por mí en.. — mira su reloj — diez minutos creo, debo darme prisa —.
— ¿Cómo que diez minutos? — la azabache observaba a su amiga rizada ir de un lado para otro.
Desde que se acabaron las cosas con Strange hacía ya bastantes meses, pasaban más tiempo juntas y ella entrenaba más, mejorando mucho su técnica y las cosas que podía hacer con sus poderes, quería contarle a Chris de su magia y llevarla al almacén para mostrarle lo que podía hacer, tenía planeado hacerlo ese fin de semana.
— Si, como te he dicho, es una misión importante — la sonríe, terminando de cerrar la bolsa — no te preocupes, no me pasará nada — recoge el ordenador.
— Pero... Yo.. — las palabras se quedaron en su garganta, no importaba, Chris tenía asuntos más importantes que ella, seguiría buscando las gemas en ese libro — bueno, está bien, ten cuidado — suspiró, tomando de su vaso de agua.
— Entendido hermana mayor — la de rizos amplió su sonrisa, y le dió un fuerte abrazo Olive para después tomar sus cosas e irse — te quiero — gritó al cerrar la puerta, abajo ya la esperaba el taxi.
Dahlian suspiró, y se llevó las manos a sus sienes — Esto ha sido raro — dejó el vaso en la mesa y tomó los documentos que le dió Christine, guardándolos en la caja fuerte, donde estaban los dos tubos de reserva de sus poderes y otras cosas importantes, como el libro, si, me parece que no iba a devolverlo a la biblioteca.
Tomó el libro y se sentó en su cama, pasando las páginas con cuidado, como si esas delicadas hojas se fueran a quebrar bajo su tacto, mirando atentamente las imágenes y los títulos que las adornaban, ya había leído todo lo que podía sobre esas gemas e incluso había probado usar diferentes métodos por los que detectar tinta invisible, pero nada, solo podían sus sueños indicarla dónde buscar y hacía semanas que carecía de ellos.
Se paró en una página que llamó su atención, había unas palabras de título: “Il Codice”
¿ Por qué el título estaba en italiano? Se preguntó Olive, por suerte ella había estado un año y medio de intercambio en Italia y había aprendido a entenderlo.
Las siguientes palabras que la hoja contenía le hicieron despertar su curiosidad.
È una guida iniziatica all'ordine, con la sua origine, la sua missione e la sua tattica. È il nostro credo.
Leyó en voz alta “Es una guía de iniciación a la orden, con su origen, su misión y sus tácticas. Es nuestro credo.” Frunció el ceño, no entendía a lo que esas frases se referían y no entendía el dibujo que lo seguía que nada tenía que ver con las letras de arriba. Pasó varias páginas, que tenían imágenes incompletas, hasta que volvió a ver un pequeño trozo de texto.
Sento i segni di qualcosa, qualcosa di grande e minaccioso. Siamo tutti in pericolo. E devo fare qualcosa: è mio dovere.
— ¿En peligro? — susurró Olive al terminar de leerlo, cada vez se sentía más confundida. El párrafo se quedaba ahí incompleto, como una pieza de puzzle perdida, pasó a otra hoja, los curiosos y precisos trazos que las adornaban le hacían preguntarse de que eran esos bocetos sin completar.
L'istinto di sopravvivenza sembra richiedere la morte degli altri. Perché le specie non possono collaborare? Molti credono che il mondo sia stato creato dal potere divino. Ma vedo solo il disegno di un pazzo, deciso alla distruzione e alla disperazione. La nostra origine è caotica, accidentale. Solo il passare del tempo ci ha dato una qualche finalità. Prima era la natura ... e poi l'uomo stesso.
La chica abrió los ojos ante los términos, tan profundos y extraños, ahora no estaba tan segura de que ese libro fuera de una simple biblioteca, hojeó rápido los papeles hasta encontrar otro párrafo.
Non puoi uccidere una credenza. Anche se uccidi tutti i loro follower e distruggi i loro messaggi, otterrai solo un rinvio. Prima o poi qualcuno lo riscoprirà, o lo reinventerà.
El libro empezaba a confundirla, aquellas oraciones sin sentido, y sin acabar la ponían nerviosa, los dibujos, sin forma completa, provocaban en su cabeza preguntas que no podía responder.
Alcuni dicono che quest'arma ci definisce e non hanno completamente torto. Senza di essa non avremmo ottenuto molti dei nostri successi.
¿Arma? ¿Se refería a las gemas? ¿De qué arma estaba hablando?
Ho ricercato altri miglioramenti, il primo è l'aggiunta di una piastra metallica che serve a bloccare i colpi nemici.
La azabache cerró el libro de golpe, no aguantaba tantas dudas y tan pocas explicaciones. Christine se había marchado hacía una hora, un tiempo que se le había pasado volando, pero ahora no sabía qué hacer. Llevaba unas semanas de vacaciones, pasaba las tardes con Chris y antes de eso, con Stephen, a Luke tuvo que pararle un poco los pies, pues intentó besarla, a lo que ella le explicó que no quería nada con él.
En esos tiempos sentía que su vida estaba vacía, que su trabajo no la llenaba, y que aunque le gustara estar sola, si debía estarlo obligatoriamente, no era de su agrado, así que, sin otras opciones, agarró el casco de su moto y salió del apartamento, iba al único sitio que la haría sentirse mejor, su almacén de prácticas.
-ˋˏ ༻❁༺ ˎˊ-
Holaaaa, aquí tenéis las traducciones de lo escrito en italiano:
Siento las señales de algo, algo grande y amenazador. Todos estamos en peligro. Y yo debo hacer algo: es mi deber.
El instinto de supervivencia parece exigir la muerte de otros. ¿Por qué las especies no pueden colaborar? Muchos creen que el mundo fue creado por un poder divino. Pero yo solo veo el diseño de un demente, empeñado en la destrucción y la desesperación. Nuestro origen es caótico, accidental. Solo el paso del tiempo nos ha infundido algo de finalidad. Primero fue la naturaleza... y después el propio hombre.
No puedes matar una creencia. Aunque acabes con todos sus seguidores y destruyas sus textos, tan solo conseguirás un aplazamiento. Tarde o temprano alguien la redescubrirá, o la reinventará
Algunos dicen que esa arma nos define, y no están del todo equivocados. Sin ella no habríamos conseguido muchos de nuestros éxitos.
He estado investigando otras mejoras, la primera ha sido agregar una placa de metal que sirve para bloquear los golpes enemigos.
5100 palabras
Wow, me he superado, aunque todo esto es gracias a la ayudita de louismoraj que invitó a la hermosa Brooklyn Edwards para que chateara con Chris, si os ha gustado su personaje ¡ir a Power! Os aseguro que es fantástico.
Por lo demás, dejen sus opiniones :3
Darle Love
💣❤️
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