𝑿𝑽𝑰. 𝑬𝑳 𝑷𝑳𝑨𝑵 𝑰𝑵𝑰𝑪𝑰𝑨


—Cuéntanos, quiero más detalles —Astaroth sonrió, frotándose las manos... Tenía esos aires de travieso...

—Por fin —dijo Beelzebub—. Quiero castigar a alguien...

En eso vuelve Lucifer junto con Sariel, perfecto...

—Ya tengo listo el plan, Lucifer —me dirigí a él.

— ¿Enserio? —Lucifer sonrió... su típica sonrisa...

Ya tenía pensado varias cosas... Una de ellas era ir a la escuela, y justo cuando quieran lanzarme una indirecta, una burla o cualquier grosería, yo las pararía en seco, las detendría... No sé por qué no lo habría hecho antes... Tal vez era porque tenía miedo... miedo a las represalias... miedo a que me atacaran verbalmente... MIEDO. Pero ahora, tenía al mismísimo Diablo de mi parte, ¿quién contra mí?... Podría ser que eso me faltaba, una ayuda infernal... Y en este momento me siento segura, ya se había disipado un poco el mal sentimiento, si hubiera una posible consecuencia, ya sabría cómo afrontarla... Con golpes, bueno me enseñó unas tácticas Maze... Con insultos, pues tengo a Sariel de mi lado, él sí que sabe callar de una manera tan sutil y a la vez voraz, debo de aprender de él... Y en caso de que ellas me dañen de una forma horrible... tengo mucho, mucho apoyo sobrenatural...

—Sí —sonreí devuelta—. Todo comenzará con detener sus burlas e indirectas. Luego las confrontaré, si ellas se vuelven agresivas no me quedará de otra más que atacar. Después las dejaré en ridículo... —expuse pero me vi interrumpida por Beelzebub.

—Puede Lucifer sacarles sus más oscuros deseos... Él tiene el poder de hacer eso —Beelzebub dijo entusiasmado.

Otro dato sobre Lucifer... Tal vez por eso me dijo esa pregunta cuando nos conocimos... ¿Qué es lo que más deseas?... Ahora tenía mucho sentido. Aparte eso me serviría... Esto es mejor de lo que había pensado...

—Sí es uno de mis dones —expuso Lucifer—. Lo más extraño es que no puedo saber lo que tú deseas, al igual que la detective... Son inmunes, prácticamente...

—También eres inmune a mi poder de los pecados... —agregó Sariel.

Vaya dato perturbador... ¿Cómo puede ser esto posible?

—Jajajaja, parece que no sirven tus poderes, angelito —rio Astaroth. A lo que Sariel sólo frunció el ceño.

—Hablando de celestiales —habló Lucifer—. Beelzebub, Astaroth... mis queridos súbditos. Les ordeno que omitan su venganza o cualquier cosa que planeen en contra de mi hermano... Por el momento, chicos...

Ahora ya veo qué hablaron en privado aquellos ángeles...

Ante las palabras de su rey, los dos demonios se quedaron tensos de coraje, pero aun así se contuvieron ya que órdenes son órdenes... No quiero imaginar qué le harían a Sariel...

—Entiendo toda esta situación... —asentí—. Quisiera averiguar más sobre esto... Pero veo que nos llevará tiempo, y la verdad nos hemos desviado de lo principal... El castigo.

—Concuerdo. Todos estos asuntos celestiales me tienen agobiado —dijo Lucifer mirando hacia arriba, como si hablara con Dios...

—Sí, sí... —dijo Astaroth—. Ya dinos el plan, me urge castigar a alguien.

—As contrólate, chico —Lucifer calmó a Astaroth.

—Sí —suspiré—. Como decía... Me había quedado en dejarlas en ridículo, pensándolo mejor esta parte se la dejaré a Lucifer... Porque quiero exprimir sus debilidades... —se me vino una gran idea—. Y creo que también Sariel me ayudará —dirigí mi mirada hacia Sariel.

— Y... ¿qué haría? —dijo un Sariel dudoso.

—Pues... —me aproximé a él, y lo miré a los ojos para convencerlo—. Podrías sacar sus pecados... Quiero exponer su oscuridad... Quiero exprimirlas...

—No lo sé —respondió Sariel. Por un demonio Sariel, disfruta la vida...

—Ohh vamos... Tú sabes lo pecadora que es Selina —lo intenté convencer.

Sariel se lo pensó por un rato... Como siempre, pero al final accedió.

—Bien —murmuró—. Pero te acompañaré a la escuela, es mi misión —Sariel añadió.

—Ok —respondí. Estos ángeles...

—Como sea, quiero saber más detalles del plan... Esto se va a poner bueno —dijo Lucifer mientras se servía un vaso de licor.

—Bueno eso es lo esencial... —me recargué en el hombro de Sariel, demostrándole mucha confianza, o eso pienso—. Lo demás depende del tiempo... Hasta podríamos llegar a la tortura física.

—Adoraré esa parte —dijo Astaroth y enseguida se encendió un cigarrillo.

—Esperaré ese momento, y me uniré a la tortura. La verdad quiero desatar toda mi furia... —dijo Beelzebub. Y ante eso se me vino a la mente las visiones que él me contó... Muy empático de su parte... Él sería una parte crucial...

—Mañana será el día, no hay que esperar más —sonreí. Por fin se haría justicia... La justicia que necesito para estar tranquila—. Y para esto sólo necesitaré a Sariel...

— ¡Ohh vamos! —Exclamó molesto Astaroth.

—Tu tranquilo, As... Tú estarás en la mejor parte —le guiñé el ojo. Estaba muy extasiada por este plan... Por fin el karma le llegaría a esas ponzoñosas...

Me encontraba en la escuela, era muy temprano, Sariel me acompañó, estaba justo a mi lado... Qué tierno... Llegamos a nuestro salón, lamentablemente Beelzebub, Astaroth, Lucifer y Maze no me acompañaron, porque bueno no podían hacerse pasar por alumnos, ya que a simple vista se ven bastante adultos... Además de que los tenía reservados para lo mejor... para lo más pesado por así decirlo. En fin, Zara y Joy ya se encontraban en sus respectivos asientos, diablos ellas siempre son más puntuales que cualquier otra persona, siempre lo hacían, y la verdad no sé cómo, pero bueno, por lo menos me esperaban.

—Hola Scarlett, Sariel —dijo Joy.

—Hola —sonrió Zara.

—Un gusto volverlas a ver... —choqué las manos con ellas, esos eran nuestros saludos.

—Hola —dijo amablemente Sariel, estrechándoles las manos a ambas. Muy conservador...

— ¿Qué creen? —Me senté al lado de Zara, en mi asiento habitual; observé alrededor, no se encontraba la toxicidad en el salón, no había nadie más que nosotros cuatro—. Ya tengo ideado el castigo. Escuchen con atención...

Zara y Joy se quedaron en silencio, y sólo asintieron... Querían saber cada detalle.

En lo que respecta de este castigo... tal vez esto sea la primera fase, y todo depende de cómo reaccionen estas tóxicas... De su maldita actitud depende el tiempo de su tortura... Si ellas quieren vengarse, entonces yo aplazaré esto... Si ellas se arrepienten como perras, entonces será mi victoria... Espero que esto dure mucho, tengo ganas de hacerlas pedazos...

—Primero... A la primera indirecta o grosería por parte de ellas... —comencé a hablar y ellas, incluido Sariel se quedaron atentos—. Las pararé, hasta aquí llegaron sus burlas idiotas...

—Eso es todo, Scarlett —dijo Zara.

—Por fin, ¿no sé por qué no lo hiciste antes? —Habló Joy. Yo también me hacía esa pregunta... ¿por qué?

—Todavía no estaba lista para confrontarlas, pero hoy es el día, es ahora o nunca —le respondí a Joy.

De pronto llegaron nuestros compañeros, y se empezó a llenar el aula. Dentro del montón que llegó, estaban incluidas las tóxicas... Anteriormente comentaba que eran un trío de tóxicas, bueno la situación aquí es que la tercer tóxica, llamada Paulette Winterhood, estaba en Alemania, en un intercambio escolar... De ella me encargaré más tarde...

No tardó mucho para que el profesor de historia llegara, la clase sólo era escuchar lo que decía el maestro, anotar lo más importante, para después hacer una actividad, y al final dejaba tarea... En sí la clase parecía fácil... ah pero a la hora del examen el profesor se hacía el gracioso, dejando preguntas de temas que nunca habíamos visto. Y en cuanto a Sariel... a él le gustaba esta clase... Eso creo porque al escuchar los temas históricos, el ángel parecía saber mucho...

Y justo en medio de esa clase, Selina y Judith empezaron a decir pendejadas... sus típicas charlas, que hasta se podía percibir el veneno que escupían...

—Como decía —rio Judith—. Hay personas nuevas que prefieren quedarse con lo más pedorro, lo más insignificante —maldita, eso sí fue una indirecta para Sariel y para mí... Hija de puta, me había dicho insignificante, como si ella no lo fuera, ella es peor...

El maestro estaba revisando los trabajos que habíamos hecho minutos antes, y no escucho la peladez de aquella idiota, pero así son los maestros, de oídos sordos ante el Bullying, y luego te regañan por cosas sin sentido, omitiendo lo que en verdad es importante, la integridad de los alumnos...

—Sí que sí... Hay chicos muy tontos, que les gusta lo fácil —Selina siguió la indirecta.

Estaba más que encendida de enojo, ahora sí... Pero, de repente el profesor habló:

—Chicos como hoy tenemos dos horas de clase seguidas, haremos un trabajo sencillo en equipos. Y yo conformaré los equipos.

Ayy no, como odio cuando los profesores hacen eso, siempre te ponen con las personas que menos deseas o con las que menos trabajan...

Ni modo, teníamos que trabajar para tener buenas notas, sino tu futuro sería afectado...

—Espero que no nos separen —me susurró Zara.

—Sí —respondo también en susurro.

—De acuerdo, muchachos. Los equipos se conformarán de tres personas —dijo el maestro, y observó por unos segundos al grupo, conformando en su mente a los equipos—. Scarlett, Selina y Judith; son el equipo 1 —por todos los infiernos... ¿Enserio?, ¡qué maldita suerte!

Las tóxicas se burlaron por lo bajo, sabían que ese era su momento para hacerme menos...

Sariel vio mi expresión de molestia y presión, por lo que expresó:

—Profesor... Sí no es mucha molestia, ¿podría irme al equipo 1?

Ante la acción de Sariel, me quedé expectante... Gracias Sariel...

— ¿Por qué quiere irse al equipo 1? —Preguntó el maestro.

—Sólo quiero trabajar con aquellas chicas, creo que me parecen trabajadoras —respondió Sariel, y luego me dirigió un guiño de complicidad...

Su guiño me dio a entender que él ya estaba dispuesto a hacer su parte del plan... Sacarles sus pecados... Jajajaja

—De acuerdo —dijo el profesor.

—Hazlo —le murmuré a Sariel.

Él ante mi comentario asintió.

Luego de ello, el maestro nos asignó a nuestros respectivos equipos... Lo bueno que me tocó con Zara y Joy... Por ende, ya estábamos trabajando en la actividad, la cual consistía en debatir sobre la cultura mesopotámica.

—Ese Sariel... ¿qué le pasa?, ¿por qué se fue con ellas? —de repente habló molesta Joy. Omitiendo la charla que teníamos sobre los aportes de la antigua Mesopotamia al mundo actual.

—Es parte del plan —le respondí sonriente mientras volteaba a donde se encontraba el ángel, quien al verme me dedicó una sonrisa.

Sariel estaba hablando con ellas, y estas parecían estar hipnotizadas por sus palabras.

—Eso espero, sólo míralo está muy platicador con ellas —dijo Zara.

—Calma Zara, él por así decirlo les está sacando sus sucios pecados —respondí.

— ¿Cómo? —preguntó Joy muy interesada.

—Él es un ángel... el ángel de los pecados —revelé. Esperaba su respuesta... Por un lado sentía que no me iban a creer.

Zara y Joy se quedaron pasmadas...

—No es cierto... —dijo boquiabierta Zara.

—Sí es cierto, quisiera contarles más detalles, pero es una situación muy complicada, dirían que enloquecí... —expliqué.

—No quiero imaginar... Tantas cosas celestiales... —comentó Joy—. Aunque siempre supuse que había algo más allá de nuestro plano terrenal...

—Eso sí tienes razón, pero ya les dije, ya saben quién es el Diablo, ya saben que Sariel es un ángel... Bueno les contaré todo poco a poco, así lo procesarán mejor. Ahora nos enfocaremos en lo principal, vengarnos de las tóxicas... —susurré para que nadie se enterara de nuestro secreto.

—Bien —suspiró Joy—. Yo te creo Scarlett...

—Esto es una locura, pero es fascinante —dijo Zara.

Después de un largo tiempo de hacer la actividad, por fin ya había acabado la clase, y por ende me dirigí al baño para refrescarme un poco, además ya tenía ganas de ir al baño...

—Ahorita vuelvo chicas —informé, y ellas sólo asintieron.

El baño estaba al fondo de la escuela, un camino largo, un pasillo solitario... Un lugar dónde sucedieron cruces de miradas de odio entre las tóxicas y yo, y una que otra indirecta o burla... Hijas de puta...

Llegué al baño, hice mis necesidades, y al lavarme las manos siento que alguien entra al baño... Era Selina...

—Por fin te encuentro, pendeja —ella dijo.

Suspiré molesta... Ahora sí se le acabaría su jueguito...

— ¿Qué quieres idiota? —respondí tajante sin ni siquiera dirigirle la mirada.

—Sariel será mío... —ella soltó.

— ¿Te gusta o qué? —reí.

—Todo lo que sea tuyo, será mío, porque yo te lo arrebataré... Y lo haré una y otra vez para que sufras, maldita zorra —se acercó lentamente a mí, mientras que yo sólo miraba por el espejo sus malditos gestos, odio su maldad, la odio...—. Voltea a verme cuando te hablo —ella respondió furiosa.

De pronto, por el reflejo del espejo percibo que ella iba a jalarme del cabello, así que reaccioné y le detuve la mano, para después hacer una maniobra, y así someter su estúpida cabeza entre los lavabos... Esperé mucho para esto... Gracias Mazikeen...

— ¡SUÉLTAME PERRA! —Exclamó.

—Ya estoy harta de todas tus pendejadas... —comencé a decir, mientras apretaba mi agarre en contra de su cabeza, logrando así lastimarla.

—Tú empezaste —Selina respondió—. Y te destruiré... ¡LO JURO!

—Veamos hasta dónde llegas —le susurré al oído, y por consiguiente azoté su cara en contra de un grifos del lavabo. Ya no hay vuelta atrás... Si tengo problemas con los directivos, ya no me importa, tenía que hacer justicia, sea como sea...

— ¡HIJA DE PUTA! —Selina gritó furiosa y a la vez adolorida. El azote que le hice logró herir su frente, dejándola sangrar... No me arrepiento de eso...

Selina se llevó una mano a su frente, y al ver que sus dedos se llenaron de sangre corrió despavorida a la enfermería... Tal vez, en su camino, me iba a acusar con la directora, pero yo sólo me defendí...

—Pagarás esto —dijo entre dientes antes de salir por la puerta del baño.

Ante eso, yo opté por reírme, ya no sentía miedo... ya sabía defenderme, jajajaja... Llegó su hora...

Luego de esa mini confrontación regresé victoriosa al salón, sonriendo de lado a lado.

— ¿Por qué tan sonriente? —dijo Zara al verme.

—Ya lo sabrás —sonreí, no podía parar de hacerlo, sentía felicidad... no puedo describir las sensaciones, de que por primera vez me defendí a capa y espada de aquellas personas que te hicieron daño...

—Sí claro —comentó Joy—. En fin... Zara y yo iremos a la biblioteca por unos libros para el ensayo de filosofía, ¿quieren acompañarnos, Scarlett, Sariel? —nos preguntó Joy, señalándonos con la mirada.

—Las alcanzaré en un momento —respondí—. Tengo algo pendiente con Sariel.

—Igual chicas, necesito contarle un asunto a Scarlett —dijo cordialmente Sariel.

—De acuerdo —Zara dijo, para después guiñarme un ojo—. Todo tuyo —leí sus labios, al momento de que se iba con Joy hacia su destino.

Al ver tal acción, yo sólo me reí en voz baja, mis amigas siempre me sacan una sonrisa, qué bueno que ellas siempre estuvieron a mi lado en mis momentos oscuros...

— ¿Qué hiciste? —Me susurró Sariel, sacándome de mis pensamientos.

—Le di su merecido a Selina, ya era hora —le susurré devuelta—. ¿Lograste sacarle los pecados a las tipas?, ¿qué te dijeron? —Pregunté.

—Una larga lista de pecados, eso descifré por sus miradas, pero no hice que ellas lo dijeran en voz alta, porque pues puedes sacar provecho de eso —él dijo, a lo que yo sólo sonreí, una sonrisa de victoria...—. Primero estuvieron secas conmigo, pero a la vez me miraban de pies a cabeza, como si me comieran con la mirada... eso creo... —comenzó a explicar Sariel.

—Jajaja, ¿por qué será? —reí.

—Lo veo y lo creo, y luego me comenzaron a hacer preguntas sobre de dónde era y todo eso. Iniciaban la plática —prosiguió explicando Sariel—. Después las miré directamente a los ojos, percibí sus pecados, su maldad. Selina por un lado ha traicionado a muchas personas, a ella no le importa nadie más que ella misma, es egoísta, y ella piensa que merece lo mejor y no le importa a quién tiene que aplastar en el camino para lograr sus objetivos... También se ha revolcado con muchos chicos, y es adicta al sexo... Le gusta manipular y extorsionar... Además su mayor pecado es haber secuestrado a un bebé para extorsionar a una familia y sacarle dinero...

No puedo creer eso, hasta qué punto llega la maldad... su maldad...

—Aquí se ve lo basura que es la tipa —dije—. Definitivamente se irá al infierno.

—Y eso no es todo, a Selina le encanta verte sufrir, y piensa que te mereces lo peor...

—Ya me imagino —bufé.

—Además, anteriormente había visto a la tal Judith, me vendió ropa cuando llegué a la Tierra, y me quería invitar a salir...

Vaya, a las tóxicas les gusta Sariel, perfecto para dar un ataque... Y como Sariel y yo tenemos cierta conexión, puedo comenzar por hacerme pareja de él, les daría celos a esas tipas... Y no, no jugaría con los sentimientos de Sariel, ya que entre nosotros hay algo mutuo, sólo que yo no quería apresurar las cosas, y no importa si ahorita mismo apresuro todo, a mí también me atrae el ángel...

— Y ¿qué pecados tiene?

—Descifré lo siguiente: Le gusta ver arder el mundo, le gusta separar parejas, y es muy celosa y posesiva, le gusta hacer magia negra, le encanta dañar a otros, y muchas cosas más involucradas con la magia. Pero eso sí, su mayor pecado ha sido meterse con el papá de su amiga Nicole.

¡Oh por Satán!, qué gran asquerosidad es Judith... Esto no se iba a quedar así, le haré justicia a Nicole, mi amiga merece justicia... Por eso sus papás se separaron... Nicole dijo que fue algo extraño, ahora veo lo que es extraño... Perra...

—No puedo creerlo, las pagará —suspiré furiosa.

—Sí, ahora veo por qué quieres castigarlas —dijo Sariel.

—Ellas son lo peor de lo peor —recargué mi cabeza en el hombro de Sariel, él se estremeció ante el contacto, pero lo aceptó, y hasta se sintió cómodo.

Estuvimos así un buen rato, mientras llegaba el siguiente maestro, el cual, gracias al destino, no se presentó a la clase... Hora libre... Perfecto...

De pronto llegó una Selina llorando al salón, junto con la directora.

—Señorita Knight a mi oficina —habló firme la directora, a lo que volteé a verla directamente.

Todos mis compañeros callaron al ver a una directora molesta y a una compañera ahogándose en lágrimas... Así como todos comenzaron a verme... Era cuestión de tiempo... Pero no me arrepiento...

— ¡Ella me golpeó directora, ella me hizo sangrar! —sollozó Selina mientras me señalaba con el dedo.

Hija de perra, lágrimas de cocodrilo... falsa, muy falsa...

—SCARLETT KNIGHT A MI OFICINA —dijo la directora molesta.

Por consiguiente me levanté de mi asiento, y entonces Sariel me detiene, tomando mi brazo...

—Puedo ayudarte —él susurró.

—Por favor —dije un poco nerviosa, espero que no me expulsen de la escuela... Debía de pensar en un plan rápido... —Ven conmigo —lo jalé suavemente del brazo para que se levantara del asiento. Él se levantó y me acompañó a la puerta donde estaba la directora mirándome con desprecio y enojo.

—Señor Sariel, usted no tiene nada que ver en este asunto —dijo la directora.

—Sí me incumbe esto directora Hope, y debería de irme a la dirección —respondió firme Sariel, con una mirada retadora...

—Por su insolencia, también usted se verá afectado —frunció el ceño la directora.

Todos mis compañeros presenciaron la valentía de Sariel... Y por ende cuchichearon cosas, pero no cosas malas, sino buenas, y aparte escuché que alguien dijo en voz baja:

—A Sariel le gusta Scarlett... Qué romántico...

Ante aquel comentario Hans se tensó... Estaba mirando toda la escena con su grupo de amigos... Él siempre se cambiaba de bando, a veces estaba con las tóxicas, a veces con sus dos amigos... Pero ya casi no hablaba conmigo...

En consecuencia, Sariel y yo caminábamos hacia la dirección, y en un momento repentino él toma mi mano para entrelazarla con la suya... ¡¡¡Qué está pasando!!!... Bueno, ante esa acción mi corazón se aceleró, su tacto era muy suave...

Al llegar a la dirección, por un momento presencié a una Selina sonriente, con su sonrisa malévola...

— ¿Sabes por qué estás aquí? —Habló la directora, con una mirada directa hacia mi persona.

— ¿Por qué? —Respondí, controlando mi temor de ser castigada, pero qué importa, Selina empezó todo.

—Porque usted ejerció violencia contra su compañera Selina June —ella dijo, mientras se sentaba en su escritorio, lo cual denotaba su autoridad... Por un segundo volteé a ver a Selina, ella sonreía de lado...

—Selina empezó directora, yo sólo me defendí —comenté.

Selina vio que estaba agarrada de la mano de Sariel, a lo que le hizo una seña a la directora... Mmmm, aquí veo gato encerrado... La directora inmediatamente dirigió su vista a nuestras manos, y entonces dijo:

—Señorita Scarlett, señor Sariel... Saben que está prohibido las muestras de afecto dentro de esta institución.

—Lo tengo muy claro, directora —Sariel soltó nuestro agarre, se aproximó hacia la directora, y fijó su mirada en ella.

Por consiguiente la directora se quedó hipnotizada por los ojos de aquel ángel... Estaba ejerciendo su poder... Excelente... Y de repente la directora Hope escupió lo siguiente:

—Mi pecado ha sido ser doble cara, una traidora por así decirlo... Y no me importa esto en lo absoluto... Soy una hipócrita... Sin embargo, mi mayor pecado ha sido engañar a mi marido con el profesor de Deportes, y la alumna Selina June lo sabe... Y desde entonces me ha extorsionado... —confesó la directora...

Con razón se percibía que la directora estaba de su lado, incluso cuando la primera vez que Selina y Judith me agredieron, ella misma se hizo como que no veía nada, ¡y no me ayudó!

—Ahora comprendo todo —dije, por consiguiente la directora salió de su trance, y entonces se puso muy, muy, muy nerviosa...

—Este... —titubeó la directora—. No es cierto todo —sonrió falsamente para ocultar sus nervios.

—Oh, sí que lo es —le respondió Sariel.

Selina al ver lo anterior se quedó paralizada... Su juego empezaba a derrumbarse... Jajajaja...

—Si no quiere que revelemos esta falta... —comencé a decir. Diablos... ahora era yo la que extorsionaba... En fin, era una cucharada de su propia medicina, se lo merece—. Pase por alto esta situación —sonreí... Scarlett - 1... Selina - 0.

—Sí, sí, claro —asintió la directora—. Aquí no pasó nada, pueden irse —otra vuelta sonrió falsamente... Vaya escoria...

Por consiguiente Sariel y yo nos fuimos de ese lugar... Selina pensó que nos iba a aplastar... No lo consiguió...

—Ufff estuvo cerca, te debo una —le dije a Sariel.

—No te preocupes, es mi trabajo de ángel —él respondió.

—Gracias —lo abracé, y él correspondió mi abrazo...

—Fue un placer —Sariel susurró.

De repente sonó la campana, era la hora del almuerzo. Por ende deshicimos el abrazo.

—Te invito algo —sonrió Sariel.

—Bueno —asentí.

Fuimos Sariel y yo a la cafetería, él compró dos rebanadas de pizza para ambos y dos jugos de manzana... Después nos dirigimos a una mesa vacía, ya no era el árbol dónde solía pasar el rato con Zara y Joy, en realidad quería un poco de privacidad... Bueno la verdad quería pasar más tiempo con Sariel... Y por un instante, pude visualizar a mis amigas quienes al verme con Sariel muy unida, ellas asintieron, me guiñaron un ojo, y por consiguiente se fueron dejándome a solas con él... Ellas ya sabían que estaba "coqueteando" con él... creo... bueno, los dos estábamos cortejándonos mutuamente...

—Así que... ¿qué somos exactamente? —preguntó Sariel.

—No tengo idea —suspiré, nunca había estado en esta situación...

—Yo tampoco, no entiendo totalmente el mundo humano... Ni los sentimientos humanos... —dijo Sariel.

— ¿Qué no entiendes? —tomé un sorbo de mi jugo de manzana.

—Es algo complicado... es que estoy pensando... ¿los ángeles pueden enamorarse?

—No lo sé... tú dime.

—Exacto, ni siquiera sé si es posible —tomó su rebanada de pizza y la comió.

Minutos de silencio invadieron nuestra conversación... Comimos en silencio, hasta que sonó de nuevo la campana, la cual indicaba que teníamos que ir a nuestras respectivas clases...

—Oye —le dije a Sariel cuando nos encaminábamos a nuestro salón—. Todo esto de los sentimientos puede ser apresurado... El tiempo lo dirá —no sé si el plan de hacerme novia se Sariel, funcionaría para darle celos a las tóxicas... Pensándolo mejor no sería lo más adecuado... Estoy confundida.

—Tal vez así sea —dijo Sariel.

—Iré a la biblioteca —le avisé a Sariel, quien sólo asintió, estaba muy pensativo...

Con tanto drama se me había olvidado terminar mi ensayo de filosofía, lo había empezado hace unos días, y se entregaba mañana... Por lo que opté por ir a la biblioteca para tomar un libro, el único que me faltaba para completar mi ensayo sobre el idealismo alemán, así como me serviría de fuente bibliográfica...

Al estar buscando el libro "El poder de las ideas", dicho libro el cual estaba muy escondido entre los estantes...

De repente siento a una persona detrás de mí... Espero que no sea quien yo estoy pensando... Selina... Pero al darme la vuelta para visualizar mejor a la persona, pude presenciar a una Judith muy ardida...

— ¿Qué quieres? —le dije tajante.

—Sariel será mío —dijo entre dientes.

Otra vuelta con el mismo cuento...

—Estás muy urgida... ¿verdad? —dije.

—Tú lo estarás.

—Quisieras... —sonreí de lado.

—Verás nuestra furia —ella amenazó.

—Eso lo veremos —la reté con la mirada.

—Eres basura, Scarlett —escupió la pendeja esa.

—Digo lo mismo de ti —le respondí muy segura, ya sabía por dónde atacarle—. Meterse con el papá de tu amiga, es muy bajo... ¿no lo crees?

Ella se quedó pasmada ante lo que había revelado, esperaba una respuesta, si ella quería golpearme, adelante estoy lista para responderle... Y justo como lo predije, ella aproximó su puño a mi cara, el cual logré bloquearlo, para después con una patada dejarla en el piso, adolorida...

Ego te condemnabo vade ad casus —balbuceó Judith en latín. Ella sabía de magia negra, y por ende lo que me decía era una maldición.

Et feceris omnia obstructionum —le contesté un conjuro de bloqueo, lo cual repelía toda clase de brujería negativa.

Judith al ver mi respuesta se quedó asombrada...

— ¿Cómo sabes latín? —Ella dijo.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí... Ya no soy la misma de antes... Grábate eso en la mente —le respondí para después darme la media vuelta, y dejarla ahí tirada en el suelo, como una cosa cualquiera...

—Recuerda que yo te enseñé lo básico de la magia —ella soltó, lo que me detuvo por un instante...

—Desperdiciaste esos momentos... Los dejaste en el olvido —volteó a verla, y sin más me voy de ahí, siguiendo mi camino, el camino de la venganza...

Me encaminé hacia mi salón de clases, y antes de entrar Zara me aborda:

—Me enteré de lo que le hiciste a Selina... Estuviste increíble...

—Sí —asiento.

— ¿Estás bien? —preguntó preocupada.

—No —solté cabizbaja—. Quise tener algo con Sariel... Pero siento que es apresurado —suspiro un poco adolorida.

— ¿Apresurado?... Por favor... Sí desde un metro de distancia se ve que tienen química, chispa, y más...

Pensé un poco las cosas, mucho drama por hoy... Pero no hay marcha atrás...

—Tú afronta las cosas, Scarlett, eso es lo que necesitas... ¿Quieres a Sariel? —me miró fijamente—. ¿Lo quieres sí o no?

—Sí —dije decidida—. Me gusta...

—Entonces ve por él —me animó Zara, era justo lo que necesitaba...

Llegué al aula, estaba muy determinada, me senté en mi lugar habitual, Sariel estaba muy pensativo...

—Sariel —mi voz lo sacó de su trance.

— ¿Qué pasa? —él dijo.

—En la salida te diré algo de suma importancia.

Sariel al escuchar mis palabras se puso alegre, su rostro se iluminó... Y por consiguiente acarició mi mano...

Contaba los segundos para decirle que él me importa, que me atrajo desde que lo vi, no sé por qué dirán algunos que todo está pasando muy rápido, cuando hay esa conexión, es inevitable que las dos partes terminen juntas... Y sólo en la hora de salida tenía que hacer eso, no entre clases porque el ruido de mis otros compañeros ahogaría mis palabras, y aparte las orejas que escuchan todo estarían al pendiente de nosotros...

Ya había llegado el momento... caminaba a lado de mi equipo, mi fraternidad...

—Nos vemos, chicos —dijo Zara, dirigiéndome una sonrisa de complicidad.

—Hasta mañana —añadió Joy.

—Adiós —choqué las manos con ellas.

—Hasta pronto —dijo Sariel, quien hizo la misma acción que yo, de chocar las manos de mis amigas... Parece que perdió un poco lo conservador para adentrarse en un mundo más casual, más juvenil...

Visualicé a mis amigas irse con sus padres, así como vi a las tóxicas observándonos desde lo lejos... con ojos de envidia, de enojo, de frustración...

—Estuve esperando este momento —me miró Sariel, esos ojos marrones, tan cautivadores...

—He pensado mucho esto, y digo... que es mejor estar juntos, y dentro de ese proceso conocernos... —espero hacer las cosas bien, esto es mi primer noviazgo...

—Igual yo, nos conocemos poco, pero siento algo fuerte contigo... No puedo explicarlo —me tomó de las manos.

Me paralicé, y ahora que seguía... qué le digo... Pero Sariel se adelantó...

— ¿Serías mi novia?

Me quedé pensativa... Iba a decir que sí...

—Tengo una mejor idea —lo tomé suavemente de sus mejillas y aproximé mis labios hacia los suyos.

Nos besamos sutilmente... Era mi primer beso.... Nuestro primer beso... Unos inexpertos en el amor somos...

Cuando nos separamos, mire por un segundo el alrededor, aún estaban las tóxicas vigilándonos, y en ese momento ellas me hicieron una seña, la cual me decía: "estás acabada", básicamente ponían su dedo índice en sus gargantas dando a entender que me cortarían el cuello, ya quisieran...

Ante esa seña, yo les proporcioné mi dedo de en medio, a lo que ellas se indignaron... Sariel me miró extrañado, pero después supo por qué hice eso... Y solamente se rio ante la situación...

—Acepto —finalmente le respondí—. Sí quiero ser tu novia...

— ¡Esto no se va a quedar así! —gritaron las tóxicas a lo lejos, con lágrimas de frustración...

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