𝔼𝕩𝕥𝕣𝕒𝕠𝕣𝕕𝕚𝕟𝕒𝕣𝕪 𝕪𝕠𝕦 (𝟚/𝟚)

❀𝕷𝖚𝖙𝖙𝖊𝖔❀
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𝙰𝚗𝚝𝚎𝚛𝚒𝚘𝚛𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎

Volteo de reojo y ahí estaba él, el chico misterioso estaba sobre una colina viéndome caminar hacia lo profundo del mar, no hacía nada, solo me miraba. Ahora si lloraba de verdad, no quería morir de esta manera, extrañaría a mi papá, a mis amigas, a mis amigos y al chico misterioso.

En ese momento parpadeo y estoy en...

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Narra Luna

En ese momento parpadeo y estoy en el mar, no a cambiado la escena, sigo viva. Tenía la piedra en mi mano, estaba mojada de pies a cabeza; salí del mar y veo como todos me rodeaban, Nina me dio una toalla. Caí en cuenta que después de todo, no puedo cambiar nada; realmente pensé que podría cambiarlo.

Después fui hacia la colina donde había pilas de piedras, tome ambos pedazos y empecé a formar mi pila de piedras, pero esta se caía. Mi "deseo" era que le gustara a Michael, vaya que ingenioso es el escritor, pero esta vez no dejaría que el escritor hiciera lo que él quisiera, tome la roca y cambie mi deseo por uno que yo realmente quiero que es vivir. Cierro los ojos para concentrarme, suspiro y pongo la piedra encima de las demás, pero esta se vuelve a caer, lo intenté unas 3 veces más pero seguía cayéndose, trataba de no frustrarme, aunque ya era tarde, las lagrimas no tardaron en salir, lo intenté una última vez, pero estas se cayeron.

Recordé las palabras de Pedro: "Nada cambia en este mundo. Nunca". Una parte de mí le cree, pero otra no, esa parte hace que no me derrumbe ni me deprima, esa parte no quiere morir, ni yo tampoco.

Empecé a llorar, en ese momento escucho a alguien caminar hacia mí, al voltear, ahí estaba él, el chico misterioso. Se acerca a mí y empieza a armar la pila de piedras.

—Déjalo ahí— le dije al ver lo que intentaba hacer— Se caerá de todos modos. Una torre como esta no puede hacer que mi deseo se haga realidad— dije y volví a llorar— Pensé que podrías ayudarme a cambiar esto—

Suspire y me puse de pie para irme, antes de hacerlo gire para ver al chico, él seguía armando la pila de piedras, volví a girarme y me fui.

Parpadeo y estoy en la escuela, quería encontrar al chico misterioso, lo busque por todos lados, desde el cuarto del conserje hasta el auditorio pero no había rastro de él.

Ya cansada de buscar al chico misterioso fui a la biblioteca, ahí me encuentro a Pedro leyendo el comic en una de las mesas que están cerca de la ventana.

—Pensé que siempre estabas en la cafetería— dije poniéndome del lado donde no había silla.—¿No sabes que prácticamente vivo en la biblioteca?—

—Hablas como si fueras un estudiante de aquí— dije cruzándome de brazos.

—Verás, este libro— cerro la historieta y la alzo un poco— sigue volviendo a su lugar original.— bajo de nuevo la historieta— Si, ¿cómo esta Benicio?—

—Parece que le va bien. Se adaptó bastante rápido— dije recargando mis manos sobre la mesa. Benicio se había enterado que es un extra en esta historia, al principio se puso paranoico, pero con el paso de las horas, se acostumbro, ahora él, Pedro y yo hablamos y nos burlamos de lo que escribe el escritor; Benicio se a vuelto un muy buen amigo.—Yo soy la que está luchando.—

—¿Pero no has estado extremadamente confiada últimamente?—

—Lo estaba antes de escuchar la charla en el hospital.— le dije triste, él sabía de lo que hablaba, venía en la historieta y por como es Pedro, lee cada que se aparecen nuevas paginas escritas.

—Supongo que también sabes que no me queda mucho tiempo— suspire— No me mires así— dije señalándolo— Voy a cambiar mi destino.— le dije, me dí media vuelta para observar a la ventana y ahí estaba él, el chico misterioso que tanto había buscado.

Estaba en un rosal, observando las rosas.

—Nunca estuvo cerca cuando lo busqué— dije pensando que hablaba conmigo misma.

—¿Quién?— pregunto Pedro, el cual se había puesto a leer de nuevo la historieta.

—Es el chico que te había mencionado la última vez. La clave para cambiar mi destino.—

—¿Y qué? ¿cambio?— pregunto cruzándose de brazos.— Creo que no.—

—¿Quién sabe? No es tan fácil, ¿sabes?— le dije y volví a voltear a ver a la ventana.— De todos modos, me voy ahora. Por lo menos debería intentarlo.— dije y salí corriendo de ahí.

Hace unos días o bueno, mejor dicho, hace unas paginas, había ido a uno de mis chequeos, el doctor dijo que necesitaba operarme urgentemente, si no lo hacía podría morir. Después de que apareciera el chico misterioso, me di cuenta que el puede cambiar mis escenas; mi teoría era que si el me ayudaba a cambiar mis escenas, el escritor se hartaría y no dejaría morir.

—¡Chico misterioso!— grite a unos metros cerca de él.—¡Oye!— le volví a gritar y él se alejaba sin verme, intente correr más rápido pero me tropecé y caí. Cuando levante mi vista para buscarlo, ya no estaba y no sabía a donde se había ido; me puse de pie.—Una vez que cambie la página, estaré como nueva— me dije a mí misma al ver la herida que me había hecho en mi rodilla.—¡Chico misterioso!— volví a gritar al ver una silueta.

Lo busqué y no lo encontraba, me volví a rendir, decidí ir a la enfermería para ponerme algo en la herida que me había hecho. Al entrar lo vi, ahí estaba el chico misterioso.

—¡Chico misterioso!— dije con una sonrisa— ¿te lastimaste?— pregunte al ver su mano— No te preocupes sé donde guarda todo la enfermera, no te preocupes— le dije y me dirigí a uno de los estantes que estaban ahí. No alcanzaba la caja que necesitaba, por lo que tome una silla que tenía ruedas y me subí en ella; solo espero no caerme y hacer el ridículo frente al chico. Al tomar la caja, la silla se mueve un poco, por lo que pierdo el equilibrio, di una media vuelta, cerré mis ojos esperando el impacto con el suelo, pero en eso siento que alguien me toma de la cintura.

Al abrir mis ojos estaba su rostro muy cerca del mio, pude ver cada rasgo de él; pasarnos unos segundos así hasta que reaccioné, baje de la silla. Puse la caja en una de las camas que estaban ahí, la abrí y saque un curita, me dirigí hacia el chico, tome su mano herida y le puse el curita.

—Me alivia que no sea grave— le dije con una sonrisa— Pero de nuevo, nosotros somos simples extras, así que todos estaremos curados para la próxima escena.— le dije mientras cerraba la caja y tomaba asiento en la cama.

Vi como el se acerco a mí, me puse nerviosa, pero solo iba a tomar la caja, sacó un poco de alcohol en algodón, se arrodillo y me empezó a limpiar mi rodilla, yo sonreía y solo veía cada movimiento que él hacía.

—Sería maravilloso si pudieras cambiar mi destino con esa hermosa cara tuya.— le dije mientras me ponía el curita.— Chico misterioso— le dije a lo que el levanto su cabeza y me vio. —Será mejor que me recuerdes la próxima vez, mi nombre es Luna—

Parpadeo y ahora estoy en el pasillo cerca de la cafetería, suspiro y camino un poco. En eso, veo a el chico misterioso, acelero mi paso para "toparme" con él.

—Hola— le digo y veo su mano, ya no tenía ninguna herida.

Al igual que su herida, estoy segura de que se ha olvidado de todo.

—Duele saber que siempre soy olvidada— dije en voz alta.

—Hola, soy Luna Valente— le dije con una sonrisa, él me sonrió de vuelta.

En ese momento llega Nina con Gastón.

—Hola Luna— dijo Gastón.

—Hola, miren él es— dije girando para presentarles al chico misterioso, pero ya no estaba—¿A dónde se fue?—

—¿De quién hablas?— dijo Nina.

—No, de nadie—  les dije.

—Bueno— dijo Gastón, sin darle importancia— La maestra de español quiere que vayas por unos libros a la biblioteca—

—¿Yo sola?—

—Si, dice que no son muchos—

—De acuerdo, los veo en el salón— les dije dirigiéndome a la biblioteca.

No eran muchos decían, llevo más de 20 libros y nos livianos, deje los libros en una de las ventanas, eran algo anchas, por lo que cabía la pila de libros, después de tomar mi 5to descanso los iba a volver a tomar pero vi que el chico misterioso, estaba cerca, por lo que lo detuve.

—Hola, soy Luna Valente— le dije y tome los libros para posteriormente dárselos—¿Puedes ayudarme a llevar estos libros a el salón?— le sonreí y tome el último libro— Yo llevare este, es por allá— le dije señalando el salón.

—Soy Luna Valente, número 7. Soy una estudiante de la clase 7.— le decía mientras caminábamos hacia el salón de clases.

Volví a parpadear esperando actuar como un extra, pero no sucede, ¿de verdad escritor?, estaba con ese chico y justo ahora ¿me haces esto?. Busque a Pedro para que me enseñara el libro, quería saber que le estaba pasando a la historia.

Lo encontré en la cocina, tome el libro y me puse a leerlo.

Iba Ámbar caminando detrás de Simón cargando sus cosas; desde hace unos días ella tenía que ser la ayudante de él por un favor que le debía.

Ella deja las cosas en el piso, lo que hace que Simón voltee y la vea.

—¿Dónde conseguiste esto?— pregunto Ámbar señalando un llavero que él llevaba en la mochila que ella estaba cargando.

—¿Por qué?—

—Se parece al mio— le contesto.

—Es tuyo— dijo descaradamente.

—¿Entonces porqué lo tienes?—

—No creo que sea el lugar adecuado para hablar de eso— pauso unos segundos y siguió— ¿No fue por acá que estropeaste mi uniforme?— pregunto y tenía razón, Ámbar se había tropezado y había caído encima de Simón; lo más incomodo fue que sus labios tocaron su mejilla.—No solo estropeaste mi uniforme, sino que...—dijo tocando su mejilla y antes de que siguiera ella lo interrumpió.

—Lo siento.—

—¿Por qué?— pregunto con una sonrisa sarcástica.

—Por rozar tu cara con mis labios.—

—¿Eso te molesta tanto?— pregunto, Ámbar se quedo callada, él se acerco más a ella—¿Quieres que me eche la culpa?—

—No, no quise decir eso.— contesto rápidamente.

—Ya que no puedes hacer nada por rozar mi cara con tus labios...—dijo mientras recogía las cosas que Ámbar había puesto el el suelo y se las entregaba de nuevo— igual deberías pagar la lavandería. Pero si haces diligencias para mí, te dispensaré de eso...— dijo, después tomo el llavero de su mochila y lo volvió a dejar ahí— y te devolveré eso— refiriéndose al llavero.

Dio media vuelta y siguió su camino hacia su salón, Ámbar quedó en shock unos segundos y después lo siguió.

—¡Infantil, infantil, infantil, infantil!— dije mientras cerraba el comic. Estaba en la cocina con Pedro, había tomado el comic para saber que estaba pasando.

—Las historietas románticas están hechas para ser infantiles.— me dijo Pedro.

—Pensé que todos los nombres de mis compañeros eran muy raros, Jim, Yam, Jazmín.—

—Simón, Ámbar. ¿Qué tan bonitos y simples son?— dijo sonriendo.

—Me pregunto por qué no me llaman Enfermedad Cardíaca.— dije en tono de burla, suspire y seguí hablando— Además de ser parte de esta ridícula historia— mencione mientras señalaba el comic que estaba a un lado mio— ¿soy un extra?, ¿Yo, Luna?—

—Si, no eres la protagonista aquí— dijo Pedro en lo que abría el comic y ponía la página donde estaban los personajes.

—Esto es una locura— dije cansada y puse mi cabeza sobre la mesa.

—Abre tu corazón y acéptalo—. dijo sobando mi cabeza.

Levanté mi cabeza y sonreí, pase mi cabello detrás de mi oreja.

—Ni siquiera soy el personaje principal aquí— tome el comic— Soy un extra en esta historia infantil, ¿qué esperas?, ¿esperas que diga, "Muchas gracias"?—

—Pareces más sorprendida que eres un extra a que estás en una historieta—

—¿Quién no lo estaría? Todo lo que digo y hago es para Simón y Ámbar— dije un poco exaltada— ¿Qué hay de mí?, ¡¿Qué hay de mí?!— dije frustrada.—¿Se supone que solo debo ayudar a la protagonista toda mi vida?—

—También tienes tu papel como extra— dijo Pedro dejándome confundida— El escritor decidirá qué dirás y harás—

—¡Eso es lo que me frustra!— me pare de mi asiento— ¿Quién dice que el escritor puede hacer eso?—

—Cálmate. Estamos en una historieta romántica. ¿Por qué no mantenemos nuestra dignidad?—

—¿Dignidad?— ¿es en cerio?, reí sarcástica mente a lo que él asintió— Ni siquiera soy la protagonista. ¿A quién le importa mi dignidad?. Eso es ridículo. Odio a este detestable escritor. ¿Qué te hace pensar que puedes hacerme esto?— dije mientras maldecía al cielo.

—Apuesto a que el escritor no tenía ni idea que podría ser así de agresiva.— dijo pedro en voz baja para no escucharlo, pero si lo hice, por lo que guarde silencio y voltee a verlo.—Bien. Es hora de volver a donde perteneces.— dijo y chasqueo sus dedos.

Parpadeo y al segundo ya estaba en mi clase de artes.

Creo que debería dejar que todo vaya a su curso, tal cual como el escritor lo eligió. Solo espero volver a ver al chico misterioso.

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Hi guys, it's me😎✌🏻

Para las personas que no entendieron de que va el one shot, básicamente es una historia en como Luna se da cuenta que ella es un personaje de un comic, es un extra. Pensaba que el chico misterioso (Matteo) la ayudaría a cambiar su destino o bueno lo que el escritor decidiera.

Decidí mejor hacer una historia, allí explicaría más a fondo todo; espero publicarla pronto y que la lean. En esta historia, si terminarán juntos. Si tienen alguna duda, escríbanla y se las resolveré.

Eso es todo, love u guys💗.
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