Capítulo 8

Jungkook dejo caer su lápiz junto a su dibujo a medio terminar, sintiéndose un poco frustrado, llevaba tres días y medio encerrado en su cuarto y sentía que se volvería loco en cualquier momento, y la razón no era por estar encerrado, claro que no, si por Jungkook fuera no sacará un pie de su cuarto en lo que le quedaba de vida, pero lo que realmente lo frustraba era que no podía dejar de pensar en Jimin por más de diez minutos.

Intento dibujar cualquier cosa que se le viniera a la mente, lo primero que se le ocurriese pero no, todos sus dibujos estaban torcidos, no quedaban como Jungkook quería, tal parecía que sólo podía concentrarse en dibujar el rostro de Park Jimin, con el ceño fruncido miro su dibujo y pasó sus dedos por el.


¡Dios tenía que verlo! Era una necesidad creciendo en su interior y no tenía ni idea de cómo descifrar lo que estaba pasando, nunca sintió nada igual, ¿Y si le gustaba Jimin? ¡Ay por Dios como si eso fuera posible¡ se dijo a sí mismo,  Jungkook tenía claro que el sería novio de Jimin porque no quería lastimarlo simplemente por eso.

¿Cómo podía gustarle una persona con la que prácticamente sólo había hablado un par de veces?, eso era imposible, además Jimin era un hombre un chico como el, Jungkook nunca se había sentido atraído hacia los chicos, en todos sus 18 años de vida jamás había mirado a alguien de su mismo sexo, aunque el problema no estaba en el género de Jimin, lo que le preocupaba era lo que esa relación podría traer a su vida.

Los interrogantes de TaeHyung, llegaban a su mente uno por uno, ¿Qué haría cuando Jimin quisiera tener sexo?, Jungkook no sabía nada sobre sexo con otro hombre, si se había acostado con unas cuantas chicas en algunas fiestas donde había sido arrastrado por sus tres amigos, pero hasta allí llegaba su experiencia.

Jungkook quiso darse contra su escritorio cuando su mente atormentada se aclaró ¿Por qué Diablos estaba pensando en sexo?, seguramente ni siquiera llegaría a dar ese paso, sólo sería novio de Jimin tres meses habían parejas que esperaban para tener relaciones sexuales, no tenía que preocuparse por ello.

En cuanto a los besos, esos si estaban dando vuelta en su cabeza una y otra vez, la curiosidad por lo que sentiría al besar a otro chico específicamente besar a Jimin lo estaba carcomiendo, estúpido TaeHyung por meter ideas en su cabeza.

Se levantó de la silla entró al baño y suspiro, iría a ver a Jimin a la salida del instituto, no porque lo extrañara, simplemente porque tenían tres días y medio sin comunicarse y pues, debía parecer un buen novio, según Jungkook esa era la única razón por la cual no respetaría el castigo que le había puesto su madre.

Se dio una ducha y se alistó rápido tenía el tiempo justo para llegar cuando tocarán el timbre de salida, bajo las escaleras despacio su madre estaba en la cocina, tratando de no hacer ningún ruido abrió la puerta y salió, con lo que no contaba era que al darse la vuelta se encontraría con su padre.

— ¡Jk!, se supone que no debes salir hasta que no termine tu castigo, ¿A dónde pretendes ir hijo? — pregunto Hyo Jong.

Jungkook se rasco la cabeza, bien si le mentía a su padre lo más probable era que lo obligará a entrar y cumplir su castigo, pero si le decía la verdad tal vez tendría una oportunidad, Hyo Jong era un eterno romántico.

—Bueno, ya hace más de tres días que no veo a mi novio, y tampoco hemos hablado por teléfono ya que mamá me lo quito, así que quería ir a verlo a la salida de escuela — le contestó

Hoy Jong sonrió  — rompiendo las reglas por amor — dijo con una sonrisita — me recuerdas a mí, cuando el padre de Hyuna me prohibió verla, siempre encontraba la manera de escabullirme para estar con ella — le contó — te ayudare sólo está vez, anda toma llévale esto seguro le gustará—

Jungkook vio como su padre sacaba una rosa del ramo que traía que solo hasta en ese momento notó el pelinegro, Jungkook la tomó dudoso — Gracias papá —

—Te cubriré pero si tu madre se da cuenta le diré que no te vi salir—dijo riendo.

Jungkook asintió y choco puños con su padre — suerte hijo — fue lo último que escucho de su progenitor.

Jungkook tomó el autobús aún con la rosa en la mano, dudaba si llevarla o no, o sea Jimin podía ser gay, pero no dejaba de ser un chico, y no estaba seguro si se vería  bien llevarle una rosa, pero a la vez quería tener al menos un gesto bueno para con el chico al fin y al cabo eran novios y llevarle un pequeño presente era como su deber.

Cuando bajo del transporte y estuvo fuera del instituto pensó en lo ridículo que se veía, parado allí con una rosa en la mano, y no quería imaginarse toda la mierda que le dirían sus amigos si lo vieran así

Cuando los estudiantes empezaron a salir Jungkook suspiró, esperaría cinco minutos sólo eso y se iría, no es como si él estuviera muriendo de ganas de ver a Jimin, hacia esto simple y llanamente por su deber de ser buen novio.

El pelinegro prefirió él ignorar el hecho de que no existía ninguna razón real por la que estar haciendo esto.

Algunos estudiantes y compañeros lo miraban con una ceja arqueada, Jungkook empezó a sentirse incomodo lo que estaba haciendo era una muy mala idea, camino unos pasos hacia un contenedor de basura para tirar la rosa e irse.

— ¡Kookie¡ — Escucho que lo llamaban, si, sólo existía una persona en la tierra que lo llamaba por ese estúpido apodo.

Se volteó viendo a Jimin mirarlo con sus ojitos llenos de emoción, ¡Dios no lo mires tanto o quedarás hechizado! Se dijo, ya que cada vez que estaba cerca de Jimin su cerebro no funcionaba en lo absoluto.

—Hola Jimin — Dijo Jungkook mirándolo.

Jimin no contuvo su felicidad y de un salto se abrazó al Pelinegro, habían sido tres largos muy largos días sin ver a Jungkook y aunque sonará exagerado lo había extrañado a horrores.

—Te extrañe un montón Jungkookie — le hizo saber de inmediato.

—Solo han sido un par de días —Dijo Jungkook incomodo intentando corresponder al abrazo

—Para mí fueron muchos, toda una eternidad — Jimin se quejó con puchero.

Jungkook quiso rodar los ojos, pero no lo hizo  —Por eso traje esto — dijo mostrándole la rosa.

El Pelinegro no pudo evitar que en su rostro se formara una sonrisa al ver la carita radiante de Jimin mirando la rosa como si fuera el regalo más precioso que le hubieran dado en el mundo.

— ¡Jungkookie!, Gracias está hermosísima — dijo dándole un beso en la mejilla.

—No tienes que agradecerme, incluso pensé que seguías enojado conmigo —

—Claro que no Kookie, te eché mucho de menos y me di cuenta que no tengo tu número de celular — Jimin hizo un puchero.

—De todos modos no hubiera servido de nada tenerlo, mi madre me castigo sin celular—

Jimin pudo su boquita en forma de “O” por la sorpresa — entonces eso estuvo bien hecho— canturreo

Jungkook fruncio el ceño — ¿Cómo es que te alegras que este castigado?, sabes que estoy violando mi castigo sólo por venir a verte se suponía que no saldría de casa en cinco días, ¿sabes qué? Ya me voy —se quejó Jungkook.

A Jimin le brillaron los ojitos y se río  —¡Jungkookie no te enojes! — dijo abrazándolo por la espalda — ¿Estas rompiendo las reglas por mí? —

—Si, ¿por quien más? — contesto Jungkook de mala gana.

—No debería alegrarme, pero lo hace, gracias por venir a verme Jungkookie, de verdad yo me moría de ganas de verte —

Jungkook levanto la mirada por encima del hombro de Jimin y vio a Namjoon, Hoseok y TaeHyung salir, ¡Mierda! Si no quería que esos pendejos le jodieran la vida debía irse.

Tomo a Jimin por la mano — vamos te acompaño a tomar el autobús— Dijo tirando de su manito.

Jimin asintió encantado caminando tomados de las manos —sabes Jungkookie, ya somos novios pero nunca hemos tenido una cita — se quejó con puchero Jimin.

Jungkook se atoro con su propia saliva y empezó a toser — ¿Una cita?, ¿quieres tener una cita conmigo? —

—No, con el hijo de mi vecina — Dijo Jimin riendo, Jungkook lo miro mal — No me mires así Kookie, y sí quiero que tengamos una cita —

Jungkook se rasco la cabeza con la mano que tenía libre ¿Una cita?, una jodida cita, nunca había tenido una cita con nadie, eso no era la lo suyo.

—Estoy castigado no puedo salir — Dijo sabiendo que esa era la escusa más tonta que se podía inventar.

—Pero tu castigo se acaba mañana — le recordó Jimin alegremente.

Jungkook tomó un suspiro — entonces tengamos una cita… ¿mañana por la tarde?-

—Me encantaría — respondió Jimin — además Jungkookie no olvides que de ahora en adelante soy tu tutor, ya miré los temas que daremos estos últimos periodos y los separé para que estudiemos juntos después de la escuela— le informó Jimin.

Jungkook arqueó una ceja y le dio una mirada descontento, Jimin soltó una risita —Te ves muy tierno con puchero Kookie — Chilló Sonriendo.

—¿Qué?, yo no hago pucheros, esos lo haces tú para hechizarme — dijo

Jimin lo miro con picardía —¿Mis pucheros ten hechizan Jungkookie? — le preguntó en un tono coqueto que no había usado antes, Jimin estaba todo sonrojado.

Jungkook trago grueso ¡Grandioso! le acababa de decir a Jimin que con sus pucheros el castaño tenía influencias sobre el — Ya llegamos — dijo al llegar a la parada del autobús, para no tocar más el tema del puchero.

Pero sus ojos fueron a dar de nuevo en los labios de Jimin, gruesos, acolchados y tan rosaditos, se veían muy apetecibles, Jimin mordisqueo un poco su labio inferior y luego pasó su lengua por el superior.

El impulso de besarlo fue increíble, acerco sus labios un poco a los de Jimin, pero justo en ese momento el bus llegó — Uh, bueno hasta mañana — dijo Jungkook carraspeando su garganta.

—Hasta mañana Kookie — respondió Jimin muy sonrojado beso la rosa y luego la roso en los labios de Jungkook, antes de subir a su transporte.

Jungkook se quedó un momento mirando el autobús irse, oh diablos, ¿Por qué de repente sentía que podría morir si no besaba los labios de Jimin?

¡Mierda, si continuaba así estaría más que jodido antes de terminar los 6 meses!

Mis amores bellos, aquí estoy con un capítulo lleno todo mi amorcito para ustedes…

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