Capítulo Final
Jungkook tenía una mirada llena adoración y admiración, acompañada de una radiante y orgullosa sonrisa adornando su rostro, ver la presentación de Jimin en vivo, en primera fila, de verdad que era una experiencia increíble.
La única vez que pudo hacerlo había Sido cuando eran novios en la escuela, y él lo invitó a casa para mostrarle su baile, e incluso en ese momento había estado totalmente cautivado por la forma en que se movía.
Sin embargo ahora se podía notar que Jimin había trabajado demasiado para mejorar, su manera de mostrar sus pasos, sus saltos y la expresión de su rostro, todo lo que transmitía con cada movimiento de su cuerpo no había comparación.
Y acompañado de la escenografía y los otros bailarines, dejándolo destacar con la pieza de Black Swan era un espectáculo digno de admiración, y casi mágico.
Jungkook estaba completamente feliz y orgulloso de haber aportado algo al trabajo de Jimin, y sobre todo feliz de que poder decir que ese talentoso bailarín de ballet era el hombre que amaba.
La presentación terminó con una ovación de aplausos y todo el mundo de pie.
Sus miradas se cruzaron por un instante y Jungkook aplaudió más fuerte, y cuando las luces se fueron de inmediato se fue tras bambalinas, con un enorme ramo de rosas en sus manos, ser el novio del bailarín principal tenía sus claras ventajas.
Los ojos de Jimin se iluminaron al verlo entrar en el camerino y casi corrió para abrazarlo.
—¿Lo hice bien? — Fue lo primero que Jimin le preguntó con su voz llena de emoción al verlo.
—Por supuesto — Le respondió Jungkook abrazando su cintura con un brazo y en el otro sosteniendo las rosas —Estuviste perfecto Minnie, eres maravilloso—
—¿De verdad?, estaba muy nervioso, es la primera presentación teniéndote aquí conmigo, quería hacerlo, impresionarte— Dijo Jimin robándole un beso.
—Lo hiciste, me dejaste totalmente impresionado, y completamente enamorado— Jungkook sonrió mirándolo a los ojos —Se me erizó la piel, y solo podía pensar, ese de allí es mi Minnie, es mi novio el bailarín más precioso de todo Corea del Sur—
Las mejillas de Jimin se tiñeron de rosa —Gracias, por estar aquí, y muchas gracias por tu trabajo, toda la escenografía, quedó increíble debido a tu talento —
—Un placer — Jungkook se acercó y tomó los labios de Jimin entre los suyos.
Alguien se carraspeó la garganta detrás de ellos, haciéndolos separar.
Era la madre de Jimin para fortuna de Jungkook, si fuera su suegro probablemente estaría recibiendo amenazas de muerte que le pondrían los bellos de puntas.
—Jimin, estuviste increíble hijo, felicidades — Murmuró para darle un fuerte abrazo.
—Gracias mamá — Jimin le sonrió.
—Mi bebé —El Sr. Park entró limpiándose las lágrimas y también lo tomó entre sus brazos.
—Papá gracias por venir — Jimin le limpió las lágrimas.
—No me lo perdería por nada — Dijo sonriendo y miró a Jungkook.
—Todos tus amigos te esperan para felicitarte— Le informó su mamá.
—Ya voy, debo cambiarme — Contestó Jimin.
El Sr. Park miró a Jungkook con el ceño fruncido —Vamos, tu también sal Jeon, mi Jimin debe cambiarse—
Jungkook tragó grueso —S-si señor —
—Jeon… también hiciste un buen trabajo muchacho, todos los gráficos y escenas, hicieron que mi Jimin brillara aún más — Dijo poniéndole la mano en el hombro.
—Mi equipo de trabajo y yo dimos lo mejor, me alegra que le gustara — Contestó Jungkook.
—También estuve investigando un poco, te has hecho un buen camino, ganaste un premio, además trabajas con una escritora bastante conocida, y después de lo que hiciste aquí, siento que tu éxito seguirá creciendo, me siento orgulloso de que mi hijo tenga a alguien como tú en su vida — El Sr. Park le palmeó el hombro —Ya sea como diseñador, director de arte, o con tus pinturas, eres increíblemente talentoso, sigue trabajando en tus proyectos, te estaré apoyando —
—Gracias Sr. Park, pondré mi mayor esfuerzo en mejorar cada día y ser un mejor hombre para Jimin— Respondió Jungkook.
—Ya lo eres, y dime YongHwa, estamos en confianza — dijo codeándolo.
Cuando Jimin terminó de cambiarse se reunieron todos con sus amigos, que los llenaron de flores y felicitaciones a ambos, las lágrimas de sus padres no faltaron.
—Mi Kookie y Minnie, estoy tan orgullosa de ustedes— Dijo su madre entre llantos.
—Son maravillosos— afirmó su padre abrazándola.
—Estuve toda la presentación con la boca abierta, el baile de Jimin y todas las imágenes y gráficos de fondo iban tan acorde, y te metían en la historia que contaban a través de la danza que se me puso la piel de gallina — Cantó Tae emocionado.
—Quizá fuiste una gallina en tu vida pasada —Murmuro Yoongi — Felicidades, chicos—
Tae rodó los ojos — Mira Casp…
—No empiecen — Jin intervino — Está es la noche de Jimin y Jungkook, ellos deben brillar, por hacer de su talento una maravillosa presentación —
—Ellos siempre han sido el complemento del otro, yo siempre lo supe— dijo Hoseok —Como la bella y la bestia —
Namjoon le dio un golpe en la nuca haciéndolo quejarse.
Jungkook se rio negando con la cabeza, después de tanto tiempo, sus amigos seguían siendo los mismos.
Habían cambiado muchas cosas, pero su amistad con los chicos, y su amor por Jimin seguían intactos, ese era el mejor regalo que la vida le pudo dar.
En ese momento la mano de Jimin se deslizó entre la suya, y su sonrisa se ensanchó, está vez no lo volvería a soltar.
—Vamos—Le susurró a Jimin en el oído.
—¿Ahora, adónde? — Preguntó con una ceja levantada.
—Quiero mostrarte algo— Jungkook sonrió.
Jimin se mordió el labio inferior, se despidió de todos y caminó a su lado sonriendo.
—¿Qué vas a mostrarme Kookie? — Preguntó curioso.
—Espera y verás bebé—
Jimin solo le dio una mirada llena de complicidad.
Después de “su primera segunda cita” habían avanzado mucho, pasos lentos, pero seguros.
Conociéndose nuevamente, sus nuevas aficiones y hábitos, algunos seguían igual, como Jimin y sus bonitos pucheros cuando quería lograr algo, o relajarse abrazados mientras Jungkook le hacía “piojitos” en su cabello, después de un día de trabajo.
Se veían casi todos los días, y tenían citas a su manera, Jimin solía pasar por su oficina o Jungkook lo recogía en la academia, comían juntos siempre y realmente estaba contento de que Jimin ya no tuviera dietas tan excesivas, cumplía su promesa de alimentarse bien.
También salían a pasar el rato con sus amigos cuando estaban libres, y disfrutar de la vida y su día a día.
Estaba seguro de que su “yo” adolescente jamás creería todo lo que pudo lograr, tenía su propia agencia de diseño gráfico, que aunque era pequeña empezaba a ganar reconocimiento, había encontrado ese algo que siempre le faltó y tenía una relación estable con Jimin, y sobre todo se sentía feliz, realizado y con muchas ganas de seguir creciendo.
Y cada obstáculo en su camino se convirtió en un motivo para seguir luchando.
—¿Qué hacemos aquí Kookie? — Preguntó Jimin cuando se estacionaron frente a nueva tienda de tatuajes donde a veces solía trabajar Jungkook cuando estaba libre.
—Es una sorpresa — Jungkook le cubrió los ojos —No hagas trampa Minnie—
Jimin hizo un puchero —está bien—
Juntos entraron al lugar, entre risas divertidas mientras Jungkook le robaba besos a Jimin aprovechando que tenía sus ojitos cerrados.
—Espera hay escaleras — Jungkook tomó la iniciativa y levantó a Jimin del suelo entre sus brazos.
—Kookie, no me dejes caer— Murmuró Jimin riendo sin abrir los ojos.
—Nunca lo haría — Aseguró Jungkook —Además estoy practicando, así te cargaré cuando nos casemos—
Jimin soltó una risita y movió sus pies — Necesitas un anillo y la aprobación de papá, para proponerme matrimonio—
Jungkook tragó grueso, aunque ya estaba en mejores términos con su suegro.
Entonces llegaron al sitio, era el estudio de Jungkook donde solía descansar, pero se había convertido en un escenario precioso y romántico, con luces adornando el lugar y pétalos de rosas, había globos que colgaban con fotos de ambos, tanto de ellos siendo adolescentes, como las que se tomaron en la playa en su salida con los chicos.
Y un vídeo empezó a reproducirse, con más imágenes de ellos, fotos de dibujos, que mostraban el transcurso del tiempo.
Jimin tenía sus ojos muy abiertos y acuosos, observando los recuerdos, con una bonita melodía de fondo.
Sus ojos se quedaron pegados en un cuadro que estaba cubierto, y Jimin dio unos pasos hasta él, y lentamente fue descubierto.
Era hermoso, tan hermoso que sus ojos no podían dejar de derramar lágrimas al verlo.
—No suelo hacer este tipo de pinturas con frecuencia, pero desde que te volví a ver no podía sacarme esta imagen de mi cabeza y quería llamarla en la realidad — Jungkook abrazó a Jimin por la espalda.
—Es precioso Kookie, somos nosotros —
En la imagen había un joven vestido de negro, sentado en un andén, se veía lastimado, y estaba rodeado de papeles arrugados y un cuaderno a un lado, que estaban siendo empapados bajo la lluvia, totalmente desolado y con la mirada perdida, como si estuviera buscando algo, pero a la vez, como si no tuviera fe en nada, su expresión era triste, sin embargo, frente a él, estaba un precioso chico que intentaba cubrirlo con un paraguas amarillo, usando un bonito y colorido traje y unas zapatillas de ballet colgando en una de sus manos, había tanta amabilidad y ternura en su rostro.
—Jimin, tú fuiste una persona que me amo cuando ni yo mismo lo hacía, me sentía al borde del abismo, sintiendo que ni siquiera valía la pena vivir, y que mi única opción en algún momento sería saltar, sin embargo, tú me enseñaste a valorar la vida, y los pequeños momentos, a ser mejor, y aunque en ese momento no era lo suficiente maduro, fuiste quien le dio colores a mi oscuridad — Jungkook miró a Jimin con sus ojos llenos de lágrimas —Pusiste una sonrisa en mi rostro, y me diste ganas de salir adelante —
Jimin se llevó las manos a la boca mientras sus lágrimas mojaban sus mejillas, ante esas palabras —Mi Kookie…
—Jimin, gracias por creer en mí, todo lo que he logrado, mi profesión, no lo habría conseguido, ni siquiera sé si hubiera tenido el valor de buscar ayuda profesional si no hubiera sido por ti, mi mentalidad, mi baja autoestima, y mis poco interés por la vida, no se a donde me habrían llevado — Jungkook suspiró sus ojos empapados también —
Jimin sintió una punzada en su corazón, ni siquiera quería pensar en eso, estaba tan agradecido de que Jungkook hubiera podido superarlo y luchara cada día por seguir adelante.
—Uno de los principales motivos que me ayudó a seguir a vencer mis miedos, a hacerle frente a la depresión porque incluso si no podía volver a estar a tu lado, quería convertirme en una nueva versión de mi mismo y vivir de la mejor manera, gracias Jimin — Susurró Jungkook.
—No tienes que agradecer Jungkook, eres una persona maravillosa, y seguramente de alguna u otra manera te habrías dado cuenta, y mira todo lo que lograste estando separados, no fue solo por mí Jungkook, tú eres valiente y le hiciste frente a una depresión, saliste de allí, estudiaste una carrera que querías y construiste tu propio futuro — Jimin se dio la vuelta y juntó sus frentes — Amé al Jungkook de 18 años muchísimo, y no tienes idea de cuánto te amo ahora—
—Te amo Jimin, te amo demasiado — Susurró Jungkook dejándole un beso en los labios.
Sus besos iniciaron suaves y lentos, llenos de emoción y felicidad, una que fue transformándose en pasión poco a poco.
Jungkook levantó a Jimin y lentamente lo guío hasta su lugar de descanso, dónde había una pequeña, pero cómoda cama y lo dejó allí con delicadeza.
Esta era la primera vez que avanzaban tanto de forma íntima desde su reencuentro, y los nervios y las expectativas eran abrumadoras, pero también emocionantes.
Jimin se veía tan hermoso sonrojado y lamiéndose los labios, Jungkook se acercó lentamente, Jimin lo tiró del cuello de su chaqueta uniendo sus labios en un beso apasionado beso.
Las manos de Jungkook tocaron cada parte del cuerpo de Jimin por encima de la ropa.
El calor de la habitación subía, y sus calientes cuerpos empezaban a rozarse en sus partes más íntimas, las prendas de ropa eran un estorbó fueron desapareciendo de poco.
Piel contra piel, la boca de Jungkook beso cada centímetro del cuerpo de Jimin, haciendo que cada vello de su piel reaccionara
Los dedos de Jimin moldeaban la espalda de Jungkook con caricias, y suaves gemidos llenaron la habitación, el sonido de sus besos y jadeos.
Se sentían tímidos como si fuera la primera vez, pero a la vez ansiosos por revivir sus momentos juntos, y crear muchos nuevos.
La preparación para recibir la unión de sus cuerpos fue perfecta y delicada, Jungkook se deslizó en Jimin con delicadeza, sintiendo como la suave estreches de Jimin lo recibía, siendo solo uno, sus cuerpos estaban insaciables, no podían tener suficiente del otro.
Movimientos certeros y sincronizados, dos jóvenes cuerpos amándose entre las sábanas blancas mientras, mientras afuera seguía sonando una hermosa melodía y había una habitación llena de recuerdos.
Su clímax los hizo perderse en la neblina de la lujuria llegando juntos al máximo placer, sus cuerpos perlados por el sudor seguían unidos mientras recobraban el aliento y unían sus labios en un suave beso nuevamente.
—Te amo Jimin, te amo tanto —susurró Jungkook.
—Te amo, Kookie —susurró Jimin con la mirada perdida en los oscuros ojos de Jungkook.
Aunque su amor empezó por un pequeño accidente, y luego la vida los alejó, el hecho de seguir amándose a pesar del tiempo y la distancia ya era un milagro, el que para muchos era imposible, ellos sentían que eran el destino del otro.
Y tenían una vida entera por compartir juntos.
Bueno mis amores hasta aquí llegó esta historia espero la hayan disfrutado, estoy muy feliz por todos los cambios, y por todo lo que hizo Jungkook, por Jimin y por todos los chicos.
Gracias por leer, probablemente tenga un epílogo, trabajaré en ello.
Besos
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