𝑿𝑿𝑿𝑰𝑰. 𝑬𝑸𝑼𝑰𝑷𝑶 𝑫𝑰𝑵𝑨𝑴𝑰𝑻𝑨 𝑽𝑶𝑳. 𝟐: 𝑴𝑰𝑺𝑰𝑶𝑵𝑬𝑺

Todo marchaba diferente, Lucifer y Scarlett seguían separados... Por un lado, el Diablo se vestía para tener otro caso más con la detective, a quien últimamente la consideraba como su amiga, aunque ella siempre es tan cerrada de mente y renuente ante las locuras del mismo; un día cualquiera donde se tiene que atrapar a un diferente asesino, pero antes del caso Lucifer debía de irse con Linda Martin para su cita matutina de terapia... Y por otro lado estaba Scarlett, quien se vestía para ir a la escuela... Era una mañana tan vacía, sus destinos están totalmente cruzados y a la vez tan distanciados, Scarlett fue hecha para él, pero Lucifer no lo sabe, y el único que está al tanto es el mismísimo Azazel... Scarlett miraba con pesadez su reflejo en el espejo, y en un momento observó el estrago del ataque de Uriel...

—Ya no más... Ya no seré más débil... Ahora seré más fuerte que nunca... Puedo hacerlo, puedo hacerlo —ella se decía a sí misma mientras tomaba aquel restante cabello, el cual sobrevivió del corte de Uriel, con las lágrimas a casi salir de sus ojos, producto de la impotencia que sentía por haber sido atacada por la espalda.

En otro escenario, Lucifer se veía también en el espejo, mirándose atentamente los ojos diabólicos, sentía pesar en el alma por lastimarla, se odiaba a sí mismo, y, por ende, iba a distraerse con algún caso sin sentido alguno.

—Puedo hacerlo, hoy es otro día —Lucifer se decía a sí mismo, tratando de apaciguar su dolor—. Algún día ella me perdonará, sé que todo pasará...

Ambos, sincronizadamente y por el destino mismo, salieron de sus hogares hacia sus actividades diarias, ambos tenían una cara larga, por lo que se hicieron mutuamente. Scarlett salió de su antigua casa, donde anteriormente fue echada, ya que sus padres no se encontraban habitando en dicho lugar, sino que permanecían alejados en otro aposento lejos de la ciudad; puesto que, desde que Lucifer trató mal a Scarlett, ella duerme bajo sus dominios, o en dado caso, en el apartamento de Sariel. Como sea la situación, Scarlett no quiere ver a los ojos a Lucifer, así como para ella el pacto ha quedado en un estancamiento total, más no está terminado del todo. La protegida del Diablo, decidió irse caminando hacia la escuela, quería sentir la brisa del ambiente mientras se concentraba en sus pensamientos profundos, y a la vez oscuros; Sariel le había dicho a Scarlett que no quería ir a la escuela, ya que quería pasar tiempo con su hermano Amenadiel para compartir el dolor por la muerte de Uriel; por consiguiente, ella caminaba sola a la escuela. Mientras que, Lucifer bajó de su pent-house, encaminándose hacia su increíble Corvette, se subió en dicho vehículo, y arrancó a toda velocidad, tratando lo antes posible de llegar a su cita con la doctora Linda y, por ende, resolver muchas de sus dudas existenciales. Asimismo, sincronizadamente ellos se cruzaron en el camino, pero ambos no se sintieron mutuamente, y en consecuencia no cruzaron mirada alguna y no se dieron cuenta de la presencia del otro; mientras que Lucifer se paró en un alto, fijando su mirada desesperante en la maldita luz roja del semáforo, pidiendo al tiempo que pasara rápido; Scarlett cruzaba al lado el vehículo infernal, pero ella no se dio cuenta de ello, ya que la chica caminaba cabizbaja y con la mirada perdida en el suelo. Por consiguiente, cuando la luz cambió a verde, Lucifer arrancó a toda velocidad, y así una vez más ambos se separaron, pero a manera inconsciente.

El Diablo no pudo resolver nada con la doctora Linda, ya que ella todavía seguía pasmada por presenciar su verdadero ser. Mientras que Scarlett se sentía sola en la escuela, ya que sus amigas faltaron por diversas circunstancias razonables; Joy tuvo que cuidar a su madre que se enfermó de gripe y por ende Zara decidió ayudarla, así como Nicole se fue a un curso de pintura y arte, que lamentablemente se cruzó con su horario de clases escolares. Las clases transcurrían lentamente, y ni siquiera Hans estaba ahí para acompañarla, y tampoco Sariel porque él se tomó un día familiar... Todo marchaba solitariamente...

—Qué día tan más aburrido —Scarlett bufó en voz baja, mientras realizaba una actividad de la clase de matemáticas.

Claro que Scarlett también hablaba con sus otros compañeros, pero algunos estaban con su grupo de compañeros, sin embargo, solamente una persona la integraba en esas circunstancias y esa chica se llamaba Luna King, pero desafortunadamente ella se fue de viaje ese mismo día de soledad. A veces, Scarlett extrañaba a esa compañera, quien le brindaba un apoyo cuando las tóxicas la atacaban.

Pero algo pasó, para que Lucifer y Scarlett se olvidaran de sus pensamientos profundos y se concentraran en una realidad mucho más aterradora y amenazante.

Lucifer, luego de su terapia fallida, llegó al destino del caso y luego de ver lo sucedido, observó una fotografía del momento exacto en donde la víctima femenina estaba por morir, en donde un sujeto le arrebató la vida a la chica con un arma muy peculiar...

—Imposible —el Diablo dijo expectante al tener clara la imagen de la espada de Azrael en manos terrenales.

Todo fue planeado por la Diosa y Azazel, ellos días antes se reunieron para acordar planes a largo plazo.

—Todo marcha bien, madre. Ella ha reaccionado como lo esperaba —Azazel sonrió malévolamente como siempre lo hace—. Pronto estará lista para la gran misión.

— ¿Estás seguro que ella destruirá a tu padre? —La Diosa miró expectante a lo que le había propuesto su hijo con anterioridad.

—Por supuesto, para eso fue creada y puesta en el plano terrenal —Azazel respondió orgulloso porque el patrón de sus planes estaba acomodándose de una manera perfecta.

— ¿Cómo sucedió todo esto? —La Diosa cuestionó—. ¿Cómo pudiste crearla? —con una mirada penetrante quería leerle la mente, pero sus poderes como Diosa se veían limitados por su saco de carne.

—Es todo por hoy madre —Azazel cortó la plática abruptamente—. Sólo te diré lo necesario, no quiero que arruines nada de mis planes. Lo único que nos une es la venganza pendiente que tenemos con Dios —Azazel dijo, para posteriormente irse a la puerta de salida—. Bueno, sólo puedes ayudarme en una sencilla cosa que acelerará las cosas —él se detuvo en seco, aún con su mano en la manija de la salida, para después dirigir su mirada hacia su progenitora.

— ¿Qué tengo que hacer, hijo mío? —ella asintió maliciosamente, sería la revancha que esperaba.

—La espada, madre —Azazel dijo tajantemente, abriendo la puerta de salida—. La espada de Azrael es la respuesta, madre —como si se tratara de un acertijo el ángel caído pronunció misteriosamente, para después cerrar la puerta, dejando a la Diosa pensando.

Luego de unos minutos de pensamiento, a la madre de todos los ángeles se le ocurrió una idea totalmente catastrófica...

—Oh, por supuesto. Sólo necesito que los asquerosos e inmundos humanos se maten entre sí, haciendo una gran carnicería... ¡Perfecto! —La Diosa de la Creación se dijo para sí, alabándose a sí misma por tan genial y perfecta idea.

Dicho y hecho, sus planes ahora dieron indicio a uno de los casos más inusuales a la que la detective, Lucifer y Scarlett se hayan enfrentado.

Volviendo con Scarlett, ella permanecía aburrida, las clases habían terminado temprano, así que ella aprovechó para irse a casa, llamar a Sariel y pasarla juntos como siempre, ya sea viendo películas o series, durmiéndose acurrucados, u otras acciones de pasión...

—Bien, ¿a qué horas llegas a mi casa o llego a tu departamento? —Scarlett le preguntó a su novio dentro de la llamada.

—No creo que pueda ahorita, ángel. Estoy en un asunto importante con Amenadiel —Sariel respondió un poco evasivo, y a la vez preocupado, ya que cuando Lucifer le avisó que había visto la espada de Azrael en manos terrenales, él se tornó tenso y temía por la vida de su novia, de sus hermanos e incluso su propia vida.

— ¿Es Scarlett? —Lucifer le susurró a Sariel, y éste asintió—. ¿Podrías pasármela? —preguntó con una mirada de arrepentimiento, la cual estaba mezclada con tristeza.

—Está contigo Lucifer, verdad —más que un cuestionamiento era una afirmación por parte de Scarlett, quien alcanzó a escuchar la voz del Diablo.

—Sí —Sariel no podía y no quería mentirle más a Scarlett—. Hay un problema celestial serio, y estamos investigando. Sólo quiero que estés a salvo, así que no salgas de tu casa por favor...

—Si necesitas algo, sabes que puedes contar conmigo, no importa si es un problema celestial —Scarlett reafirmó su ayuda, como siempre lo hacía—. No quiero quedarme de brazos cruzados mientras tú o él se arriesgan —aunque cabe de decir que Scarlett aún se preocupaba por el Diablo.

—Lo sé, ángel. Bueno, Lucifer quiere hablar contigo y... —Sariel no alcanzó a terminar la frase, ya que Scarlett decidió colgar antes de que Lucifer le dirigiera la palabra, aún no estaba preparada para hablar con él—. Colgó —Sariel se dirigió hacia Lucifer.

—Dale tiempo... —Lucifer suspiró cabizbajo—. Sólo espero que no se tarde mucho... La extraño —él murmuró para sí, lo cual fue un sonido inaudible para los seres sobrenaturales presentes, excepto para uno...

—Pero tú también te pasaste de pendejo —Sariel se cruzó de brazos, él lo había escuchado perfectamente—. Cometiste un gran error, y espero que lo arregles... No me gusta verla así de... deprimida y llena de coraje —ante las palabras de su hermano, Lucifer recapacitó un poco, sin embargo, los estragos del problema momentáneamente se esfumaron, ya que él, Sariel, Amenadiel y los tres demonios llegaron a un lugar en medio de la nada...

— ¿Dónde estamos? —Astaroth bufó molesto tras caminar largos minutos en medio del bosque—. Maze y yo tenemos cosas importantes qué hacer. Y, además, no debería de estar hablando contigo, tú lastimaste a mi invocadora. —As se quejó, pero Lucifer no le tomó importancia a ello, él solo se enfocaba en la situación celestial crítica.

Eso sí, los demonios y Sariel seguían molestos con Lucifer por lastimar a Scarlett, pero no tenían opción, cuando él los llamó su tono de voz muy serio y convincente los hizo cambiar de perspectiva, y más cuando la suposición de que un arma celestial cayera en manos terrenales y ésta amenazara la seguridad de todos, ellos no tuvieron de otra que aceptar su llamado de emergencia.

—No tengo tiempo para paseos, Lucifer, cazar maleantes está de moda, ¿sí? Más vale que sea importante —Mazikeen se quejó tras As, quienes tenían planeado ir a cazar humanos malos, aquella actividad se volvió un juego entre ellos dos para ver quien cazaba primero al maleante.

—Lo es —Lucifer se dirigió a sus demonios seriamente.

De repente, todos los presentes se pararon en frente de la tumba improvisada de Uriel... Aquel lugar de descanso eterno había sido profanado...

— ¿Esto es? —Los tres demonios dijeron al mismo tiempo.

—Donde Lucifer sepultó a Uriel —Amenadiel les respondió—. Sí

—Uriel... —Sariel veía con pesar el cadáver de su hermano, le dolía su partida, y aunque él le hizo cosas malas, no podía evitar sentirse triste por no poder volverlo a ver a los ojos y decirle "Hermano, te he extrañado".

—De acuerdo, si ustedes quieren llorar los espero en el auto —Maze dijo con sarcasmo, lo que hizo que los hermanos celestiales rodaran los ojos muy molestos por su absurdo comentario.

La demonio estaba por cumplir su palabra de irse al auto, pero fue Beelzebub quien la detuvo:

—Maze, ¿en serio? —el demonio le reprochó.

— ¿Qué ha pasado, Samael? —Sariel dejó de estar de su pequeño trance de depresión para dirigirse seriamente a su hermano caído.

—Que alguien profanó la tumba —Lucifer señaló la escena del crimen.

—De eso no hay duda —Amenadiel dijo—. ¿Por qué? Su cadáver sigue ahí...

—Sí, pero algo falta y es algo demasiado peligroso —Sariel comenzaba a formular posibles teorías de lo sucedido, visualizando la escena a detalle, y buscando pistas.

—Falta la espada de Azrael —Lucifer anunció aquellas malas noticias, y por ende todos se alarmaron por igual, acercándose al cadáver de Uriel para confirmar el hecho—. Al parecer la espada del ángel de la muerte cayó en manos terrenales...

En tanto, Scarlett caminaba a su casa, quería terminar el día, pero en un abrir y cerrar de ojos, alguien la tumbó al suelo, era un hombre encapuchado, el cual llevaba un arma muy filosa...

— ¡Qué demonios! ¡De dónde sacaste eso! —Scarlett al presenciar el arma se queda pasmada por un segundo, aquel objeto era igual al que poseía Uriel cuando la secuestró. El recuerdo se visualizó en su mente en un santiamén, y hasta recordó cuando Uriel le cortó su mechón de cabello con gran facilidad, y más con el filo del arma. En consecuencia, y por instinto de supervivencia, ella logró golpear el área íntima del agresor y zafarse de su agarre—. ¡Hijo de puta! ¡Qué putas quieres de mí!

— ¡Tú me tiraste mi café por pendeja! —el hombre exclamó furioso.

— ¡Fue un accidente, maldita sea, si quieres te compro uno nuevo! —Scarlett trató de negociar.

— ¡Yo quería ese café! —el hombre comenzó a dar ataques con esa arma filosa, los cuales Scarlett esquivó con mucha audacia.

« ¡Mierda, dónde dejé mis puños americanos! » la protegida del Diablo pensó, temiendo por su propia vida, mientras buscaba con desesperación sus armas dentro de su mochila.

En un acto de pensar rápido, Scarlett tira una patada barredora con una fuerza inigualable, producto de la tensa situación entre morir o sobrevivir, este acto hizo que ella tuviera tiempo para sacar sus puños americanos, y prepararse para defenderse y luchar. El tipo se levantó y con una mirada furiosa corrió hacia Scarlett para clavarle la espada en su corazón...

Mientras tanto, en otro sitio, Lucifer se hallaba aun en la tumba de Uriel...

—La espada no sólo liquida humanos, al igual, oblitera a seres divinos, incluyendo demonios. Si la detective o Scarlett tomaran esa espada y la llevan a sus aposentos, entonces sería el fin de nosotros. O, peor aún si alguien que se enojara con ellas tiene la espada, sería el fin de su existencia. Por eso ellas no deben de ser parte de la investigación —Lucifer habló con cierto tono de culpa por dejar la espada en el plano terrenal en vez de esconderla mejor, pero su más grande intriga es saber quién encontró el arma más letal del universo en medio de la nada.

—Dejar un lado a Scarlett, no te servirá de mucho —Sariel objetó—. Ella ya es parte de nuestras vidas.

—Por eso mismo, la quiero poner a salvo. Y qué mejor si ustedes cinco trabajan juntos —Lucifer miró a sus fieles demonios y a sus hermanos, un gran equipo sobrenatural...

Un equipo sobrenatural que no estaba al tanto de la seguridad de Scarlett, los pequeños descuidos provocan grandes catástrofes.

En otro sitio, Scarlett aún seguía luchando con aquel tipo, quien, con sus sentimientos de matar amplificados por la espada, intentaba liquidar a la protegida del Diablo.

Todo fue rápido, e incluso los testigos se quedaron expectantes ante la increíble defensa de Scarlett... El tipo intentó apuñalarla por el lado izquierdo, pero ella lo esquiva velozmente, las clases de artes marciales con el equipo dinamita fueron útiles, después de esquivar el ataque, Scarlett con su puño americano derecho golpea el punto clave de la clavícula de su atacante, él se queda pasmado porque su brazo ha quedado dormido, Beelzebub le enseñó esa técnica, los puntos chi son clave, un solo golpe exacto y todo queda destruido. Veloz como un ninja, diría Hans, que el atacante no te tome por sorpresa; en eso Scarlett esquiva otro golpe, que el frustrado atacante lanza, ella estaba atenta a los movimientos del tipo; la desesperación del tipo se ve en sus ojos y su furia aumenta, él no se rendiría, así que taclea a Scarlett, ella queda en el suelo, sin embargo, la protegida del Diablo logra zafarse del agarre del tipo con solo una patada feroz, las patadas claves de Astaroth le salvaron la vida, por consiguiente la chica saca una fuerza descomunal, Sariel le había enseñado buenos trucos celestiales, y logra tirar al tipo lejos de ella... El peligro estaba controlado...

— ¡Es suficiente! —Scarlett se levanta del suelo en un solo movimiento, y se dirige hacia su atacante, le quita la dichosa espada (ella no siente deseos de matar, la espada no surge efecto en su mente) y la lanza lejos... Una mala decisión por parte de su persona, sin embargo, la castaña pensó en primero desarmar al tipo y con ello asegurar su vida—. ¡¿Cómo te atreves a atacarme?! —sometió al tipo, quien por arte de magia ya no estaba bajo el efecto de la espada de Azrael.

— ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? —él cuestiona totalmente desconcertado. Una cosa que vio Scarlett cuando el tipo la atacó bajo los efectos del poder de la espada, es que él poseía unas pupilas totalmente dilatadas por el enojo... Y ahora ese efecto se había esfumado, el sujeto había vuelto a la normalidad, como si se despertara de un sueño profundo.

— ¿A qué te refieres? ¡Querías atacarme hijo de la chingada! —Scarlett por un momento soltó su agarre.

— ¡¿Qué?! ¡No! —él se escudó en su verdad, el tipo estaba bajo el efecto hipnotizante de la espada del ángel de la muerte, o que no lo dejaba pensar con claridad—. ¿Por cierto eras la pendeja que me tiró el café, verdad? —miró detenidamente a Scarlett, quien por sola molestia le tiró un cabezazo al estúpido para dejarlo aún más adolorido de lo que ya estaba.

— ¡Vete a la chingada! —Scarlett azotó al tipo en el suelo, éste por consiguiente se escapó de la situación como toda una rata, mientras que ella miró a su alrededor, toda la gente la veía desconcertada, tal vez hasta llamaron a la policía, pero esto a Scarlett no le importó ya que ella buscaba con la mirada la espada que anteriormente arrojó lejos, no obstante, este objeto ya no estaba... Otra vuelta la espada se había perdido en otras manos terrenales.

Pasaron los minutos, Scarlett se encontraba en su casa limpiándose suciedad alguna, producto del ataque...

«Esa era la espada que llevaba Uriel ese día... Esa espada debe de ser especial, divina... Y ha caído en manos terrenales... Esa cosa controlaba al tipo... Sus ojos fueron la clave... ¿Qué clase de arma es esa?» Scarlett formuló en su mente todas piezas y los hechos se le estaban conjuntando.

De pronto, una idea vaga se le cruzó por su mente, el cual pasó como un flashazo, Scarlett pensó en el grimorio que una vez su prima Ray-Ray le regaló. Así que fue a buscar dicho objeto de conocimiento, el cual estaba en el estante de libros de la sala de estar.

—Mi prima Ray-Ray siempre tenía buenos libros de ocultismo. Debería ir un día a preguntarle algunos consejos de magia, ella siempre es tan espiritual y misteriosa —dice Scarlett al tener en sus manos el libro, para después hojearlo rápidamente, tratando de buscar la imagen del arma, hasta que encontró la respuesta...—. Maldita sea —su boca hace una perfecta "o" cuando encuentra el dato tan perturbador—. La espada de Azrael... ¿Uriel quería desvanecer mi alma?, ¿por qué?, ¿qué tiene de especial mi alma para extinguirla?... —ella tiró al suelo aquel libro de la impresión—. ¡Esa arma puede desvanecer cualquier alma! ¡Incluso el alma de Lucifer! —su respiración se tornó un tanto agitada, no obstante, contuvo su angustia, para después tomar firmemente el teléfono y convocar al equipo dinamita.

"Tenemos una emergencia de talla celestial" Scarlett mandó un texto de mensaje al grupo de WhatsApp del equipo.

Enseguida de esta acción, todos los miembros del grupo vieron el mensaje al instante.

"¿Cuál es la emergencia?" texteó Sariel con suma preocupación.

"La espada de Azrael cayó en manos terrenales" Scarlett respondió.

En tanto, Sariel al recibir aquella noticia, se queda helado... ¿Cómo pudo saberlo si nunca le explicó en detalle aquel suceso?... Incluso Sariel pensó que Azazel se adentró a la mente de Scarlett para involucrarla en el caso.

— ¿Cómo lo supo? —Astaroth al ver el mensaje se dirigió a Sariel.

—No lo sé, ella es muy buena investigadora —Sariel respondió con un tono de voz preocupado.

— ¿Quién sabe qué? —Lucifer se dirigió al demonio.

—Scarlett, señor, ella sabe de la espada de Azrael —Beelzebub informó, ya que él también vio aquel mensaje.

— ¡No, eso la pondrá en peligro! —Lucifer abrió los ojos de par en par al enterarse de lo ocurrido.

"Tuve un incidente con esa arma, chicos. Es urgente encontrarla" Scarlett envió otro mensaje.

—Samael, ella ya tuvo un acercamiento a la espada... —Sariel al ver al mensaje, tembló y temió por la seguridad de su novia, así como se arrepentía de dejarla a un lado del caso—. ¡Y si está herida!

— ¡No, ella no lo está! —Lucifer respiró hondo para tratar de calmarse, apaciguando así el fuego interno de la preocupación inminente—. Maldición no debí de apartarlos de ella, si los dejé a su cuidado. ¡Puto padre, soy un estúpido! —él miró a sus demonios seguidores.

—Hay que dividirnos, así tendremos cubiertos todos los puntos del problema —Maze habló, y ante aquella idea Amenadiel la apoyó.

— ¡Vayan con ella, y protéjanla! —Lucifer miró directamente a los ojos a Sariel, As y Z-Bub—. Si su existencia desaparece, téngalo por seguro que me estaré revolcando en el mismo averno.

La última frase del Diablo, dejó atónitos a los presentes, e incluso se miraron entre sí para hallarle una explicación a dicho comportamiento, pero como la situación estaba críticamente tensa, entonces los pensamientos y teorías formuladas se desvanecieron, para ser reemplazadas con un solo objetivo... Protegerla...

Mientras tanto, en el chat del equipo dinamita, todos los miembros respondieron, dejando mensajes de suma preocupación.

"Nos vemos en mi casa en 30 minutos" Hans texteó rápidamente, y cabe de decir que Azazel, estaba igualmente preocupado que el resto, ya que no quería que su creación fuera destruida sin más... Si Uriel no pudo matarla, menos lo haría un simple mortal manipulado por la espada.

«No debí de decirle a mi madre sobre la espada. Por un mísero momento pude haberla perdido, perdido esa oportunidad de venganza... No más errores en los patrones... ¡¡Qué tanto le costaba a mi madre descifrar mi mensaje de que la espada de Azrael es la espada flamígera!!» Azazel se lamentó mil veces ese mal movimiento por su parte.

"Allá nos vemos y nos explicas, Scarlett" Joy texteó.

"Es muy peligroso para que vayas" As le respondió a su amante.

"Somos un equipo, chicos, y tenemos una misión" Scarlett intervino.

"Allá vamos" Zara y Nicole respondieron casi al instante.

"Voy volando" Sariel se hizo una broma muy cruel a sí mismo... Aún le dolía el hecho de no tener sus alas.

"Amor, por favor, no te hagas daño a ti mismo... Te amo" Scarlett le dijo a su novio.

"Híjole, mucho amor, mejor me salgo del chat, jajaja" Beelzebub entre broma y broma confesaba sus celos... ¿Por qué él no podía tener esa clase de amor? Incluso cuando cayó, la Diosa no hizo nada para protegerlo... Ese resentimiento no lo ha dejado amar correctamente, ni siquiera tenía seguro lo que sentía por Zara...

Pasaron los minutos y el equipo dinamita ya estaba en su base para discutir sobre el tema.

— ¡Ustedes tres por qué no me dijeron sobre esto! —Scarlett les recriminó a sus protectores.

—No queríamos arriesgarte —As respondió seriamente—. Sabes, esa espada destruye el alma de cualquier ser, es muy peligrosa.

—No queríamos perderte —Sariel se acercó a su novia y con su mirada preocupante hizo que ella se calmara un poco—. Samael no quiere involucrarlas a ambas... —prosiguió con su explicación, pero Scarlett lo interrumpió.

— ¿Ambas? —Scarlett por un segundo sintió celos de la detective, y por ende ella se planteó una gran incógnita: ¿por qué se sentía de esa manera?

—La detective aburrida tiene un caso, en donde el arma homicida es la espada de Azrael —Beelzebub interrumpió los celos disfrazados de Scarlett, y ante la palabra "detective aburrida" Scarlett soltó una gran carcajada.

—Buena esa, Z-Bub —ella le felicitó a su demonio.

—Déjenme recapitular... —Nicole habló en voz alta, captando la atención de todos—. Debemos de buscar la espada del ángel de la muerte, la cual destruye el alma de un ángel, demonio o de un humano.

—Sí —Hans rodó lo ojos aburrido de volver a explicarle a las amigas humanas de Scarlett todo lo relacionado con lo divino.

—Nos estamos arriesgando, chicos —Nicole objetó ante la misión.

—Pero, si la espada está pérdida, ¿no debería el ángel de la muerte buscarla? —Joy cuestionó.

—Debería, pero ahora es nuestro asunto, si dejamos que esta espada esté en manos humanas por mucho tiempo, habrá un gran rastro de sangre y destrucción —As le explicó lo más detalladamente posible a su Joy.

—Se dan cuenta de esto —Zara dijo en un tono muy serio, mezclado con pena por la situación—. Todas esas personas que han muerto por esa espada, no tienen cielo ni infierno; es decir, que las víctimas de la espada no podrán reunirse con sus familiares en el paraíso, y, peor aún si sus familiares van al cielo con esperanzas de ver a su familia ya fallecida, entonces el dolor de aquellas almas será inevitable.

Ante las palabras de la morena, Sariel no pudo evitar pensar en su hermano Uriel, al cual nunca lo volvería a ver, jamás y ni un millón de años, él ya no existe...

—Por eso debemos de buscar esa arma, por toda la ciudad, debemos de seguirle el paso de destrucción —Scarlett empezó a dar un gran discurso de aliento para motivar al equipo ante la situación—. Estaremos en las llamas del peligro, sí; y el costo será alto... Por eso debemos de cubrirnos mutuamente la espalda, estar alerta y con un solo objetivo, evitar el caos. Somos un equipo, y no vamos a fallar.

«Debo de corromper más ese corazón. Dier, tú eres destructiva, no debe importante la chusma de la humanidad» Azazel pensó para sí, maldiciendo internamente por el buen corazón de su creación, a lo que a su parecer ameritaba un buen entrenamiento infernal.

—Así habla, ángel. Ya la hemos escuchado, ¿qué esperamos para hacer justicia? —Sariel aportó un poco más de palabras de aliento para el equipo dinamita.

Y como Maze lo propuso, todos estaban separados para buscar el arma peligrosa, mientras que el equipo dinamita examinaba la escena donde Scarlett fue atacaba, el Diablo trajo a Ella López a la tumba profanada de Uriel, para que ella la examinara minuciosamente con sus conocimientos científicos forenses, en donde la pequeña López descubrió un papel quemado muy inusual, el cual serviría mucho para el caso. Y, por otro lado, Amenadiel y Mazikeen también investigaban por su parte. Todos tan separados y a la vez unidos, al saber sobre el mundo sobrenatural es inevitable conectarse con los seres del mismo, ángeles y demonios... ¿Quién diría que sólo un pacto creó una red masiva de alianzas e historias románticas?

Pasaron las horas, y todo cursaba lento; Lucifer, después de dejar que Ella trabajara con las pistas de la tumba, se fue con la detective a investigar el caso reciente sobre la primera víctima de la espada de Azrael. Sin embargo, de un momento a otro se pudo notar los celos de la detective por ver a Lucifer y a Ella siendo muy cercanos.

—Y qué hay de pequeños conflictos —Lucifer interrogaba a un testigo cercano a la víctima—. Tal vez Maddie tomó la bebida de otra persona o que pareciera que se doblara demasiado —como la tal Maddie, quien fue víctima de la espada, estaba en una clase de club de yoga, por consiguiente, Lucifer indagaba más sobre ella, ya que por un pequeño conflicto la espada amplifica el deseo de matar a la persona causante del dicho conflicto, tal y como se vio con Scarlett y el sujeto del café.

— ¡Lucifer! —la detective le recrimina a Lucifer en voz baja, por los cuestionamientos absurdos que su compañero hace.

—No —el Diablo omitió las reprimendas de la detective, y se enfocó más en el caso, con tal de que ella y su Scarlett estuvieran a salvo—. Sólo recuerda, debió de haber un par de conflictos, ¿por qué no nos das una lista? —él propuso—. Cualquiera que haya levantado levemente la ceja cuando miraba a Maddie puede ser es... —Lucifer no pudo terminar su frase ya que la detective lo interrumpió.

— ¿Nos permites un segundo? —Chloe se dirigió a la testigo, para después llevar a Lucifer a unos cuantos metros lejos de ésta, para que la misma no escuchara su charla—. Ese no es el perfil del homicida que investigamos.

—Investigo a fondo, detective —Lucifer respondió—. Lo has dicho: "Sacude la rama hasta que la verdad vuele".

—No creo haberlo pensado —La detective hizo una cara de confusión al escuchar el dicho tan extraño de Lucifer.

— ¿No? —dijo Lucifer, a lo que Chloe negó súbitamente—. Ahh, tal vez fue López —y sí, al estar cerca de la forense, hasta al Diablo se le contagia su buena vibra.

—Mmmm, pasas mucho tiempo con Ella, y no con Scarlett, interesante —los celos de la detective salieron a flor de piel. No sólo con Scarlett se le activaban los celos, ahora era con la pequeña López...—. Trabajando juntos, digo. No con Scarlett, que siempre está ahí para ti, digo, como amigos, sí amigos —Chloe se quiso escudar, pero ni eso la salvó de la inevitable mirada de confusión del Diablo.

Los celos... tan peligrosos y tan difíciles de detectar a simple vista (no para muchos), pero para Lucifer los celos no son algo fácil de visualizar.

Luego de unas horas de investigación por parte de Ella López, la forense por fin pudo encontrar dos pistas que le serían muy útil a Lucifer, que por cierto dichas pistas fueron encontradas en la tumba de Uriel. La primera fue el dibujo de un mapa del tesoro, y la segunda pista y la más importante fue el logo de un bufete de abogados.

— ¿De qué bufete hablas? —Lucifer imaginándose miles de posibilidades, le preguntó a la pequeña López.

—Richards & Wheeler —Ella con un programa de patrones forenses le enseña a Lucifer la forma del logo del mencionado bufete.

—Maldita sea —y tal como lo imaginó el Diablo, fue su madre la causante de todo el desastre.

Por consiguiente, él se fue directo a confortarla en su instalación laboral.

—Dije que sin interrupciones —la Diosa formuló al escuchar la puerta de su oficina cerrarse de un portazo—. Si no eres el pasante delicioso de esta mañana, tendrás que... —ella no pudo acabar su oración, ya que alguien bastante enojado la interrumpió de manera tajante.

—Hola mamá —Lucifer se dirigió a su madre con una mirada de furia y apretando ligeramente los labios.

—Ahh, hola hijo —La Diosa habló como si fuera toda una inocente.

—Al parecer te has portado muy mal —Lucifer en su interior deseaba castigarla por su negligencia.

El Diablo le reprochó aquel estúpido acto, su madre estaba jugando con un fuego demasiado peligroso, ya que ella confesó que guio como a 15 personas hacia la espada, mediante un mapa. La Diosa pensó que con una gran masacre alguien en especial le pondría atención a ella, a sus hijos caídos, y claro al fallecido Uriel.

— ¡¿Por qué demonios involucrar humanos?! ¡Qué sucede contigo! —Lucifer le alzó la voz a su madre.

— ¿Conmigo? —La Diosa se defendió—. Si no querías que descubrieran la espada no debiste dejarla en un hoyo en la tierra.

— ¡Metida en un hoyo en medio de la nada! ¡Dónde nadie podría buscarla, sino fuera por tu maldita culpa! —Lucifer alzó cada vez más su tono de voz conforme regañaba a su negligente madre.

La conversación se tornó un poco tensa, Lucifer le comentaba a su madre que no tenía otra opción que poner la espada en la tumba de Uriel, ya que si la ponía en el Lux sería un gran error, y más si humanos visitaban ese lugar, puesto que los humanos serían tentados por el arma divina. Asimismo, la Diosa confesó su verdadera intención de liberar la espada al plano terrenal; ella quería la atención de su esposo porque su hijo Uriel había fallecido... La Diosa sólo quería llorar junto a él por la pérdida de su hijo, o incluso buscar una solución para revertir el suceso, cualquier cosa por el alma de su hijo... Pero la respuesta de Dios fue nula, él todopoderoso no se inmutaba, ni con las peores masacres se doblegaba a ayudar a la humanidad, sólo permanecía observando, analizando y juzgando a sus creaciones... Es por eso, que Scarlett estaba renuente ante la deidad, ella pensaba que para Dios la humanidad sólo era su canal de entretenimiento; por consiguiente, ella buscó la ayuda en el único que respondía, en Lucifer, en el ser que fue capaz de confrontar a su mismo padre, en el ser que no se deja llevar por los mandatos sin sentido de un padre ausente. Volviendo a la conversación de madre e hijo, la Diosa tocó el tema de la humanidad, que éstos seres vivos fueron diseñados para morir, y, por lo tanto, no se arrepentía de lo que desencadenó con el arma, en consecuencia, Lucifer objetó, a él si le importaba la humanidad, o bueno sólo dos humanas le importaban...

—Tus vacaciones aquí, te han cambiado —la madre del Diablo comentó con cierto disgusto—. Te siento muy unido a estas criaturas, y no logro, por el amor a mí, comprender por qué —sus sospechas aumentaban, y la Diosa se formuló las múltiples causas por las que su hijo caído estaba atado al plano terrenal, podría ser el sexo, el alcohol, o una persona especial, sin embargo, su comprensión se veía limitada por la poca comunicación y confianza que tenía con Lucifer.

Es cierto, la actitud del Diablo cambió de la noche a la mañana, pero no fue por las cosas banales que ofrecía la tierra, sino por una criatura que no fue hecha por su padre, sino por algo más allá... Y Scarlett era producto de ello, aquella chica poco a poco se colaba en sus pensamientos, y a la vez en su corazón; sólo que él no lo admitía, sólo por el hecho de temerle al amor puro, y no saber amar correctamente.

—Escucha —Lucifer dijo sumamente serio y con un semblante autoritario, tal y como se dirigía a sus subordinados en el Infierno—. Dices querer quedarte aquí en la Tierra para vivir con tus hijos, ¿cierto? —se acercó lentamente hacia su progenitora sin quitarle su fría mirada de por medio—. Escoge, o ayudas por las buenas a recuperar la espada o haré que mis demonios te visiten y puedas inspirarte —amenazó sin remordimiento alguno, ya que la vida de Scarlett dependía de su ayuda.

—Bien —ella refunfuñó sin otra opción.

En otro contexto, el equipo dinamita le siguió el paso a la espada, buscando pistas hasta por debajo de las piedras. Sin embargo, no tenían nada en absoluto, la espada se escurría con demasiada facilidad. Pero, fue hasta que Mazikeen les dio la información de que la espada fue vista en manos de una persona llamada Duncan Watts...

— ¿Estás segura de ello, Maze? —As le cuestionó a la demonio, a través del espejo mágico.

—Sí, tenemos que cubrir el área, el sujeto puede estar armado y tenemos que protegernos entre todos —Mazikeen le comunicó a Astaroth.

—Bien, allá vamos —el demonio respondió para después cortar la comunicación—. Bien, es hora de la misión —él se dirigió al equipo dinamita.

—No olviden, no toquen el arma, sólo deben de cubrirse de los ataques y someter al sujeto —Sariel se dirigió a su novia, a las amigas de Scarlett y a Hans, claro sin saber que el mismísimo Hans Kerr no podía ser afectado por la espada, así como, también Scarlett no podía ser sometida por ésta—. Entienden, si la tocan, la espada les hablará al oído y los orillará a cometer locuras.

— ¿Por qué sucede esto? —Scarlett interrogó, ya que tenía esa incógnita y más si tomó esa espada, pero no fue controlada por ésta.

—Los humanos son más vulnerables a esto, podría decirse más moldeables y no podrán soportar una fuerza tan divina —Sariel explicó.

—Ok —Scarlett fingió entender el asunto, más no quiso comentar que ella misma portó la espada sin consecuencia alguna, esto por el motivo de no atrasar más la misión por una cosa sin importancia alguna.

En fin, todos los equipos se prepararon tanto físicamente como mentalmente para esto, y por ello debían de demostrar todo lo aprendido. En tanto, Astaroth se sentía tenso por mandar a la batalla a su Joy, ya que no podía permitirse el lujo de perderla para siempre, en realidad él pensaba que, si ella caía al infierno, pues la misma Joy le sería de compañía para su trabajo tan repetitivo. Así como, Beelzebub veía constantemente a Zara, su pensamiento hacía ella estaba constante y no podía sacarla de su mente. Y mientras que, Hans (Azazel) se preocupaba por la seguridad de su dier.

Ya cuando el equipo estuvo listo, se encaminaron a la zona laboral del tal Duncan Watts... Al llegar al lugar, tanto Maze como Amenadiel, y el equipo dinamita, se dividieron para buscar el arma. Todos se reunieron por parejas, Scarlett con Sariel, Hans con Nicole, Astaroth con Joy, Beelzebub con Zara, y Maze con Amenadiel, así con esa técnica nadie estaría indefenso.

No hubo señal alguna de la espada, hasta que Scarlett y Sariel encontraron una escena de carnicería frente a sus ojos... Una masacre de yoga sin duda alguna.

—Ángel, al parecer la espada ha dejado su huella —Sariel dijo al presenciar a las múltiples víctimas.

— ¡Equipo, encontramos algo! —Scarlett llamó a todos para que observaran lo sucedido.

—No, puede ser, pobres almas en desgracia —Nicole dijo boquiabierta.

—Maldita sea —Joy maldijo en voz baja al ver tanta destrucción, y hasta se estaba arrepintiendo por entrar a la misión.

—La espada no debe de pasar un minuto más en manos humanas —Beelzebub habló seriamente.

De pronto, se escuchó la llegada de un coche, lo que indicaba que la detective y Lucifer llegaron.

—Váyanse todos por la puerta de atrás —Scarlett le demandó (de manera respetuosa) al equipo—. Diríjanse a la base y esperen instrucciones. Sariel y yo nos quedaremos con la policía a investigar más de esto, si estamos con la detective aburrida, podríamos llegar más fácilmente a la espada.

—Pero estarás viéndole la cara Lucifer, Scarlett —Zara comentó.

—Sí, pero eso no importa, la prioridad es el arma letal —Scarlett respondió—. Ya váyanse, sino serán sospechosos —ella ordenó y todos le obedecieron, excepto Maze y Amenadiel quienes no se reunieron con el equipo en aquella escena del crimen, ya que ellos estaban buscando la espada en otro sitio.

Lucifer había llegado antes que la detective, prácticamente había saltado del coche de la misma para saber con anterioridad si Maze y su hermano angelical habían conseguido la espada, pero al entrar, la vio ahí, sus ojos se enfocaron en ella, pero Scarlett no se dio cuenta de su presencia y siguió con lo suyo. Ambos estaban separados por varios metros de distancia que se alargaban por el tiempo transcurrido, hasta que Amenadiel deshizo el trance del Diablo, de mirar a su protegida con un sentimiento raro.

—No está la espada —comunicó el ángel.

—Ahh —reprochó Lucifer—. Usen la puerta trasera —demandó, puesto que la detective estaba a escasos pasos de entrar al sitio.

La voz de Lucifer hizo eco en el área, y esto hizo que Scarlett y el equipo dinamita voltearan a mirarlo, con cierto enojo.

—Ángel nosotros deberíamos de irnos también, sino seremos sospechosos y nos podrían arrestar, debemos de llegar cuando Samael y la detective llamen a los refuerzos —Sariel expuso deliberadamente ante la situación.

—Hazle caso, viribus —Lucifer le dijo a Scarlett, y cabe de decir que el Diablo no estaba al tanto de la escena del crimen que el equipo dinamita había visto.

—Cierto, ya vámonos a la chingada, chicos —Scarlett le hizo caso a su novio, para después comenzar a caminar hacia la salida seguida de su equipo, ignorando por completo la presencia de Lucifer y sus anteriores palabras.

—Uy, qué malota —el demonio se refirió a la acción fría y distante que tuvo Scarlett con el Diablo—. Así como me gustan —As sonrió ladino, queriendo molestar tanto a su invocadora como al angelito, al cual quería ponerlo celoso.

— ¡AS! —Joy le recriminó a su amante.

—Ya vino don comedia a matarnos de risa —Scarlett le respondió en forma de broma a Astaroth, lo cual sacó varias carcajadas de todo el equipo, la chica de Lucifer había hecho un gran chiste digno de una doña comedia.

Entonces, todo el equipo salió de la escena del crimen, por un lado, Scarlett y Sariel esperaban cerca de la zona el equipo oficial, con el fin de disfrazar su ayuda hacia el caso de la detective; mientras que los demás se fueron hacia la base; y por otra parte Chloe había llegado, a lo que Lucifer trataba de convencerla de irse para darle tiempo a Scarlett de huir, pero la rubia visualizó la escena del crimen con claridad, para después llamar refuerzos...

Minutos después, el cuerpo policiaco había llegado, todos muy atentos a la masacre del yoga, así como Lucifer observaba con cierto asombro el hecho, buscando por todas partes el arma homicida. Asimismo, al mismo tiempo que llegaron los refuerzos, Sariel y Scarlett hicieron acto de presencia.

—No está aquí —Sariel se acercó a su hermano infernal.

— ¿Cómo lo sabes? —Lucifer le susurró a Sariel.

—Ya inspeccionamos el área, no está, pero estaremos al tanto de este caso para rastrear el arma —habló Scarlett en un tono bajo para no llamar las sospechas de Decker.

— ¿Estarás a mi lado? —Lucifer le expresó a su protegida con cierta esperanza en sus ojos, la extrañaba, pero él no lo admitía del todo.

—Por el momento, Samael —Scarlett le contestó de manera molesta al Diablo, lo cual hizo que el corazón de éste se estrujara poco a poco, un dolor que nunca había sentido.

— ¡Qué hacen ustedes aquí! —la detective se dirigió a Sariel y Scarlett.

—Solo venimos a ver a Lucifer, Decker. Él nos llamó para asesorarlo sobre el caso —Scarlett le respondió.

— ¿Cómo tú asesorarías a mi compañero de trabajo? —Chloe se cruzó de brazos, mirando a la chica detenidamente.

Tanto Scarlett como la detective se quedaron unos segundos mirándose con cierto repudio, acción que sorprendió a Sariel y a Lucifer. Pero no fue hasta que Ella interrumpo tal hecho.

— ¡Hey, Scarlett! Qué bueno que estés aquí tal vez dejamos pendiente una lección de ciencia forense —la pequeña López salvó el momento, guiñándole el ojo a Scarlett connotando su complicidad.

—Claro, a eso vine, es mucho trabajo por hacer —la castaña contestó aliviada, tenía la excusa perfecta para adentrarse al caso.

En consecuencia, el proceso de investigación tomó curso, Scarlett estaba pegada a Ella para evitar el contacto visual con Lucifer, mientras que Sariel permanecía al lado de su hermano para cachar algo de información del caso. Sin embargo, Ella López analizó las pistas forenses, e hizo una demostración muy peculiar con Lucifer, simulando que éste era un atacante, lo que para la vista de los presentes se veía muy sexualizado; lo cual para Scarlett le resultó un poco gracioso, pero Chloe se puso celosa de Ella, puesto que la detective pensaba que Lucifer se estaba acostando con la forense.

—Esto fue muy raro —Sariel le susurró al oído a su novia, después de aquella demostración—. Típico de Samael sexualizar todo.

Por consiguiente, la investigación tomó un curso rápido, ya que se sospechaba de que el maestro de aquella clase de yoga era el atacante principal.

—Tenemos al nuevo objetivo, hay que cazarlo —Scarlett de dirigió a Sariel con la intención de irse de la escena del crimen—. Gracias por tu ayuda, Lucifer —por supuesto Scarlett antes de irse le agradeció al Diablo.

—De nada —Lucifer quedó helado ante el gesto, lo que le brindó un rayo de esperanza a la conciliación con su protegida.

Ahora, el par de tórtolos volvieron a la base del equipo, y dijeron la nueva información obtenida.

—Un tal Jenson Glory es nuestro objetivo, chicos —Scarlett dijo con un tono de voz un poco estresado—. Otro humano más que rastrear, la espada es más escurridiza de lo que creí, estuvo en mis malditas manos, ¡y oopps la tiré lejos! Maldita sea, soy un fracaso —ella se talló la cien con sus dedos, para tratar de calmar los pensamientos oscuros, los cuales siempre la atormentaban y la hacían sentir menos.

La confesión inusual de la protegida del Diablo hizo que los demonios, Sariel y Hans, se extrañaran.

— ¿Cómo que tomaste la espada? —Sariel se dirigió a su amada—. ¿Por qué no me lo dijiste? —cuestionó con evidente confusión.

— ¿No te sentiste extraña? —As prosiguió con otra pregunta.

— ¿Te sentiste manipulada?, ¿molesta?, ¿con ganas de matar?, ¿con una furia descomunal? —Z-Bub, añadió más cuestionamientos al asunto, lo cual ahogó a Scarlett en un mar turbulento de estrés.

—Esperen —Scarlett se tomó la cabeza, ya que sentía que ésta le explotaba, y Azazel tenía que ver con ello, estaba jugando con ella, con su mente—. No quería decirles porque... —ella se aguantaba el dolor que Azazel le proporcionaba con un hechizo en latín—. Porque... —Scarlett cayó se rodillas al suelo, no se azotó al suelo como si fuera un desmayo, sino que ella se sostuvo con sus manos, amortiguando el golpe, y haciéndolo ver como si sólo se hubiera agachado, y esto le preocupó a todo el equipo.

— ¡¿Scarlett que sucede?! —Zara detonó con demasiada preocupación.

— ¿Ángel? —Sariel se agachó a la altura de su novia para auxiliarla.

—Estoy bien, sólo es mi cabeza —Scarlett trató de calmarlos a todos.

Los ataques de Azazel se estaban volviendo más camaleónicos, más camuflajeados, el ángel ya había perfeccionado su técnica al convivir demasiado con su creación.

—Si no quieres hablar, está bien, todo a su tiempo —Beelzebub le brindó su mano a su invocadora, para que ésta se levantara, lo cual ella lo aprovechó, y por ende el demonio la levantó cuidadosamente, mientras que Sariel agarraba a su novia de la cintura para que no se tambaleara.

—Tomé la espada de Azrael, y no sentí nada, nada; no me habló, no sentí ganas de matar —Scarlett finalmente dijo el hecho, el cual hizo que todos los presentes se sorprendieran mucho, y a la vez se interrogarán el porqué de dicho asunto.

—Eso es algo muy raro —Astaroth se llevó la mano a su barbilla, tratando de pensar con claridad el suceso, o más bien tratarle de encontrarle una solución.

«Excelente, mi dier evolucionas de una manera asombrosa» Azazel pensó para sí, sonriendo internamente.

¿A qué se refería a evolucionar? Tal vez Scarlett no es tan humana como parece...

Mientras tanto, con el Diablo, él se encontraba en una sesión de terapia con Linda, en donde Lucifer le comentaba a su doctora los sentimientos encontrados por la humanidad, y por ende aquellos pensamientos entorno a su protegida; sin embargo, la doctora le hacía caso omiso por tantas incógnitas divinas. Todo esto ocasionó, que Lucifer saliera inmediatamente de allí, no tenía respuestas, ni aclaraciones, ni soluciones, ante un momento tan crítico y crucial. Además, al Diablo le llegó un mensaje de la detective sobre que atraparon al tal Jenson Glory, al parecer la espada estaba más cerca de él, o no...

En otro escenario, Azazel ya estaba harto de seguirle la pista a un caso aburrido para encontrar la tan esperada arma divina, por lo que se le ocurrió hacer un ritual localizador, el cual consistía en hacerlo en un espejo y dibujar en este material, el sigilo del objeto perdido, el cual en este caso era el sigilo de Azrael, y claro se debía dibujarlo con la misma sangre del invocador y aunado a ello un conjuro largo en latín.

Por ende, para ejecutar su plan, se dirigió sigilosamente a su habitación, puesto que el resto del equipo se encontraba en su casa, dentro de su sótano base.

—Iré un momento al baño —el tal "Hans" le informó a los demás, los cuales sólo asintieron, y con esta simple excusa, Azazel se esfumaría para realizar el ritual.

«Aceleremos las cosas, a la chingada. Me harté de jugar al puto policía» él pensó mientras iba rumbo a su habitación.

Al llegar al lugar mencionado, se acercó a su gran espejo, se vio de pies a cabeza, y sonrió como símbolo de maldad, de soberbia... Después de ello, tomó una navaja de su escritorio y se cortó la piel que envolvía sus cuatro dedos humanos (de la mano derecha), logrando así sacar una gran considerable muestra de sangre, para luego comenzar a dibujar el sigilo de Azrael en el espejo.

Object quaerere quod perierat, tenebrae vos obtestor, ut meum dare vobis sanguis tamquam praemium. Sit mihi vitalis navitas potest invenire used to object: ut non derelinques animam meam in magica, quod perdidi potest inveniri —recitó Azazel, mientras tornaba sus ojos oscuros, lo que hizo que su sangre humana dispersa en el espejo empezara a tornarse más oscura, hasta que su mismo reflejo la absorbió, y, por ende, en el espejo se presentara la ubicación exacta del objeto, el cual lo tenía una chica rubia, por lo que, sin más, el ángel caído se memorizó dicha ubicación—. Bingo —expresó al tener todo listo, sólo quería mantener la espada lejos de su creación, o tal vez ponerla a prueba...

Cabe de decir, que ese hecho tardó unos 30 minutos en concretarse por completo.

Aquel ritual que parecía pequeño, le costó mucha energía vital a Azazel, lo cual lo debilitó demasiado, haciendo que se sintiera desganado, y esto es porque su forma humana le limitaba su magia, en cambio, si él estuviera con su forma celestial, este ritual sería pan comido. Asimismo, éste se limpió las heridas, para parecer como si no estuviera haciendo cosas locas en su habitación.

Al tener la ubicación en su mente, él rápidamente se dirige hacia el equipo dinamita, y les comenta su descubrimiento, claro disfrazándolo como una información que la consiguió por medio de sus contactos de dudosa procedencia.

—Sé quién la tiene —habló con seguridad, captando así la atención de todos.

— ¿Cómo lo sabes? —Scarlett fue la primera en cuestionar, ya que ella fue la única en darse cuenta lo mucho que había tardado su amigo en el "baño".

—Hablé con uno de mis múltiples contactos —Hans comenzó a formular—, quienes conocen al tal Jenson Glory, y me dijeron que habían visto a una chica dentro de su propiedad con un arma muy particular, y en consecuencia me dieron su dirección, claro a cambio de un favor mío, pero ese es mi asunto —las palabras mentirosas le salían demasiado disfrazadas, lo que logró convencer a los demás.

—Entendido —Scarlett asimiló toda la información—. Andando, equipo, no más muertes, no más destrucción, no más almas inocentes destrozadas —ella expresó, a lo cual todos asintieron.

Todos se encaminaron a la ubicación dada, pero un pequeño detalle se alteró, Azazel cambió la dirección para confundir al equipo, y guiar a los demás hacia una casa al lado de la correspondiente a la ubicación original, mientras que a Scarlett la mandó hacia la boca del lobo (hacia la casa donde estaba la espada). ¿Qué intentaba lograr si quería que su dier estuviera lejos de la espada de Azrael?... Pues, solamente quería corroborar que Scarlett es inmune al control del arma divina.

—Separémonos, todos. Así abarcaremos más puntos, y encontraremos más rápido la espada, si visualizan a la chica o al arma, entonces nos llaman, y solo nosotros los sobrenaturales tomaremos la espada —Astaroth formuló el plan, a lo cual todos obedecieron.

El ángel caído sabía que esto iba a pasar, sus habilidades de patrones (similar al poder de Uriel), lo habían predicho. Fue un gran error de equipo dispersarse, porque se arriesgaban demasiado, sin embargo, con el paso del tiempo todos iban a perfeccionar su técnica de ataque y búsqueda.

Y así como se dijo, se hizo, todos los integrantes se fueron a puntos distintos, con mucha cautela y silencio, la noche hacia aparición, por lo que la oscuridad invadía poco a poco la casa, a la cual no había ningún indicio de peligro.

En tanto, Scarlett se dirigió hacia el patio de la residencia, y entonces ahí comenzó la acción, puesto que la chica escuchó un forcejeo proveniente del otro lado de la cerca (una división hecha de madera, pero forrada con plantas, dando un aspecto elegante a la residencia), la cual dividía a las viviendas de la zona.

— ¡A mi vida se la llevó el diablo cuando apareciste! —esa era la voz del detective inútil.

Aquel indicio, hizo que la protegida del Diablo se asomara por una rendija de la cerca mencionada, y cuando sus ojos captaron la escena fatal, entonces decidió intervenir, puesto que el detective Espinoza estaba atacando a Lucifer con la espada de Azrael, y en consecuencia el mismo Diablo estaba corriendo un grave peligro.

Scarlett saltó con alta agilidad el muro divisorio, ya que ella al estar cerca de Lucifer, como efecto de ello, se le incrementaban las habilidades, incluyendo la fuerza, los reflejos, y por supuesto la agilidad.

Lucifer y Daniel, mientras luchaban intercambiaba unas cuantas palabras, pero no fue hasta que Dan hirió a Lucifer en el estómago, que Scarlett lanzó una patada hacia las piernas del detective para someterlo, lo cual hizo que éste se cayera ferozmente al suelo, pero por efecto de la adrenalina y el control de la espada, Dan logró levantarse velozmente... Una situación realmente crítica.

— ¡Scarlett, aléjate de esto! —Lucifer aun tapándose su herida, sacó las fuerzas para mantener a salvo a su protegida.

— ¡Lastimaste a mi Lucifer! —Scarlett le expresó al inútil, tratando de desviar su atención de su Diablillo, sin embargo, el detective arremetió contra la castaña, volteándose hacia ella apuntándole con el arma filosa.

Las anteriores palabras hicieron que nuestro Diablo se quedara sin habla, aquella revelación lo hizo sonreír internamente, después de todo a ella le importaba Lucifer.

— ¡Tú no te metas zorra del Diablo! —Dan gritó, lo que hizo que Lucifer frunciera el ceño y se enojara demasiado por aquel atrevimiento del detective inútil—. Siempre tan pegada con Lucifer, no tienes algo mejor que hacer —lanzó espadazos hacia la chica, pero ella con una gran destreza los esquiva todos, e incluso sacó sus puños americanos de su bolsillo del pantalón, con el fin de desarmar por las malas al detective (puesto que esto era una situación relativamente de vida o muerte).

— ¡Déjala a ella! ¡Yo soy al que tú quieres aniquilar, detective inútil! —Lucifer se interpuso entre la pelea de Dan y Scarlett, sirviéndole a ella como un escudo protector. Y en cuanto a su herida, ésta sanó por completo (muy rápidamente) gracias a la fuerza que le brindaba su chica—. Pero si lo quieres considerar mejor todo, te aseguro que tu actual humor va a ser rectificado por simplemente poner en el suelo el arma —él quiso negociar, ya que no quería más sangre derramada.

Scarlett estaba al tanto de las acciones de Dan; cualquier movimiento brusco de Daniel, y Lucifer por sólo protegerla moriría sin ninguna esperanza de resurrección, por lo que ella pensó en sacrificarse si aquello sucediera, puesto que Scarlett se formuló en su mente las acciones precipitadas que haría: cuando Dan lance un espadazo a Lucifer, ella inmediatamente lanzaría a Lucifer lejos de la situación para protegerlo, lo que daría indicio a que Scarlett recibiría el ataque, y dicha acción heroica terminaría en tragedia...

—Comprende, toda mi vida se acabó por culpa tuya —Dan aun con el efecto abrasador de la espada, habla entre dientes con un tono de furia realmente aterrador.

Era cuestión de segundos a que Dan le enterrara el arma a Lucifer, por lo que sin más Scarlett toma de la mano a Lucifer, acción que hizo electricidad entre el corazón de ambos, y alejó al Diablo lejos... Por fortuna, Lucifer notó lo que quería pretender Scarlett, a lo que se acercó de prisa hacia su chica, y en un movimiento brusco la lanza lejos de él... El Diablo no midió su fuerza, y dicha acción hizo que ella se estampara en una estatua de porcelana blanca, en donde por resultado del impacto, se rompió en mil pedazos, en una situación así Scarlett estaría sangrando, pero por suerte ella se vuelve invulnerable al lado del Diablo, y por lo tanto aquella brusca acción no le afectó para nada, por consiguiente, Scarlett se levantó sin dolor alguno, incorporándose así a la pelea entre Lucifer y Dan, que en un abrir y cerrar de ojos, el inútil tenía acorralado entre la espada y la pared a Lucifer, a casi centímetros de que el arma impactara en el pecho del Diablo, no obstante esto no sucedió, ya que el detective Espinoza se estaba refrenando al control de la espada, acto que hizo que Lucifer lo calmara, negando todo lo que Daniel lo acusaba (por ejemplo, lo acusó de que se acabó su matrimonio por su culpa, cuando en verdad Chloe y él estaban separados cuando Lucifer apareció en sus vidas). Aquel momento, hizo que Scarlett se dirigiera hacia el detective, y con sólo un movimiento lo desarmó por la espalda, haciendo que éste se despabilara por completo del control mental, y esto aunado que su mente se desorientó, puesto que el arma lo descontroló totalmente...

—Uff, ¿qué hacemos aquí? —Daniel le cuestionó a Lucifer, pero éste no respondió ya que él estaba viendo la reacción de Scarlett con la espada en su poder, a lo que pensó que ella iba a ceder a su control y lo aniquilaría, ya que su protegida estaba enojada con él.

No obstante, Scarlett no presentó (otra vuelta) ningún control mental por parte de la espada, al contrario, hasta le murmuró algo a Lucifer:

—La tengo —Scarlett le indicó al Diablo, para después irse a paso lento de la escena, cuidando de que el detective inútil no la viera.

Toda la acción anterior, hizo que Azazel, quien se encontraba en las sombras observando todo, visualizara mejor las capacidades de su dier, estudiándola poco a poco, para después formular una nueva misión para ella. Todos los encuentros peligrosos que Scarlett presenció (como la pelea en el bar, o esta lucha con la espada de Azrael) fueron planeados por el ángel de la guerra, y esto con el fin de analizar lo que es capaz su creación, así como para potenciar mejor sus habilidades... Todo es parte de su plan, de su maldito plan de destrucción y caos.

Volviendo con Scarlett, ella saltó aquel muro, dirigiéndose hacia el equipo dinamita, pero una presencia la hizo sonsacarse, puesto que la detective Decker, quien estaba detrás de la castaña, se aclaró la garganta para llamar su atención.

Otra vuelta Azazel había provocado una situación fatídica...

— ¿Qué haces cerca de una escena del crimen? —Chloe le cuestionó a Scarlett.

—Buscaba a Lucifer, él me llamó —ella respondió evasivamente, ocultando detrás suyo la espada.

— ¿Qué estás ocultando? —la detective sentía que la espada la llamaba—. ¿Qué tienes detrás tuyo?

—Mierda —murmuró Scarlett para sí.

En un movimiento rápido por parte de la detective, ahora ésta tenía en sus manos la espada, y, por ende, sucumbió ante su control.

—Scarlett —una voz ronca y furiosa salió de los labios de la detective—. Me has complicado demasiado mi relación con Lucifer.

—Ohh, esto se puso bueno —Azazel, quien todavía permanecía en las sombras observando todo, murmuró para sí—. Sí algo sale mal, intervengo; pero según mis patrones, todo saldrá bien. Ya precipité todo, ni modo, pero no importa, porque ella puede hacerlo, esto la potenciará más. Sólo espero que no falle —se convenció a sí mismo de sus decisiones repentinas y extrañas.

—Técnicamente ustedes sólo son compañeros —Scarlett alzó sus manos como símbolo de rendición y calma, pero a la vez estaba atenta a cualquier ataque.

— ¡NO! —negó Chloe con demasiada furia—. ¡Podemos ser más que eso, pero apareciste maldita zorra! —Chloe lanzó un ataque hacia Scarlett, sin embargo, la dier se defendió, logrando bloquear el ataque con sus puños americanos (los cuales siempre los tuvo en mano desde el enfrentamiento con Dan).

—Tranquila, Decker, podemos resolverlo, sólo dame el espada, y todo volverá a la normalidad —Scarlett intentó negociar con la detective, pero ella todavía estaba bajo el control de la espada.

—Desde que llegaste, Lucifer sólo se la pasa preocupado por ti o pensando en ti —Chloe aún tenía apuntando el arma hacia el pecho de la castaña.

Por su parte, Scarlett permanecía demasiado alerta a cualquier movimiento o gesto que diera indicio a un repentino ataque, no podía gritar porque eso alertaría a Chloe, lo que resultaría en un ataque fatal; sus labios permanecían sellados, temblando por el miedo inminente. Ni Lucifer, ni el equipo dinamita estaban enterados de la situación crítica, sólo estaban ella y Decker, mirándose entre sí, analizando al oponente, con los celos de ambas aglutinándose en el ambiente, una lucha por intereses, un conflicto por tener la atención de Lucifer...

—Eso no es cierto, eres importante para él —Scarlett dijo con sinceridad—. Yo sólo soy una simple protegida... —murmuró con pesar en su alma, ella pensaba que sólo entre ella y Lucifer no había algo mutuo... Pero a veces la realidad cambia drásticamente, y los sentimientos de un Diablo no son la excepción.

—No, tú bien sabes que hay algo más —Chloe comenzó a acercarse más a Scarlett, sosteniendo el arma más fuerte debido al coraje que le hacía hablar sobre la relación entre su compañero y la chica—. ¡TÚ LE IMPORTAS MÁS! ¡SIEMPRE LO HA SIDO! —un ataque fue directo hacia el estómago de Scarlett, provocando que ella sangrara.

— ¡CUIDADO CON EL FILO! —Scarlett exclamó reteniéndose el sangrado de su cortada—. Un paso en falso y tu servidora dejará la existencia para siempre.

— ¡ESO ES LO QUE MÁS QUIERO! —Chloe con una sonrisa diabólica lanza otro cuchillazo hacia el estómago de la protegida del Diablo, pero ella con una voltereta en el suelo, logra deslizarse a unos cuantos metros de la rubia.

— ¡Tú no eres así Chloe! ¡Te está controlando la espada! —Scarlett se levantó con dificultad debido a la herida, pero sorpresivamente ésta desapareció (gracias a que Lucifer estaba a un perímetro cerca de ella) —. ¡RESISTE CHLOE! ¡NO SUCUMBAS AL PODER DIVINO! —era la última advertencia para la detective, ya que de lo contrario Scarlett la desarmaría por las malas, con sus puños americanos.

La chica del Diablo, no quería lastimar a la amiga de Lucifer, por el simple hecho de no hacerle daño a su diablillo, por lo que no tuvo remedio más que intentar negociar con la detective aburrida, y si en dado caso no resultaba aquello, pues ella no tendría opción más que usar la fuerza, sin piedad alguna, y sin importar las consecuencias, ya que era su vida o la de Chloe.

Todo el asunto parecía indicar que Decker no se detendría, por lo que Scarlett no le quedó de otra que ponerse en posición de ataque.

—Esto se acaba aquí y ahora, Knight —la detective la miró amenazadoramente.

—Entonces atente a las consecuencias, Decker —Scarlett la retó con la mirada.

En un santiamén, Chloe suelta un espadazo hacia el hombro izquierdo de Scarlett, pero ella logra hacerse un lado, para luego tomar de escudo una tapa de un bote de basura, lo cual no la ayudó mucho, pero le sirvió para distraer a la rubia, ya que ésta lanzó un ataque directo al escudo, lo que dio en consecuencia a que la espada quedara atorada en dicho objeto.

— ¡Quédate quieta, perra! —la detective dijo entre dientes, desatorando la espada del escudo improvisado.

Más espadazos surgieron de la detective, y por consiguiente Scarlett seguía esquivándolos y bloqueándolos con sus puños americanos con audacia, pero como toda humana ella se estaba agotando, respirando pesadamente para calmar su cansancio, en cambio Chloe, alimentada por la ira seguía en pie sin ningún indicio de pesadez.

—Tú puedes, dier —Azazel se comentó para sí, observando toda la pelea con orgullo, estaba orgulloso de la capacidad de ella...

De un momento a otro, Scarlett logra taclear a Decker, con sólo un zarpazo de su par de armas hacia las piernas de la atacante. Este movimiento le dio tiempo a Scarlett para bajar a su altura, tomar la mano con la que Chloe poseía el arma, e intentar quitarle el arma por la fuerza. Hubo un forcejeo, ella no cedía, sólo había dos opciones para acabar con la pesadilla, cortarle la mano o hacerla entrar en razón.

— ¡A Lucifer le importas y mucho! —Scarlett le expresó a la detective, quien al escuchar aquellas palabras se queda perpleja—. Ustedes son el uno para el otro —con el dolor en su corazón tuvo que mencionar lo anterior... Pero no estaba en lo cierto...

— ¿En serio? —los ojos de Chloe brillaron, momento en el que Scarlett logra sacarle la espada de su poder, para después escabullirse a la oscuridad del lugar.

El efecto del arma celestial se había esfumado, y por ende la detective se quedó desorientada, no recordaba absolutamente todo lo que sucedió con Scarlett o cómo tuvo en su poder la espada; puesto que así funciona esta arma, primero te llama, te enloquece, y luego cuando ya no estás bajo su control borra todo lo sucedido durante el lapso del efecto ensordecedor de la misma.

—Finalmente —Scarlett suspiró totalmente cansada, recostándose en un rincón oscuro para reposar, respirando agitadamente.

— ¿Dónde estoy? —Decker se dijo a sí misma—. Debo de volver a la escena del crimen —con total confusión se marchó hacia la casa del otro lado.

— ¡Scarlett dónde estás! —la voz de Sariel hizo eco en toda la casa, donde el equipo estaba inspeccionando.

—Aquí —murmuró Scarlett, sosteniendo la espada entre sus manos con mucha fuerza, procurando así no volver a cometer el mismo error de tirarla lejos de su alcance, como lo sucedido hace horas atrás, esta vez no dejaría que una espada muy peligrosa se escapara de su poder.

— ¡SCARLETT! —también la voz de Lucifer resonó.

— ¡LA TENGO, POR FIN LA TENGO! —Scarlett hizo un grito rasgado, producto del estrés por la situación y la adrenalina expulsada.

Fueron cuestión de segundos para que el equipo y Lucifer la encontraran...

— ¿Qué sucedió? —Hans haciéndose el que no sabía nada, cuestionó.

—Aquí está la espada —Scarlett se levantó repentinamente, ya no estaba cansada, al parecer durante la batalla que tuvo con la detective, Lucifer se alejó demasiado de ella, por lo que su condición humana le jugó una gran mala jugada—. Fue duro quitársela a tu detective —le entregó la espada a Lucifer—. La próxima vez esconde mejor tus cosas —no miró al Diablo a los ojos, fue un cambio de actitud repentino...

—Lamento no estar contigo para ayudarte —Lucifer le expresó a su protegida con total sinceridad, mientras escondía la espada en su traje.

—No importa, ya tienes el objeto en tus manos —la chica se dirigió a Lucifer—. Y por ende nuestra misión ha acabado —volteó a mirar a su equipo, quienes solo asintieron y se fueron hacia la base—. Nos vemos luego, Lucifer —Scarlett sonrió de lado, lo que dejó a Lucifer totalmente desconcertado y a la vez loco por ella...

—Espera, Scarlett —él la detuvo de su brazo, sosteniéndola suavemente para que no se fuera de su lado—. Quiero hablar pacíficamente contigo, por favor —por primera vez en miles de años, Lucifer le ruega a una humana... y no a cualquiera humana simple...

La protegida del Diablo, lo pensó por algunos minutos, todavía seguía enojada con Lucifer, y no sería fácil perdonarlo, pero finalmente la chica accedió...

—Bien, te veo mañana en la noche. Necesito descansar después de esta arrastrada con la espada —Scarlett se dirigió con suavidad hacia Lucifer, lo cual quitaba la tensión de ambos...

Toda la catástrofe divina había terminado, la pesadilla por fin se culminó... Pasaron las horas, y Scarlett cumplió su palabra, ella ahora estaba en los aposentos de su Lucifer, fue sola, ya que le pidió a su equipo estar a solas con Lucifer, quería comprobar algunos sentimientos nacientes dentro de su alma...

Pero Lucifer no estaba solo, sino que lo acompañaban Amenadiel, y alguien muy inesperado, Sariel...

—Amor, te dije que quería aclarar unas cosas con Lucifer en privado, ya sabes algunos asuntos de pacto —Scarlett se dirigió a su novio.

—Lo sé, ángel, pero quería debatir con mis hermanos sobre la nueva ubicación de la espada —Sariel respondió.

—Por cierto, ¿dónde la pondrás hermano? —Amenadiel le preguntó a Lucifer.

—Lo más lejos de mamá hasta donde sé —Lucifer con un trago en la mano se lamentaba dejar a su madre en el plano terrenal...

— ¿Qué? —dijo expectante Scarlett—, así que todo fue culpa de tu madre. Todo lo que pasé por la espada, los ataques, y esta constante incógnita en mi mente que no me deja dormir, sobre por qué la espada no me surgió efecto en mi ser si soy humana...

Las palabras de su protegida, hicieron un efecto abrasador en Lucifer, ahora se preguntaba más cuestiones sobre ella, más dudas sobre su ser y su existencia...

— ¿Cómo que no te hizo efecto? —Lucifer pensó que fue una broma, disfrazando el asunto serio con un chiste banal—. Eso es imposible, jajaja.

—Te aseguro que no lo es —Scarlett toma la espada, la cual estaba en poder de Lucifer, y miró fijamente hacia su Diablo—. Ves, no siento nada, soy inmune. Y la espada funciona, correctamente —ella quiso cortarse un poco la mano para comprobar que la espada estaba totalmente en orden (con su filo característico), pero sorpresivamente aquella arma no le cortó su piel, es decir, el filo no perforó nada... Hecho que dejó a todos boquiabiertos.

— ¿Qué demonios acabas de hacer, ángel? —Sariel se aproximó a su novia para verificar que ella no estuviera herida.

—Luci, ¿por qué la espada no le hizo efecto ni en su mente ni en su cuerpo? —Amenadiel observaba perplejo toda la situación, siendo testigo de la fuerza ante la unión de Lucifer Morningstar y Scarlett Knight.

—No lo sé —Lucifer expresó sin aire alguno, dejando de lado su trago de whisky—. Tal vez esta porquería se descompuso —ahora él volvió a tomar la espada y prosiguió a cortarse con esta, y ohh sorpresa, tampoco ésta le perforó nada...

Su unión y cercanía cada vez se hacían más fuertes...

— ¿Qué eres en realidad? —Amenadiel el habló a Scarlett con cierta aberración. Él había visto que su hermano es fuerte al lado de ella, pero no con aquella gran magnitud.

—No te desvíes del punto, Amenadiel —Sariel trató de calmar las cosas, es decir, quiso desviar dicho tema complicado de explicar y de investigar—. La reunión principal es mantener la espada lejos de mamá.

Y tal como si la hubieran invocado, la madre de todos los ángeles se hace presente en el elevador del pent-house.

—Hablando de la madre del Diablo —Lucifer también quiso dejar a un lado lo sucedido.

—Eso fue rápido —la Diosa le habló a su hijo diabólico—. ¿No pudiste esperar un día o dos para recuperarla? —comentó con cierto sarcasmo disfrazado de malevolencia—. No hubo suficiente carnicería para que volteara tu padre.

—Ya siéntese señora —Scarlett rodó los ojos ante las tremendas mamadas que dijo la mamá de Lucifer.

—Ni toda la carnicería del mundo llamaría su atención, mamá. Ya deberías saberlo —el Diablo dijo una verdad bastante cruda.

—Causó tanto daño —Scarlett se acercó lentamente hacia la mirada de la Diosa—. ¿Estas son actitudes dignas de un ser poderoso? —la retó con aquellas palabras, las cuales sí hicieron enojar a la Diosa.

—Cuida cómo me tratas, criatura maldita, despreciable. Tú no eres digna para mis hijos —ella se refirió a sus tres hijos, los principales interesados en Scarlett (Lucifer, Sariel y Azazel).

— ¿Qué me acaba de decir? —la furia de Scarlett fue en aumento, y lentamente dicho enojo fue aumentando por la intensidad de la situación—. No le tengo miedo, doña. Si no le tengo miedo ni a Dios ni al Diablo, ¿qué le hace creer que le tengo miedo a usted, eh?... Mida sus consecuencias, o no habrá una próxima vez.

Scarlett sentía un ardor insoportable en sus manos, las cuales fueron producto de que éstas estaban en llamas, en aquel fuego color azul que no se visualizaba tanto y que a simple vista de los ángeles fue imperceptible, sin embargo, la Diosa alcanzó a ver aquella acción de la protegida del Diablo, lo cual la dejó sumamente boquiabierta, y por lo que prefirió no hacerla enojar más, ya que no quería morir en ese instante y volver a revivir en otro cuerpo humano; por lo que optó por calmar a la chica.

—Bien, no hay problema en ello —la Diosa sonrió falsamente—. Dejémonos de pleitos y concentrémonos en lo esencial —ella prefirió terminar esto aquí, para después cuestionar y regañar a Azazel por la aberración que había creado...

Todos los presentes observaron la situación con mucho asombro, nunca pensaron que una humana enfrentaría así a una divinidad. Eso sí, no se molestaron por la osadía de la castaña al enfrentar a su madre, hasta lo celebraron, bueno sólo Lucifer y Sariel se sentían orgullosos del enfrentamiento de Scarlett con la Diosa, a excepción de Amenadiel, quien creía que la chica no debió de dirigirle así la palabra a su sacrosanta madre. Así como, poco a poco Lucifer veía con otros ojos a su protegida, cada acción lo hacía suspirar, pero éste siempre renegaba sus sentimientos.

—Ya, cortemos esta tensión —Lucifer intervino entre las mujeres—. Aquí no pasó nada...

—Uriel era nuestro hijo, tu hermano; deberíamos lamentarlo juntos—la Diosa se refirió a Dios.

Dichas palabras hicieron que el corazón de Sariel nuevamente se estrujara con lo sucedido con su hermano, por lo que bajó su cabeza con cierta tristeza.

—No creo que esto se trate de eso, tú quieres y buscas algo de mi padre —Lucifer intuyó algo más en los planes de su madre—. ¿Qué cosa?

—Lo que siempre he querido, quiero recuperar a mi familia —la Diosa se escudó, omitiendo su verdadero propósito.

—Pero eso no es posible —Lucifer dijo muy obvio.

—Claro que lo es —ella comentó con mucha seguridad—. Con mis tres hijos de mi lado, un frente unido, tu padre estará obligado a escucharnos.

— ¿Obligado papá? —Lucifer expresó con burla—. Creo que la soberbia humana se te está pegando madre —habló con un tono sarcástico—. Díganselo —se dirigió a sus hermanos.

—Luci, no lo haré porque concuerdo con ella —Amenadiel comentó de manera sorpresiva, lo que dejó estupefacto al Diablo.

—Yo no estoy de acuerdo en ello; madre últimamente has tomado medidas drásticas para una causa fallida. Ni siquiera él está enterado de lo que sucede en el cielo y quieres hacer un berrinche para recuperar los viejos tiempos, por favor no digas tonterías —Sariel opinó al respecto, ya estaba harto de las pendejadas de su madre, las cuales casi le cuestan la vida a su amada y a sus hermanos.

Lo anterior expuesto, hizo que Lucifer concordara con su hermano menor, dirigiéndole una mirada de complicidad y orgullo.

—Creí que estabas de su lado porque no podías llevarla al Infierno —el Diablo ahora se dirigió hacia Amenadiel—. ¿Desde cuándo te convenció?

—Desde ahora —el hermano mayor respondió—. Más que nunca sé que la humanidad y la divinidad no se mezclan, es la espada Luci, esa espada fue el colmo, no debería de estar aquí y nosotros tampoco, ¡entiendan! —miró detenidamente a sus hermanos menores.

La Diosa miró con orgullo a su hijo mayor, y miró con decepción a los otros dos, pensando por qué la humana Scarlett los anclaba tanto a la Tierra.

—Pues, no pienso volver al Infierno —Lucifer expresó con mucha impotencia.

—Y yo no pienso volver al cielo, con esos malditos hermanos que me lastimaron o intentan lastimar a mi novia —Sariel concordó con las objeciones de Lucifer.

—Esto no es para que regreses allá, Lucifer. Es respecto al cielo, es para que todos regresemos. Y más tu Sariel, no tienes qué hacer aquí —la Diosa miró a su hijo con aquellos ojos suplicantes.

—Mi respuesta es no madre —Sariel se negó rotundamente.

— ¿Regresemos? —Lucifer sonrió sarcásticamente—. Ustedes, tal vez —se refirió a su madre y Amenadiel—. Muy bien dicho, Sariel —le dio unas palmaditas su hermanito por su apoyo, sabía que podía contar con él—. Veo que no lo entienden, ¿verdad? Jamás lo han hecho. ¡¡EL INFIERNO NO ERA MI HOGAR Y EL CIELO ERA... EL INFIERNO, EL ÚNICO SITIO DONDE ME HE SENTIDO DESEADO O RESPETADO ES...!! —no pudo acabar su frase porque su madre lo interrumpió abruptamente.

— ¡¿ES AQUÍ CON LA HUMANIDAD?! ¡POR ELLA! —La Diosa explotó en cólera, viendo con ojos fulminantes a Scarlett, pensaba que todas las complicaciones con sus hijos eran por su culpa, por esa simple y banal humana, como ella lo pensaba.

— ¡SÍ, ELLA ES MI HOGAR! ¡ENTIÉNDELO MADRE! —Lucifer finalmente lo dijo, expresó algunos sentimientos por su protegida, lo que dejó a Scarlett helada sin palabra alguna, y con leves pálpitos en su corazón por Lucifer... Mientras que a Sariel, esto no le pintaba nada bien... Celos surgieron del ángel en aquella noche de revelaciones...

Al decir lo anterior, Lucifer también sentía un ardor en las manos, y éstas no estaban en fuego, sino que la espada (que aun llevaba en manos) canalizaba ese enojo, haciendo que ésta se prendiera considerablemente en llamas, acción que la Diosa también observó y por eso trató de calmar las cosas.

—Bien, bien —ella suspiró—. No tiene caso discutir, ya vámonos —volteó hacia Amenadiel, quien sólo asintió ante la petición de su madre—. Cuidado, es filosa —miró la espada con harto detalle, pensando en lo que le digo su hijo Azazel: "la espada es la respuesta", ¡bingo!, descifró que la espada de Azrael es la legendaria espada flamígera—. ¿Cómo dice el dicho? —la Diosa comentó, ya estando adentro del elevador junto a Amenadiel—. Cuando mi querido esposo cierra una puerta, abre una ventana... —Amenadiel se tornó confundido, a lo que su madre intentó iluminarlo—. La ventana se abrió —miró a su hijo Lucifer con la espada en la mano, y después de ello visualizó a Scarlett dirigiéndose hacia él; posteriormente una imagen de ellos juntos peleando mano a mano con Dios se le formuló a la Diosa... Esto iba a ser una gran jugada... Juntos podrían con el todopoderoso...

Al día siguiente, Lucifer se encontraba en una misión de introspección, en dónde se cuestionaba por qué la Tierra era su hogar, o más bien por qué la considera como su auténtico hogar, ni en el cielo ni en el infierno se sintió a gusto, ¿por qué en el plano terrenal sí?, ¿será por ella?, ¿por la detective?... Esas eran las dudas que no lo dejaban pensar con claridad, cuando la respuesta ya se lo había mencionado a su madre... "Ella es mi hogar", ¿cómo pudo pasar esto?

Intentó buscar las respuestas con Linda, pero nada le resultó, por lo que prefirió descubrirlo durante el nuevo caso con la detective, el cual se basaba en la muerte de un hombre de negocios, llamado Dean Cooper, dueño de la manzana dónde se encontraba el Lux.

Aquel caso iba a ser algo muy peculiar, ya que tan pronto se murió el sujeto, el heredero de las propiedades del occiso, ya se encontraba vendiéndolas, y esto incluía al Lux, lo que para Lucifer fue un golpe bajo...

Mazikeen por una parte creía que todo era obra de la Diosa de la Creación, por lo que convocó al equipo dinamita para que cuidaran el hogar de Lucifer, oferta que no pudo ser rechazada por Scarlett, y más si le arrebataran algo que le dolía a su Diablo.

En tanto, Lucifer seguía investigando quién era el maldito quien osaba quitarle su hogar en la Tierra, no fue el hijo del asesinado, sino una empresaria rival del mismo, llamada Eleanor Bloom, quien sólo quería todas las propiedades de Dean Cooper para destruirlo, y eso incluía al Lux, en donde Bloom quería demolerlo y poner un mega mall... Aquello hizo enfurecer al Diablo... Quien de inmediato llamó a Scarlett para buscar ayuda.

—Por favor, tienes que quedarte en el Lux y protegerlo, hazme ese favor, te lo pido con todo mi ser —Lucifer le volvió a rogar a Scarlett.

—Ya nos llamó Maze con anterioridad, estamos vigilando el área —ella le informó al Diablo, pero en ese mismo instante de la llamada unos trabajadores llegan al Lux, queriendo desalojar las cosas de Lucifer, por lo que el equipo dinamita entró en acción, ahuyentándolos de una manera astuta—. Maldita sea, están aquí los que quieren echarte de tu casa, ¿quieres unirte a la fiesta?, no te pierdas de algunos trucos que aprendí.

—No lo dudo —aquella broma de Scarlett lo hizo sonreír de manera inconsciente—. Voy en camino —Lucifer colgó la llamada.

Mientras la llamada estaba en curso Sariel no pudo evitar sentir celos por las expresiones que tenía su novia al hablar con su hermano.

—No olviden sin golpes, esto se resuelve con palabras capciosas, tal y como un abogado corrupto —Scarlett se dirigió a su equipo, animándolos a cómo acabar con el problema.

—Ayy no, yo quería repartir madrazos —As bufó ante la propuesta de su invocadora.

—Recuerden aquí no es el Infierno para resolver todo con golpes, si tocamos a esos trabajadores son arrestarían, y no quiero eso para el equipo, así que mejor hay que distraerlos hasta que Lucifer se encargue de ellos, ¿entendido? —Scarlett formuló un plan para tratar de sacar a aquellos hombres de una manera sutil, ya que ella no quería meterse en asuntos legales, y más darle el gusto a la detective de ser arrestada y encarcelada por daños a terceros.

—Maravillosa jugada —expresó Zara, dando indicio a que estaba de acuerdo con el plan.

—Excelente ángel —Sariel con un tono no tan dulce le comenta a Scarlett.

Se podía ver que poco a poco Sariel y Scarlett se estaban distanciando...

—Bueno, pero si me provocan esos tipos, no me quedará de otra que darles una paliza —Astaroth a regañadientes aceptó el plan, pero pedía desde su interior que todo saliese como él quería para así golpear a aquellos humanos que querían lastimar a su rey.

—Estamos a la orden, para el desorden, jefa —Beelzebub comentó de manera graciosa para darle un toque de comedia a la misión.

—Entendido —Joy dijo, seguido de Nicole quien sólo asintió ante el plan, pensando en múltiples jugadas que haría para alejar a los tipos del Lux.

Y en cuanto a Hans, él sólo se quedó callado, y no le quedó de otra más que seguir con el plan, para estudiar a su creación, analizándola de diferentes situaciones para así darle una sentencia final para su plan...

Dicho y hecho, así el equipo dinamita atrasó el trabajo de los tipos, jugándole algunos ases bajo su manga, como, por ejemplo, perderles las cosas, distraerlos con una charla o espantándolos con juegos mentales (como lo hizo Azazel y los demonios con sus poderes infernales), y hablando del ángel del caos, éste no quería incitar una pelea en el Lux, ya que su ataque se vería más que obvio ante Lucifer, por lo que optó por aparentar por el momento...

Cuando llegó Lucifer, éste propuso hacer una gran fiesta en sus dominios para así distraer en definitivo a los que querían despojarlo de su hogar (esto claro alcoholizándolos primero), dicho plan fue más que perfecto para el equipo, y por ende se unieron a la fiesta, diversión y más diversión, una recompensa por haber trabajado en la investigación para hallar la espada de Azrael.

Por otra parte, la Diosa de la Creación, usó el problema de Lucifer a su favor, y mediante sus tretas y contactos, logró conseguir a un hombre que fabrica explosivos para así demoler el Lux (el hogar de Lucifer, que hacía que su hijo no quisiera ir al vergel celestial junto con ella). No obstante, los planes de la madre del Diablo, se vieron arruinados por la cobardía del hombre de las bombas, y como siempre quiso sacarle provecho al asunto, quedándose en la fiesta de su hijo, observando el comportamiento de éste para analizarlo mejor.

« ¿Qué haces aquí madre? » Azazel se adentró a la mente de su progenitora.

«Tengo un plan para volver al cielo, y tú irás conmigo a casa jovencito» su madre le respondió a manera de un pensamiento.

«Ni putas vuelvo allá, será mejor que escuches mi plan, o sino no sabrás lo que te espera» Azazel amenazó a su madre, a lo que ella reaccionó de una manera sorpresiva.

«Primero lo primero, hijo. Ahora salte de mi cabeza. Averte vocem tuam et in eadem sententia» lo último lo recitó la Diosa a manera de sacar a su hijo de su mente por el momento, y este hecho hizo que Azazel se sonsacara de su área de confianza, y por ende hizo que le tuviera un cierto miedo hacia su madre.

Aquel conjuro en latín hizo que los poderes de Azazel se debilitaran por completo, haciendo que éste se revolcara en su dolor...

—Chingada madre, la subestimé demasiado —el ángel caído murmuró, aguantando su dolor evidente en las sombras del Lux, donde siempre se oculta para acechar, pero ahora en vez de ello se estaba arrepintiendo de dejar a su madre en la Tierra, y peor aún que ella se enterara de sus conocimientos mágicos.

Pasaron los minutos largos de una fiesta inolvidable, como siempre Lucifer haciendo lo que mejor sabe hacer, divertirse, y por su supuesto estaba Scarlett a su lado para que ella sintiera lo que es el éxtasis y la emoción de celebrar una fiesta prohibida. Pero todo casi acaba cuando los policías arribaron la zona y éstos acompañados de la detective Decker.

Sin embargo, sorpresivamente la detective se puso de lado de Lucifer, para que la fiesta continuara (y en consecuencia para que el Lux, hogar de Lucifer, no fuera demolido), acción que hizo que el Diablo se sintiera un poco más atraído por ella, lo que para Scarlett sería un altibajo.

Un juego de ambas humanas, ¿quién se quedaría con el premio?

Hubo una extraña acción por parte de Lucifer, que hizo pensar a Scarlett que ella no sería aquella ganadora, la cual fue la siguiente: primero Lucifer le dijo invitada de honor a la detective (un cuchillazo directo al corazón de Scarlett), después la tomó de la mano y la llevó a la pista de baile (otro cuchillazo más), empezó a bailar con Chloe de una manera amistosa (y otro más), y finalmente baila con la rubia de manera muy pegada, abrazada, como si fueran algo más (aquello hizo que Scarlett definiera sus celos, todos eran a causa de la detective, y por Lucifer).

— ¿Qué tienes, ángel? —Sariel, quien miraba las expresiones de su amada, ante la escena de Chloe y Lucifer, se acercó a ella para apoyarla, aunque le doliera y le dieran celos, sólo quería verla feliz...

—No sé lo que siento por el Diablo —Scarlett no le mentiría a su novio, y más si hay unos sentimientos por otro ser de por medio—. Estoy confundida, muy confundida.

—Entiendo —Sariel rodeó con sus brazos la cintura de Scarlett, como símbolo de apoyo.

—Esto duele en verdad, verlo feliz con ella —Scarlett sentía que su corazón poco a poco se marchitaba—. Pensé que teníamos algo mutuo.

Un nudo de la garganta se le empezó a formar a Scarlett, y esto lo notó Sariel, por lo que él la abrazó con todas sus fuerzas, hundiendo la cara de su chica en su pecho, haciendo que ella no mirara la escena, y ante esto ella lloró de una manera indescriptible.

—No mires, ángel —él la acarició del cabello para calmarla—. Él no es digno de ti —Sariel se enojó con su hermano mayor, por sólo el hecho de lastimarla, la hirió una vez, y no dejaría que el Diablo la volviera a lastimar otra vez...

—Ya vámonos, se ve que Lucifer puede con esto solo —sentenció la castaña, con cierto enojo en su alma.

Todo lo anterior hizo que Azazel sonriera de manera malévola, esto lo vio venir...

Por consiguiente, el equipo volvió a su base, buscando otras misiones que cubrir, pero no había mucho que abarcar, así que mejor el equipo optó por patrullar las calles, en busca de los maleantes y atraparon algunos, no obstante, esto no sacio la ira de Scarlett, la cual iba en aumento, enojo por la situación y por la misma humanidad, algo en ella habría cambiado al sentir amor por el Diablo.

En tanto, Lucifer al no ver a su protegida en su fiesta, se sintió vacío, como si algo le faltara, y no sabía el por qué... Pero prefirió concentrarse en recuperar su hogar, antes que nada, ya que él pensó que su sentido de vacío se debía a que tenía el estrés por perder sus aposentos.

Al día siguiente, todo marchaba un poco gris, Lucifer no logró en el día anterior recuperar su hogar, y en consecuencia se estaba despidiendo del Lux con una triste canción en el piano, el sentimiento de vacío se le incrementaba, ya que Scarlett estaba lejos de él... Pero no fue hasta que la detective salvó el hogar de Lucifer, puesto que ella hizo que el Lux fuera denominado sitio histórico por el condado de Los Ángeles, algo que sólo Chloe pudo hacer mediante sus contactos y su astucia... Este hecho hizo que Lucifer se fijara en ella con otros ojos... Por lo que el Diablo invitó a la detective a cenar (incluso a manera de cita).

«Toma esa, Scarlett» pensó la detective en forma de victoria ante la guerra de celos.

Todo lo sucedido Lucifer se lo comentó a Linda dentro de una sesión, él estaba realmente confundido por ellas...

—Te diste cuenta que tu hogar te importaba más que el Lux, que podías dejar el Lux y seguir teniendo un lugar aquí —Linda comenzó a encajar la verdad para que Lucifer se iluminara.

—Porque Los Ángeles es mi hogar verdadero con Lux o sin el —Lucifer respondió.

— ¿Estás seguro que eso es lo que buscabas?

—Pues, ¿qué más iba a hacer?

—Algo vi cuando me presentaste a tu madre en tu fiesta prohibida, ¿por qué es que soy el único humano en tu vida que sabe en verdad quién eres?

—No eres la única, Scarlett fue la primera en saberlo, y ni siquiera se asustó. Además, tú quisiste saber, lo olvidas, insististe en saber en qué te enseñara; al igual que ella, pero Scarlett no tuvo la misma reacción que tú, y entonces el sentimiento nació...

—Sin embargo, veo que estás confundido por ambas. Aparte la detective te ha preguntado varias veces sobre tu verdadero ser.

—Y siempre se lo he dicho.

—Pero sabes que no puede creerte, le pudiste mostrar tu ser verdadero, pero no... ¿Por qué es eso? ¿Por qué a Scarlett sí y a Chloe no? —el planteamiento de Linda hizo que el Diablo dudara, y mucho—. ¿Crees qué es porque temes a cómo podría reaccionar la detective? —más y más incógnitas surgieron en la mente de Lucifer—. Porque te importa mucho lo que piense sobre ti...

—No, lo lamento doctora... No entiendo a dónde vas con esto... —Lucifer estaba a casi nada de explotar en un mar turbulento de cuestionamientos y dudas.

—Sí creo que viniste a Los Ángeles buscando algo importante, pero también creo que dejaste de hacerlo porque tal vez apareció —la doctora Martin se refería a Scarlett, a la chica que hizo mover el mundo del mismísimo Diablo, a aquella que lo hace fuerte...

En tanto, Scarlett seguía con el pesar de lo que estaba viviendo con Lucifer, nunca se había sentido de esa forma, incluso dentro de las misiones se sentía con ganas de llorar, de sacar lo frustrada que estaba porque Chloe le había ganado, se lo había arrebatado.

—A la chingada, esto se aclara hoy mismo —de un momento a otro Scarlett soltó sin más, ella estaba entrenando en la base del equipo, pero sus pensamientos no la ayudaban a concentrarse, por lo que decidió arreglar las cosas de una vez por todas.

Scarlett de manera rápida se transportó hacia el pent-house de Lucifer, dejando a todo su equipo anonadado por su actitud tan repentina. Y en cuanto a Sariel, él solamente suspiró con pesar al verla de esa manera...

Por otro lado, Lucifer estaba indeciso ante la cita con la detective, puesto que se cuestionaba a cada rato si ella lo aceptaría como su protegida, si aceptaría ese lado malvado y rebelde que tiene. Chloe le mandaba mensajes para que él viniera al encuentro, pero Lucifer sólo a dejaba en visto, hasta que la detective le dijo: "está bien, me iré a casa", aquel mensaje dejó dolido a Lucifer, a lo que decidió ir hacia ella para explicarle su tardanza y arreglar las cosas con ella, pues no quería perderla al igual que lo hizo con Scarlett Knight.

Justo cuando Lucifer se levantaba para ir con la detective, Scarlett atraviesa aquel ascensor, encontrándose cara a cara con el Diablo, quien al verla fue como un rayo de esperanza para su corazón confundido.

—Quiero arreglar las cosas contigo, Lucifer —Scarlett anunció—. No debe de quedar todo así, no de esta manera tan distanciada y a la vez junta, esto no debe de ser así.

—Concuerdo contigo, mi querida protegida —Lucifer se acercó a ella, y lentamente le tomó su mano para dirigirla hacia la sala de estar—. Quiero hablar de muchas cosas.

—Es decir que, ¿todos nuestros problemas quedaron saldados? —Scarlett acarició por un segundo la mano de Lucifer, la cual la sujetaba suavemente.

—Así es, Scarlett Knight. Todo ha quedado en el pasado, y prefiero volver a los viejos tiempos, a nuestra unión de pacto —Lucifer responde de una manera sincera, siguiendo el ritmo de sus latidos los cuales clamaban por ella...

—Bien, esta noche será una noche larga de charla —Scarlett se sienta en el sillón italiano del Diablo, seguido del mismo rey del infierno...

La distancia entre ellos era cada vez más corta, y no era indicio de un encuentro sexual, sino de un sentimiento mutuo de apoyo, e indicios de un amor verdadero...

Toda la noche, Lucifer y Scarlett charlaron de cosas del pasado, de la historia de la humanidad, e incluso compartieron su propia historia el uno con el otro, se estaban conociendo a fondo, lo cual los unía cada vez más. Además, Scarlett (en un momento dado) se apoyó en el hombro de Lucifer, dando una primera señal de cariño, este hecho dejó al Diablo demasiado sorprendido y con sentimientos encontrados... La chispa ha sido encendida...

Sin embargo, en otro contexto, la Diosa de la Creación quería deshacerse de Chloe, por medio de una bomba escondida en el auto de la detective. La Diosa siguió a la rubia al restaurante (donde se encontraría con Lucifer), y esperó el momento exacto para detonar el explosivo... Primero quería deshacerse de Decker, quería destruir la primera cadena que ataba a su hijo diabólico al mundo, para después seguir con la otra cadena Scarlett... No obstante, la madre del Diablo estaba confundiéndose de objetivo, no era Chloe el pilar más fuerte de Lucifer, sino es la chica que le da esa fuerza al rey del Infierno, es ella quien es su más grande eslabón, el cual lo ancla al plano... Por lo que, la Diosa iba a matar a la mujer equivocada, pero antes de que hiciera una locura, Amenadiel la detuvo... El hijo mayor quería entrar en razón a su madre, pero ella recalcó sus motivos para aniquilar a los pilares de Lucifer.

—Esta alimaña, es la razón por la que Lucifer no quiere venir —la Diosa señaló el auto de la detective con mucha molestia—. La aniquilo, problema evitado —dio una absurda solución—. Y luego veo qué hacer con la otra humana idiota, grosera y rara.

Amenadiel no iba a permitir que su madre se ensuciara las manos de sangre humana, y más si ella destruía a las personas más importantes de su hermano, por lo que intentó detener a su madre por la fuerza, pero por mala suerte la Diosa toma a su hijo de cuello y lo alza del suelo como si éste fuera una pluma ligera, señal de que la divinidad de la Diosa está saliendo poco a poco de su saco de carne; este suceso hizo que Amenadiel se asustara, y por consecuente decidió convencer a su mamá con palabras...

— ¡Mamá, ya basta! —Amenadiel expresó con cierta angustia—. ¡Quiero ayudarte por favor! Conozco a Lucifer mejor que él mismo, y si matas a Chloe o a Scarlett él no descansará hasta saber quién lo hizo, y cuando lo haga, mamá, te odiará para siempre, al igual que Sariel por matar a su novia.

—Por favor, dos tontas humanas, no significarían más que su familia —ella objetó muy confiada de sus pensamientos.

—Mató a Uriel para protegerlas —Amenadiel le señaló los hechos verdaderos a su progenitora.

—Pero, ¿qué tienen de especial éstas humanas? —aún con las pruebas de que Scarlett es algo más allá que una humana, la Diosa se ponía en negación, y en cuanto a Chloe, ella no sabía su verdadero origen, cosa que la volvía loca por respuestas.

Unos segundos más tarde, Amenadiel logra convencer a su madre de que deje a los tesoros de Lucifer, convenciéndola de que el Diablo debe de tomar sus propias decisiones para regresar al cielo, lo que implicaría que él debería de renunciar a las únicas humanas que le dan sentido a su vida... Una es su debilidad y la otra es su fuerza, una dualidad filosa, lo que hace que Lucifer se sienta vivo, muy vivo... Esta verdad hizo que la Diosa recapacitara sus métodos para deslindar a Lucifer de la Tierra...

Volviendo con Lucifer y Scarlett; al día siguiente, todo marchaba como en los viejos tiempos, mientras que el Diablo trabajaba con la policía, su protegida iba a la escuela, cada quien con sus asuntos. Pero como siempre, antes del trabajo Lucifer iba a sus sesiones de terapia matutinas, en donde siempre charlaba con Linda sobre sus sentimientos... Y algo en particular descubrió en aquella terapia...

— ¿Te aterraste y no fuiste, cierto? —la doctora Martin, luego de escuchar el relato de su paciente, formula las cuestiones para iluminar al Diablo—. Tuviste la oportunidad de tener una cita con Chloe, y entonces por tu miedo la desperdiciaste.

— ¿Qué? —Lucifer cuestionó entre risas—. Soy el Diablo, doctora. Yo no tengo miedo. Pero algo me impidió ir con la detective —no fue algo, fue alguien muy especial lo cual lo confunde día a día...

—Escucha, te entiendo —Linda visualizó la posible causa que detuvo a Lucifer, quien fue nada más y nada menos que Scarlett—. Tú último avance te espantó y ahora estás asustado.

—Yo no me asusto y tampoco me aterro. Scarlett llegó en el momento exacto, platicamos y eso fue todo, nada más allá. Ella me dio la respuesta, mi protegida, sí, mi protegida —Lucifer explicó, pero algo andaba mal, ocultaba sus sentimientos por ella, y eso significaba que se estaba mintiendo así mismo, y todo por su negación a amar...

Como siempre la consulta incitaba a que Lucifer hiciera locuras, y en este caso (y por su confusión), decidió arreglar las cosas con Chloe, con el fin de volver a la misma actividad de antes, por lo que fue a su hogar para tener una charla con ella.

—Te debo una explicación —Lucifer dijo apenas y cruzó aquella puerta.

— ¿En serio?, ¿por qué? —Decker comentó con mucho fastidio—. ¿Es por haberme dejado sola en un restaurante para que el camarero me viera con pena toda la noche? —expresó con ironía—. Conozco tus explicaciones, ¡y no quiero su nombre, en especial hoy no! —Chloe había especulado que la causa de su cita fallida era la chica Knight, quien siempre mueve los planes de Lucifer (según la detective), quien con ella estaba más que molesta, ahora la detective se sentía derrotada por Scarlett, ella le había ganado la batalla de celos.

A pesar de la evidente ira de la detective, ella desvío toda emoción, ya que estaba por ir al juicio del homicida de su padre, y justamente a este hecho Lucifer decidió ir como apoyo hacia su compañera de trabajo, a manera de compensación de haberla dejado plantado en la cita.

No obstante, durante el juicio la presencia de la Diosa hizo que todo se complicara; debido a que este era su infame plan para deslizar el obstáculo llamado Chloe de la vida de su hijo; ¿y cómo logró esto? Pues fue algo verdaderamente sencillo, ya que ésta decidió representar al asesino del padre de Decker, una jugada demasiado estratégica por parte de ella...

Por supuesto, este suceso hizo que Lucifer se enfureciera con su madre por tal barbaridad...

— ¿Qué demonios haces madre? ¡Por qué haces esto! —Lucifer encaró a su propia madre después de la primera sesión del juicio.

—Debo de obligarte a que abras los ojos, ¡entiende que la tal Chloe que tanto adoras no te merece!

—Disfruto trabajar con ella, pero adorarla es desmesurado —y técnicamente no adoraba a Chloe, por ahora la había puesto en la zona de amigo porque había cambiado su objetivo...

— ¡Ay, por favor! Has sacrificado más por ella, que lo que jamás has sacrificado —la Diosa alzó la voz, mirando fríamente a su hijo—. ¿Lo has olvidado? Mataste a tu hermano, ¡a mi hijo!, para protegerla a ella y a la otra idiota.

—No le hables así de ella —Lucifer frunció su ceño como muestra de la osadía de su madre al hablar mal de su Scarlett.

—Veo que algo en tu interior ha cambiado, hijo —ella observó a su hijo de pies a cabeza.

—Es algo complicado.

—Pues, siendo así el caso, primero debo de probar un punto. Y sí todo sale de acuerdo al plan de la corte, podré asegurarme y entonces entenderás que la detective no te merece, y que no le importas tanto como ella a ti. Posteriormente lo probaré con tu protegida. Tienes que entender que tú no puedes estar con ellas porque tu perteneces con tu familia, y por eso debo de hacer esto.

Ante lo última frase, Lucifer intrigado, detiene a su madre para que ésta le dé respuestas:

— ¿Hacer qué, mamá?, ¿qué malévolo plan estás urdiendo?

—Sí, bueno iba a matar a Chloe con una bomba, y a Scarlett de otra manera; pero Amenadiel me convenció de no hacerlo —la Diosa confesó como si nada, y cabe de decir que Maze fue quien encontró esa bomba, salvando así el trasero e Decker.

Fue en ese preciso momento, que Lucifer enfureció más de lo que estaba... Nadie se atrevería a tocar a sus tesoros... Y más nadie le tocaría a su protegida.

— ¡Qué ibas a hacer qué! —Lucifer tenía la ira casi arrasando con todo su ser, en cualquier momento iba a arremeter con su madre—. ¡Madre te juro que, si las tocas, te destripo! —sus ojos rojos salieron como forma de amenaza, el Diablo iba a sacar su lado oscuro, por sólo el hecho de protegerlas...

—Vaya, tanto te importan... —la Diosa sonrió de lado, tenía algo en mente.

—Sólo prométeme que no les harás daño —Lucifer tornó de sus ojos diabólicos a sus ojos normales.

—Te prometo que nadie saldrá lastimado...

«Scarlett, ella es el objetivo principal» la Diosa pensó mientras prometía algo que no iba a cumplir, así de doble cara tiende a ser la madre de todos los ángeles.

En la segunda sesión del juicio, aquel hecho estaba complicando un poco la relación de Lucifer con Chloe, ya que tal y como lo dijo la Diosa, estaba debilitando aquella amistad verdadera, jugando con el honor y el orgullo de su hijo, por medio de la incitación hacia Chloe, la cual se basaba en traicionar a su compañero, haciendo que ella testifique que Lucifer es un mentiroso y loco; y con sólo este movimiento sería un gran golpe bajo para el ego del Diablo...

Como todas las pruebas para que el asesino del padre de Decker estaban desmoronándose, Lucifer convocó una vez más al equipo dinamita para que ellos le ayudaran a descubrir una vital pista para el juicio, el cual se basaba en sacarle información a una mafia china. Sin embargo, sólo estaban disponibles los demonios, Sariel, Hans y Scarlett para completar la misión, mientras que las chicas se encontraban un poco ocupadas con asuntos familiares...

En fin, el equipo dinamita acompañados de Lucifer, Dan y Maze, se adentraron hacia los dominios de una mafia china apodada como la "Triada". Mientras se encaminaban a dicho lugar, Lucifer se enteró que el detective inútil había tenido sexo con su madre, lo cual le provocó una gran cólera, así como se puso un tanto celoso, por lo que al enterarse de este suceso el Diablo tacleó con gran fuerza a Daniel, lo que hizo que ambos se adentraran de una forma violenta e inesperada a los dominios de la mafia, y esto en consecuencia hizo que éstos actuaran a la defensiva, apuntando a Lucifer y a Dan con sus múltiples pistolas.

—Esto no fue una entrada nada discreta —Scarlett comentó al ver la situación tensa.

—Ya se calentó la cosa, no sabía que mi rey se pusiera celoso por su madre —Astaroth agregó.

—Esto será muy peligroso para el mortal —Beelzebub se refirió al detective inútil.

—Por lo menos soy invulnerable con Lucifer de mi lado, alabado sea la inmortalidad en estos casos —Scarlett habló, mientras se adentraba junto con los demás hacia los aposentos de la Triada.

—Aún no puedo creer que seas invulnerable, ¡qué bien!, así no te perdería otra vez —Sariel le comentó a su novia, lo cual hizo que Scarlett sonriera y que los demás demonios resoplaran por tales cursilerías.

—Ya pues, atentos ante la pelea —Maze susurró.

—Por fortuna no expuse a mi Joy —As dijo en forma de susurro.

Para suerte de todos, Lucifer se encargó de los mafiosos, haciendo un trato con ellos (hablándoles en chino mandarín, pues el Diablo habla todos los idiomas), la cuestión que trató el Diablo era obtener la información que quería Daniel para el caso, pero a cambio Maze debía de pelear con un matón de aquella mafia, sin embargo, al ver a la peleadora audaz, la jefa de la mafia cambió sus condiciones...

—Elijo que la chica castaña y tierna pelee con otro de mis hombres —la jefa apodada como Madame Li, apuntó en dirección de Scarlett.

— ¿Quién yo? —Scarlett dijo ante la petición de la mujer.

—Sí tú —ella respondió—. O sino los mataremos a todos.

—Disculpe, Madame Li, esto no fue lo que acordamos —Lucifer objetó ante la petición de la mafiosa.

—Mi dominio, mis reglas —la mujer se limpió las manos.

La intención de la mafiosa era hacer perder a Lucifer y su compañía, para posteriormente matarlos uno por uno, lo que no contaba aquella tipa es que la mayoría eran inmortales...

—Esta es tu oportunidad, Scarlett. Tu oportunidad para poner en práctica todo lo que has aprendido —Astaroth le susurró a su invocadora en el oído izquierdo.

—Ten cuidado, ángel —Sariel le susurró a su novia en el oído derecho.

—Bien, lo haré —Scarlett se armó de valor y se dirigió hacia el centro de la batalla, al lado de Mazikeen.

—Maldición, ¿qué pasa si perdemos? —Daniel asustado por lo que se avecinaba, cuestionó.

—Nos matarán, bueno a ti, porque todos somos inmortales —Lucifer confiado de la situación le respondió al detective inútil.

En otro caso, si Scarlett fuera mortal, entonces Lucifer se ofrecería a pelear con aquel matón, a cambio de que ella estuviera a salvo, estaría dispuesto a defenderla una y otra vez...

Y, por si fuera poco, todo fue producto de Azazel, ya que él se adentró a la mente de la mafiosa, incitándola a poner a su dier en el fuego... Otra vuelta el ángel del caos quería poner potenciar a su creación... Un maldito manipulador de primera categoría, sin duda.

— ¡Tú puedes, Scarlett! —Beelzebub animó a su invocadora.

— ¡Hazlo trizas! —Hans hizo bulla para alentar a su amiga a la victoria.

— ¡Comiencen! —Madame Li anunció.

—Elijan sus armas —los hombres de la mafia, quienes estaban armados con espadas, se dirigieron hacia las peleadoras infernales.

—Elijo esos —Maze apuntó hacia las espadas de su contrincante.

—Ya tengo mis propias armas —Scarlett, una vez más, sacó sus puños americanos y se los colocó, esto la hacía ver muy ruda.

La batalla comenzó, a lo que Scarlett y Maze se pusieron en posición de ataque; primeramente, los maleantes lanzaron ataques con sus espadas, a los cuales las chicas los esquivaron, para después tomarlos del cuello y lanzarlos con una fuerza superior hacia el exterior, en donde se asomaba un jardín hermoso con decoración china, un campo de batalla bastante lujoso. Los atacantes frustrados se levantan enseguida, y vuelven a su posición original de ataque; mientras tanto todos los presentes, en especial Lucifer, se mostraban maravillados por la defensa de Maze y Scarlett. Lucifer estaba orgulloso de que Scarlett se defendiera, y eso le sumó un punto hacia su atracción por la castaña.

Miles de ataques filosos más lanzaron aquellos tipejos, pero el entrenamiento de aquel dúo infernal, los hicieron ver como unos simples novatos. Por un lado, Mazikeen golpeaba con sus propios puños a su contrincante para después desarmarlo de una manera audaz, y por el otro lado, Scarlett esquivaba los golpes y como le enseñó Z-Bub, golpeaba los puntos chi de su atacante para quitarle fortaleza.

Mientras tanto, los peleadores chinos, se movían en el espacio de pelea, para sí buscar un mejor punto de pelea. Maze siguió a su contrincante y lo dominó con las espadas que éste poseía, estaba casi por cortarle el cuello, pero Lucifer la detuvo. En tanto, Scarlett todavía seguía luchando con su oponente, y gracias a la fuerza que el Diablo le otorgaba, ella lanza poderosos golpes hacia su agresor, haciendo que éste temblara, y tratara de detenerla; Scarlett se movía con demasiada agilidad, lo que provocó que el tipo se cansara, luego de esta táctica la chica lanzó una patada barredora hacia las espinillas del sujeto, y este movimiento hizo que éste se doblegara, por lo que Scarlett aprovechó el momento para desarmarlo, con su clásico movimiento de sus puños americanos, cortándole considerablemente sus muñecas, y con esto el tipo se retorció en su agonía, acto seguido Scarlett se encimó en él, agarrándole del cuello de su playera, y amenazándole con cortarle su garganta...

Ante aquella osadía, Azazel sonríe interiormente, su dier cada día se volvía más impulsiva, lo que significaba que ella estaba por un buen camino, hacia el camino de la oscuridad...

— ¡Quieta, linda! —Lucifer detiene a Scarlett con aquellas palabras dulces, a lo que la chica suelta al tipo, para después dirigirse hacia el rey del Infierno.

—Fue divertido —la castaña se pone muy de cerca a la mirada penetrante de Lucifer.

— ¡No es justo! —la mafiosa vociferó molesta ante la derrota—. Pero un trato es un trato —como toda mafiosa cumplió su palabra, y le dio la información que Lucifer necesitaba.

La misión del equipo había concluido... Por lo que Lucifer le agradeció súbitamente a su protegida por su apoyo:

—Te luciste hoy, viribus.

—Fue un placer ya sabes, el equipo está a la orden para el desorden —Scarlett dijo un chiste, el cual a Lucifer le pareció gracioso.

—Eso sí, me parece genial que hayas iniciado tu propio clan para estas situaciones, me parece que te irá demasiado bien —Lucifer dijo un poco nervioso, ¿cómo le diría a Scarlett que cada día su sentimiento por ella crecía?

—Bueno, nos vemos, Luci —dijo Scarlett, a lo que ambos sonrieron, dicho esto se fue con su equipo quien la respaldaba, para después irse a la base.

Para mala suerte, aquella información de la mafia no sirvió mucho para el juicio, y por consiguiente el asesino del papá de Decker quedó suelto, pero como todo en esta vida se paga, recibió su merecido, y esto fue cortesía de Dan y Mazikeen, quienes lo entregaron a la mafia rusa...

En otro contexto, la Diosa de la creación, luego de ganar el juicio se fue hacia su oficina, en donde la esperaba su hijo Amenadiel, quien le dijo que Chloe era un regalo de su padre para Lucifer... Justo en ese momento, Azazel escuchó aquella conversación, y no pudo evitar sorprenderse, ya que pensó que su padre le jugó una mala pasada, un contrataque al regalo infernal que le hizo a Lucifer...

Luego de que Amenadiel se fuera de la oficina de su madre, Azazel hace su aparición entre las sombras.

—Entonces la detective es un milagro de Dios —el ángel caído rio de manera sarcástica, para después golpear la pared con demasiada furia—. ¡Hijo de puta!

— ¿Qué quieres decir, hijo? —la Diosa con un nudo en el estómago cuestiona, temiendo lo peor para su propósito de regresar al cielo.

—Me contratacó anticipadamente el regalo que yo le hice a Lucifer —Azazel se refirió a su padre—. Sabía que yo haría ese movimiento, y por eso hizo a Chloe Decker... ¡¡Hijo de la re mil puta!!

— ¿De quién estás hablando? —la madre de Azazel tenía un sinfín de incógnitas que luchaban por ser aclaradas.

—De Scarlett Knight, madre —Azazel confiesa de manera abrupta.

—Sí, sé que ella es muy especial, cuando se enojó conmigo sus manos encendieron un fuego ardiente que jamás he visto —la Diosa comenta lo sucedido la otra vez, cuando Lucifer encontró la espada de Azrael.

—Lo es, y más allá, que sólo un mísero regalo —el ángel caído, no quería dar más detalles a su madre, por el simple hecho de que no quería que ella interfiera en sus planes caóticos.

— ¿Ella es tu hija, Azazel? —la Diosa un poco temerosa dice, especulando una posible respuesta a los poderes nacientes de la chica del Diablo.

—No para nada, mamá, es algo más —Azazel se limita a dar una respuesta contundente.

—Y entonces, ¿qué es ella en realidad?

—Madre, ella es la bestia del apocalipsis, el legendario ser capaz de hacerle frente a Dios. Con la chica de nuestro lado, será fácil aniquilar de una vez por todas al ser supremo —Azazel explicó de manera implícita, omitiendo que su creación es capaz de destruir a cualquier ser supremo, incluido la Diosa; ya que no quería que su madre al enterarse de todo, vaya y destruya ella misma al monstruo naciente que lleva Scarlett en su interior....

Una gran revelación sobre el origen de Scarlett Knight, este es su secreto, esta su misión: destruir a Dios... Y con el Diablo de su parte, entonces el mal sería liberado, creando destrucción y caos a todo el multiverso... Ella es la pieza clave para la venganza del ángel de la guerra. 

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