𝕌𝕟𝕒 𝕣𝕒𝕣𝕒 𝕙𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝕒𝕞𝕠𝕣
❀𝕷𝖚𝖙𝖙𝖊𝖔❀
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Narra Luna
—Mierda— maldije después que el idiota de mi "amigo" que me había secuestrado me empezó a seguir.
Corrí como si no hubiera mañana, después de mucho tiempo, logre escapar de ese lugar horrendo, por suerte a lo lejos vi una casa con un chico afuera, corrí lo más rápido que pude y al llegar ahí trato de esconderme.
—¿Pero qué mierda?— dijo un chico al verme escondiéndome detrás de los botes de basura.
—Shhh, por favor, te suplico que no les digas que estoy aquí— dije juntando mis manos tratando de rogarle.
—¿De quién hablas?— me pregunto confundido.
Al momento de querer contestarle llega mi "amigo" que me había secuestrado, llamando así la atención de aquel chico.
—Hola, una disculpa por la molestia, pero de casualidad no viste a una chica con un vestido azul, es bajita, parece de 16 años, pero en realidad tiene 21, tiene los ojos de color verdes y su cabello es color castaño, verá es mi amiga y sus padres me pidieron que la cuidara, yo solo fui por sus pastillas y al regresar ya no estaba.— dijo el idiota de Michael amablemente, vaya que actuaba muy bien.
—La verdad que no, lamento de no ser de ayuda— dijo el chico moviendo se a un lado para cubrirme y que el desgraciado no me alcanzara a ver.
—Bueno muchas gracias amigo, que tengas un lindo día— dijo el idiota con una sonrisa.
—No hay de que— dijo el chico devolviéndole la sonrisa, al ver que el tipo ese desapareció el chico se dirigió a mi— ya puedes salir no hay moros en la costa— dijo haciéndome reír— ¿de qué te ríes?— dijo el chico sonriéndome y vaya que tenía una linda sonrisa.
—No de nada, gracias por cubrirme, ¿cómo podría recompensártelo?— dije con una sonrisa sincera.
—No te preocupes por eso, no tienes que agradecer, de hecho a mí me gustaría que esto le hubiera pasado a mi...— el chico no pudo seguir debido a que una señora de unos 40 años le estaba hablando.
—Balsano, te pedí que sacaras la basura y ya llevas más de 5 minutos afuera, que tanto hace...— se detuvo al verme— ¡Oh!, disculpa querida no te vi, ¿cómo te llamas?— dijo la señora regalándome una sonrisa sincera.
—Mucho gusto señora, soy Luna Valente, perdone las molestias, ya me iba— dije dándole una sonrisa y dando la vuelta para irme de ese lugar, pero la señora me detiene.
—No querida, no es molestia, si gustas pasar para que te des un baño y le hablamos a tus padres para que te recojan— me dijo la señora mientras me tomaba de las manos, yo solo sonreí y asentí— Matteo, lleva a Luna al baño que esta en el cuarto de huéspedes para que tome un baño y más te vale decirme que sí porque sino te quedas castigado una semana más sin salidas— dijo la señora viéndolo como mi mamá solía hacerlo cuando la desobedecía.
—De acuerdo, vamos enana— dijo el chico haciéndome una seña para seguirlo, la madre del chico me suelta y me dice que en un rato me llevara ropa y un teléfono para poder comunicarme con mis padres, yo le agradezco y voy detrás del chico.
—¿Puedo hacerte una pregunta?— le pregunte para romper un poco el hielo.
—Claro, ¿qué paso?—
—¿En dónde estamos?—
—¿Cómo que en dónde estamos? En Argentina— dijo dejándome en shock
—Espérate tantito, ¿cómo que estamos en Argentina?— le dije mientras me detenía, causando que el copiara mi acción.
—Amm, si, estamos en Buenos Aires, Argentina— me dijo un tanto confundido— ¿Dónde creías que estábamos?— me pregunto confundido, de nuevo.
—En México, yo soy de México, maldito sea el día que conocí a Michael— dije furiosa, ¿cómo es posible que me haya traído hasta Argentina y yo no me enterara?.
—Espera, ¿estas diciendo que ese tipo te trajo a Argentina y no te diste cuenta?— me pregunto a lo que yo solo asentí— vaya, eso no me lo esperaba—
—Pues al parecer somos dos, pero bueno, ¿podemos ir a la habitación?— le pregunte
—Si, por supuesto— dijo en lo que retomábamos el camino, solo con la excepción de que el ahora se encontraba a un lado mio.
—¿Te puedo hacer otra pregunta?— volví a hablar después de unos segundos de silencio.
—Vaya que si haces muchas preguntas, pero bueno, dime—
—¿Por qué hace un momento me dijiste enana?— le pregunte con el ceño fruncido.
—¿Qué?, ¿no te gusta el apodo? te queda bien, digo eres más bajita que yo— dijo burlándose de mi estatura.
—Pues no, no me gusta ese apodo y si ya se que soy enana, gigante— dije rodando los ojos, el solo sonrió, dio media vuelta para continuar caminando, yo por mi parte solo seguí caminando detrás de el. Después de unos segundos de estar caminando el se queda quieto en frente de una habitación y gira para verme— Bueno, esta es la habitación, el baño es la segunda puerta, la primera es el closet, si necesitas algo, no dudes en pedírmelo, estaré en este cuarto— dijo señalando la puerta que se encontraba a un lado de el— bueno, ahora si te dejo tranquila— dijo con una sonrisa para después adentrarse en la habitación que ya había mencionado.
Suspire y me entre a la habitación que me había dicho el chico, era linda, la habitación era totalmente blanca, con uno que otro cuadro en sus paredes, una cama con una sábana color negro y en cada costado de la cama tiene un buro de color blanco; a mi parecer es muy linda la habitación, es muy minimalista.
Me dí una ducha algo rápida, solo tarde unos 8 minutos, cada que veía mi cuerpo para tallarlo lagrimas salían de mis ojos, de solo pensar lo que supuesto amigo trato de hacerme me daba asco; me daba asco el hecho de que ese desgraciado mal nacido haya tocado mi cuerpo sin descaro alguno y yo por más que le rogaba para que no me hiciera nada, él solo ignoraba mis suplicas, por más que forcejaba para liberarme de su agarre el solo me golpeaba.
Salí de la ducha y tome dos toallas, una me la puse en mi cabello y la otra me la enrolle en mi cuerpo, el cuál pude notar que tenía varios moretones, al verme en el espejo que estaba ahí, me hizo odiarme, odiarme por el hecho de confiar en personas que ya me habían hecho daño, odiarme por siempre creer la frase "ya cambie" o "no lo vuelvo a hacer", sin duda alguna soy muy ingenua; después de unos minutos salí del baño y me percate que en la cama estaba un conjunto de ropa muy bonito.
Me cambie y realmente me sentía muy bonita, el conjunto consistía en una sudadera de color amarilla con un estampado de un arcoíris en el lado posterior izquierdo, junto con una falda negra, que me quedaba 4 dedos arriba de la rodilla y por ultimo para completar el outfit, unos tenis blancos; luego de varios minutos salí de la habitación y como no sabía a donde ir, decidí tocar la puerta de la habitación que me había dicho Matteo; toque la puerta, después de unos segundos se abre y sale el chico con la sonrisa linda.
—Hola, disculpa que te moleste p...— trate de seguir pero él me interrumpió.
—No es ninguna molestia Luna— me dijo con esa sonrisa que hasta ahora para mi es lo que más lo caracteriza.
—Bueno, gracias, en fin, ¿me podrías prestar algún teléfono para comunicarme con mis padres?— le pregunte.
—Si claro, vamos a la sala, tu solo sígueme— me dijo, yo solo asentí y lo seguí.
Al llegar a la sala, Matteo me presta el teléfono, le agradezco para posteriormente empezar a marcar a mi casa.
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ʟʟᴀᴍᴀᴅᴀ
Luna: ¿Hola?
XX: ¿Si quién habla?
Luna: Mamá, soy yo, Luna
Mónica: Mira Jessica, estoy harta de tus bromitas de estar fingiendo que eres mi hija, así que te pido que no me vuelvas a llamar
Luna: No mamá, no soy Jessica, soy Luna, de verdad te lo juro, por favor créeme
Mónica: Si como no y yo soy la reina de Inglaterra, ya deja de molestar y búscate una vida
Luna: De verdad lo digo mamá, te diré algo que yo solo sé
Mónica: A ver, te escucho
Luna: Guardas tu dinero debajo de la cama
Mónica: Ay por dios, eso todo el mundo lo hace
Luna: Cuando no puedes dormir bajas en las noches a tomarte un café
Mónica: .....
Luna: Cuando era pequeña y yo no quería bañarme, tú me cargabas, me llevabas a la bañera y me bañabas con todo y pijama
Mónica: .....
Luna: Y cuando yo no podía dormir, siempre te sentabas a un lado de mi cama contándome como mi papa y tu se conocieron
Mónica: ¿Luna?, ¿hija?, ¿de verdad eres tú?
Luna: Si mamá soy yo
Mónica: ¡Dios santo!, te juro que casi muero cuando no llegaste a casa a la hora acordada
Luna: Lo sé mamá y perdóname por no creerte
Mónica: Eso no importa ahora hija, lo que importa es que estas bien, ¿donde estas ahora?
Luna: Ammm, es que ni yo se donde estoy
Mónica: ¿Cómo que no sabes donde estas?
Luna: Si veras, escape del lugar donde me tenía Michael y una familia me ayudo
Mónica: Oh bueno ya veo, pídeles la dirección y ya mismo vamos por ti tu papá y yo
Luna: Si, verás, ese es un problema, ahora mismo estoy en Buenos Aires, Argentina y no en México.
Mónica: ¡Dios Santo!, ¿cómo es qué estas en otro país?
Luna: Ni yo lo sé mamá, pero ven lo más rápido por mí, ¿sí?
Mónica: Si hija, por supuesto, pero igual necesito la dirección
Luna: Si, espera un segundo
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Aleje el teléfono y mire al chico que estaba a un lado mio.
—¿Sabes dónde estoy?— le pregunte amablemente
—En mi casa— dijo Matteo con obviedad, yo solo reí y le dije
—Si, eso ya lo sé, me refiero a la dirección—
—Ahh, si claro, deja le digo a mi mamá para que se la de a tu madre, en lo que comes algo, ¿te parece?—
—De acuerdo, deja le digo a mi mamá— dije para después acercarme el teléfono de nuevo al oído y comentarle a mi madre lo que me había dicho Matteo.
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Luna: Mamá, te voy a pasar a la señora que me ayudo para que ella te pase la dirección
Mónica: De acuerdo hija
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Segundos después llega la madre de Matteo junto a él, le doy el teléfono y Matteo me toma de la mano para posteriormente llevarme a la cocina.
—¿Qué te gustaría comer?— me pregunto en lo que se recargaba en la barrita que estaba en medio de la cocina.
—La verdad, lo que sea, he estado sin comer varios días, de hecho no sé cuantos días estuve encerrada en ese lugar, ¿qué día es hoy?— le pregunte mientras me sentaba en una silla que estaba por la barrita.
—Hoy es 14 de septiembre— dijo Matteo
—Vaya, estuve encerrada 3 meses exactos— dije tranquilamente, aunque por dentro me sentía una mierda.
—¿Te parece si te cocino algo?, digo ya que por lo que me acabas de decir casi no comiste en tres meses— me dijo amablemente.
—Si me parece bien— le conteste de la misma manera.
—No quiero incomodarte o algo por el estilo, pero ¿cómo es que ese tipo te secuestro?— me pregunto al mismo tiempo en que empezaba a sacar cosas del refrigerador.
—No tranquilo, la pregunta de hecho no me incomoda ni nada por el estilo, solo que si fui muy estúpida por confiar en él, pero bueno la historia es un tanto larga como pa...— y me interrumpió.
—Tranquila, tengo tiempo, es decir, podría cocinar y escuchar la historia— me dijo muy seguro y por alguna extraña razón no me sentía incomoda hablando con el, al contrario, era agradable estar con el y hablar.
—¿Estas seguro? —
—Muy seguro— me respondió con una sonrisa
—Bueno, todo esto inicia hace unos años atrás—
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𝙸𝚗𝚒𝚌𝚒𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚏𝚕𝚊𝚜𝚑𝚋𝚊𝚌𝚔
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𝟷𝟷 ᴅᴇ ᴍᴀʏᴏ ᴅᴇʟ 𝟸𝟶𝟶𝟼
Eran las 6:30 am y mi mamá me levanto para ir al instituto, hoy iniciaba un nuevo año escolar, normalmente estaría feliz, pero justo hoy no es uno de eso días, puesto que ayer mi madre no me dejó terminar de ver mi serie favorita.
Al llegar a mi salón, me percate que había un alumno nuevo y justo se sentó a un lado de el sitio que usualmente uso; me acerque a él y decidí hablarle.
—Hola, soy Luna, supongo que eres nuevo ¿cierto?— le dije mientras tomaba asiento en mi lugar y giraba mi cabeza para verlo.
—Así es, me llamo Michael— me extendió su mano y yo la estreche— mucho gusto señorita Luna— dijo causando que los dos nos riéramos.
Durante todo el día nos la pasábamos hablando y una que otra maestra nos regañaba por no poner atención a clase, pero a los dos no nos importaba y seguíamos en lo nuestro.
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𝟷𝟹 ᴅᴇ ᴍᴀʏᴏ ᴅᴇʟ 𝟸𝟶𝟸𝟷
Han pasado dos días desde la última vez que hable con mi mejor amigo, lo que paso fue que el se me declaro y yo lo rechace, debido a que yo no siento lo mismo por el pero por lo que veo él no se lo tomo para nada bien ya que me bloqueo de todas las redes sociales y en el salón de clases me ignora por completo. Después de todo yo lo sigo queriendo, pero no le puedo corresponder puesto que él no es mi tipo.
Las clases iniciaron normal, normalmente pongo atención a todas las clases, pero desde que Michael me ignora, trato que me hable; justo hoy en clase de química la maestra pidió que el trabajo que nos había asignado hace tiempo, lo iniciáramos con nuestra respectiva pareja, por suerte me toco con Michael, así que me da tiempo para arreglar las cosas.
Me acerco a su asiento y le hablo:
—Oye, como lo dijo la maestra, necesitamos hacer el trabajo, ¿te parece si lo hacemos en mi casa después de clases?— le pregunte, a lo que simplemente respondió un "ok"
Al concluir las clases, empecé a buscar afuera del instituto, debido a que la última clase no me tocaba con el, por lo que lo empecé a buscarlo; al divisarlo a lo lejos, me acerco a el y le digo:
—¿Nos vamos?— le pregunto, él solo trata de evitar hacer contacto visual conmigo y sólo se limita a asentir.
Durante el trayecto a mi casa trataba de establecer una conversación con Michael, pero él solo asentía o me ignoraba disimulando que estaba mensajeándose con alguien. Al llegar a mi casa pasamos y nos dirigimos juntos a la sala que estaba a unos metros de la puerta.
—¿Quieres algo de tomar?— le pregunte amablemente.
—No, estoy bien, empecemos el trabajo— me contesto mientras tomaba asiento en un sofá y comenzaba a sacar sus libros de su mochila.
—Bien, ¿de qué tema te gustaría que hiciéramos el proyecto?— le pregunte en lo que sacaba mis libros.
Después de eso, pasaron alrededor de unas 3 horas, en ese lapso de tiempo hicimos el proyecto y comimos pizza que mandamos pedir; durante la comida fue algo incomodo, puesto que ninguno de los dos hablo. Antes de que él se fuera, me arme de valor y le pedí que habláramos sobre la declaración que había sucedido días atrás.
—¿Podemos hablar sobre lo que pasó?— le pregunte algo tímida.
—¿Para qué?, no tiene caso retomar ni esa conversación ni nuestra amistad, pensé que me dirías que sí, nos conocemos de toda la vida, realmente pensé que aceptarías— dijo algo paranoico a mi parecer.
—Si, sé que nos conocemos de toda la vida, solo que no eres mi tipo— le dije.
—¿Cómo es tu tipo?, créeme si me lo dices,tratare de ser de esa manera con tal y que me aceptes—dijo mientras se sentaba a un lado mio y tomaba mis manos.
—Es que esa es la cuestión, tu no necesitas cambiar tu forma de ser solo para estar conmigo— le dije al mismo tiempo que retiraba mis manos de su agarre.
—Pero yo lo quiero hacer, quiero cambiar por ti, para que estemos juntos— me dijo— pídeme lo que quieras y yo tratare de dártelo, de verdad lo digo, haré lo que sea para que tú y yo estemos juntos por el resto de nuestras vidas— dijo al tiempo que tomaba mis brazos con fuerza.
—Michael, suéltame, me estas lastimando— le dije mientras trataba de zafarme de su agarre.
—No lo haré hasta que me digas que podrá existir un nosotros—
—No lo habrá Michael, entiéndelo de una vez por todas— dije a la par que seguía intentando quitar mis brazos de su agarre—si seguirás actuando de esa manera tendré que pedirte que te vayas de mi casa— le dije enojada.
—Bien, me iré— me dijo soltando mis brazos, por fin, vi mis brazos y tenía muy marcada sus manos— solo que te pediré que lo pienses bien, yo te esperare.—dijo al mismo tiempo que tomaba su mochila y se dirigía a la puerta.
—Espera— dije antes que diera un paso fuera de mi casa, haciendo que él volteara con una sonrisa.
—Sabía que no ibas a rechazarme—dijo acercándose a mi, a lo que yo lo detuve con una mano.
—No es eso— levante mi otra mano en la cual llevaba un libro de química— se te estaba olvidando tu libro— dije devolviéndoselo y dirigiéndome a un lado de la puerta— ahora si puedes irte— le dije con una sonrisa.
—Bien, me voy— dio media vuelta y salio de mi casa, cerré la puerta y subí a mi habitación para terminar la tarea que tenía de las otras materias.
Al día siguiente Michael se disculpo por su manera de reaccionar, yo acepté sus disculpas y él me invito a salir como amigos; al salir del instituto él me acompaño a mi casa y dijo que me recogería a las 5:30 pm.
Eran las 5:00 pm y yo ya estaba arreglada, había decidido por un vestido color azul con flores blancas, de calzado unos tenias blancos y por último decidí dejarme el cabello suelto; como estamos en época de calor decidí complementar mi outfit con una chaqueta negra, esta vez opte por no llevar ningún accesorios.
Luego de media hora esperando a Michael, llego por mi y nos dirigimos al cine; durante la función el trataba de tomarme de la mano, al salir de aquel lugar fuimos a un restaurante a cenar, mientras comíamos conversábamos de temas triviales, después de tanto tiempo me sentía como 1 semana antes, antes de aquella declaración. Al terminar de cenar, nos montamos en el carro de su padre, él se lo había prestado ya que el de Michael lo había chocado su hermano mayor; a unas cuadras de mi casa, el detuvo el coche en frente de un parque y me hablo.
—¿Y bien, tu decisión no a cambiado?— me pregunto algo intrigado.
—No Michael, no a cambiado, podrán pasar 10 años y mi decisión seguirá siendo la misma, por favor entiende, te quiero como amigo y de verdad lamento no poder corresponderte— le dije ya cansada de su insistencia.
—De acuerdo— dijo mientras volvía a encender el coche y retomar el camino.
Después de un rato estando en el coche, me percato que no estamos por mi casa, sino a la de él.
—Oye, ¿me llevaras a mi casa?— le pregunte confundida.
—Oh, si claro, solo necesito recoger algo de mi casa— me dijo sin apartar la vista de la calle.
—De acuerdo— le dije.
Tras esa pequeña conversación no volvimos a articular ninguna palabra; al llegar a su casa él me pidió que me quedara en el coche, dijo que solo iba por algo y regresaba, yo solo le respondí un "ok" y me quedé revisando mi celular, en ese momento me dí cuenta que eran las 9:55 pm por lo que decidí enviarle un mensaje a mi mamá.
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𝙼𝚊𝚖𝚊́
𝚎𝚗 𝚕𝚒́𝚗𝚎𝚊
Hola ma
✔✔ 𝙻𝚎í𝚍𝚘「9:56 ρм」
En unos 10 minutos llego a la casa
✔✔ 𝙻𝚎í𝚍𝚘「9:57 ρм」
De acuerdo
✔✔ 𝙻𝚎í𝚍𝚘「9:59 ρм」
No tardes
✔✔ 𝙻𝚎í𝚍𝚘「9:59 ρм」
Ok
✔✔ 𝙻𝚎í𝚍𝚘「10:00 ρм」
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Pasaron unos 2 minutos para que Michael regresara con una mochila y se montara en el coche de nuevo, seguidamente puso en marcha el auto.
—¿Estás bien?— le pregunte al notar que paro el coche en una calle poco transcurrida y el empezaba a sonreír de una manera extraña.
—Si tranquila— dijo girando su cabeza hacia mí— solo qué lo que te haré no sera algo que te agradara— dijo dejándome confundida.
—¿De qué rayos hablas?— le pregunte.
—Ay querida Luna, si no me quieres por las buenas, me querrás por las malas— me dijo al mismo tiempo que tomaba su mochila y la abría.
Acto seguido saca un pañuelo y lo coloca en mi nariz, yo por mi parte aguantaba la respiración y trataba de golpearlo, pero fue tanta la necesidad del oxigeno que inhale los químicos que tenía el pañuelo, después de eso vi todo borroso.
Una vez que abrí mis ojos me percate de que estaba atada a una silla y de estar encerrada en una habitación completamente obscura, al querer tratar de desatarme la puerta se abre y veo a Michael entrando.
—Veo que ya despertaste— me dijo el idiota.
—Suéltame—le dije enojada.
—No, no te soltare hasta que me ames—
—No lo haré entiéndelo de una maldita vez— le dije desesperada.
—Bien, no me vas a corresponder, no te soltare— me dijo con una sonrisa falsa.
—Maldito psicópata, suéltame de una buena vez para darte tu merecido— dije molesta
—Que mala manera de hablarle a tu futuro novio querida, pero no te preocupes cuando aceptes me correspondas olvidare todo lo malo que dices—dijo— bueno como veo que hoy no quieres cooperar, te dejare aquí, descansa querida, nos vemos mañana— me dijo el idiota para posteriormente salir de la habitación.
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𝙵𝚒𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚏𝚕𝚊𝚜𝚑𝚋𝚊𝚌𝚔
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—Y después de eso, el tipo que se decía llamar mi mejor amigo, me llevaba comida 1 o 2 veces al día si me "portaba bien"; justo hoy logre salir de esa pocilga y ahí fue donde te vi y pues lo demás ya lo sabes— le dije a Matteo en lo que le daba mi ultimo bocado a el emparedado que él me hizo.
—Vaya historia— dijo sorprendido.
—Si bueno, el lado bueno de todo esto es que me enseño una valiosa lección, no todas las personas tienen buenas intenciones— dije con una pequeña sonrisa.
—Y en eso tienes razón, no todas las personas son buenas—dijo Matteo y a los pocos segundos entro su madre a la cocina.
—Hola de nuevo querida, ya hable con tu madre y acepto que te quedes esta noche aquí, puedes usar el cuarto de invitados— dijo la madre de Matteo amablemente.
—Oh, no se preocupe de verdad, puedo ir a algún hotel cerca de aquí— le dije.
—No querida, no dejare que te vayas, el tipo que te secuestro aún esta libre, no correré el riesgo de que te vuelva a secuestrar— me dijo y pude notar preocupación en su voz.
—No se preocupe, de verdad lo digo, sólo que no quiero ser una molestia— le dije algo tímida.
—No eres una molestia, tranquila enana— dijo Matteo.
—Si querida, no eres ninguna molestia en esta casa— me dijo la señora con una sonrisa.
—De acuerdo me quedare esta noche— les dije.
—Bien, tu madre me dijo que llegaran a Buenos Aires mañana a las 5:30 pm— me comento la madre de Matteo.
—Si, gracias por decirme; de verdad no tengo como agradecerle señora— le dije.
—No querida, no tienes que agradecer nada y llámame Antonella, señora me hace sentir vieja— dijo Antonella con una sonrisa cálida.
—De acuerdo Antonella— le dije devolviéndole la sonrisa.
—Bueno chicos si quieren vayan a la sala a ver una película, en un rato les llevare bocadillos— nos dijo a Matteo y a mí.
—Oh si, gracias, solo déjeme lavar el plato y vaso que use— dije mientras iba a tomarlos, al momento de querer tomarlos Antonella me interrumpe.
—No querida, eres una invitada y no permitiré que lo hagas— dijo— Matteo llévala a la sala y pónganse a ver una película— dijo echándonos de la cocina.
Al llegar a la sala Matteo y yo nos pusimos a ver una película; tiempo después Antonella nos llevo bocadillos tal y como nos había dicho, cuando concluyo la película fuimos a preparar la cena, él al principio se negó que yo le ayudara, pero logre convencerlo y al final el accedió. Los padres de Matteo habían salido, por lo tanto solo cenaríamos él y yo. Durante la cena me sentí muy bien, él me hacia sentir bien; hablábamos de temas triviales, hasta que se me ocurrió preguntarle algo que creo que lo hizo sentir mal.
—Oye, cuando estábamos afuera y me cubriste con Michael, ¿qué era eso que me ibas a decir antes de que nos interrumpiera tu mamá?— le dije confundida e intrigada.
—¿Qué exactamente?— me pregunto confundido.
—Me dijiste algo de que lo que me esta pasando a mi te hubiera gustado que le pasara a otra persona, ¿a quién te referías?—le pregunte intrigada.
—Amm, es complicado, ¿te parece si te lo cuento más de rato?— me dijo serio.
—Si, de acuerdo— le dije comprensivamente.
A continuación me levante y recogí los platos de los dos y los lleve al fregadero; me puse a lavar todo los trastes que estaban ahí, me tarde alrededor de unos 10 minutos, al terminar me seque las manos y veo a Matteo sentado en el sofá de la sala; me acerque a él para decirle que me iba a dormir pero el me interrumpió.
—Mi hermana— dijo de golpe.
—¿perdona?— le pregunte confundida.
—La persona a la cual me refería era a mi hermana— me dijo con la cabeza baja, yo me acerque y me senté a un lado de él.
—Oh, no lo sabía, perdón por tocar el tema— le dije; al notar que comenzó a llorar lo abracé hasta que se tranquilizo un poco y el se alejo de mi.
—No, no te preocupes, ya pasaron 3 años de eso— me dijo al mismo tiempo que secaba sus lagrimas— creo que es momento de decirlo en voz alta—
—¿Estas seguro?— le pregunte.
—Si, muy seguro— me dijo mientras tomaba mis manos, cuanto las tomo sentí cosquillas en mi estomago, era raro, yo nunca en mi vida había sentido esto.
—Bien, cualquier cosa me la puedes decir, yo solo te escuchare— le dije para que se sintiera listo.
—Bueno todo inicia cuando tenía 16....
Y así nos pasamos toda la noche, él me conto sobre el secuestro de su hermana y el como lamentablemente la mataron de manera injusta, después de eso trate de distraerlo un poco y le empece a contar mis travesuras de pequeña, él igual me contaba las de el; y así la pasamos el resto de la noche, riéndonos de lo que hizo el otro de niños.
𝟻 𝚊𝚗̃𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎́𝚜...
—Amor, ¿recuerdas la vez que nos conocimos?— me pregunto mi ahora novio, así es damas y caballeros, leyeron bien, Matteo y yo somos novios desde hace 2 años.
—Como olvidarlo, fuiste mi salvación— le dije con una sonrisa.
—¿Sabes nuestra historia es rara?— me dice con esa sonrisa que desde que lo conozco no deja de tener efecto en mí.
—Si, tienes razón, nuestra historia es una historia rara de amor— le digo mientras lo tomo de las mejillas y rozar nuestros labios— te amo como no tienes idea gigante— le digo con una sonrisa.
—Yo te amo mucho más enana— me dijo tomándome de la cintura para posteriormente besarme.
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Hi guys, it's me🥺✨
Perdón por lo inactiva, pero la escuela me consume, justo hoy empeze a escribir este one shot entre clase.
Tengo pensado hacer una historia Ruggarol que seguro les gustará tanto como a mi, en un futuro empezaré a publicarla.
En fin, ya por último no olviden votar y comentar que les pareció.
Eso es todo, love u🥺💗.
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