𝑿𝑰𝑰𝑰. 𝑬𝑳 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑶 𝑵𝑼𝑬𝑽𝑶
Al día siguiente después de pactar con Lucifer, era un día de escuela, aunque todavía no era el tiempo de mi venganza, sin duda tenía que planearlo, tenía que abarcar muchas cosas... jajajaja. El castigo apenas comenzaba...
—Buenos días, Scarlett —Lucifer me dijo cuando salí del cuarto de visitas e iba a la sala de estar.
—Buenos días, Lucifer —me tallé los ojos, tratando de disipar la pereza que tenía.
Estaba tan adormilada que no me percaté de que Lucifer me estaba señalando un mini banquete de desayuno. Así como no me di cuenta de que el Diablo estaba en una bata elegante, ¡qué estilo!
—No debiste de molestarte —sonreí, y la verdad es que siempre me da pena ser una visita, es una cosa mía demasiado tonta pero aun así siempre soy agradecida.
—Tonterías, eres mi visita —Lucifer me respondió.
—Sí ese es el caso, gracias —respondí para después dirigirme hacia el mini banquete y tomar unos waffles y un jugo de manzana.
—Espero que sea de tu agrado —Lucifer dijo mientras se servía un vaso de licor.
—A veces me pregunto... —comencé a decir, a lo que Lucifer me volteó a ver—. ¿Qué es lo que come el Señor Oscuro aparte del whisky?, ¿será sangre? —lo último que dije fue en un tono de broma, ya que en este período corto de tiempo no había visto comer a Lucifer, ni siquiera en el desayuno.
— ¿Sangre? —él rio—. No soy un vampiro. Y hace mucho que no me dicen Señor Oscuro, ay como extrañaba ese apodo —dijo con su tono humorístico, típico de él—. Pero no soy esa clase de Diablo que come algo en específico, no necesito comida porque soy inmortal, pero me gusta el sabor y más el sabor del licor bueno. Además de que sí puedo comer lo que sea, aparte si como mucho no engordo, una gran ventaja de ser yo —bueno a veces Lucifer puede ser un poco soberbio, pero no tiene nada malo, él es genial.
—Impresionante, y debo de decirte que en diversos libros dicen que tomas sangre y otras cosas para nada agradables —dije, y después tomé un sorbo de mi jugo.
—Creencias de gente pendeja, sin duda alguna —dijo irónicamente—. Pero aquí estás para saber todo lo que necesitas de mí, y claro planear el castigo.
—Así es, y justamente hoy tengo escuela —respondí.
— ¿Cómo piensas empezar? —preguntó.
—No lo tengo claro, primero quiero que dejen de decirme indirectas en la escuela, pero sin duda deseo que cuando termine el castigo... quiero, deseo y anhelo, que ellas al sólo recordarme sientan remordimiento, miedo, y mucho más —dije entre dientes, con una impotencia voraz.
—Por supuesto que será así, y debo recalcar que me gusta tu manera de castigar, piensas en todo sin duda, le agradarías a Maze.
—Creo que ya le agrado —sonreí de lado.
—No lo dudo —él dio un sorbo a su bebida.
—Por cierto no he visto a Beelzebub ni a Astaroth desde ayer —mi tono de voz cambió de estar normal a preocupado.
—No te preocupes, esos diablillos deben de estar con Maze haciendo de las suyas, ya que no se han visto en mucho tiempo —Lucifer dijo para calmarme.
—Sí, yo creo que sí —asentí.
Miré mi teléfono para asegurarme de que no llegaría tarde a la preparatoria, pero oh sorpresa, me quedaba poco tiempo para irme a clases.
—Mierda —susurré.
— ¿Qué pasa? —dijo Lucifer.
—Tengo poco tiempo para irme a la escuela —terminé de comer muy rápido mi desayuno, para después irme al cuarto de visitas y proceder a arreglarme.
Justo cuando iba en camino a la habitación, Maze aparece en la puerta del ascensor y dice:
— ¡Lucifer tenemos un problema!
Ella al decir eso, me detuve en seco... presentía algo muy malo.
— ¿Qué sucede? —Lucifer le contestó.
En eso Maze se percata de mi presencia, por lo que me dirige una sonrisa amigable, una acción rara por parte de una demonio.
—Hola humana —dijo ella.
—Hola demonio —respondí.
—Me alegro que se conozcan —comentó Lucifer—. Pero necesito saber cuál es el problema.
—Sí claro —Maze dijo—. Es sobre Beelzebub y Astaroth.
—Y ahora qué hicieron esos demonios —Lucifer dijo irónicamente.
—Antes de que digas algo, se me olvidó decirte que ayer llegó de visita tu hermano Sariel, y quería hablar contigo... —Maze empezó a decir pero el Diablo la interrumpió.
—Ese aburrido —él bufó, pero después su semblante cambió, y ahora estaba molesto—. Ahora qué planeará mi padre...
—Eso es lo que me preocupa, porque pensé que Astaroth y Beelzebub se encargarían de él... Pero no he recibido una señal de Astaroth a través del espejo, tal vez Sariel los mandó al infierno —Maze dijo mientras daba vueltas por todo el pent-house, esto debido a su nerviosismo.
—No pueden regresar al infierno, al invocarlos con mi sangre no pueden regresar a su plano a menos que yo los libere, bueno... eso decía el ritual —dije.
—Buen punto —dijo Lucifer, para después pensar por unos breves minutos—. Puede que los haya matado, eso pueden hacer los ángeles... Pero no creo que Sariel sea capaz de eso... Él no se mancharía las manos.
— ¡NO! —Maze exclamó—. Me niego a pensar que ese puto ángel haya hecho eso, no a mis hermanos... no a mi As —ella se levantó del sillón para caminar de un lado a otro, para después tomar una botella de licor y bebérsela de un solo golpe, y cómo no hacerlo, si había la posibilidad de mis demonios hayan sido asesinados—. Voy a matar a Sariel —dijo una Maze furiosa, quien se dirigió a la biblioteca de Lucifer, y sacó de un escondite una caja llena de artefactos de tortura.
Maze sacó de aquella caja una ballesta, y hecho esto dijo:
—Sí, aún sigues aquí bebé, mi hermosa ballesta sacada del mismo infierno.
Luego Maze se dirigió al ascensor, decidida a acabar con ese tal Sariel.
—Maze, no tienes que hacerlo... —la detuvo Lucifer, tenía un tono muy serio—. No sin mi ayuda —sonrió maquiavélicamente, le salió su lado infernal. Un cambio muy drástico, típico del rey del infierno.
—Eso es Lucifer —Mazikeen sonrió devuelta, extasiada por la adrenalina de cazar a un ángel.
—Puede haber otra manera —propuse, y entonces aquellos seres infernales me miraron con duda—. Ya que si alguien aniquila a ese ser celestial... ¿no creen que haya consecuencias?
—No lo creo. Si Sariel hizo eso... entonces ojo por ojo, diente por diente —Maze me respondió.
Lucifer no respondió ante mi propuesta, sólo se quedó pensando, y para ello se sirvió un gran trago de whiskey, para luego beberlo rápidamente.
—Sí puede haber consecuencias... Ya sabes mi mortalidad con la detective, debe de ser por algo —finalmente dijo Lucifer.
¡¿El Diablo es mortal?! ¿Cómo puede suceder eso? Pero todas esas incógnitas se me disiparon de mi mente debido a la contestación de una demonio.
—Ahora le tienes miedo a tu papi —Maze tiró el arma al piso, y se cruzó de brazos.
— ¡NO LO MENCIONES! —Lucifer encaró a la demonio con sus ojos rojizos como el fuego.
—Debemos de hacer algo al respecto —Maze le contestó, sin inmutarse con lo amenazante que se veía Lucifer.
—Y por eso debe de haber otra manera —interrumpí aquella confrontación.
—Esto debe de ser una obra de Amenadiel —Lucifer dijo—. Él a fuerzas quiere que me vaya al infierno.
— ¿Quién es Amenadiel? —pregunté.
—Mi hermano mayor, bueno un ángel —respondió Lucifer—. Ese estúpido engreído cree que puede hacerme mortal con la detective, y ahora esto con Sariel... No se lo permitiré —añadió furioso.
—Los ángeles y sus misiones —dije—. Solamente con siguiéndoles su juego así se les podrá sacar información —añadí de un tono humorístico, ya que creía esto imposible, pues no se puede engañar a un ángel... ¿o sí?
—Excelente idea, Scarlett —Lucifer sonrió satisfactoriamente, parece que lo liberé de aquella presión—. Debemos de hacerle creer a Sariel que caímos en su trampa... luego cuando baje la guardia, lo capturaremos y lo interrogamos para que nos diga que hizo con Beelzebub y Astaroth —añadió. Parecía un buen plan.
—Debemos de saber a qué vino a la Tierra —dijo Maze, pero luego me volteó a mirar—. ¿No te parece raro Lucifer... que después de que Scarlett viniera contigo, de la nada se presente Sariel?
¿Qué quería decir Mazikeen?, ¿acaso cree que yo invoqué a un ángel?
—Cierto —respondió Lucifer—. Pero no se puede invocar a un ángel.
—En realidad no se puede... Los ángeles tienen que ser enviados, tienen que tener una misión... Bueno eso dicen algunos grimorios, y otros escritos —dije en mi defensa, en caso de que me estuvieran culpando de la llegada de Sariel—. Además para qué necesito a un simple ángel, si ya hice un pacto de sangre con el mismísimo Diablo.
—Eso es verdad —Lucifer dijo.
—Como sea... Tenemos que sacarle información a Sariel. Por lo que iré con Amenadiel, ya que yo soy una infiltrada, así que no hay problema... Puedo tener sexo con Amenadiel y de ahí sacarle información —dijo Maze, y justamente cuando mencionó la palabra sexo, sonrió de una manera muy pícara.
—Buena idea Maze —Lucifer se sirvió un poco más de licor—. Ve por ello, mientras que nosotros hacemos otro plan.
—De acuerdo. Esto lo hago por mis hermanos —respondió Maze, y luego se dio la media vuelta, saliendo del pent-house.
Entonces nos quedamos solos Lucifer y yo. Ahora no quería ir a la escuela, ya que tenía que investigar más a fondo, no podía dejar solos a mis demonios, quienes me llevaron hacia Lucifer, tenía que ser leal con ellos... puesto que me hicieron un favor, así como ellos me agradaban demasiado, incluso Astaroth con su actitud peculiar.
—Ya no iré a la escuela —le informé a Lucifer—. Encontrar a Beelzebub y Astaroth es prioridad, por el momento, pero lo es.
—Bien, concuerdo —él respondió.
—Ahora que hacemos, nos sentamos y fingimos que no sabemos nada sobre Sariel —dije irónicamente.
—Eso puede servir —dijo Lucifer—. Me iré a cambiar.
—Yo igual —respondí.
Dicho esto me dirigí a mi "habitación", por así decirlo; en donde me vestí con algo normal, ya saben, con una blusa negra, un pantalón negro ajustado, unos botines, algo típico de una adolescente.
Después fui a la sala, Lucifer todavía no salía, por lo que me senté en el piano y empecé tocar Bohemian Rhapsody de la banda Queen, la única melodía que me sabía en piano.
— ¡Qué bien tocas el piano! —dijo un Lucifer ya cambiado, teniendo un estilo muy elegante, con traje de diseñador italiano, todo muy a la moda.
—Gracias, es lo único que sé...
—Sabías que Freddie Mercury fue mi pupilo en piano —esa revelación me dejó impactada, dejando a medias aquella canción.
—No lo creo... ¿En serio?
—Sí, bueno he sido maestro de varias estrellas musicales, por así decirlo les he pasado mis conocimientos gracias a un pacto, o porque me cayeron bien. Como sea, todo su talento fue gracias a mi ayuda.
—Eso no me lo esperaba, ¿entonces todos ellos están en el infierno?, ya sabes... por pactar contigo —tenía que preguntar eso, quería que el mismo Satán me respondiera tal incógnita.
—No, bueno si hicieron algo malo y sienten culpa, claramente estarían en primera fila en el infierno —respondió tranquilamente.
—Y Freddie Mercury...
—Oh él... Está en el cielo por supuesto. Aunque tuvo algunas decisiones malas, su pasión por la música lo llevó al paraíso.
—Eso es increíble... Y dejando de lado ese tema, ¿qué haremos hoy?
—Por ahora nada, si Sariel nos observa... entonces sentiré su presencia, y por ende esperaremos a que baje la guardia. Pero tienes que estar conmigo en todo momento, no vaya a ser que él esté por ti y no por mí... Lo presiento.
— ¿Y así será nuestra relación... de castigo-protección?
—Nuestra relación va más allá, no es pacto, ni protección, ni dinero ni sexo, es algo más... —él me respondió.
Ante esas palabras, yo sólo me quedé expectante... no podía creer lo que había dicho.
—Eso crees que pasará...
—Está pasando, y siento que puedes ser la respuesta a muchas de mis incógnitas.
— ¿Por qué? —lo miré profundamente.
—No estoy seguro, tenemos poco tiempo de conocernos, pero siento una conexión que anteriormente me había pasado —él dijo—. Pero, dejémonos de cosas y continuemos con el plan.
—Esto tiene que ver con tu mortalidad —quise tocar el tema, ya que lo había mencionado anteriormente, y quería aclarar esa duda.
—Sí —dijo Lucifer—. Cuando estoy contigo me siento poderoso, no lo puedo explicar con claridad.
—Ok, ¿y con qué cosa eres vulnerable? —pregunté.
—Cuando estoy cerca de la detective, una compañera de trabajo en la estación de policía, se llama Chloe Decker.
—Y ahora estás alejado de ella...
—Sí, por el momento. Mientras descubro más sobre mi mortalidad. Pero ahora estoy bien, soy inmortal, ya que estoy lejos de ella.
—Está bien —asentí—. No pensé que trabajaras en la policía, me lo había dicho antes Maze, pero no le creí... ¿Haces esto para castigar a los humanos? —añadí.
—En parte. Es satisfactorio ver como los humanos tienen su merecido, aclaro cuando hacen cosas malas —él me respondió, dirigiéndose al mini banquete de desayuno para levantarlo.
Al ver su acción, yo me aproximé a él y lo ayudé.
—Sí, es como poner la basura en su lugar —le dije mientras tiraba a la basura los restos de mi desayuno.
Un breve silencio inundó aquellos aposentos, pero inmediatamente yo lo rompí, y dije:
—Este ángel llamado Sariel... ¿qué es lo que hace?, ¿cuál es su poder?
—Ahh, ese — él rodeó los ojos por recordarlo—. Solamente ve los pecados de los humanos.
— ¿Cómo un detector de mentiras?
—Algo así —respondió—. Es como mi poder... pero muy aburrido. Yo saco los deseos, mientras que él saca los pecados... Copión —rio.
—Es casi lo mismo... Bueno quiero decir los pecados son a base de los deseos. Por ejemplo, la lujuria la cual sucede por exceso de deseo carnal —dije.
—Sí, tienes la razón en parte. Pero puedes llevar por buen camino los deseos, y es decisión tuya hacer lo que quieras, siempre y cuando no dañes a terceros en el proceso —explicó.
Al escuchar su filosofía, me puse a pensar muchas cosas... Básicamente Lucifer explicó muy bien el libre albedrio.
—Libre albedrio —lo miré.
—Sí —sonrió.
Y por un breve momento él me susurró al oído:
—Siento la presencia de Sariel, sígueme la corriente.
Asentí, y luego dije:
—Lucifer... Entonces... ¿podríamos bajar al Lux? —fue lo primero que se me vino a la mente.
—Por supuesto dulzura —Lucifer me guiñó el ojo. ¿Lucifer me acaba de decir dulzura?, esa simple palabra me dejó perpleja.
Y dicho esto nos fuimos al club nocturno...
—Debes de actuar como si fueras una chica que quiere una gran noche conmigo —él me susurró mientras bajábamos por el ascensor.
—No lo sé. Eso no es mi estilo, prefiero ser tu amiga. Pero tendré que hacerlo por mis demonios —respondí.
Cuando dije la palabra amiga, Lucifer sonrió, una sonrisa muy sincera...
Llegamos al club en tan sólo unos segundos, y me pareció extraño que a tempranas horas estuviera lleno el lugar. Luego nos dirigimos a la barra de bebidas, en donde Lucifer tomó un vaso y se sirvió de nuevo licor.
— ¿Quieres un trago? —me guiñó el ojo como símbolo de mentira... de complicidad.
—Por supuesto —sonreí coquetamente, o bueno un intento de coqueteo, porque la verdad nunca había hecho eso.
Lucifer me sirvió un trago y me lo dio, lo bebí, rayos sabía muy extraño, pero era un sabor delicioso.
—Uhhh, está fuerte —dije.
—Es uno de los mejores whiskeys —respondió Lucifer.
— ¿Ya se fue?
—Todavía, se está mezclando con la multitud —me susurró.
Como todavía Sariel estaba, entonces Lucifer me condujo hacia la pista de baile, y nos divertimos... Nunca había ido de fiesta, y ese día fue único.
Lucifer ponía a todos a bailar, a beber, a enloquecerse, más que otra cosa los explotaba en sus más profundos deseos. Hasta hizo un concurso de quien bebía más... Jajajaja él siempre ganaba, tal vez porque es inmortal.
Y en un momento Lucifer se acerca a mi oído y me dice:
—Ya se fue.
—Finalmente —suspiré.
La muchedumbre ya me había cansado, en realidad no me gustan las aglomeraciones, creo que tengo pavor a eso. Sin embargo, esa fiesta en el Lux fue inigualable.
Regresamos al pent-house, en donde nos esperaba Maze.
— ¿Tienes noticias? —preguntó Lucifer.
—No sabe nada de él, hasta le sorprendió que Sariel viniera. Pero sé que Amenadiel sabe algo, sólo que lo oculta muy bien —Maze respondió.
—Y como lo sospeché... Sariel nos está espiando, pude sentir su presencia en mi hogar y en el club —Lucifer dijo.
—Ese angelito de mierda —dijo Maze mientras daba patadas al aire, tal vez para tranquilizarse, puesto que tenía una energía abrasadora.
A veces quisiera pelear como Mazikeen, se ve que tenía un gran estilo en batallas cuerpo a cuerpo.
—Deberías de enseñarle unos golpes a Scarlett —Lucifer le dijo a Maze—. Para que cuando se tope con Sariel le de unos buenos golpes.
—Es una mortal, no creo que pueda hacerle mucho daño, pero de acuerdo —asintió Maze y se dirigió a mí—. Muy bien Scarlett tírame un golpe —ella dijo poniéndose en guardia.
No sabía qué hacer, pero en serio quería aprender a pelear, por lo que le pegué un gancho al hígado a Maze, quien con velocidad bloqueó el golpe.
—Muy bien —sonrió Maze—. Ahora esquiva esto —dijo y entonces me lanzó un golpe a la cara, el cual lo esquive instintivamente.
—Nada mal —dijo Lucifer.
Así estuvimos durante dos días, conociéndonos y teniendo pequeñas clases de lucha con Maze... Charlé muchas cosas con Lucifer, parecía que establecíamos una conexión de amistad, además de que así despistábamos a Sariel, quien nos visitaba frecuentemente, y nunca se mostraba físicamente, se ocultaba en las sombras, donde sólo Lucifer podía percibirlo.
Llegó el momento de regresar a la escuela, ya que no me quería atrasar en las tareas. Lucifer y yo habíamos pensado en la posibilidad de que Sariel en vez de vigilar a Lucifer, me estaba vigilando a mí... Por eso y las tareas decidí volver a la escuela, volver como una carnada. Además de que con este plan los dos nos poníamos de carnada, por un lado estaba Lucifer solo en su pent-house donde Sariel podría abordarlo, y por otro lado estaba yo en la escuela, donde fácil puede este ángel hacerse pasar por un chico nuevo.
—Scarlett te diré cómo luce un ángel encubierto —Lucifer me dijo.
—Esto es por la pequeña posibilidad de que Sariel se infiltre en mi escuela, ¿verdad? —respondí.
—Sí —asintió Lucifer—. Y para empezar son muy bellos, aburridos, educados, muy... muy puritanos. ¿Me entiendes?
—Sí, todo lo contrario a un demonio, podría decirse que lo sé... Espero estar en lo correcto.
—Sí lo estás. Cualquier cosa puedes mandarme un mensaje o a Maze, ya agregaste nuestros números, así será más fácil nuestra comunicación.
—Entendido, quiero atrapar a ese ángel, quiero saber el paradero de Beelzebub y Astaroth, deseo saber que quiere de mí o de ti —dije decidida.
Después de platicar eso en la mañana, proseguí a darme una ducha; seguido de esto me fui a la habitación de huéspedes, y me puse un conjunto muy infernal, por así decirse, ya que quería verme diferente porque me sentía segura por alguna extraña razón, dicho conjunto consistía en: un pantalón negro, unas botas cortas cafés, y lo mejor una blusa negra de manga larga con un ligero escote en la espalda, la cual era muy fresca por cierto. Después de vestirme decidí ponerme un maquillaje natural, el cual sólo constaba de un poco de base, delineador, rímel, rubor, y por supuesto labial transparente, aclaro que dicho maquillaje me lo había regalado Maze. No quería exagerar mucho, ya que en la escuela no te dejaban entrar si ibas muy maquillada, además de que yo no soy de esas chicas que se saben maquillar muy bien. En fin, cuando salí del cuarto, Lucifer se quedó pasmado y me dijo:
—Por el amor que me tengo... Te ves, wow.
—Gracias —me sonrojé.
— ¿Ya te irás a la escuela?, no sé por qué los humanos van a la escuela es un lugar aburrido —él dijo.
—Jajaja, tenemos que ir para adquirir conocimientos, y tengo que irme —dije y después me fui del pent-house a través del ascensor.
Por fin... ya me encontraba en las puertas de la escuela, en donde Zara y Joy estaban conversando.
Joy era como el reemplazo de Nicole, ya que ella estaba en otra preparatoria, Joy siempre se llevaba bien con todos, pero últimamente se había juntado más con nosotras, esto debido a que somos muy afines.
—Holas chicas —me acerqué a ellas.
— ¡Por Dios Scarlett, dónde te habías metido! —exclamó Joy.
—Te mandé muchos mensajes, y no me respondiste —dijo Zara
—Por ahí, luego les cuento el chisme —sonreí.
—Por favor —rio Joy.
—Wow, Scarlett —dijo Zara—. Me encanta tu look.
—Hoy estás muy perra —dijo Joy mirándome de pies a cabeza. Aunque suene grosero la parte de perra, así nos decíamos de broma, pues entre nosotras nos decíamos "perra" dando alusión a la palabra supercool.
—Jajaja —reí—. Al rato les cuento toda la historia, se los prometo.
—Ya estás —dijo una Zara emocionada.
Luego de esa pequeña charla nos adentramos a nuestro salón de clases, y nos sentamos en nuestros lugares habituales, los cuales estaban al frente de la clase, puesto que las tóxicas siempre estaban atrás cual ermitañas en cueva, y por lo tanto no queríamos estar cerca de su negatividad.
—Ahora sí, cuéntanos Scarlett —Zara me dijo al sentarnos en nuestros lugares, esperando a que llegara el profesor.
—Pues... que les digo... Me echaron de mi casa —susurré.
— ¿Enserio? —dijo Joy.
—Sí, desearía contarles en detalle, pero ya saben en este lugar hay ojos y oídos chismosos —dije refiriéndome a las tóxicas, que aparte de ser así también son muy metiches.
—De acuerdo, en el receso cuentas los detalles —Joy me guiñó un ojo, haciendo hincapié en que quería saber todo. Y aunque piensen que eso es ser chismoso, pues no lo es, ya que así me desahogo de todo, me desahogo con personas con las que confío en verdad.
Pasaron unos minutos esperando al profesor... el cual siempre llegaba tarde. El salón de clases estaba ruidoso, todos hablaban con su grupo de amigos, e incluso Hans quien estaba al lado de Selina charlando, hijo de puta, antes era mi mejor amigo, aunque finjo hablarle bien para no hacerlo un enemigo más... Pero ya no le tengo la misma confianza... ya nada era como antes.
Luego el ruido cesó, puesto que entró un chico nuevo... Estaba guapo, piel clara, ojos marrones, cabello castaño ondulado, con un estilo único en su vestimenta que se basaba en la elegancia. Todo el salón lo veía, analizándolo... y ante esas miradas Zara, Joy y yo nos sumamos... Pero todo cambió cuando el chico venía hacia mí, justamente hacía el asiento vacío el cual estaba a mi lado. Este chico debe ser Sariel, por supuesto así luce un ángel...
Mientras el chico caminaba hacia mí, podía sentir su mirada analítica... Por Lucifer, este chico realmente es divino... Pero él desapareció a mis demonios... Así que no lo podía dejar ir.
Y afortunadamente se sentó a mi lado, lo analicé con mi mirada... y entonces así supe que era mi oportunidad...
—Hola —dije amistosamente.
—Hola —él sonrió.
Después de presentarnos podía presentir las sonrisas de orgullo de mis amigas, ya que nunca había tenido novio, y esto era porque nunca había estado lista... Pero, ¡qué demonios!, ¿cómo podría estar con un ángel?
Por ende, ellas observaban cada uno de mis movimientos con el chico, a lo que yo sólo me petrifiqué, debido a los nerviosismos por conocer a alguien nuevo, y en especial a ese celestial acechador.
De pronto el silencio se hizo presente, ya no sabía que más decir, por lo que Joy se paró sutilmente de su asiento, haciendo como que iba al baño, y luego me dio un ligero golpe en el hombro para que me despabilara. Cabe de aclarar que así nos sentábamos: Joy a la izquierda pegada a la pared, luego estaba Zara al lado derecho de Joy, y al último me sentaba yo al lado derecho de Zara, y sin mencionar que siempre había un asiento vació también a mi lado derecho, el cual solía ser de Hans, y que justamente hoy llenó ese asiento el chico nuevo...
Ante el golpecito de Joy, inmediatamente articulé:
— ¿Cómo te llamas? —dije con un poco de timidez. Aunque podía adivinar su nombre... SARIEL.
—Sariel, un gusto, y dime... ¿a quién me dirijo? —él me respondió, y vaya que Sariel es muy, muy, muy educado, más que otro chico que haya conocido. Pero sigue siendo el objetivo.
—Me llamo Scarlett —sonreí.
Luego de presentarnos, charlamos un poco, conociéndonos mutuamente, él me dijo que venía de una escuela extranjera, y que era de muy lejos, datos que no eran tan precisos, y que a simple vista se veía que era mentira. En un momento específico nos miramos profundamente... su mirada cautivadora me encantaba. Por Satán... ya no sabía qué hacer con este ser celestial.
Desafortunadamente surgió una desgracia llamada Selina, quien como perra en brama se acercó a Sariel, pero no sin antes golpear con su puño mi mesa para disipar el momento. Ante esa acción desagradable, yo me quedé sacada de onda, sin saber qué hacer. Selina percibió mi acción resultante, y entonces ella se presentó con Sariel, como toda una puta. Y para colmo todo el salón se nos quedó viendo, incluso Zara y Joy, quienes le dirigieron una mirada de odio a Selina.
Y justo cuando me petrifiqué debido a la situación, un Sariel molesto le contestó a la perra de Selina, pero le contestó de una manera tan delicada pero a la vez voraz, una combinación perfecta para dejar a esa zorra en su lugar.
En pocas palabras, Sariel le dijo a Selina que era una urgida, esa parte fue mi favorita, luego dijo que fue una grosera al cortar la conversación que tenía conmigo, más aparte me dijo señorita, ufff eso sí que enamora, jajajaja. Y para finalizar Sariel le pidió a Selina que se fuera a molestar a otra parte, además de que me dijo dama... ¡Por Lucifer!, esto chico me agrada, mando a chingar a su madre a la puta de Selina, jajajaja.
Luego de la contestación de Sariel, Selina se fue a su lugar muy enojada, jajaja se lo merece por zorra. Entonces dije:
—Vaya, pusiste a la basura en lugar —reí.
—Por supuesto, esa chica es muy mala, lo presiento —él respondió.
—No lo dudes —dije.
— ¿Te ha hecho daño? —preguntó.
—No te lo imaginas —respondí.
Sariel iba a contestar, pero vino el profesor...
—Lamento la tardanza, chicos. Ahora comencemos con la clase. Quiero que todos copien lo que voy a dictar —dijo el profesor de estadística cuando apenas cruzó por esa puerta.
« ¡Por un demonio! » pensé.
— ¿Tú eres el nuevo, verdad? —preguntó el profesor.
—Sí, ese soy yo —respondió Sariel.
—Excelente, entonces a trabajar —dijo el maestro, sin ni siquiera darle una buena bienvenida a Sariel, pero qué importa, así era el profesor... bien seco.
Las horas pasaron hasta que llegó nuestro receso, por fin podía hablar con mis amigas; e incluso podría conocer mejor, digo sacarle información a Sariel.
—Sariel —dije.
—Sí —él respondió.
—Te presento a mis amigas —señalé a mis mejores amigas.
—Mucho gusto, soy Zara —mi mejor amiga dijo.
—Un gusto Sariel, me llamo Joy —ella dijo, estrechándole la mano. Joy siempre es tan conservadora...
—Un gusto chicas —dijo él analizándolas con la mirada.
—Bueno ahora que se conocen... Este Sariel... ¿Podrías darnos un momento? —miré a aquel ángel, el cual asintió ante mi petición.
—Por supuesto —él dijo.
Luego Sariel se alejó unos metros de nosotras, pero no me quitaba la mirada de encima, estaba claro que quería algo de mí... Como sea, no importaba que él me mirara ya que no podría escuchar la conversación que iba a tener con mis amigas, tenía que explicarles a Zara y a Joy todo lo que había pasado.
Entonces nos sentamos en un árbol, comiendo nuestros respectivos almuerzos... Dicho lugar era nuestro preferido, pues en él podíamos admirar las bellezas de la naturaleza, el cielo, el césped...
— ¿Por qué lo echaste? —preguntó Joy.
—Necesito contarles muchas cosas —respondí.
—Puede que las tóxicas lo aborden —Zara dijo.
—No lo creo, a Sariel no le agrada Selina, pero enserio tengo que contarles muchas cosas... —dije, y luego mordí una manzana... el fruto prohibido.
—Por favor, estaba preocupada por ti —dijo Zara.
—Venga pues, desahógate con nosotras —sonrió Joy.
—Sí, la verdad tuve un fin de semana loco. Primero chicas me echaron de mi casa por hacer brujería —comencé a decir, y en eso Zara me interrumpe.
—Otra vez con tu magia negra, Scarlett... ¿Cuál era el propósito de ese hechizo, ritual o lo que sea que hiciste de brujería? —ella dijo mientras sacaba de su bolso su sándwich de pollo.
—Castigar a las tóxicas —sonreí decidida.
—Eso es todo —Joy rio—. Nicole estaría orgullosa.
—Sí, y luego de eso... No sé si me creerán, pero dicho ritual que hice convocó a dos demonios, y ellos me guiaron hacia el Diablo; quien, no lo van a creer, es el dueño del Lux. Además él me ayudará a castigar a las tóxicas. Y por ahora me estoy quedando en su pent-house —articulé, y ante eso mis amigas se quedaron en shock.
—No puede ser... Vives con Lucifer Estrella de la Mañana —dijo Joy, y por la impresión se le cayó su bolsa de almuerzo.
—Esto es una locura —dijo Zara.
—Por favor chicas, es lo que pasé estos últimos días... ¿Me creen, cierto? —dije.
Pasaron unos segundos de absoluto silencio, ya que ellas estaban procesando todo.
—Por supuesto, con lo que me has predicho con tus cartas de Tarot, estoy muy... muy convencida que has contactado a Satán —finalmente dijo Joy—. ¿Entonces el dueño del Lux es el mismísimo rey del infierno?
—Sí —asentí—. Luego se los presentaré, pero en fin me han pasado muchas cosas... Y ahora necesito resolver algo con Sariel —añadí.
—A mí no me engañas, Scarlett —me dijo Zara con un tono irónico—. Tú te quieres ligar a ese chico nuevo —ella alzó las cejas.
—No —reí—. Por favor...
—Bueno el próximo fin de semana vamos al Lux, ¿ok? —Joy propuso—. Necesitamos salir, y quiero conocer a Lucifer. Y si él te ayudará a castigar a esas hijas de puta, entonces yo quiero ayudar.
—Buena esa, Joy —sonreí orgullosa.
—Yo también quiero unirme al castigo, se ve que esto va a estar bueno —Zara dijo.
—Gracias por el apoyo, chicas... Sólo espero que Nicole se una a nuestro propósito —dije.
—Estoy segura que lo hará —contestó Joy—. Y dime ¿cómo planeas ese castigo? —preguntó.
—Todavía no lo planeo del todo, ahora estoy con una situación. Pero les juro que les diré todo, y juntas nos vengaremos —sonreí siniestramente, mostrando un poco mi lado oscuro, mi lado vengativo...
—De acuerdo —dijo Joy.
—Por fin esas tendrán su merecido —Zara dijo.
—Y será mejor de lo que le respondió Sariel a la zorra esa de Selina —reí.
Todas nos carcajeamos, lo que le dijo Sariel a Selina nos hizo el día.
—Luego nos cuentas, ya que con esta revelación, se me olvidó comer mi almuerzo —dijo Joy, quien recogió su bolsa de almuerzo del piso.
—Igual yo, bueno ya puede unirse a nosotras Sariel —dije, y entonces le hice una señal a Sariel para que viniera con nosotras.
— ¿Listo? —dijo Sariel, y luego se sentó a mi lado.
—Sí —respondí.
Por consiguiente, todos nos pusimos a almorzar... Excepto Sariel, pero bueno él es un ángel y ellos no comen... creo. Además mientras comíamos nos contábamos cosas sin sentido, teniendo una plática común a la que Sariel se sumó, pero él para nada revelaba algo de él... Mmmm.
Luego la campana sonó, y entonces nos dirigimos a nuestro respectivo salón, en donde las clases continuaron... Ahora teníamos un nuevo integrante, y mientras platicábamos entre clase, podía sentir la mirada de celos de Hans, quién lo diría...
En un momento específico, pedí permiso para ir al baño, y por consiguiente le llamé a Lucifer.
—Sariel está en mi escuela —dije a través de la llamada.
— ¡Lo sabía! —exclamó él.
—No me ha dicho nada, pero lo abordaremos cuando terminen las clases.
— ¿A qué horas?
—A la 1:00 pm. Te mandaré la ubicación por mensaje.
—Hecho, también irá Maze.
—Bien, no lo perderé de vista.
—Ten cuidado.
—Lo tendré —dije y después colgué la llamada. Posteriormente le mandé mi ubicación a Lucifer, y luego me fui a mi salón, finiendo que no pasaba nada, Sariel no tendría idea....
Al finalizar las clases me despedí de Zara y Joy, quienes se iban con sus padres.
—Scarlett, ¿quieres que te lleve? —me preguntó Zara.
—No, muchas gracias Zara —contesté—. Tengo un asunto pendiente con Sariel.
—Esooo, Scarlett —Joy me guiñó el ojo—. Tú muy bien.
—Jajajaja, sí por supuesto —dije.
—Adiós, chica —dijo Joy.
—Nos vemos mañana —sonrió Zara.
—Adiós, chicas —respondí, y luego me fui en dirección a Sariel, quien estaba observándome a lo lejos.
—Entonces... ¿ya te vas? —dijo él.
—Mira Sariel —lo vi directamente—. Sé que eres un ángel.
Ante mis palabras Sariel se quedó paralizado. Luego pude visualizar (desde lo lejos) a Lucifer y a Maze quienes iban en un coche muy lindo.
— ¿Cómo lo sabes? —Sariel respondió.
—Tuve una corazonada.
De repente Lucifer se baja del auto, y toma del cuello a Sariel, lo aprisiona con sus brazos, para después decirle:
—Hola hermanito.
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